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sábado, 26 de abril de 2025

Debbie Lerman. El virus no destruyó al mundo. Fue la respuesta de biodefensa de confinamiento hasta la vacuna. 23 de abril de 2025

 


Debbie Lerman. El virus no destruyó al mundo. Fue la respuesta de biodefensa de confinamiento hasta la vacuna. 23 de abril de 2025

https://debbielerman.substack.com/p/the-virus-did-not-kill-the-world

Deberíamos centrarnos en los orígenes de la respuesta tecnocrática y totalitaria global a la pandemia. Habría sido la misma, independientemente del origen del virus.


Lo que reveló la COVID

La respuesta mundial a la pandemia de Covid consistió.

  • Vigilancia digital.

  • Gobernanza global.

  • Pérdida de la soberanía nacional.

  • Militarización de la sociedad.

  • Estados de excepción permanentes.

  • Corporaciones globales y oligarcas al mando.

  • Suspensión de los derechos de las personas.

  • Propaganda y censura coordinadas a nivel mundial.

Todo ellos de forma continua e ininterrumpida. Si queremos entender qué pasó en el mundo durante la crisis del Covid, estas son las tendencias que debemos investigar, exponer e intentar revertir.


La COVID-19 no fue un evento de salud pública

Centrarse en los orígenes del virus, también conocido como SARS-CoV-2, aporta poca información útil sobre estas tendencias globales o cómo detenerlas. Esto es especialmente cierto si partimos de la base de que la salud pública fue el motor principal tanto del virus como de la respuesta. La aterradora verdad que esta suposición oculta intencionalmente es la siguiente: la COVID no fue un evento de salud pública, aunque se presentó como tal a la población mundial. Fue una operación global, coordinada mediante alianzas militares y de inteligencia público-privadas, que invocó leyes diseñadas para ataques con armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares (QBRN, Chemical, Biological, Radiological And Nuclear).


Desviar la atención de la coordinación militar y de inteligencia en torno a la COVID-19

Un examen rápido de la muy celebrada página web de la nueva administración "Lab leak" o “Fuga de laboratorio: los verdaderos orígenes del Covid-19” (https://www.whitehouse.gov/lab-leak-true-origins-of-covid-19/ ) indica claramente que su objetivo es el opuesto a revelar los orígenes reales de la crisis del Covid. Más bien recurre a todas las tácticas de distracción habituales utilizadas por la asociación público-privada global de biodefensa (biodefense global public-private partnership o cártel, para abreviar) que dirigió la respuesta al Covid:

  • ¡La culpa es de China!

  • ¡La culpa es de Fauci!

  • ¡La culpa es de la investigación sobre ganancia de función!

Además, la táctica siempre útil de culpar de todo al partido político "opuesto". En este caso:

  • ¡La culpa es de Biden!

  • ¡La culpa es de los demócratas!


Tácticas de distracción en acción

A continuación se presentan algunas de las afirmaciones realizadas en la página web “Lab Leak”, junto con información que sugiere que estas afirmaciones tienen como objetivo engañar al público para que crea que el Covid fue un evento fallido de salud pública, cuyas causas subyacentes están siendo abordadas concienzudamente por la actual administración.


Origen próximo del SARS-CoV-2

https://www.nature.com/articles/s41591-020-0820-9

The Proximal Origin of SARS-CoV-2” publication (which was used repeatedly by public health officials and the media to discredit the lab leak theory) was prompted by Dr. Fauci to push the preferred narrative that COVID-19 originated in nature (La publicación «The Proximal Origin of SARS-CoV-2», que fue utilizada repetidamente por los funcionarios de salud pública y los medios de comunicación para desacreditar la teoría de la fuga de laboratorio, fue impulsada por el Dr. Fauci para impulsar la narrativa preferida de que el COVID-19 se originó en la naturaleza).


Siguiendo la omnipresente narrativa de distracción de "¡Culpen a Fauci!", la página de la Casa Blanca Lab leak. The true origins of covid 19 afirma que el director del NIAID, Anthony Fauci, fue el responsable de impulsar el famoso artículo "The proximal origin of SARS-CoV-2". De hecho, como reveló el periodista de investigación Johnny Vedmore en febrero de 2022 (una versión actualizada de ese artículo está disponible en su Substack ), un grupo de científicos involucrados en la investigación de biodefensa y guerra biológica, afiliados al Wellcome Trust (el equivalente británico de la Fundación Bill y Melinda Gates), fueron en realidad los creadores y principales conspiradores del artículo. Cualquier persona interesada en investigar los orígenes de la crisis de la COVID-19 debería investigar el trabajo y la financiación de los científicos mencionados en este artículo. Fauci fue un elemento secundario, no el protagonista.


Ecohealth alliance

EcoHealth (under the leadership of Dr. Peter Daszak) used U.S. taxpayer dollars to facilitate dangerous gain-of-function research in Wuhan, China. After the Select Subcommittee released evidence of EcoHealth violating the terms of its National Institutes of Health (NIH) grant, the U.S. Department of Health and Human Services (HHS) commenced official debarment proceedings and suspended all funding to EcoHealth… New evidence also shows that the Department of Justice (DOJ) has opened an investigation into EcoHealth’s pandemic-era activities (EcoHealth, bajo la dirección del Dr. Peter Daszak, utilizó el dinero de los contribuyentes estadounidenses para facilitar una peligrosa investigación de ganancia de función en Wuhan (China). Después de que el Subcomité Selecto publicara pruebas de que EcoHealth había violado las condiciones de su financiación de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) inició un procedimiento oficial de inhabilitación y suspendió toda financiación a EcoHealth... Nuevas pruebas también muestran que el Departamento de Justicia (DOJ) ha abierto una investigación sobre las actividades de EcoHealth en la época de la pandemia…).

Este es un ejemplo descarado de encubrimiento: ¡se culpa a la investigación sobre ganancia de función! Se presume que este tipo de investigación está relacionada con la salud pública, cuando en realidad está financiada casi en su totalidad por agencias de biodefensa militares y de inteligencia y está inextricablemente vinculada a la investigación sobre contramedidas (por ejemplo, la plataforma de ARNm). Si se investiga quién financió a EcoHealth (cf. gráfico del artículo de The Intercept de diciembre de 2021) se puede ver que la mayor parte de la financiación provino del Pentágono (DOD) y de USAID, ahora ampliamente conocida por ser una filial de la CIA. Estaba destinada a la investigación en biodefensa y guerra biológica, no a la salud pública. Incluso si el HHS “inicia procedimientos oficiales de inhabilitación” contra EcoHealth (lo que literalmente no significa nada), no hará mella en esta financiación. Además, aunque hemos sido testigos de una dramática exposición de USAID por parte de la administración Trump, ningún documento clasificado se ha hecho público e incluso en esta dramática página “Lab leak. The true origins of covid 19no se menciona el papel de USAID como principal financiador de Daszak y EcoHealth. La frase «Nuevas pruebas también demuestran que el Departamento de Justicia ha abierto una investigación» es muy extraña. ¿Acaso la administración Trump no está a cargo del Departamento de Justicia? ¿Por qué necesitan «pruebas» de que ha abierto una investigación?


Obstrucción de la investigación del Subcomité Selecto

La mayor parte de la página "Lab leak" está dedicada a enumerar a todos los miembros de la Administración Biden (¡Culpen a Biden!) y figuras afines a los demócratas (¡Culpen a los demócratas!), por ejemplo, Fauci, el Dr. David Morens, los gobernadores de Nueva York Cuomo y Hochul), que no cooperaron con la "investigación del Subcomité Selecto".


¿Qué era, en definitiva, este “Subcomité Selecto”?

Tenemos que desplazarnos hasta el final de la página para saber que se trataba del “Subcomité Selecto sobre la Pandemia del Coronavirus”, presidido por Brad Wenstrup (Ohio-R), un comité partidista, cuyas conclusiones se centraron en lo que el otro partido hizo mal. También fue un comité de apoyo al gran “logro” de Trump al final de su primera administración, como se afirma en la introducción: “La Operación Warp Speed ​​fue un éxito rotundo y un modelo a seguir en el futuro. Las vacunas, que ahora probablemente se caracterizan mejor como terapias, sin duda salvaron millones de vidas al disminuir la probabilidad de enfermedades graves y la muerte”. La “terapia” del ARNm fue uno de los principales objetivos de la respuesta de confinamiento hasta la vacuna de la camarilla de biodefensa. Evitaron toda la supervisión regulatoria que suele aplicarse al desarrollo de productos médicos mediante el recurso denominado Autorización de Uso de Emergencia (EUA), recurso reservado para contramedidas militares durante un ataque QBRN (químico, biológico, radiológico o nuclear). No se aplicó ninguna supervisión regulatoria ni directrices legales al desarrollo ni a la fabricación de estos productos. Éste es el modelo que el Subcomité Selecto defiende para el desarrollo de futuras terapias.


Organización Mundial de la Salud (OMS)

The WHO’s response to the COVID-19 pandemic was an abject failure because it caved to pressure from the Chinese Communist Party and placed China’s political interests ahead of its international duties. Further, the WHO’s newest effort to solve the problems exacerbated by the COVID-19 pandemic — via a “Pandemic Treaty” — may harm the United States (La respuesta de la OMS a la pandemia COVID-19 fue un abyecto fracaso, porque cedió a la presión del Partido Comunista Chino y antepuso los intereses políticos de China a sus deberes internacionales. Además, el último esfuerzo de la OMS por resolver los problemas exacerbados por la pandemia COVID-19 mediante un «Tratado de Pandemia» puede perjudicar a Estados Unidos)


Este artículo, apenas disimulado, "¡Culpen a China!" afirma que la OMS no fracasó en su respuesta a la pandemia por sí sola, sino debido a la presión de China. También es un reconocimiento a las proclamaciones de la administración Trump sobre la salida y el desfinanciamiento de la OMS, aunque dichas proclamaciones no necesariamente se corresponden con las acciones de la administración. De hecho, según Reuters: “La administración Trump ha estado considerando un plan de reforma en la OMS para seguir siendo un estado miembro a largo plazo, que incluye retirarse de la agencia con sede en Ginebra mientras se negocia, pero permanecer en la OPS (Organización Panamericana de la Salud). La OPS, que se estableció décadas antes que la OMS, es al mismo tiempo el organismo de salud especializado para las Américas y también actúa como oficina regional para las Américas de la OMS. El plan, informado primero por Reuters, también incluía colocar a un estadounidense al frente de la OMS. Ya sea que Estados Unidos abandone definitivamente la OMS o intente convertirse en su líder, esto representa mantener la colaboración público-privada global de biodefensa, que estuvo a cargo de la COVID-19. Incluso si la OMS no existiera, la respuesta de confinamiento hasta la vacunación, del cártel de biodefensa, se habría implementado mediante alianzas militares y de inteligencia y otros organismos de gobernanza global. La OMS fue un canal conveniente para los edictos de respuesta y la coordinación. No estaba al mando.


Distanciamiento social

The “6 feet apart” social distancing recommendation — which shut down schools and small business across the country — was arbitrary and not based on science. During closed door testimony, Dr. Fauci testified that the guidance “sort of just appeared” (La recomendación de distanciamiento social de «2 metros de distancia», que cerró escuelas y pequeños negocios en todo el país, era arbitraria y no se basaba en la ciencia. Durante el testimonio a puerta cerrada el Dr. Fauci testificó que la orientación «simplemente apareció»)


¡Otro clásico artículo de Culpa a Fauci! Es bueno reconocer que la "recomendación" de distanciamiento social no se basó en la ciencia. Pero ¿en qué se basó? ¿ Por qué nadie planteó la obvia pregunta que sigue al testimonio de Fauci: "¿De dónde surgió la norma?"? La respuesta, que la página "Lab leak" ("Fuga de Laboratorio") oculta intencionalmente es que el distanciamiento social formaba parte de la política de aislamiento hasta la vacunación. El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) estaba a cargo de esta política, no el HHS, los CDC, los NIH ni ninguna otra agencia de salud pública.


Imposición de la mascarilla

There was no conclusive evidence that masks effectively protected Americans from COVID-19. Public health officials flipped-flopped on the efficacy of masks without providing Americans scientific data — causing a massive uptick in public distrust (No había pruebas concluyentes de que las mascarillas protegieran eficazmente a los estadounidenses del COVID-19. Los funcionarios de salud pública impusieron la eficacia de las mascarillas sin proporcionar datos científicos a los estadounidenses, lo que provocó un aumento masivo de la desconfianza pública).

Esto es cierto. Sin embargo, quienes crearon las políticas de uso obligatorio de mascarillas no fueron las autoridades de salud pública. Estas políticas, al igual que todas las demás políticas de confinamiento hasta la vacunación, surgieron del cártel de la biodefensa.


Confinamientos

Prolonged lockdowns caused immeasurable harm to not only the American economy, but also to the mental and physical health of Americans, with a particularly negative effect on younger citizens. Rather than prioritizing the protection of the most vulnerable populations, federal and state government policies forced millions of Americans to forgo crucial elements of a healthy and financially sound life (Los confinamientos prolongados causaron un daño inconmensurable no sólo a la economía estadounidense, sino también a la salud mental y física de los estadounidenses, con un efecto especialmente negativo en los ciudadanos más jóvenes. En lugar de dar prioridad a la protección de las poblaciones más vulnerables, las políticas gubernamentales federales y estatales obligaron a millones de estadounidenses a renunciar a elementos cruciales de una vida sana y financieramente sólida).


Esta es una admisión sorprendente, considerando que los confinamientos se iniciaron y prolongaron primero bajo la administración Trump y luego siguieron bajo la de Biden. Sin embargo el origen de la política de confinamiento, una vez más, es el factor crucial que se omite convenientemente en este análisis. Al igual que el distanciamiento social y el uso obligatorio de mascarillas, la política provino del estado de seguridad nacional (que operó en un continuo ininterrumpido entre las administraciones de Trump y Biden) y no tuvo nada que ver con la salud pública.


Desinformación sobre la COVID-19

Public health officials often mislead the American people through conflicting messaging, knee-jerk reactions, and a lack of transparency. Most egregiously, the federal government demonized alternative treatments and disfavored narratives, such as the lab leak theory, in a shameful effort to coerce and control the American people’s health decisions... When those efforts failed, the Biden Administration resorted to “outright censorship—coercing and colluding with the world’s largest social media companies to censor all COVID-19-related dissent” (Los funcionarios de salud pública a menudo engañan al pueblo estadounidense mediante mensajes contradictorios, reacciones instintivas y falta de transparencia. De la manera más atroz el gobierno federal demonizó los tratamientos alternativos y las narrativas que intentaban eliminar, como la teoría de la fuga de laboratorio, en un vergonzoso esfuerzo por coaccionar y controlar las decisiones de salud del pueblo estadounidense ... Cuando esos esfuerzos fracasaron, la Administración Biden recurrió a la «censura total, coaccionando y confabulando con las mayores empresas de medios sociales del mundo, para censurar toda disidencia relacionada con la COVID-19»).


Quien escribió esta página web claramente tenía la intención de culpar a los funcionarios de salud pública por la censura y la propaganda del Covid (¡Culpen a Fauci!) y a la administración anterior (¡Culpen a Biden!). Sin embargo la censura de las “narrativas que intentaban eliminar” y la colusión con las empresas de redes sociales comenzaron ya el 2 de febrero de 2020, como informó US Right To Know (https://usrtk.org/covid-19-origins/timeline-the-proximal-origin-of-sars-cov-2/#garry ): El domingo 2 de febrero de 2020 a las 11:28 horas. Jeremy Farrar envió un artículo de ZeroHedge en un correo electrónico a Anthony Fauci (director del NIAID) y Francis Collins (director del NIH), planteando la posibilidad de que el virus fuera un arma biológica. Tan solo dos horas y media después, aproximadamente a la 1:57 p. m., ZeroHedge fue suspendido en Twitter. Este es solo un ejemplo (el más antiguo del que he encontrado evidencia) de la operación global de censura y propaganda que se llevó a cabo durante la respuesta al Covid, bajo las administraciones de Trump y Biden.


Conclusión

La administración Trump intenta demostrar transparencia y rendición de cuentas en su reciente página web "Fuga de Laboratorio". Sin embargo no aborda los orígenes de la biodefensa ni de la investigación sobre ganancia de función ni, fundamentalmente, de la devastadora respuesta a la pandemia, que impuso confinamientos hasta la vacunación. En cambio engaña a los lectores haciéndoles creer que la respuesta a la pandemia fue simplemente una respuesta de salud pública fallida, liderada por demócratas malvados y viejos burócratas, que intentaron impedir que los virtuosos republicanos llegaran al fondo del asunto. ¡Sin mencionar que esos mismos republicanos virtuosos fueron quienes, con benevolencia, le brindaron al mundo un modelo de cómo desarrollar terapias “que salvan vidas”, también conocidas como "vacunas de ARNm"! En mi opinión, este no es un “paso en la dirección correcta” como muchos creen, por las siguientes razones:

  • Nos distrae de los daños reales e inminentes que se producen todos los días mediante la administración de “terapias” de ARNm no reguladas, inseguras e ineficaces.

  • Nos aleja aún más de exponer el insidioso complejo industrial militar-corporativo público-privado global, que subyace a la respuesta totalitaria a la pandemia.

  • Esto hace que quienes creen que se trata de un esfuerzo de buena fe sean menos cautelosos ante las redes globales de propaganda, censura, vigilancia y control que la COVID ayudó a acelerar.

martes, 22 de abril de 2025

Debbie Lerman, El consenso sobre la COVID-19: para comprender el desastre de la pandemia mundial, lea este libro, 18 de junio de 2024

 


La crítica de Green y Fazi es incomparable en astucia y profundidad.

https://debbielerman.substack.com/p/the-covid-consensus-to-understand

Nota para mis lectores de Substack: Publiqué esta reseña hace un año en brownstone.org. A medida que sigo investigando y escribiendo sobre la catástrofe de la COVID-19, sus consecuencias y lo que reveló sobre las estructuras de poder globales, el libro de Toby Green y Thomas Fazi cobra cada vez mayor relevancia.

El consenso sobre la COVID-19 (https://www.amazon.es/Covid-Consensus-Assault-Democracy-Critique/dp/1787388417 )

Aquí está mi reseña:

El 27 de marzo de 2020 el presidente Trump firmó un paquete de estímulo de 2 billones de dólares que, según CNN, se aprobó “mientras el público estadounidense y la economía de EEUU luchan contra la devastadora propagación del Covid-19”. Tanta propaganda y disparates en un anuncio aparentemente tan simple: la idea de que la propagación de la COVID-19 fue "devastadora", que el pueblo estadounidense era un bloque monolítico que "luchaba" contra la enfermedad, que la economía, en lugar de quienes la gestionaban, podía combatir la propagación de una enfermedad. ¡Por no hablar de lo que podríamos haber hecho con una inversión de 2 billones de dólares en cualquier cosa menos en el catastrófico cierre de toda la economía! En aquel momento estaba convencida de que muchas otras personas liberales y progresistas debían compartir mi angustia e incredulidad. Seguramente, pensé, mi columnista favorito del New York Times antes de la pandemia, el economista ganador del Premio Nobel Paul Krugman, tendría algo que decir sobre la locura de todo aquello.

El 28 de marzo de 2020 Krugman escribió: Justo antes de que Trump hiciera su aterradora llamada para reabrir el país antes de Pascua, tuvo una conferencia telefónica con un grupo de gestores de fondos, quienes quizá le dijeron que terminar con el distanciamiento social sería bueno para el mercado. Es una locura, pero nunca hay que subestimar la codicia de esta gente. Al leer este panfleto rabioso, económicamente estúpido y anti-Trump, lloré. Lágrimas de verdad. Si una de las voces más visibles y celebradas de la política económica supuestamente progresista, no lograba ver más allá del pánico la política y la propaganda de la catástrofe del Covid, estábamos condenados. Ahora, tres años después, encuentro que The Covid Consensus, de Toby Green y Thomas Fazi (disponible en Amazon desde el 1 de abril de 2023), es un bálsamo para mis nervios, azotados por el liberalismo y el progresismo. En esta lectura imprescindible, meticulosamente fundamentada y convincentemente argumentada, subtitulada «El asalto global a la democracia y a los pobres: una crítica desde la izquierda», Green y Fazi afirman claramente: En nuestra opinión, al tener en cuenta esta historia, junto con sus devastadores efectos sociales, económicos y políticos, es imposible considerar ningún aspecto de la respuesta a la pandemia, como los confinamientos y las órdenes de vacunación, como progresista (p. 210). El libro de Green y Fazi es una lectura esencial para aquellos que, como el Sr. Krugman, estaban tan cegados por el síndrome de trastorno Trump-Covid que no se dieron cuenta de cómo las políticas pandémicas estaban destruyendo a los grupos vulnerables a los que decían defender. Si tienes amigos o familiares en el grupo de Krugman, te recomiendo enviarles una copia. También recomiendo encarecidamente The Covid Consensus a cualquiera que quiera darle sentido a la respuesta loca, destructiva y completamente sin precedentes a la pandemia, sus repercusiones globales y sus posibles impactos futuros. Entre los cientos de libros y artículos relacionados con la Covid que he leído en los últimos años, The Covid Consensus ofrece, con diferencia, el relato más coherente y mejor fundamentado de cuál fue la respuesta mundial a la pandemia, además de un análisis incisivo de sus impactos en diversas poblaciones. Este es un logro enorme y una asombrosa proeza de investigación y síntesis de información. Las 100 páginas de notas finales, disponibles gratuitamente en línea, constituyen en sí mismas un valioso recurso para investigadores de prácticamente todos los aspectos de la era de la COVID-19. El proyecto de Green y Fazi parece sencillo: se propusieron mostrar cómo la respuesta mundial al virus SARS-CoV-2, se convirtió en una narrativa única de confinamientos y mandatos de vacunación. Luego se demostraron lo devastadoras que fueron estas políticas para la mayoría de la población mundial. Parece sencillo, pero la cantidad de temas, datos y eventos que los autores logran reunir para respaldar sus afirmaciones es asombrosa. Por no mencionar su alcance geográfico, que abarca docenas de países en casi todos los continentes. Si ya estás convencido y compraste el libro, no necesitas leer más esta reseña. A continuación, presento mis reacciones personales a la narrativa de Green y Fazi.

Contando la historia

Antes de leer la Parte 1: con «Una Crónica de la Gestión Política de la Pandemia», creía tener un buen archivo de material sobre la COVID-19, fruto de mis muchos meses de investigación. Sin embargo, Green y Fazi consiguen incluir montones de referencias que desconocía, lo que me proporciona pistas sobre docenas de temas que ahora quiero investigar más a fondo.

  • Por ejemplo, en un debate sobre los estudios fraudulentos de mayo de 2020 de Lancet y New England Journal of Medicine sobre la hidroxicloroquina (Lancet) y los medicamentos cardiovasculares (NEJM), los autores ofrecen esta descripción de Surgisphere (https://en.wikipedia.org/wiki/Surgisphere ), la empresa de datos falsos detrás de esos estudios: Una empleada que figura como editora científica parece ser autora de ciencia ficción y artista de fantasía, cuyo perfil profesional sugiere que escribir es su trabajo a tiempo completo. Otra empleada que figura como ejecutiva de marketing es modelo para adultos, anfitriona de eventos y también actúa en vídeos para organizaciones. ¡Fascinante! Y más aún porque pasó casi completamente desapercibido en los grandes medios de comunicación, a pesar de ser lo que Green y Fazi describen correctamente como «uno de los mayores escándalos en la historia del periodismo médico» (p. 146).

  • Otro ejemplo, al analizar “la narrativa científica única” sobre cuán mortales fueron el SARS-CoV-2 y todas sus variantes, cuentan: En febrero de 2020, la doctora sudafricana que reportó por primera vez la variante, la Dra. Angelique Coetzee, protestó porque los gobiernos occidentales la habían "presionado" para que describiera la variante como más grave de lo que realmente era y le habían dicho que no la calificara de "leve" (p. 212). ¿Por qué querrían los gobiernos describir un virus como más mortal de lo que era? En mi búsqueda de las razones detrás de la "narrativa científica única", este tipo de información puede ayudar a descubrir respuestas interesantes.

  • Y, como último ejemplo, al analizar la mayor transferencia ascendente de riqueza de la historia, Green y Fazi escriben: Mientras tanto, en Róterdam, en febrero de 2022, Jeff Bezos presentó una solicitud al alcalde. El fundador estadounidense de Amazon y la persona más rica del mundo le pidió que desmantelara el histórico puente Koningshaven para que un superyate valorado en 500 millones de dólares, que había mandado construir en las cercanías, pudiera salir al mar. El puente se había reconstruido entre 2014 y 2017, momento en el que las autoridades locales habían prometido que no volverían a tocarlo. Sin embargo el puente era demasiado alto para el paso del yate y Bezos, cuya fortuna aumentó en 37.000 millones de dólares entre marzo de 2020 y mayo de 2022, se ofreció a pagarlo. El alcalde accedió a la solicitud (u orden) de Bezos (p. 314).

CORRECCIÓN: Un lector me advirtió que el puente no fue desmantelado por Bezos, pero la solicitud sigue siendo digna de mención: https://www.businessinsider.com/jeff-bezos-yacht-towed-after-plans-dismantle-dutch-bridge-nixed-2022-8

Registrando la devastación

La anécdota de Bezos es ilustrativa del impacto global de la respuesta a la pandemia, como lo resumen Green y Fazi: …las personas más ricas del mundo acumularon enormes cantidades de capital, mientras que las más pobres fueron aplastadas. Mientras tanto, el tejido social se desmoronó. En todo el mundo, la ansiedad y las tensiones de los confinamientos provocaron un enorme aumento del abuso doméstico y sexual, mientras que las víctimas fueron encarceladas junto con sus abusadores. Las consecuencias retrasaron décadas el progreso hacia la igualdad de género (p. 286).

Para evitar que estas consecuencias devastadoras se evaporen en la oscuridad del olvido deliberado que ya nos envuelve, Green y Fazi dedican la segunda parte de su libro a “Los efectos sociales y económicos de la gestión de la pandemia”. Elegir sólo un ejemplo es difícil, pero esto es lo que informan sobre los efectos de la respuesta a la pandemia en los países africanos: Las naciones africanas ya soportaban una elevada carga de deuda externa, pero la combinación del colapso de la demanda de bienes y servicios con el de las remesas de la diáspora africana en países de altos ingresos tuvo un impacto devastador en la carga de la deuda del continente. Esto se reconoció desde el principio y sin embargo el largo camino hacia el confinamiento ya había comenzado y nadie podía cuestionar si esto no había sido un catastrófico error político de arriba hacia abajo de la «gobernanza global» (p. 332).

Me resultó particularmente conmovedor el debate sobre cómo la respuesta a la pandemia, dominada por Occidente, devastó África y recordé las protestas de la reina estadounidense de la respuesta a la pandemia, Deborah Birx (https://en.wikipedia.org/wiki/Deborah_Birx ), quien afirmaba tener en mente solo los mejores intereses de África: “Amo a África y a la gente a la que sirve PEPFAR [Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA]”, escribió en Silent Invasion (https://www.amazon.es/Silent-Invasion-Administration-Covid-19-Preventing-ebook/dp/B09HCDSLDP ), su compendio de la desinformación pandémica: …pero incluso con el apoyo sustancial que muchas naciones, incluido Estados Unidos, habían brindado para fortalecer su sistema de salud, África subsahariana era una de las zonas más vulnerables del mundo. En toda la regió, seguíamos enfrentándonos al VIH, la tuberculosis y la malaria y cualquier nueva amenaza para la región ponía en peligro el progreso de nuestra labor y de las personas a las que servíamos (Kindle, pág. 26). Sí, Dra. Birx, el África subsahariana es extremadamente vulnerable. ¿Cómo ayudaron sus políticas al continente y a la gente que dice querer tanto? Informe de Green y Fazi: En toda África, las restricciones por la COVID-19, el aumento del endeudamiento y los cierres de centros educativos revirtieron décadas de progreso en la lucha contra la desigualdad de género, mientras que la salud actual y futura se vio hipotecada para financiar un nuevo virus que ni siquiera era tan grave en el continente. No solo aumentaron el matrimonio infantil, la prostitución y el absentismo escolar, sino también el acceso a la atención médica básica (p. 335).

Concluyen: «Es difícil comprender tanta destrucción… Todo en nombre de la 'salud global'» (p. 336).

Análisis social y económico

Dar sentido a la destrucción es donde encontré el Consenso de la Covid más provocador y espero que Green y Fazi escriban un libro posterior para profundizar en él. El punto crucial, como explican en el capítulo final, «Ética y práctica del capitalismo autoritario», es que La desigualdad, el poder de la informática, las guerras de la información y el cambio hacia formas cada vez más autoritarias de capitalismo en todo el mundo habían ido creciendo durante muchos años y la respuesta a la pandemia de Covid-19 vio una aceleración radical en cada uno de estos procesos.

Su análisis, que considero profundamente verdadero y profundamente inquietante, se resume mejor en este pasaje clave (es largo, pero vale la pena leerlo con atención): En nuestra opinión las profundas contradicciones que se expusieron en las ideologías políticas occidentales durante la era del SARS-CoV-2, surgieron de una sociedad que había llegado a tener creencias y valores fundamentalmente irreconciliables.

  • Una de ellas era la creencia en la urgencia de combatir la devastación ecológica, en contraste con la realidad de una sociedad basada en el consumo masivo y la degradación ambiental que conllevaba (lo que implicaba que, por lo general, la «solución» a las presiones ecológicas se comercializaba como una forma diferente de consumo).

  • Otra era la estructura de «libre mercado» que valoraba a los pequeños y medianos empresarios, en contraste con el creciente poder de un mundo virtual que fomentaba monopolios masivos como Amazon y Facebook.

  • A esto se sumaba la creciente influencia de la estructura capitalista autoritaria de China, incompatible con cualquier creencia profundamente arraigada en la libertad, pero que no impidió que los consumidores liberales acumularan los productos producidos en fábricas chinas con condiciones laborales pésimas. Y finalmente estaba quizás la contradicción más profunda de todas, entre la creencia de que el capitalismo democrático ofrecía prosperidad general y la realidad de las dos décadas anteriores. que habían visto una enorme erosión de los privilegios de la clase media occidental (p. 376).

No es una teoría de la conspiración

Al contar la historia, informar sobre las consecuencias y analizar el contexto histórico de la respuesta global a la pandemia, Green y Fazi se adelantan repetidamente a la afirmación que se usa comúnmente para desacreditar las contranarrativas en estos días: ¡Es una teoría de la conspiración!

No, explican de forma convincente, no lo es: Algunos… ven la coordinación del poder económico global como una conspiración, pero en nuestra opinión eso es un error: es simplemente cómo el poder económico funciona para mantenerse, concentrarse y crecer y siempre lo ha hecho. De hecho es esa tendencia del capital a concentrarse y a producir crecientes desigualdades lo que escritores y activistas de izquierda han buscado criticar históricamente (p. 29).

Más específicamente, describen el papel descomunal de la Fundación Bill y Melinda Gates y otras “fundaciones benéficas” en la respuesta global al Covid como “filantrocapitalismo”: …un enfoque capitalista, basado en el mercado y con fines de lucro para resolver los problemas más grandes y urgentes del mundo. Este enfoque, que muchos consideran diseñado a medida de las necesidades e intereses de las élites ultrarricas y corporativas mundiales. No es una conspiración observar que los intereses del capital se organizan para consolidar su poder; ese es un marco que ha estado vigente durante siglos (p. 158).

Para todos los Paul Krugman que creen que los confinamientos y los mandatos de vacunación no solo fueron necesarios, sino que también tuvieron más consecuencias positivas que negativas, The Covid Consensus ofrece una llamada de atención aleccionadora. Si no nos unimos para desmantelar y reemplazar las estructuras del capitalismo autoritario que determinaron la respuesta a la pandemia, enfrentaremos un futuro realmente terrible.

viernes, 18 de abril de 2025

Komsomólskaya Pravda – POLÍTICA - Coronel Baranets - 31 de marzo de 2025

 


https://www.kp.ru/daily/27679/5068935/


EEUU admitió insólitamente su participación directa en los combates en Ucrania: desde la ocupación de Jersón hasta los ataques al puente de Crimea. El coronel Baranets explica el significado oculto de la exposición del New York Times sobre el papel de EEUU en Ucrania.


Por el Coronel Víctor Baranets
Estados Unidos admitió insólitamente su participación directa en los combates en Ucrania: desde la ocupación de Jersón hasta los ataques al puente de Crimea. Un evento increíble ocurrió en uno de los periódicos más influyentes de Estados Unidos: The New York Times. Esta publicación, que por lo general sabe ir a contracorriente, publicó un artículo esencialmente incriminatorio sobre los secretos de la participación de las tropas estadounidenses en el conflicto de Ucrania. Probablemente alguien dirá ahora con sarcasmo que todos los oficiales del Estado Mayor de los EEUU conocen estos “secretos”. En cuanto a Rusia, no hubo un día en que nuestros medios no informaran sobre la participación de asesores y especialistas militares estadounidenses en todas las operaciones serias en todos los "ámbitos" de la maquinaria militar ucraniana, desde el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor hasta la tripulación del obús M-777 o el lanzador HIMARS. Muchas de estas acusaciones desde Moscú incluso mencionaban los nombres, cargos y rangos de los especialistas estadounidenses que realmente luchaban contra Rusia. La Casa Blanca y el Pentágono respondieron con obstinación: "¡Todo esto es propaganda del Kremlin!", "¡Es mentira, no se puede confiar en los rusos! Somos los únicos que decimos la verdad". Y aquí hay una bomba informativa inesperada en The New York Times. O, dicho de otro modo, la exposición de la hipocresía estadounidense. La prueba más detallada de que Moscú ha estado diciendo la verdad todo este tiempo. E incluso con detalles que te ponen los pelos de punta.
"SECRETOS" REVELADOS
Como escribe The New York Times en su artículo sobre la "historia secreta del conflicto militar en Ucrania", desde la primavera de 2022 Estados Unidos ha estado muy involucrado en la planificación y ejecución de las operaciones militares ucranianas contra Rusia. En particular en abril de 2022, en el cuartel general del Ejército estadounidense en Wiesbaden (Alemania), se firmaron acuerdos entre los militares estadounidenses y ucranianos sobre el suministro de información de inteligencia. Esta colaboración, no sólo en materia de inteligencia sino también en planificación estratégica y tecnológica, fue "un trabajo interno que sólo era visible para un pequeño círculo de funcionarios estadounidenses y aliados". Una investigación del New York Times muestra que Estados Unidos estuvo profundamente involucrado en el conflicto militar, mucho más de cerca y más ampliamente de lo que se creía anteriormente. "En momentos críticos, esta asociación fue la base de las operaciones militares ucranianas", escribe la publicación. Estados Unidos estuvo profundamente enredado en el conflicto militar, mucho más de cerca, más ampliamente y más profundamente de lo que se creía anteriormente. Los autores de la investigación del New York Times citan ejemplos de operaciones llevadas a cabo por ucranianos con el apoyo de Estados Unidos. Uno de ellos es el ataque al cuartel general del 58 Ejército de Armas Combinadas a mediados de 2022 en la región de Jersón. Las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizaron datos de inteligencia y designación de objetivos del ejército de los EEUU. Los ataques con drones navales en Sebastopol también fueron apoyados por la inteligencia de la CIA. El mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania también conoció la ubicación del buque insignia de la Flota del Mar Negro, el crucero Moskva, gracias a datos estadounidenses, aunque, como afirma la publicación, la propia Kiev no coordinó el ataque al crucero con Estados Unidos.
ARMAS DEL GENERAL
Al mismo tiempo, como escribe el New York Times, «en quizás el momento más crítico (a mediados de 2023, cuando los ucranianos lanzaron su contraofensiva), la estrategia ideada en Wiesbaden se vio afectada por la conflictiva política interna ucraniana: el presidente Zelenski contra su jefe militar y potencial rival electoral (al parecer, Zaluzhny) y el jefe militar contra su testarudo comandante subordinado (Syrski). Cuando Zelenski se alineó con el subordinado (es decir, Syrski), los ucranianos destinaron una gran cantidad de hombres y recursos a una campaña completamente inútil para apoderarse de la ciudad en ruinas de Bajmut. Toda la contraofensiva terminó en un fracaso». Zaluzhny tenía una relación tensa con su homólogo estadounidense, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de los EEUU. La investigación del New York Times profundizó: «Durante las llamadas telefónicas, el general Milley discrepaba de las solicitudes de armas de los ucranianos. Zaluzhny interrumpía la conversación. A veces, simplemente ignoraba las llamadas de los estadounidenses. Para mantener el diálogo, el Pentágono puso en marcha un elaborado plan telefónico: un asesor de Milley llamaba al mayor general David Baldwin, comandante de la Guardia Nacional de California, quien a su vez llamaba a un acaudalado fabricante de dirigibles de Los Ángeles llamado Igor Pasternak, quien se había criado en Lviv con Oleksiy Reznikov, el entonces ministro de Defensa de Ucrania. Reznikov localizaba al general Zaluzhny y le decía: Sé que estás enfadado con Milley, pero deberías llamarlo». La relación entre Zaluzhny y Syrsky era hostil. Zaluzhny llamó "burlonamente" a Syrsky "general ruso" porque no conocía bien el ucraniano y hablaba ruso en las reuniones. También se confirmó información sobre las tensas relaciones entre Zaluzhny y Zelensky. Principalmente por razones políticas (Bankova, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, era visto como un potencial rival de Zelensky en las elecciones).
EL EJÉRCITO UCRANIANO ESTÁ MANDADO DESDE EEUU
El New York Times cita una gran cantidad de hechos que prueban irrefutablemente la participación directa de expertos militares estadounidenses en operaciones militares contra Rusia. A continuación se muestran sólo algunos de ellos. - Todos los objetivos de los ataques HIMARS fueron aprobados por los estadounidenses, incluso cuando estos objetivos fueron encontrados por las propias Fuerzas Armadas de Ucrania con la ayuda de la inteligencia estadounidense (de lo cual se desprende que los propios estadounidenses encontraron objetivos, tanto militares como civiles, para atacar la retaguardia rusa). En particular, a partir de 2024, se aprobaron objetivos para atacar el territorio de la Federación Rusa. Aquí el New York Times, por supuesto, se refiere a los territorios internacionalmente reconocidos de Rusia: Kursk, Belgorod y otras regiones, a pesar del hecho de que Estados Unidos anunció que no dio a Ucrania el consentimiento para atacar estas regiones con armas estadounidenses. ¡Resultó que sí dieron el consentimiento e incluso dirigieron los ataques! El grupo militar estadounidense que pasó inteligencia a Ucrania se llamaba Task Force Dragon.
- Los estadounidenses también proporcionaron información para ataques con aviones no tripulados ucranianos en territorio ruso. En particular, en el almacén militar de Toropets, región de Tver, en septiembre de 2024.
- Es decir, cuando los drones ucranianos vuelan a algún lugar como Moscú, Saratov o Volgogrado, es casi seguro que están dirigidos por los estadounidenses, ellos mismos lo admitieron.
LOS ESTADOUNIDENSES EXIGIERON IR SOBRE KHERSON
- Los estadounidenses presionaron a Kiev para que las Fuerzas Armadas de Ucrania avanzaran más activamente en la orilla derecha del Dniéper en el otoño de 2022. Pero los comandantes ucranianos se mostraron cautelosos y recelosos. Luego Estados Unidos y Gran Bretaña exigieron la destitución del general ucraniano Andriy Kovalchuk, que comandaba las tropas en la región de Kherson.
- Inicialmente la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania sobre Jersón estaba prevista para septiembre de 2022, pero a petición de Zelensky se pospuso hasta agosto: planeaba hablar en la Asamblea General de la ONU y quería mostrar allí la victoria.
- Según el plan original, las Fuerzas Armadas de Ucrania, después de capturar Jersón, debían continuar la ofensiva en la orilla izquierda del Dniéper, pero ya no tenían fuerzas suficientes para ello.
- De todo esto se desprende claramente que las operaciones militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania las desarrollan los estadounidenses con la participación de los británicos. Incluso destituyen o nombran a los líderes militares ucranianos. Y en Kiev, o bien aplazan los plazos o no justifican las esperanzas...
PLANIFICACIÓN DE OPERACIONES
- Los estadounidenses creen que la principal causa del fracaso de la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en 2023 es la dispersión de fuerzas y el aplazamiento de los plazos. El ataque estaba previsto originalmente para el 1 de mayo, pero los dirigentes de Kiev retrasaron la fecha límite esperando aún más equipamiento de la OTAN, dando así tiempo a los rusos para reforzar sus defensas. Además, en lugar de las 12 brigadas previstas para la ofensiva sobre Melitopol, solo se asignaron 7 y 5, sin el conocimiento de los estadounidenses. Y a pesar de sus demandas extremadamente insistentes las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron trasladadas a Bakhmut, donde Syrsky comenzó la ofensiva prometiendo tomar la ciudad y "llegar a Lugansk".
- Los estadounidenses inicialmente consideraron un fracaso la operación de desembarco de tropas ucranianas en la orilla izquierda del Dniéper, en Krynki, en el otoño de 2023.
- Estos son solo algunos ejemplos de casos en los que el mando de Kiev no implementó con precisión los planes estadounidenses en la guerra contra Rusia, lo que tuvo un mal resultado para las Fuerzas Armadas de Ucrania. Lo sorprendente es que los estadounidenses planificaron las operaciones en Ucrania hasta incluso el número de brigadas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en zonas específicas.
- Los estadounidenses no sabían sobre la preparación de la operación de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Kursk en el verano de 2024 con equipo estadounidense, lo consideraron una "trampa" por parte de Kiev y un "paso hacia una violación de la confianza", pero continuaron brindando apoyo (incluida la transferencia de coordenadas para ataques en la región de Kursk).
Atentado contra el puente de Crimea
El puente de Crimea fue atacado por misiles de crucero ATACMS estadounidenses en agosto de 2024, pero no causaron daños graves.
En 2024, a petición de Kiev, Estados Unidos propuso la Operación Granizo Lunar, cuyo objetivo era una campaña de ataques contra la infraestructura rusa en Crimea. Incluido el puente de Crimea.
Según el plan, elaborado por los ejércitos ucraniano, estadounidense y británico, los ATACMS debían atacar las partes vulnerables de la estructura y los UAV navales debían explotar cerca de los soportes. Sin embargo, durante la preparación de la operación, Rusia reforzó la protección de los apoyos y luego Ucrania propuso lanzar únicamente un ataque con misiles.
El Comandante Supremo Aliado de la OTAN en Europa, Christopher Cavoli y el Teniente General Antonio Aguto se opusieron porque creían que no derribarían el puente. Pidieron a Kyiv que esperara hasta estar listos o que cancelaran la operación. Al final Estados Unidos cedió a las peticiones de Kiev y los ataques ATACMS se llevaron a cabo, pero los daños fueron muy menores: solo aparecieron unos pocos baches en el puente, que los rusos repararon rápidamente. "A veces ellos, los políticos y generales ucranianos, necesitan intentar dejar claro que tenemos razón", dijo un funcionario estadounidense. El New York Times no especifica la fecha del ataque, pero parece ser el 16 de agosto de 2024. En ese momento, el Ministerio de Defensa ruso informó que se derribaron 12 misiles ATACMS, que tenían como objetivo el puente de Crimea. Ucrania no confirmó este ataque. Pero ahora incluso Estados Unidos ha admitido que estaban trabajando en la destrucción del puente de Crimea por orden de Kiev. Y con sus propios misiles estadounidenses. Y no dudaron en lanzar estos misiles contra el puente. Los estadounidenses creen que la principal causa del fracaso de la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en 2023 es la dispersión de fuerzas y el aplazamiento de las operaciones.
EL SIGNIFICADO OCULTO DE LA REVELACIÓN
Muchos de los hechos citados por el New York Times se refieren claramente a información clasificada, lo que podría acarrear problemas muy graves para el periódico. Los editores y autores de la sensacional investigación difícilmente no entendieron esto. Entonces ¿por qué cometiste este “suicidio”? No se puede descartar que esto sea parte del juego político interno de Trump contra el demócrata Biden. El actual presidente de Estados Unidos necesitaba demostrar a su pueblo que, bajo el mando de Biden, el país estaba, como se suele decir, hasta las narices en el conflicto en Ucrania. Sí, de hecho luchó directamente contra Rusia. Y cientos de miles de millones de dólares del tesoro estatal se desperdiciaron en esto. No se puede descartar que con esta revelación el New York Times esté lavando sus tensas relaciones con Trump (éste ha demandado más de una vez al periódico y lo ha calificado de "fracasado"). Es muy posible que el periódico decidiera hacer las paces con el dueño de la Casa Blanca, asociándose poderosamente con él en la lucha contra los demócratas y, al mismo tiempo, obtener garantías de Trump de que lo protegería de un artículo por revelar secretos militares y de Estado. Esta investigación sensacional del New York Times es una nueva evidencia del error estratégico de Estados Unidos bajo el liderazgo anterior. Y un llamamiento a que este error sea corregido. Bueno, para el resto del mundo es la comprensión de quién está realmente luchando en Ucrania y contra quién. ¿Y por qué vale la pena pensar en ello cuando Occidente niega lo obvio con las palabras “todo es propaganda del Kremlin”? Lo más probable es que los hechos de la "propaganda del Kremlin" sean confirmados por el propio Occidente dentro de un año o dos. Y, por cierto, nadie ha anunciado todavía que los especialistas militares estadounidenses se hayan retirado de Ucrania. Y la inteligencia sigue fluyendo… y las armas
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Tyler Durden, Conclusiones clave de la historia secreta del New York Times que detalla la impactante participación de EEUU en la guerra de Ucrania, 31 de marzo de 2025

