Vistas de página en el último mes

sábado, 28 de septiembre de 2024

Tony Hall (13 de agosto de 2020) Confinamientos, coronavirus y bancos 6: siguiendo el rastro del dinero

 


https://www.unz.com/article/lockdowns-coronavirus-and-banks-following-the-money-2/

El lobby israelí y la Reserva Federal

Gran parte del aventurerismo militar de los Estados Unidos, especialmente después del 11 de septiembre, se dirigió a invasiones de países de mayoría musulmana, que amenazan una visión particular de Israel como potencia dominante en su región y en el mundo. ¿Por qué la Reserva Federal estaría menos involucrada en la creación del crédito disponible para librar guerras en el siglo XXI que en la creación de las guerras del siglo XX?

En su obra Los secretos de la Reserva Federal, Mullins parece ignorar en gran medida el papel que desempeñó el sionismo y la génesis de Israel en la historia mundial. Su atención se centraba en otra cosa. Cuando leí su texto me di cuenta de que la gran influencia judía en las instituciones bancarias de Europa, incluida la influencia del consorcio Rothschild, se extendió a Wall Street, incluida la Reserva Federal.

Aunque Mullins no se amilana a la hora de abordar el componente judío de la historia que se propone contar, no creo que insista demasiado en este tema ni se vuelva agresivamente polémico al respecto. Sin duda no se puede decir lo mismo de algunos de sus críticos, cuyas condenas de Mullins a veces pueden ser extremadamente polémicas.

Mullins podría haberle dado más importancia a la política de identidades que prevaleció a lo largo del siglo XX. Las sensibilidades del electorado cristiano dominante en los Estados Unidos probablemente influyeron en las decisiones de muchos clientes que buscaban servicios bancarios. Es muy probable que algunos de ellos se hubieran sentido más cómodos tratando con firmas identificadas con nombres como JP Morgan, Rockefeller y Mellon en lugar de Warburg, Greenspan o Fink. Sin embargo los tiempos han cambiado.

Algunos de los prejuicios más severos parecen haber disminuido en la época en que Sandy Weill fusionó su compañía de seguros Travellers Insurance Company con Citicorp para crear Citigroup. Esta fusión ayudó a crear el impulso político que condujo a la eliminación de la Ley Glass-Steagall en 1999. Con la eliminación de la Ley Glass-Steagall, Citigroup intentó convertirse en una gigantesca corporación dedicada a diversos servicios financieros. Sin embargo, en sus santuarios internos, Citigroup desarrolló una preocupación por los derivados que aún continúa.

En el siglo XXI se eliminaron algunas de las capas cosméticas que se habían impuesto anteriormente para disfrazar la gran representación de judíos en los bancos de Wall Street, incluido el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Para bien o para mal la usura se ha convertido en una característica central de la organización del mundo contemporáneo. Por lo tanto es inevitable tener en cuenta las herencias étnicas que acompañan a la usura, especialmente cuando se trata de algunas de las manifestaciones más dramáticas de usura con esteroides en las instituciones de Wall Street.

En mi opinión no es en la cuestión de la etnia del personal de Wall Street donde hay que trazar una línea divisoria, sino en la cuestión de cómo se utiliza o se abusa del poder en los altos mandos de nuestras instituciones financieras. En términos generales no es justificable utilizar la Reserva Federal para generar crédito que permita librar guerras de carácter ofensivo en lugar de defensivo.

La guerra ha sido durante mucho tiempo una de las grandes bonanzas que han producido grandes beneficios para los banqueros internacionales. En el siglo XXI muchas de las guerras implican el despliegue del poderío militar por parte de Estados Unidos para promover los planes expansionistas del Estado israelí. La Reserva Federal de Estados Unidos ha sido parte del proceso de creación de lo que algunos considerarían guerras para Israel en Irak, Siria, Yemen e Irán.

¿Por qué se invocan los poderes de generación de dinero de la secreta Reserva Federal para ayudar a financiar guerras en favor de Israel y también para ayudar a moldear la opinión pública para que acepte el papel de los EEUU en estas guerras de agresión? Especialmente delicado es el endeudamiento adicional del pueblo estadounidense para subsidiar la producción de propaganda destinada a persuadirlo de que respalde las guerras en favor de Israel. Esta propaganda se considera necesaria para desinflar la oposición a las acciones de Israel, incluido el trato despiadado y deshumanizador de los árabes palestinos.

Hemos visto que el Banco de la Reserva Federal de Nueva York se dedicó en cuerpo y alma en 2008 a transferir decenas de billones de dólares a las arcas de sus propias instituciones miembros y contrapartes. ¿Qué usos se dieron a ese rescate, producido mediante un dudoso proceso de hurto financiero legalizado?

De una forma u otra, el lobby israelí debe ser uno de los principales beneficiarios de las maquinaciones de Wall Street y su grifo de dinero, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Este patrón de prioridades puede relacionarse fácilmente con la financiación federal estadounidense del proyecto Israel como una prioridad más alta en el presupuesto federal que incluso las necesidades básicas de la población de los Estados Unidos. Las vidas de los negros sí importan, pero ¿por qué las vidas de los partidarios de Israel parecen importar más que las de cualquier otro grupo?

Este lobby israelí tiene el poder de impedir que cualquier crítico de las políticas israelíes obtenga la nominación de un partido importante de Estados Unidos para presentarse como candidato a la presidencia de ese país. El resultado es que, elección tras elección, a los estadounidenses se les ofrece una elección muy limitada entre competidores que apoyan igualmente a Israel.

El lobby israelí puede intervenir para impedir que los líderes de los partidos de oposición adopten políticas que enfaticen la equidad en las relaciones entre Israel y Palestina. Mediante sus contribuciones a las campañas, el lobby israelí domina el proceso de elección de representantes en el Congreso. ¿Cuánto cuesta comprar la obediencia política de la mayoría de los políticos federales? ¿Cuánto cuesta repetir esta hazaña en las legislaturas estatales e incluso en los gobiernos municipales?

El lobby israelí, a través de su propiedad y/o control de importantes medios de comunicación, ejerce una gran influencia a la hora de determinar las líneas generales de gran parte del discurso público en lo que respecta a las relaciones entre Estados Unidos e Israel y a muchos otros temas relacionados. ¿Cómo se podría calcular la cantidad de dinero que se necesitó para lograr esta hazaña? ¿Cuánto de ese dinero se destina a pagos por cumplimiento, es decir, sobornos? En la era posterior a Epstein, ¿cuál es el papel del componente criminal del soborno, es decir, el sobre oculto?

El lobby israelí está profundamente comprometido con otros grupos de presión para transformar Internet, que ha pasado de ser un foro abierto de interacción y debate públicos a un instrumento de propaganda controlado desde un centro. Entre los censores y policías del pensamiento más agresivos de Internet se encuentran Google, YouTube, Facebook, Twitter y la Liga Antidifamación de B'nai B'rith (https://en.wikipedia.org/wiki/B'nai_B'rith )

Mediante todo tipo de intervenciones, el lobby israelí ejerce importantes formas de control sobre una amplia gama de instituciones y operaciones, incluidas las del poder judicial, las universidades, las editoriales, las publicaciones de revistas, los gobiernos municipales, los sindicatos y los grupos culturales. El grupo cultural más grande e influyente de todos es la industria cinematográfica de Hollywood. No es sorprendente que en su producción cinematográfica haya poco que ofrezca perspectivas críticas sobre el sionismo y sus emanaciones.

La inyección de enormes cantidades de dinero es esencial para ejercer una influencia tan concertada sobre un espectro tan amplio de organizaciones políticas, intelectuales y culturales. ¿De dónde proceden las grandes cantidades de dinero que apoyan las actividades del proyecto israelí? ¿Por qué tantas agencias del lobby israelí tienen la condición de organizaciones de beneficencia con capacidad para conceder exenciones fiscales a los donantes? ¿Cuál es la relación del lobby israelí con Wall Street y el Banco de la Reserva Federal de Nueva York?

Incluso el hecho de plantear esas preguntas puede ser visto por algunos como herético. Sin embargo no hay nada de malo en analizar cuestiones que tienen tanto impacto en la calidad de nuestro discurso político… tanto impacto en nuestra capacidad de vivir juntos con la civilidad y la seguridad que hemos estado perdiendo tan rápidamente con la imposición de los confinamientos económicamente paralizantes.

No es menos legítimo preguntarse por la identidad étnica de quienes más se benefician de la economía estadounidense que por los grupos que más sufren las privaciones de la pobreza. ¿No tendría sentido intentar moderar las disparidades a partir de procesos de investigación y debate?

En un libro del mismo nombre, el ex director ejecutivo de la ADL, Abe Foxman, ha abierto el debate sobre los judíos y el dinero . Foxman contradice eficazmente la opinión de que todos los judíos son ricos. Foxman, por supuesto, tiene razón en esta afirmación. No todos los judíos son ricos. Algunos son directamente pobres. Sin embargo un número bastante grande de judíos son algo ricos y una pequeña minoría de judíos están desproporcionadamente invertidos en riqueza y poder. Los judíos están especialmente bien representados en el club de los multimillonarios, tanto en los Estados Unidos como a nivel internacional.

