No me malinterpreten. El desarrollo de los BRICS y su posible
expansión es algo bueno o PUEDE ser algo bueno. De eso no hay duda.
Pero tenemos que entender que no es algo que haya alarmado a la
comunidad empresarial e inversora mundial o que les haya pillado por
sorpresa. Llevan mucho tiempo anticipando el desplazamiento hacia el
este y el sur, lo han facilitado y lo están facilitando. Es decir,
gente como Joseph Sullivan, antiguo asesor económico de la
Casa Blanca, también ha asesorado al Nuevo
Banco de Desarrollo, el banco de los BRICS, y ha
promovido la idea de que los BRICS creen su propia moneda. BlackRock
ha creado no uno, sino dos ETFs dedicados a las economías BRICS. Y,
como he dicho, gran parte de las repercusiones de las sanciones rusas
han beneficiado en realidad a las naciones BRICS y a las potenciales
naciones BRICS y han proporcionado un fuerte incentivo para la
desdolarización. La guerra de Ucrania ha sido realmente un vehículo
para acelerar este proceso, este cambio económico global lejos de
Europa y Occidente. Por lo tanto lo están facilitando, no se oponen
a ello. Le dan la bienvenida. Pero, por supuesto, quieren controlar
el resultado.
La situación ideal para ellos sería
reproducir más o menos el sistema de Bretton Woods, pero al revés.
En otras palabras, los beneficiarios y las víctimas de Bretton Woods
básicamente cambian de lugar. El poder corporativo alineado con
Occidente, los Propietarios y Controladores del Capital Global
Fianciarizado del mundo occidental no se preocupan especialmente por
el bienestar de sus naciones, pero sí se preocupa por sí mismos y
no quiere verse marginado por la inevitable transición hacia el Sur
global. Quieren dirigir la transición.
Pero el
problema o el reto para ellos es que la estructura de poder paralela
del sector privado, que ha eclipsado al poder estatal en Occidente,
aún no ha eclipsado al poder estatal en Oriente. El poder del sector
privado en muchos países del Sur Global sigue subordinado al control
gubernamental. Por mucho que a la gente le guste hablar de los
oligarcas rusos, no están en condiciones de desafiar a Vladimir
Putin, mientras que los políticos estadounidenses no están en
condiciones de desafiar a los oligarcas estadounidenses. Por no
hablar de China. Las empresas y los gobiernos están entrelazados en
todo el mundo, pero la relación entre los políticos y los líderes
empresariales fuera de Occidente tiende a estar más dictada por el
Estado que por el sector privado. En Occidente, sobre todo en Estados
Unidos, el gobierno se ha convertido en poco más que un instrumento
de las empresas. Así pues esto supone un verdadero reto para los
propietarios y controladores occidentales del capital global
financiarizado.
El hecho de que la mayoría de estos
países sigan creyendo profundamente en los Estados-nación y el
hecho de que el funcionamiento de muchos de sus gobiernos se base en
viejas estructuras jerárquicas tradicionales y en conceptos de
estatus y autoridad como, por ejemplo, en los países del Gulf
Cooperation Council, se debe a factores culturales arraigados que los
hacen resistentes a la subordinación. Por no hablar de los factores
políticos. Muchos de ellos no tienen la misma vulnerabilidad que los
políticos occidentales en términos de campaña continua para la
reelección, por lo que no son tan fáciles de sobornar mediante
donaciones políticas. La corrupción que practican tiende a ser para
aumentar su poder, no para ser comprados y abdicar de él. Y,
hasta cierto punto, les importa lo que la población piensa de ellos.
Siempre que hay un líder profundamente impopular en el Sur Global,
es un indicador bastante fiable de que son marionetas de los
occidentales.
Las empresas del Sur Global, los OCGFC del
Sur Global, son más nacionalistas que sus homólogas del Norte
Global y de Occidente. Siguen teniendo un
sentimiento de orgullo nacional. Tienen
algunos valores tradicionales residuales de sus sociedades y culturas
que les hacen preocuparse por sus naciones. Y, por
supuesto, son capitalistas y ambiciosos y les gustaría ser los
mandamases de sus propios países y regiones.