 


https://www.zerohedge.com/geopolitical/key-takeaways-nyts-secret-history-us-shocking-level-involvement-ukraine-war

Ya es demasiado tarde y los medios alternativos e independientes han trabajado mucho para exponer la realidad, incluidos libros de más de 600 páginas que se han publicado, pero el New York Times publicó el domingo un extenso informe sobre The Partnership: The Secret History of America's Role in the Ukraine War

(https://www.nytimes.com/es/2025/03/31/espanol/mundo/ucrania-estados-unidos-guerra-colaboracion.html ).

Hasta hace muy poco los guardianes de los grandes medios de comunicación se negaban a admitir que se estaba desarrollando una guerra indirecta desde el inicio del conflicto en Ucrania. Esto incluso después de que el supuesto periódico oficial reconociera, en febrero de 2024, que la CIA había construido 12 "bases secretas de espionaje" en Ucrania para librar una guerra en la sombra contra Rusia desde 2014. Una vez más llega demasiado tarde, pero ahora que las fuerzas ucranianas están claramente perdiendo la guerra, el Times admite que la administración anterior de Biden estuvo mucho más involucrada a nivel militar y de inteligencia con Ucrania de lo que previamente hicieron público las fuentes oficiales. El informe analiza en profundidad la extraordinaria colaboración de inteligencia, estrategia, planificación y tecnología que se convirtió en el arma secreta de Zelenski para combatir a Rusia. Comienza describiendo que, dos meses después de que Putin enviara a su ejército al otro lado de la frontera, generales ucranianos vestidos de civil eran trasladados en secreto a bases estadounidenses en Alemania para participar en sesiones de planificación de guerra de alto nivel. "Los pasajeros eran generales ucranianos de alto rango", escribe el New York Times sobre los hombres que fueron trasladados en un convoy de vehículos sin distintivos desde la capital ucraniana a Europa Occidental. "Su destino era Clay Kaserne, el cuartel general del Ejército de EEUU en Europa y África, en Wiesbaden, Alemania. Su misión era ayudar a forjar lo que se convertiría en uno de los secretos mejor guardados de la guerra en Ucrania". El informe deja claro que los comandantes estadounidenses estaban mucho más involucrados en las operaciones ucranianas de lo que se creía, hasta el punto de escandalizar a algunos aliados de la OTAN. En esencia muchas operaciones antirrusas en los campos de batalla de Ucrania se dirigían precisamente desde la base en Alemania. Sin embargo una investigación del New York Times revela que Estados Unidos estuvo involucrado en la guerra de forma mucho más profunda y amplia de lo que se creía anteriormente (continúa el informe). En momentos críticos esta alianza fue la columna vertebral de las operaciones militares ucranianas que, según cifras estadounidenses, han matado o herido a más de 700.000 soldados rusos (Ucrania ha estimado su número de bajas en 435.000). Codo con codo en el centro de mando de la misión de Wiesbaden, oficiales estadounidenses y ucranianos planearon las contraofensivas de Kiev. Un vasto esfuerzo estadounidense de recopilación de inteligencia guió la estrategia de batalla a gran escala y canalizó información precisa sobre los objetivos a los soldados ucranianos en el campo de batalla. Cabe destacar que, en esencia, se trata de funcionarios estadounidenses y del New York Times admitiendo que el Kremlin siempre ha tenido razón al insistir en que nunca se trató simplemente de Moscú contra Kiev, sino que los países de la OTAN han militarizado a Ucrania y la han convertido en un arma contra Rusia. El presidente Putin y funcionarios del Kremlin se han quejado vehementemente de la intervención estadounidense desde el principio, pero Occidente lo descartó como mera "propaganda". A continuación se presentan algunos extractos clave del extenso informe del New York Times, con subtítulos y énfasis de ZeroHedge...

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Los estadounidenses supervisan la "cadena de la muerte"

Un jefe de inteligencia europeo recordó su sorpresa al descubrir lo profundamente involucrados que estaban sus homólogos de la OTAN en las operaciones ucranianas. «Ahora forman parte de la cadena de la muerte», afirmó. La idea rectora de la asociación era que esta estrecha cooperación podría permitir a los ucranianos lograr la hazaña más improbable: asestar un golpe aplastante a los invasores rusos.

Las mayores operaciones en el campo de batalla fueron en realidad de la CIA y el Pentágono.

Una primera prueba fue una campaña contra uno de los grupos de combate más temidos de Rusia, el 58.º Ejército de Armas Combinadas. A mediados de 2022, utilizando información de inteligencia y planes estadounidenses, los ucranianos lanzaron una andanada de cohetes contra el cuartel general del 58.º Ejército en la región de Jersón, matando a generales y oficiales del Estado Mayor que se encontraban en el interior. El grupo se instaló una y otra vez en otro lugar; en cada ocasión los estadounidenses lo encontraron y los ucranianos lo destruyeron .

Más al sur, los socios pusieron la mira en el puerto de Crimea en Sebastopol, donde la Flota rusa del Mar Negro cargó misiles destinados a objetivos ucranianos en buques de guerra y submarinos. En el punto álgido de la contraofensiva ucraniana de 2022, un enjambre de drones marítimos, con el apoyo de la CIA, atacó el puerto antes del amanecer, dañando varios buques de guerra y obligando a los rusos a retirarlos.

Extralimitarse

Los ucranianos a veces veían a los estadounidenses como autoritarios y controladores, el prototipo del estadounidense condescendiente. A veces no entendían por qué los ucranianos no aceptaban simplemente un buen consejo. Mientras que los estadounidenses se centraban en objetivos localizados y alcanzables, veían a los ucranianos como si estuvieran constantemente buscando la gran victoria, el premio brillante y resplandeciente.

La fallida contraofensiva de 2023 en realidad se fraguó en el cuartel general estadounidense

Sin embargo, en el que podría considerarse el momento crucial de la guerra (a mediados de 2023, mientras los ucranianos lanzaban una contraofensiva para generar un impulso victorioso tras los éxitos del primer año), la estrategia ideada en Wiesbaden se vio afectada por la conflictiva política interna de Ucrania: el presidente Volodymyr Zelensky, contra su jefe militar (y potencial rival electoral), y el jefe militar contra su testarudo comandante subordinado. Cuando Zelensky se alineó con el subordinado, los ucranianos destinaron una vasta dotación de hombres y recursos a una campaña finalmente inútil para recuperar la devastada ciudad de Bajmut. En cuestión de meses, toda la contraofensiva terminó en un fracaso infructuoso .

Biden prohibió operaciones clandestinas en público, mientras cruzaba líneas rojas en secreto

Una y otra vez el gobierno de Biden autorizó operaciones clandestinas que previamente había prohibido. Asesores militares estadounidenses fueron enviados a Kiev y posteriormente se les permitió viajar más cerca de los combates. Oficiales militares y de la CIA en Wiesbaden ayudaron a planificar y apoyar una campaña de ataques ucranianos en Crimea, anexada por Rusia. Finalmente, el ejército y luego la CIA recibieron luz verde para permitir ataques precisos en el interior de Rusia.

En cierto sentido Ucrania fue, en un contexto más amplio, una revancha en una larga historia de guerras por poderes entre Estados Unidos y Rusia: Vietnam en los años 1960, Afganistán en los años 1980, Siria tres décadas después.

Fuerza de Tarea Dragón (Task Force Dragon)

El secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, y el general Milley habían encomendado a la 18.ª División Aerotransportada la tarea de entregar armas y asesorar a los ucranianos sobre su uso. Cuando el presidente Joseph R. Biden Jr. autorizó el uso de los M777, el Tony Bass Auditorium se convirtió en un cuartel general al completo. Un general polaco se convirtió en el lugarteniente del general Donahue. Un general británico gestionaría el centro logístico en la antigua cancha de baloncesto. Un general canadiense supervisaría el entrenamiento. El sótano del auditorio se convirtió en lo que se conoce como un centro de fusión, que generaba inteligencia sobre las posiciones, movimientos e intenciones de Rusia en el campo de batalla. Allí, según funcionarios de inteligencia, oficiales de la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional, la Agencia de Inteligencia de Defensa y la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial se unieron a oficiales de inteligencia de la coalición. La 18.ª División Aerotransportada se conoce como Dragon Corps; la nueva operación se denominaría Task Force Dragon. Solo faltaba el reticente alto mando ucraniano para alinear las piezas.

Debate sobre la negación plausible

Pronto los ucranianos, casi 20 en total (oficiales de inteligencia, planificadores operativos, especialistas en comunicaciones y control de fuego), comenzaron a llegar a Wiesbaden. Cada mañana, recordaron los oficiales, ucranianos y estadounidenses se reunían para inspeccionar los sistemas de armas y las fuerzas terrestres rusas y determinar los objetivos más adecuados y de mayor valor. Las listas de prioridades se entregaban entonces al centro de fusión de inteligencia, donde los oficiales analizaban los flujos de datos para determinar la ubicación de los objetivos.

Dentro del Comando Europeo de Estados Unidos, este proceso dio lugar a un debate lingüístico interesante aunque tenso: dada la delicadeza de la misión ¿era excesivamente provocativo llamar a los objetivos “objetivos”? Algunos oficiales consideraron apropiado el término «objetivos». Otros los llamaron «intel tippers», ya que los rusos se movían con frecuencia y la información requería verificación sobre el terreno. El debate fue zanjado por el mayor general Timothy D. Brown, jefe de inteligencia del Comando Europeo: la ubicación de las fuerzas rusas sería considerada como "puntos de interés". La inteligencia sobre amenazas aéreas sería considerada como "rutas de interés". “Si alguna vez te preguntan: ‘¿Le pasaste un objetivo a los ucranianos?’, puedes estar seguro de que no estás mintiendo al decir: ‘No, no lo hice’”, explicó un funcionario estadounidense.

La CIA y los asesinatos de altos oficiales rusos

La Casa Blanca también prohibió compartir información de inteligencia sobre la ubicación de líderes rusos "estratégicos", como el jefe de las fuerzas armadas, el general Valery Gerasimov. "Imaginen cómo sería para nosotros si supiéramos que los rusos ayudaron a otro país a asesinar a nuestro presidente", dijo otro alto funcionario estadounidense. "Iríamos a la guerra". De igual manera, la Fuerza de Tarea Dragón no podía compartir información que identificara la ubicación de rusos individuales. Según el funcionamiento del sistema, la Fuerza de Tareas Dragón indicaba a los ucranianos la posición de los rusos. Pero para proteger las fuentes y métodos de inteligencia de los espías rusos no revelaba cómo sabía lo que sabía.

La sala de operaciones de EEUU supervisó directamente los ataques de HIMARS

Wiesbaden supervisaba cada ataque HIMARS [High Mobility Artillery Rocket System (Sistema de cohetes de artillería de alta movilidad)]... Los ataques HIMARS que causaban 100 o más rusos muertos o heridos ocurrían casi semanalmente. Las fuerzas rusas quedaron aturdidas y confundidas. Su moral se desplomó y con ella su voluntad de luchar. Y a medida que el arsenal HIMARS aumentó de ocho a 38 y los atacantes ucranianos se volvieron más competentes, según un funcionario estadounidense, el número de bajas llegó a quintuplicarse. “Nos convertimos en una pequeña parte, quizá no la mejor, pero sí una pequeña parte de su sistema”, explicó el general Zabrodskyi y añadió: “La mayoría de los estados lo hicieron en un período de 10, 20 ó 30 años. Pero nosotros nos vimos obligados a hacerlo en cuestión de semanas”. Juntos, los socios estaban perfeccionando su máquina de matar.

Tensiones mientras los ucranianos presionaban para superar las líneas rojas de Putin

El año anterior los rusos, imprudentemente, habían situado puestos de mando, depósitos de municiones y centros logísticos a menos de 80 kilómetros de las líneas del frente. Pero nuevos informes de inteligencia mostraron que habían trasladado instalaciones críticas fuera del alcance de el HIMARS. Por ello los generales Cavoli y Aguto recomendaron el siguiente paso decisivo: dotar al Ejército ucraniano de Sistemas de Misiles Tácticos (ATACMS), misiles con alcance de hasta 305 kilómetros, para dificultar la defensa de Melitópol por parte de las fuerzas rusas en Crimea.

Los ATACMS fueron un tema particularmente delicado para la administración Biden. El jefe militar ruso, el general Gerasimov, se había referido indirectamente a ellos el pasado mes de mayo cuando advirtió al general Milley que cualquier avión que volara 305 kilómetros estaría sobrepasando la línea roja. También estaba la cuestión del suministro: el Pentágono ya advertía que no tendría suficientes ATACMS si Estados Unidos tuviera que librar su propia guerra. El mensaje fue contundente: Dejen de pedir ATACMS.

La administración Biden siguió cediendo ante Zelensky

Hasta ahora los ucranianos, con la ayuda de la CIA y las armadas estadounidense y británica, habían utilizado drones marítimos, junto con misiles Storm Shadow británicos de largo alcance y misiles SCALP franceses, para atacar a la Flota del Mar Negro. La contribución de Wiesbaden fue de inteligencia. Pero para proseguir la campaña más amplia en Crimea los ucranianos necesitarían muchos más misiles. Necesitarían cientos de ATACMS. En el Pentágono las viejas advertencias no habían desaparecido. Pero después de que el General Aguto informara al General Austin sobre todo lo que Lunar Hail podía lograr, un asesor recordó que dijo: «Bien, aquí hay un objetivo estratégico realmente convincente. No se trata solo de atacar cosas». El Sr. Zelenski obtendría su ansiado ATACMS. Aun así un funcionario estadounidense declaró: «Sabíamos que, en el fondo, aún quería hacer algo más, algo más».

Los aliados se enfrentaron por la incursión en Kursk

El 10 de agosto, el jefe de estación de la CIA también dejó el puesto para ocupar un puesto en el cuartel general. En medio de la inestabilidad del mando, el general Syrsky actuó: envió tropas a través de la frontera sudoeste rusa, hacia la región de Kursk. Para los estadounidenses el desarrollo de la incursión representó una grave violación de la confianza. No se trató solo de que los ucranianos los hubieran mantenido a obscuras una vez más, sino que habían cruzado en secreto una línea mutuamente acordada, introduciendo equipo suministrado por la coalición en territorio ruso dentro del área de operaciones, en violación de las normas establecidas al momento de su creación.

La norma se había establecido para prevenir una catástrofe humanitaria en Járkov, no para que los ucranianos la aprovecharan para apoderarse de territorio ruso. «No fue casi un chantaje, fue un chantaje», declaró un alto funcionario del Pentágono. Los estadounidenses podrían haber desconectado la central de operaciones. Sin embargo sabían que hacerlo, según explicó un funcionario de la administración, "podría conducir a una catástrofe": los soldados ucranianos en Kursk perecerían desprotegidos por los cohetes HIMARS y la inteligencia estadounidense.

Inteligencia estadounidense tras los ataques al enorme puente del estrecho de Kerch

De los aproximadamente 100 objetivos en Crimea, el más codiciado era el puente del estrecho de Kerch, que une la península con Rusia continental. Putin veía el puente como una poderosa prueba física de la conexión de Crimea con la patria. Derribar el símbolo del presidente ruso se había convertido a su vez en la obsesión del presidente ucraniano. También había sido una línea roja estadounidense. En 2022 el gobierno de Biden prohibió ayudar a los ucranianos a atacarlo; incluso los accesos desde Crimea debían considerarse territorio soberano ruso (los servicios de inteligencia ucranianos intentaron atacarlo ellos mismos, causando algunos daños). Pero después de que los socios acordaran el proyecto Lunar Hail, la Casa Blanca autorizó a los militares y a la CIA a trabajar en secreto con los ucranianos y los británicos, en un plan de ataque para derribar el puente: el ATACMS debilitaría los puntos vulnerables de la cubierta, mientras que los drones marítimos explotarían cerca de sus puntales. Pero mientras los drones se preparaban, los rusos reforzaron sus defensas alrededor de los puntos de ataque.

Lloyd Austin visto como el "padrino" de las operaciones secretas

A principios de enero los generales Donahue y Cavoli visitaron Kiev para reunirse con el general Syrsky y asegurarse de que acordara los planes para reabastecer las brigadas ucranianas y reforzar sus líneas, según informó el funcionario del Pentágono. Desde allí, viajaron a la base aérea de Ramstein, donde se reunieron con el General Austin, para lo que sería la última reunión de jefes de defensa de la coalición antes de que todo cambiara. Con las puertas cerradas a la prensa y al público, los homólogos del General Austin lo aclamaron como el "padrino" y "arquitecto" de la alianza que, a pesar de toda su confianza rota y traiciones, había sostenido el desafío y la esperanza de los ucranianos, iniciada en serio ese día de primavera de 2022, cuando los generales Donahue y Zabrodskyi se conocieron por primera vez en Wiesbaden. Lea la historia secreta completa del papel de Estados Unidos en la guerra de Ucrania en este enlace https://www.nytimes.com/interactive/2025/03/29/world/europe/us-ukraine-military-war-wiesbaden.html .