Algunos de los judíos más ricos forman parte del establishment de Wall Street, incluido el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Tal vez haya llegado el momento de empezar a liquidar este “trust más gigantesco del mundo”. Tal vez sea el momento de liquidar parte de la deuda creada a lo largo de más de un siglo, al poner a banqueros privados a cargo de dictar las tasas de interés y de crear dólares cargados de deuda. Tal vez haya llegado el momento de reducir la carga de la deuda que está reduciendo las oportunidades de vida de tantas personas, que han estado financiando las guerras por Israel que se desencadenaron a raíz del engaño del 11 de septiembre.

La gravedad de la crisis que nos espera obliga a todas las personas reflexivas y conscientes a mirar más allá de la redistribución de viejas instituciones y de viejos remedios para viejos problemas, que son diferentes de los desafíos que enfrentamos hoy. Una de las formas más obvias de evitar más calamidades es abandonar por completo el empoderamiento de los banqueros privados, para expandir masivamente las deudas nacionales con intereses compuestos cobrados a los contribuyentes.

La alternativa a este enfoque es cambiar los actuales medios de creación de nuevo dinero. En la búsqueda de los principales ingredientes de un reinicio global, se debería considerar la creación de muchos sistemas bancarios similares al del Banco de Canadá. El Banco de Canadá logró una prodigiosa etapa de construcción nacional casi sin deuda, antes de que Pierre Trudeau modificara las políticas de su gobierno para cumplir con las imposiciones del Banco de Pagos Internacionales.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Benjamin Bourgeois (Investigación Global, 30 de junio de 2020) ¿Cómo se volvió loco el mundo? ¿Quién decidió el confinamiento? ¿Quién lo justificó? ¿Quién lo ideó?

 


https://www.globalresearch.ca/great-cancer-future/5717235

Parte I. El Rey Virus está desnudo

Esto lo reconocen ahora todos aquellos que tienen el valor de enfrentarse a los hechos. No voy a enumerar en este artículo la inmensa cantidad de pruebas que existen. Probablemente todos ustedes han realizado, están realizando o realizarán sus propias investigaciones. Sólo citaré un informe publicado por el Ministerio del Interior alemán:

El coronavirus es una falsa alarma mundial. Se ha sobreestimado el peligro del virus (no más de 250.000 muertes en todo el mundo por Covid-19, en comparación con 1,5 millones por la gripe estacional de 2017-18)”.

Sin embargo el propósito de este artículo no es centrarse en este tema. Como muchos otros durante los últimos dos meses reuní suficiente información que me permitió comprender la gravedad de esta “pandemia”.

Entonces comencemos con esta pregunta: si la pandemia letal no es ni letal ni pandémica ¿por qué es necesario un confinamiento global? ¿Incompetencia? ¿Ceguera? ¿Conspiración? Es importante responder a esta pregunta en profundidad utilizando un enfoque basado en hechos. ¿Cómo se volvió loco el mundo? ¿Quién decidió el confinamiento? ¿Quién lo justificó? ¿Quién lo ideó?

Empecemos por la última pregunta. Hasta donde yo sé ningún libro de texto médico ha recomendado poner en cuarentena a poblaciones sanas y mucho menos a países enteros. No se ha practicado ni recomendado. Esta idea surge de una mentalidad militar

En 2005, bajo la égida de Donald Rumsfeld, jefe del Pentágono durante el gobierno de Bush Jr., el Dr. Hatchett, actual director ejecutivo de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), creó un plan para el confinamiento total de la población estadounidense en caso de un ataque bioterrorista. Esta idea fue retocada en 2010 por el grupo de expertos de la Fundación Rockefeller, que publicó un documento titulado “Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional”. Uno de los cuatro escenarios planteaba un confinamiento autoritario global que podría durar entre 10 y 20 años, debido a una pandemia; este escenario se presentaba como una posibilidad inminente para la humanidad. Entonces, ¿quién imaginó esta política de contención? Los militares y los “filántropos”. No los científicos. No los médicos.

Ahora veamos quién justificó y abogó por esta contención.

Pero antes es importante conocer más sobre Neil Fergusson, director del Grupo Científico Asesor para Emergencias (SAGE) en el Reino Unido. En 2002 calculó que la enfermedad de las vacas locas mataría a unos 50.000 británicos y a otros 150.000 si se transmitía a las ovejas. Hubo sólo 177 muertes. En 2005 predijo que la gripe aviar mataría a 65.000 británicos. El total fue de 457 muertes.