=
Así que esto no va
a ser fácil de gestionar para los OCGFC orientados hacia Occidente,
pero ellos creen que pueden y sin duda van a intentarlo. Pero por eso
creo que es importante entender que el BRICS no constituye un
levantamiento contra Occidente; si no sabes en qué tipo de lucha
estás metido, no sabrás cómo luchar para ganar. Y ésta es una
lucha, sin duda. Pero no es ESE tipo de lucha. Si piensas que es ese
tipo de lucha, como una rebelión contra Occidente, vas a anticipar
asesinatos, guerras e invasiones. Pero no creo que sea esto lo que
debe preocuparte. Lo que debe preocuparte es la "ayuda". No
te tienen que preocupar los ejércitos, te tienen que preocupar las
consultoras, te tienen que preocupar las empresas occidentales que de
repente te lanzan enormes inyecciones de Inversión
extranjera directa y la promesa de que crearán puestos de
trabajo en tu país. Y, obviamente, hay que preocuparse por los
préstamos.
La independencia y la soberanía que promete
el proyecto BRICS no van a descarrilar con asesinatos o invasiones
militares, sino con contratos y acuerdos. No será por guerras, sino
por tratados. No será por la oposición, sino por la ayuda.
A
mí, la verdad, no me entusiasma la creación de una moneda BRICS. No
veo por qué los países no pueden comerciar en sus propias monedas
nacionales. O, si se quiere empezar a pensar en monedas alternativas
específicamente para el comercio transfronterizo, ¿por qué no
pensar en monedas regionales? ¿Una moneda para la ASEAN, la OUA o la
OEA? O para el caso, ¿por qué no podría la Organisation of Islamic
Cooperation empezar a estudiar la creación de una moneda comercial
para sus Estados miembros? Si Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos,
Egipto, Irak, Irán, Indonesia y otros diez países musulmanes se
unen al BRICS, se convertirá prácticamente en un bloque islámico
de facto, que representará casi la mitad del suministro mundial de
petróleo y controlará prácticamente todos los puertos y rutas
marítimas importantes del comercio mundial. En ese momento tendría
sentido iniciar una mayor integración entre los miembros, políticas
monetarias coordinadas y, potencialmente, su propia moneda
comercial.
Personalmente, no me gusta que se hable de
crear una moneda respaldada por oro en este momento. Me temo que los
preparativos para lanzar algo así no harían más que provocar
conflictos absolutamente devastadores en toda África. Suena muy bien
en abstracto, pero si todo el mundo supiera que va a haber una moneda
comercial respaldada por oro, creo que la violencia y la destrucción
descenderían sobre África desde todos lados, en un intento
desesperado por saquear su oro. No sería una fiebre del oro, sino un
genocidio del oro. Así que, por ahora, sí, apoyo totalmente la
desdolarización, pero me gustaría que, por el momento, cada país
comerciara con su propia moneda y se centrara en desarrollar la
cohesión regional y la coordinación monetaria con otros socios
comerciales del Sur Global.
Miren, ahora están en
condiciones de fijar las condiciones. A Goldman
Sachs no se le ocurrió la idea de los BRICS porque
sí; fue por necesidad. Occidente está en declive, la guerra de
Ucrania está acelerando ese declive. Pivotar hacia el Sur y hacia el
Este es lo único que PUEDEN hacer. Si deciden dejarles fuera, si
deciden imponer controles de capital, aranceles, restricciones y
demás, no hay mucho que puedan hacer al respecto. No pueden
permitirse destruir dos hemisferios y no pueden salvar en el que
están. Lo último que quieren es que los BRICS, o cualquier otra
agrupación de economías del Sur Global, tomen el control de esta
transición; no van a luchar contra la transición en sí, sólo van
a pelearse por quién la gestiona. Quieren que se ajuste al programa
neoliberal, pero en realidad no tienen fuerza para obligarte a
hacerlo así. Cuentan con que ustedes no tienen ideas y con que no
entienden de qué va la lucha, cuentan con que el Sur Global sigue
mirándoles con asombro y reverencia y no se dan cuenta realmente de
que las tornas están cambiando irreversiblemente a su favor.
Cuando
se abolió la esclavitud en Estados Unidos, los amos de esclavos se
acercaron a sus antiguos esclavos y les invitaron a continuar en la
plantación por un mísero salario, porque se dieron cuenta de que no
tenían futuro sin ellos y esperaban que no tuvieran ni idea de qué
otra cosa hacer con su libertad. Eso es lo que ocurre cuando las
multinacionales y los inversores llegan hoy a su país desde
Occidente. La casa del amo está ardiendo y las cosechas que has
estado recogiendo para él, ahora son tuyas. Sólo que él no quiere
que lo sepas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario