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sábado, 11 de mayo de 2024

F. William Engdahl (Global Research, 22 de abril de 2024) Los oscuros orígenes del Gran Reinicio de Davos

 


https://www.globalresearch.ca/dark-origins-davos-great-reset/5797113

Es importante entender que no hay ni una sola idea nueva u original en la llamada agenda del Gran Reinicio del mundo formulada por Klaus Schwab. Ni la agenda de la Cuarta Revolución Industrial es original de Schwab ni la pretensión de haber inventado la noción de Capitalismo de Partes Interesadas se ajusta a la verdad. Klaus Schwab es poco más que un hábil agente de relaciones públicas de una agenda tecnocrática global, que es la colusión de las corporaciones que detentan el poder empresarial con los gobiernos y la ONU, una agenda cuyos orígenes se remontan a principios de la década de 1970 e incluso antes. El Gran Reinicio de Davos no es más que un anteproyecto actualizado de una dictadura distópica global bajo el control de la ONU, que lleva décadas desarrollándose. Los actores clave fueron David Rockefeller y su protegido, Maurice Strong.

A principios de la década de 1970, podría decirse que no había persona más influyente en la política mundial que el difunto David Rockefeller, entonces conocido sobre todo como presidente del Chase Manhattan Bank.

La creación del nuevo paradigma

A finales de los años sesenta y principios de los setenta, los círculos internacionales directamente vinculados a David Rockefeller lanzaron una deslumbrante serie de organizaciones de élite y think tanks. Entre ellos se encontraban:

  • el Club de Roma

  • el 1001: A Nature Trust, vinculado al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF);

  • la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en Estocolmo (5 a 16 de junio de 1972);

  • el informe del Massachusetts Institute of Technology "Los límites del crecimiento";

  • y la Comisión Trilateral.

El Club de Roma

En 1968 David Rockefeller fundó un think tank neomalthusiano, el Club de Roma, junto con Aurelio Peccei y Alexander King. Aurelio Peccei era un alto directivo de la empresa automovilística Fiat, propiedad de la poderosa familia italiana Agnelli. Gianni Agnelli, de Fiat, era amigo íntimo de David Rockefeller y miembro del Comité Asesor Internacional del Chase Manhattan Bank de Rockefeller. Agnelli y David Rockefeller eran amigos íntimos desde 1957. Agnelli se convirtió en miembro fundador de la Comisión Trilateral de David Rockefeller en 1973. Alexander King, jefe del Programa Científico de la OCDE era también consultor de la OTAN (ese fue el comienzo de lo que se convertiría en el movimiento neomalthusiano "la gente contamina").

En 1971 el Club de Roma publicó el informe totalmente erróneo Los límites del crecimiento, que predecía el fin de la civilización tal y como la conocíamos debido al rápido crecimiento de la población, combinado con recursos fijos como el petróleo. El informe concluía que, sin cambios sustanciales en el consumo de recursos, "el resultado más probable será un declive bastante repentino e incontrolable tanto de la población como de la capacidad industrial."


Se basaba en simulaciones informáticas falsas, realizadas por un grupo de informáticos del MIT. Lanzó audazmente esta predicción: "Si las actuales tendencias de crecimiento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y el agotamiento de los recursos continúan sin cambios, los límites del crecimiento en este planeta se alcanzarán en algún momento dentro de los próximos cien años". Eso lo dijeron en 1971. En 1973 Klaus Schwab, en su tercera reunión anual de líderes empresariales en Davos, invitó a Peccei para que presentara Los límites del crecimiento a los directores generales de las empresas allí reunidos.

En 1974 el Club de Roma declaró osadamente: "La Tierra tiene cáncer y el cáncer es el Hombre". Y luego: "el mundo se enfrenta a un conjunto sin precedentes de problemas globales interrelacionados, como la superpoblación, la escasez de alimentos, el agotamiento de los recursos no renovables [por ejemplo el petróleo], la degradación del medio ambiente y la mala gobernanza". Argumentaron que "es necesaria una reestructuración 'horizontal' del sistema mundial... son necesarios cambios drásticos en el estrato normativo (es decir, en el sistema de valores y los objetivos del hombre) para resolver las crisis energética, alimentaria y de otro tipo, es decir, son necesarios cambios sociales y en las actitudes individuales para que se produzca la transición hacia un crecimiento orgánico".

En su informe de 1974, La humanidad en el punto de inflexión, el Club de Roma argumentaba además: El aumento de la interdependencia entre naciones y regiones debe traducirse entonces en una disminución de la independencia. Las naciones no pueden ser interdependientes sin que cada una de ellas renuncie a parte de su propia independencia o, al menos, reconozca los límites de la misma. Ha llegado el momento de elaborar un plan maestro de crecimiento orgánico sostenible y de desarrollo mundial basado en la asignación global de todos los recursos finitos y en un nuevo sistema económico mundial.

Esa fue la primera formulación de la Agenda 21 de la ONU, la Agenda2030 y el Gran Reinicio de Davos 2020.

David Rockefeller y Maurice Strong

Con mucho, el organizador más influyente de la agenda de "crecimiento cero" de Rockefeller a principios de la década de 1970 fue su viejo amigo, el magnate petrolero multimillonario Maurice Strong.

El canadiense Maurice Strong fue uno de los primeros propagadores clave de la teoría, científicamente errónea, de que las emisiones de CO2 provocadas por el hombre en los vehículos de transporte, las plantas de carbón y la agricultura causaban un dramático y acelerado aumento de la temperatura global, que amenazaba "al planeta" (el llamado Calentamiento Global).

Como presidente de la Conferencia de Estocolmo de la ONU del Día de la Tierra de 1972, Strong promovió una agenda de reducción de la población y disminución del nivel de vida en todo el mundo para "salvar el medio ambiente."

Strong declaró su agenda ecologista radical:

"¿No es acaso el colapso de las civilizaciones industrializadas la única esperanza para el planeta? ¿No es nuestra responsabilidad provocarlo?".

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Esto es lo que está ocurriendo ahora al amparo de una pandemia mundial instrumentalizada.

Strong era una curiosa elección para encabezar una importante iniciativa de la ONU destinada a movilizar la acción en favor del medio ambiente, ya que su carrera y su considerable fortuna se habían construido sobre la explotación del petróleo, al igual que un número inusitado de los nuevos defensores de la "pureza ecológica", como David Rockefeller o Robert O. Anderson, del Aspen Institute, o John Loudon, de Shell.

Strong había conocido a David Rockefeller en 1947 cuando era un joven canadiense de dieciocho años y, a partir de ese momento, su carrera quedó ligada a la red de la familia Rockefeller. A través de su nueva amistad con David Rockefeller, Strong, a la edad de 18 años, obtuvo un puesto clave en la ONU a las órdenes del Tesorero de la organización, Noah Monod. Los fondos de la ONU eran convenientemente manejados por el Chase Bank de Rockefeller. Esto era típico del modelo de "asociación público-privada" que desplegaría Strong: ganancias privadas originadas controlando al gobierno público.

En la década de 1960 Strong se había convertido en presidente del enorme conglomerado energético y petrolero de Montreal conocido como Power Corporation, entonces propiedad del influyente Paul Desmarais. Según la investigadora canadiense Elaine Dewar, Power Corporation también se utilizó como fondo para financiar las campañas de algunos políticos canadienses, como Pierre Trudeau, padre del protegido de Davos Justin Trudeau.


Cumbre de la Tierra I y Cumbre de la Tierra de Río


En 1971 Strong fue nombrado Subsecretario de las Naciones Unidas en Nueva York y Secretario General de la convocada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Cumbre de la Tierra I), en Estocolmo, Suecia. Ese año también fue nombrado fideicomisario de la Fundación Rockefeller, que financió el lanzamiento del proyecto del Día de la Tierra en Estocolmo. Allí se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con Strong a la cabeza.


En 1989 Strong fue nombrado por el Secretario General de la ONU para dirigir la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, Brasil, 3 a 14 de junio de 1992), "Cumbre de la Tierra II" o Cumbre de Río. Allí supervisó la redacción de los objetivos de "Medio Ambiente Sostenible" de la ONU, la Agenda 21 para el Desarrollo Sostenible que constituye la base del Great Reset de Klaus Schwab, así como la creación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Strong, que también era miembro de la junta directiva del FEM de Davos, había conseguido que Schwab actuara como asesor clave en la Cumbre de la Tierra de Río.

Como Secretario General de la Conferencia de Río de la ONU, Strong también encargó un informe al Club de Roma, La primera revolución global, cuyo autor fue Alexander King, en el que se admitía que la afirmación del calentamiento global por CO2 no era más que una treta inventada para forzar el cambio:


"El enemigo común de la humanidad es el hombre.
 Buscando un nuevo enemigo que nos uniera, se nos ocurrió que la contaminación, la amenaza del calentamiento global, la escasez de agua, la hambruna y similares encajarían a la perfección. Todos estos peligros están causados por la intervención humana y sólo pueden superarse mediante un cambio de actitudes y comportamientos.
El verdadero enemigo es, pues, la propia humanidad".


El delegado del Presidente Clinton en Río, Tim Wirth, admitió lo mismo, declarando, "Tenemos que superar el problema del calentamiento global. Incluso si la teoría del calentamiento global es errónea, estaremos haciendo lo correcto en términos de política económica y política medioambiental."


En Río, Strong introdujo por primera vez la idea manipuladora de "sociedad sostenible" definida en relación con este objetivo arbitrario de eliminar el CO2 y otros gases denominados de efecto invernadero. La Agenda 21 se convirtió en la Agenda 2030 en septiembre de 2015, en Roma, con la bendición del Papa y con 17 objetivos "sostenibles". Declaraba entre otros puntos, "La tierra, debido a su naturaleza única y al papel crucial que desempeña en los asentamientos humanos, no puede tratarse como un bien ordinario, controlado por particulares y sujeto a las presiones e ineficiencias del mercado. La propiedad privada de la tierra es también un instrumento principal de acumulación y concentración de riqueza y, por lo tanto, contribuye a la injusticia social… La justicia social, la renovación urbana y el desarrollo, la provisión de viviendas dignas y condiciones saludables para las personas sólo pueden "lograrse si la tierra se utiliza en interés de la sociedad en su conjunto."


En pocas palabras, la propiedad privada de la tierra debe socializarse para "la sociedad en su conjunto", una idea bien conocida en tiempos de la Unión Soviética y parte clave del Gran Reinicio de Davos.

En Río, en 1992, donde era presidente y secretario general, Strong declaró: "Está claro que los actuales estilos de vida y pautas de consumo de la clase media acomodada (que implican una elevada ingesta de carne, el consumo de grandes cantidades de alimentos congelados y precocinados, el uso de combustibles fósiles, electrodomésticos, aire acondicionado en el hogar y el lugar de trabajo, y viviendas suburbanas) no son sostenibles."

Por aquel entonces, Strong estaba en el centro mismo de la transformación de la ONU en el vehículo para imponer un nuevo "paradigma" tecnocrático global de forma sigilosa, utilizando funestas advertencias sobre la extinción del planeta y el calentamiento global, fusionando las agencias gubernamentales con el poder corporativo en un control no electo de prácticamente todo, bajo la tapadera de la "sostenibilidad". En 1997 Strong supervisó la creación del plan de acción que siguió a la Cumbre de la Tierra, La Evaluación de la Biodiversidad Global (The Global Biodiversity Assessment), un anteproyecto para el despliegue de una Cuarta Revolución Industrial, un inventario de todos los recursos del planeta, cómo se controlarían y cómo se lograría esta revolución.

En esta época, Strong era copresidente del Foro Económico Mundial de Davos, de Klaus Schwab. En 2015, a la muerte de Strong, el fundador de Davos, Klaus Schwab, escribió, "Fue mi mentor desde la creación del Foro: un gran amigo, un asesor indispensable y, durante muchos años, miembro de nuestro Consejo de Fundación".


Antes de abandonar la ONU por un escándalo de corrupción en el programa "Alimentos por petróleo" de Irak, Strong fue miembro del Club de Roma, fideicomisario del Instituto Aspen, fideicomisario de la Fundación Rockefeller y de la Fundación Rothschild. Strong también fue director del Templo del Entendimiento del Lucifer Trust (conocido además como Lucis Trust) con sede en la Catedral de St. John the Divine, de Nueva York, "donde los rituales paganos incluyen escoltar ovejas y ganado al altar para su bendición. Aquí, el vicepresidente Al Gore pronunció un sermón, mientras los fieles marchaban hacia el altar con cuencos de excrementos y lombrices…"

Este es el oscuro origen de la agenda del Gran Reinicio de Schwab, según la cual deberíamos comer gusanos y no tener propiedad privada, para "salvar al planeta". La agenda es oscura, distópica y destinada a eliminar a miles de millones de nosotros, "humanos corrientes".
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F. William Engdahl es consultor de riesgos estratégicos y conferenciante, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Princeton y autor de best-sellers sobre petróleo y geopolítica. Es investigador asociado del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG).

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