Otro actor importante en este juego es la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2009 emitió la alerta de pandemia de gripe H1N1, lo que desencadenó la compra de millones y millones de vacunas por parte de los gobiernos (10 dólares por dosis). La pandemia nunca se produjo. Esas vacunas costosas fueron destruidas porque no se utilizaron. Además contenían mercurio, que provocó muchos casos de narcolepsia crónica y otros problemas de salud entre los vacunados, incluidos los niños. Sin embargo ningún gobierno se quejó oficialmente ante la organización por los “malos consejos” que les costaron miles de millones de dólares ni nadie pidió nada a las empresas farmacéuticas que produjeron la vacuna tóxica.

En marzo de este año la OMS lanzó su consigna de “¡Pandemia!”, a pesar de que el número de casos y muertes era mucho menor que el de la gripe estacional. La OMS se vio ayudada por las pruebas virológicas poco fiables que se utilizan en todo el mundo.

Neil Fergusson, fiel a su mentalidad alarmista, predijo con su “modelo matemático” que 550.000 británicos morirían de Covid, así como más de 2 millones de estadounidenses, si no se aplicaba un confinamiento feroz. Poco antes había compartido las mismas cifras con el presidente Macron. De la noche a la mañana Gran Bretaña aplicó el plan del doctor Hatchett (CEPI), como ya lo habían hecho muchos países. Confinamiento total. No importó que el SAGE revisara drásticamente sus cifras a la baja después o que Fergusson fuera despedido. La OMS, el SAGE y la CEPI han justificado el confinamiento ante los ojos cerrados del mundo.

Un detalle interesante: ¿quién cree usted que es el generoso financista de estas tres instituciones con tan sexys acrónimos? Bill Gates.

¿Incompetencia? ¿Ceguera? ¿Conspiración? ¿Coincidencia?

Ahora sabemos quién ideó el confinamiento, quién lo justificó y quién lo aplicó, pero queda una pregunta fundamental.

¿Por qué la gente lo aceptó sin pestañear (al menos al principio)? La respuesta tiene cinco letras: MIEDO.

Un miedo hábilmente orquestado por los grandes medios de comunicación, con su maravilloso coro armoniosamente afinado. Por cierto, ¿quién es el generoso filántropo que ha donado millones de dólares a los periódicos europeos más importantes? Bill Gates de nuevo. Pero no nos perdamos en detalles y volvamos al miedo. En primer lugar ¿miedo a qué? ¡Miedo a morir, por supuesto! Sin este miedo nada habría sido posible. El miedo ha paralizado a muchos pensantes... Miedo... Volveremos a eso.

Y así el cuadro se va completando. Como en una obra de teatro, ahora podemos presentar a los personajes…

Fiesta del confinamiento

  • Obra anónima

  • Dirigida por Bill Gates y sus amiguitos

  • Coro: CNN, NYT, BBC, Le Monde, Der Speigel y otros.

  • El hombre de la guadaña disfrazado de pastor: el gobierno

  • Ovejas: nosotros

  • Policías: nosotros

  • Carniceros: las grandes farmacéuticas y las grandes tecnológicas

  • El que clama en el desierto: él, tú, yo…

  • Personas de a pie: nosotros

  • El Verdadero Pastor: por determinar.

Parte II. El futuro del cáncer

Dicho todo esto, debemos reconocer que hay una pandemia. Pero no exactamente la que nos dicen, no una pandemia de coronavirus. Para entenderla mejor hagamos un paralelo con nuestro maravilloso cuerpo humano.

Nuestro cuerpo está formado por una increíble cantidad de células vivas. Éstas son sus unidades vivas y autónomas más pequeñas. Todas ellas se esfuerzan por alcanzar un único objetivo: mantener vivo y sano todo el organismo (nuestro cuerpo), para que pueda servir de vehículo a una entidad superior, a la que yo llamaría nuestro Ser o Ego. Estas células se agrupan en órganos, un nivel intermedio entre la célula y todo el cuerpo. Ahora bien ¿qué ocurriría si las células dejaran de trabajar para la Entidad Superior y comenzaran a vivir sólo para sí mismas, robando egoístamente nutrientes del cuerpo para su propio crecimiento? Formarían entonces lo que se llama un tumor, un cáncer localizado. Un cáncer es un grupo de células que no trabajan para el cuerpo, sino para sí mismas: se convierten en parásitos.

Ahora que ya entendemos esto pasemos al siguiente paso. La sociedad también es un organismo vivo y complejo, como el cuerpo humano. Está formada por órganos que llevan a cabo sus funciones físicas: bancos, escuelas, hospitales, empresas, gobiernos. Las unidades básicas somos los seres humanos, es decir, nosotros.

  • Células – Seres humanos

  • Órganos – Instituciones, empresas…

  • Cuerpo humano – Sociedad

  • Ser o Ego – ???

El egoísmo de las células crea el cáncer. ¿Qué crea el egoísmo de los individuos? ¿Cuántas personas en nuestra sociedad están al servicio de un Principio Superior Bueno? En otras palabras ¿a quién conoces cuya vida esté centrada en ayudar a los demás? ¿Y cuántas personas viven exclusivamente centradas en sí mismas? Si el cuerpo humano tuviera tantas células egoístas como individuos egoístas tiene nuestra sociedad, ¿cómo se llamaría? Aplica esa proporción entre los que conoces… Lo más probable es que llegáramos fácilmente al nivel de cáncer terminal. ¿Lo veis como yo? Este egoísmo materialista que teme a la muerte es el cáncer de nuestra sociedad. Durante años ha avanzado silenciosamente, casi sin síntomas. Y ahora está empezando a doler. Nuestra vida social está llena de tumores malignos. Los más grandes (la economía especulativa o financiarizada) superan en importancia a nuestros órganos sanos (la economía real). Los tumores más pequeños viven en nuestras relaciones familiares y profesionales, en nuestra cultura y en nuestras formas de gobierno. Los comportamientos antisociales, tan comunes hoy en día, han creado el terreno para que el Gran cáncer se manifieste gloriosamente y lance un ataque general. Metástasis.

Es fundamental ver esto con claridad. Sí, hay grandes villanos egoístas acechando por todos lados, pero no habrían podido hacer nada si nosotros no fuéramos también perversamente egoístas y materialistas. Sería agradable señalar con el dedo a los principales tumores, con la esperanza de que una revolución los eliminara a todos, como la quimioterapia. Pero estaría olvidando que fue mi propia cobardía la que les tendió la cama. Matar a los malos no hace que el mal desaparezca. Sólo pasará de una persona a otra, de un Luis XVI a un Robespierre. Estamos en una crisis que no tiene otra opción que la transformación individual y social. Es inspirador ver cómo algunos de los que “despertaron” antes se transforman paso a paso en su lucha contra este Gran cáncer. Y aquí es donde se desvela la verdadera belleza. Aquí es donde nace la esperanza. ¡Sólo cuando llego al fondo puedo empezar a subir de nuevo! ¿Qué cura el cáncer? La quimioterapia lo ataca con sus propias armas, pero el principio del cáncer permanece en el cuerpo hasta que renace un poco más tarde, un poco más lejos. No, no se puede curar el mal con el mal. Lo que cura el cáncer es “el Ego” que recupera el control sobre sus células . Se restablece una conexión entre la célula y el Principio Superior. O las células reanudan su trabajo al servicio del todo mayor o mueren. Es similar para nosotros como sociedad pero hay algunas diferencias. Por un lado es lo mismo, porque lo que nos salva de nuestro propio mal es el bien que hacemos a los demás. Cuando trabajo por el Bien Superior, desenredo lentamente mi egoísmo pegajoso y me conecto a las fuerzas de un Principio Superior, a lo que es más Humano en el hombre. Por otra parte es diferente, porque este Principio Superior nunca se impondrá sobre nosotros y nos devolverá al camino correcto. Respeta nuestra libertad. ES nuestra libertad. Depende de nosotros restablecer la relación con Él.

Entonces ¿qué es el Bien? ¿La Bondad? Durante siglos el Gran cáncer nos ha hecho creer que no existe o que es relativo o que reside en la felicidad egoísta de la mayoría. ¡Oh, ilusión materialista! Pero ahora el Gran cáncer ha salido de su guarida y la puerta se ha cerrado tras él. Se ha vuelto extremadamente visible y junto a él (discretamente pero muy presente, invitando pero no constriñendo) está el Bien que es el amor. ¿Cómo se lucha, entonces? Hay que entender que esta lucha es fundamental. No luchar es empezar a morir. En realidad es peor que morir: significa volverse malvado con pequeños pasos inconscientes, lentamente, como quien, mareado por el humo de su casa en llamas, se va a la cama a dormir una pequeña siesta. ¡Está tan cansado, pobrecito! Sólo está siguiendo el consejo de su médico.

¿Cómo se lucha entonces? En primer lugar hay que ser capaz de ver con claridad lo que está sucediendo. La lucha tiene dos direcciones. Una hacia el ser interior de cada uno de nosotros. El trabajo espiritual individual es la clave. Abrirnos de nuevo a la percepción del mundo espiritual y deshacernos poco a poco del miedo, el egoísmo, el materialismo, el orgullo y todas esas pequeñas cosas que nos hacen una persona común y corriente. Como decían los antiguos griegos: “¡Conócete a ti mismo y despiértate!”.

La segunda dirección se basa en conocer el mundo. En concreto necesitas saber todo lo que puedas sobre el Gran cáncer: cómo funciona, qué intenta lograr. Obsérvalo, escucha a quienes lo han estudiado. Compara tu información, piensa, observa de nuevo, piensa de nuevo, comparte los resultados con los demás. Por ejemplo, analicemos más de cerca este confinamiento que los gobiernos se empeñan en mantener, incluso cuando el llamado virus se ha ido de vacaciones. ¿Qué consecuencias observamos? He aquí una breve lista”

  • Instalación a gran velocidad de antenas 5G en la mayoría de los países industrializados (¿en todos todos?), evitando la oposición de ciudadanos y científicos.

  • Quiebra de muchas pequeñas empresas y productores. Las grandes empresas probablemente sobrevivirán, pero los pequeños ciudadanos dependerán cada vez más del Estado para su sustento diario.

  • Se suspenden los derechos fundamentales (como reunirse, tocarse, protestar, etc.).

  • A los niños se les dice que tocar a otras personas es peligroso, sin importar cuán vital sea este contacto humano para su desarrollo saludable.

  • Las pantallas monopolizan nuestras vidas, así como las de los niños pequeños, imponiendo sus efectos más que nocivos.

  • Muere más gente por el confinamiento que por el “virus”.

  • La censura (de YouTube, Facebook, los principales medios de comunicación, Twitter, etc.) silencia a quienes cuestionan los beneficios de las vacunas, el 5G, el confinamiento o simplemente la narrativa oficial.

  • Las empresas farmacéuticas y de comunicaciones ven dispararse sus beneficios.

Ahora miremos hacia el futuro e intentemos seguir la lógica que se esconde detrás de esta destrucción de hombres y mujeres libres, para poder predecir el próximo movimiento, como en el ajedrez. Lo que sigue es una hipótesis, una construcción personal basada en tendencias, en tecnologías que ya existen o se están desarrollando y en declaraciones de autoridades gubernamentales o de ricos multimillonarios.

Imaginemos que en un futuro próximo vuelve a producirse una segunda ola de esta pandemia. El confinamiento sería aún peor. Todos los efectos observados se incrementan. El Estado y las grandes empresas se convierten en los “salvadores” del mundo. Pero para proteger a la población de sí misma, estos autoproclamados “salvadores” ponen en marcha un pasaporte sanitario integrado rápidamente en una identidad digital (¿financiada por quién? ¡Adivinen!) que dice quién está sano y quién no. La salud ya no es un derecho, es una obligación legal. Si rechazas la vacuna y la identidad digital ¿cómo sabrán las “buenas personas” que no eres un peligro para ellas? Ya no podrás estar cerca de ellas. No más trenes ni aviones ni supermercados ni bancos. Eres peligroso. Todo esto está en camino. Basta con ver lo que está sucediendo en China o lo que el Foro Económico Mundial dice abiertamente en su propio sitio web.

¿Qué sucederá después?

La salud, las comunicaciones, la educación y el transporte han sido esterilizados y puestos en manos del Estado orwelliano. ¿Qué queda? Dinero, efectivo y alimentos.

Debido a las consecuencias de los repetidos confinamientos, las cadenas de producción y suministro de alimentos se verán socavadas. El Estado, una vez más vestido con los calzoncillos rojos de Superman, el salvador de la humanidad, vendrá al rescate. Prohibirá (perdón, “reemplazará”) la agricultura orgánica con el pretexto de que produce “demasiado poco”, en favor de una agricultura intensiva en manos de empresas que “saben” lo que hacen. Bayer (ex Monsanto), por ejemplo. ¿Y qué pasa si no estás de acuerdo? ¡Pues no comas! No comas nunca más…

Pero quizá no tengas de qué preocuparte, ya que de todas formas no tendrás dinero. El efectivo, ese vehículo de patógenos, desaparecerá. Las monedas virtuales, integradas en nuestra identidad digital (un número en una base de datos que contiene toda tu vida), se convertirán en el único método de pago. ¿Y quién las controlará? Adivina…

Las personas que no se dobleguen tendrán que exiliarse a granjas aldeanas autosuficientes y de baja tecnología, como nuevas arcas de Noé en un diluvio de mentiras cancerosas de alta tecnología.

¡Qué deprimente! Fácilmente podríamos tenerle miedo, tan desproporcionadamente grandes parecen las fuerzas que se oponen a nosotros. ¡Y sin embargo! Y sin embargo…

El Gran cáncer tiene una debilidad. Una grieta en su escudo de cartón de aspecto feroz: se debilita cada vez que lo ven. Odia la luz. Como un hongo crece sólo en la oscuridad, en la inconsciencia colectiva confinada.

Y más buenas noticias, tiene un enemigo poderoso: el Principio del Bien. Esta entidad espiritual ha recibido muchos nombres a lo largo de la historia: Dios, Tao, Cristo, Hado, El Yo-soy, Aum, Amor Divino, el Universo… No importa el nombre. Lo que importa es la conexión personal y social con Él. Hacer de Él el centro de nuestras iniciativas. Confiar en Él. Buscar activamente una relación con Él, aplicar aquí y ahora lo que Él es. Esto es lo que nos puede permitir atravesar diluvio y prepararnos para el futuro.

El Imperio Romano también tuvo un cáncer terminal. Fue destruido por los “bárbaros” del Norte, que eran como una gripe en comparación con las innumerables tribus que fueron conquistadas a lo largo de mil años. Sobrevivieron islas de una nueva espiritualidad en forma de monasterios. De allí surgieron impulsos que permitieron que la Humanidad comenzara a florecer de una manera nueva en Europa. ¿Se repetirá esto en una nueva forma?

Sé que el Gran cáncer será derrotado. Será doloroso, pero la humanidad sobrevivirá y saldrá de ahí más fuerte y mejor. En cuanto a cada uno de nosotros, la cuestión no es tanto si sobreviviremos o no. Sabemos que todos moriremos tarde o temprano. ¿Qué hay de malo en eso? Si los materialistas tienen razón, entonces es trágico y deberíamos luchar contra nuestra propia muerte, incluso a costa de las vidas de otros y así convertirnos en el cáncer. Si el Principio del Bien y el mundo espiritual existen, entonces la pregunta ya no es si moriremos o no, sino más bien: ¿cómo viví? ¿cómo permití que otros vivieran?

viernes, 6 de septiembre de 2024

Evento 201 (Johns Hopkins Center for Health Security, 18 de octubre de 2019)

 


Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins, en colaboración con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates (18 de octubre de 2019, Nueva York).

https://centerforhealthsecurity.org/our-work/tabletop-exercises/event-201-pandemic-tabletop-exercise

Evento 201

El Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins (https://centerforhealthsecurity.org/our-work/tabletop-exercises/event-201-pandemic-tabletop-exercise ), en colaboración con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, organizó el Evento 201, un ejercicio de alto nivel sobre pandemias, el 18 de octubre de 2019 en Nueva York (Estados Unidos). El objetivo del ejercicio era ilustrar los esfuerzos de preparación, las decisiones de respuesta y la cooperación que se requieren por parte de las empresas, los gobiernos y los líderes de salud pública globales para disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala de una pandemia grave.

18 de octubre de 2019

Participantes

  • Latoya D. Abbott, directora sénior de servicios de salud ocupacional globales de Marriott International (cadena estadounidense de hoteles de lujo con sede en Bethesda, Maryland)

  • Sofia Borges, Vicepresidenta Sénior de la Fundación de las Naciones Unidas (organización benéfica con sede en Washington, DC, que apoya a las Naciones Unidas y sus actividades, establecida en 1998 con una donación de mil millones de dólares por el filántropo Ted Turner) y jefa de la oficina de Nueva York

  • Brad Connett, presidente del grupo médico estadounidense Henry Schein, Inc. (distribuidor estadounidense de productos y servicios de atención médica con presencia en 33 países)

  • Chris Elias, presidente del programa de desarrollo global de la Fundación Bill y Melinda Gates

  • Timothy Grant Evans, Decano Asociado de la Escuela de Población y Salud Global (SPGH) de la Facultad de Medicina y Vicerrector Asociado para Política Global e Innovación en la Universidad McGill (Montreal, Quebec, Canadá)

  • George Fu Gao, Director General del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, Profesor del Instituto de Microbiología de la Academia China de Ciencias, Presidente de la Sociedad China de Biotecnología y Presidente de la Federación Asiática de Biotecnología

  • Avril Haines, hoy Directora de Inteligencia Nacional de EEUU, en 2019 investigadora principal en la Universidad de Columbia, investigadora principal del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, miembro de la Comisión Nacional de Servicio Militar, Nacional y Público y directora de WestExec Advisors (firma de consultoría fundada por ex funcionarios de la administración Obama, que evitan convertirse en lobistas registrados o agentes extranjeros para poder reingresar al servicio gubernamental sin demoras y no revela quienes son sus clientes por acuerdos de confidencialidad), que anteriormente se desempeñó como Asistente del Presidente y Asesora Principal Adjunta de Seguridad Nacional, como Directora Adjunta de la Agencia Central de Inteligencia y Asesora Legal del Consejo de Seguridad Nacional

  • Jane Halton, AO, PSM, FAICD, FIPPA, miembro de la junta directiva del ANZ Bank, Clayton Utz, el Australian Strategic Policy Institute y el US Institute of Health Metrics and Evaluation, presidenta de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), COTA y Vault Systems, se desempeñó en el servicio público australiano como Secretaria del Departamento de Finanzas y Secretaria del Departamento de Salud y Envejecimiento

  • Matthew J. Harrington, director de operaciones global de Edelman, firma de comunicaciones que colabora con empresas y organizaciones para desarrollar, promover y proteger sus marcas y reputaciones

  • Martin Knuchel, director sénior y responsable de gestión de crisis, emergencias y continuidad empresarial de Lufthansa Group Airlines

  • Eduardo Martinez, presidente de la Fundación UPS (empresa de transporte de paquetes con sede está en Atlanta, Georgia, Estados Unidos) y director de diversidad e inclusión de UPS

  • Stephen C. Redd, subdirector de Servicios de Salud Pública y Ciencia de Implementación en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), supervisa el Centro de Preparación y Respuesta; el Centro de Salud Global; el Centro de Apoyo Estatal, Tribal, Local y Territorial y la Oficina de Salud de Minorías y Equidad en Salud.

  • Hasti Taghi, jefa de personal en una importante empresa de medios de comunicación (que no se menciona, pero es NBCUniversal Media, compañía estadounidense de medios de comunicación de masas enfocada en la producción y mercadeo de entretenimiento, noticias, productos y servicios informativos para una base global de clientes, que posee y opera cadenas de televisión, canales de cable, estaciones locales a lo largo de los Estados Unidos, productoras de películas, productoras para televisión y parques temáticos) y lidera las alianzas con el Foro Económico Mundial.

  • Lavan Thiru, representante principal en la oficina de Nueva York de la Autoridad Monetaria de Singapur

  • Adrian Thomas, vicepresidente de salud pública global en Johnson & Johnson. responsable de los programas y estrategia de salud pública global y preparación para pandemias

Emanuel Pastreich (Global Research, 5 de septiembre de 2024) El gran desenlace de la operación psicológica global del COVID-19

 


https://www.globalresearch.ca/unraveling-covid-19-global-psychological-operation/5867140

El gran desenlace de la operación psicológica [cf. psyop, https://en.wikipedia.org/wiki/Psychological_operations_(United_States)] global del COVID-19 ha entrado en su etapa final. Esta carta del Departamento de Salud y Servicios Humanos [en virtud de una respuesta por la Ley de Libertad de Información (FOIA, Freedom of Information Act, https://es.wikipedia.org/wiki/Freedom_of_Information_Act ) a un “investigador independiente” anónimo] es real, representa un cambio de rumbo y es solo un ejemplo, pero un ejemplo crítico.

https://www.usmortality.com/p/an-official-cdc-foia-response-confirms

Todo lo que contiene la carta es cierto, pero el siguiente paso no será desconfiar más del gobierno, ser más cuidadosos con la Constitución y el Estado de derecho o aprobar nuevas leyes y regulaciones. El siguiente paso no será dejar de exigir tantas vacunas absurdas. No, el siguiente paso debe ser, si queremos acabar con esta pesadilla, confiscar los activos, no sólo de las corporaciones que promovieron estas acciones, sino de los multimillonarios que se esconden en paraísos fiscales o detrás de fideicomisos y fondos, que impulsaron esta guerra contra la humanidad.

Además, todos los documentos clasificados, documentos ocultos por acuerdos de confidencialidad, entre corporaciones, gobiernos, organizaciones internacionales e individuos, deben hacerse públicos, sin excepción, para que todos sepan qué sucedió y para que la responsabilidad, moral y financiera pueda ser rastreada por cualquiera con facilidad.

La base moral, jurídica y constitucional de tal acción es evidente.

No hay otra postura posible y cuanto antes comprenda la gente esta realidad, antes podremos poner fin a esta pesadilla. Quienes, como Robert Kennedy Jr. , hacen algunas vagas sugerencias de que algo no está bien y que las cosas se pueden solucionar con leyes y regulaciones futuras, no le están haciendo ningún favor a nadie, excepto a los multimillonarios, a quienes él cuenta entre sus amigos más cercanos.

¡Nunca más!

*

Este artículo fue publicado originalmente en Fear No Evil (https://emanuelprez.substack.com/p/the-great-unraveling ).

Emanuel Pastreich fue presidente del Asia Institute, un centro de estudios con oficinas en Washington DC, Seúl, Tokio y Hanoi. Pastreich también es director general del Institute for Future Urban Environments. Pastreich proclamó su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos como independiente en febrero de 2020. Es colaborador habitual de Global Research.