https://arctus.livejournal.com/127476.html
En la persona de su Presidente, sí. Hace no más de 4 años. La organización Memorial informó autocríticamente que ocultaba hechos inconvenientes para la creación de mitos sobre nuestro pasado soviético. Probablemente esto sea correcto si se sigue el camino trazado por D. A. Medvedev: la creación de una nueva identidad, una nueva nación. Después de todo es imposible construir una “nueva” sin negar y escupir en la identidad soviética. ¿Por qué? Porque de lo contrario será imposible explicar por qué se necesita una nueva para sustituir la existente. Hace dos años este reconocimiento circuló ampliamente en la blogósfera, pero ha pasado el tiempo. Creo que es correcto y necesario actualizarlo. Es especialmente importante ahora. Cada vez son más frecuentes los ataques, incluso por parte de altos funcionarios del Estado, al período soviético de la historia rusa. Tomemos un enlace directamente al sitio web de la Sociedad Memorial, aquí: http://www.memo.ru/d/124360.html
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Discurso del presidente de la junta directiva de la Sociedad Internacional "Memorial", Arseny Roginsky, en la mesa redonda "El historiador entre la realidad y la memoria", que tuvo lugar el 25 de mayo de 2012 en Dnepropetrovsk, en el marco del encuentro "Viaje literario".
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La cuestión no es cómo el historiador examina su tema, que espero que sea de forma honesta e independiente. Se entiende que nadie debe influir en su trabajo. Pero ahora se ha completado el estudio y los resultados ya están disponibles. Surgen dificultades a la hora de presentar estos resultados al público. Fue en ese momento, si hablamos de mi propio trabajo, que más de una vez tuve que callarme, guardar silencio y poner los trabajos prácticamente terminados en algún lugar cerrado y apartado, donde algunos de ellos todavía esperan entre bastidores. Daré dos ejemplos diferentes, uno de fecha más antigua y otro más reciente.
De tiempos pasados.
A principios de los años 90 trabajé bastante en las estadísticas del terror soviético. Estudié una gran cantidad de “fichas” informativas sobre el terror a lo largo de los años en diferentes regiones de la Unión Soviética. Nuestras estadísticas comienzan en serio en 1921; antes de 1921 sólo se conservaron notas dispersas y, a partir de 1921, numerosas carpetas. En 1994 lo estudié todo, lo anoté y lo acumulé todo. A continuación era necesario publicar. Miré mis números…
Hay personas a mi entorno, en el mundo exterior, cuyas opiniones son importantes para mí. Está la opinión pública intelectual tradicional y, lo más importante, la opinión de los antiguos presos, de los cuales todavía había muchas personas vivas en 1994. Ellos imaginaban a nuestras víctimas, a lo largo de la historia del terror, con cifras completamente inimaginables: decenas de millones.
Y según mis cálculos, para toda la historia del poder soviético, de 1918 a 1987 (los últimos arrestos fueron a principios de 1987), según los documentos que se habían conservado, resultó que hubo 7 millones 100 mil personas arrestadas por los órganos de seguridad a través de todo el país. Al mismo tiempo, entre ellos se encontraban detenidos no sólo por cargos políticos. Y bastante, sí, fueron arrestados por los órganos de seguridad, pero los órganos de seguridad los arrestaron a lo largo de los años por bandidaje, contrabando y falsificación y bajo muchos otros artículos de “código penal común”.
Hay carpetas con documentos para todos estos casos. Los informes anuales de los organismos de seguridad indican tantos involucrados, con arresto e incluso sin arresto. A continuación comienza la información del traslado de los detenidos. Ha habido casos de investigación completados. Casos transferidos a una jurisdicción especial, transferidos a juzgados y tribunales… A órganos no judiciales. Están los que huyeron y los que murieron: todas las estadísticas. Por cierto, hubo muy pocas fugas.
Y aquí está la cifra final: 7 millones. Eso es para toda la historia del poder soviético. ¿Qué hacer al respecto? La opinión pública dice que sólo entre 1937 y 1939 tuvimos casi 12 millones de detenidos. Yo pertenezco a esta sociedad, vivo entre esta gente, soy parte de ellos. No soy parte del régimen soviético ni parte de la democracia rusa, sino de esta gente. Estaba seguro de que, en primer lugar, no me creerían. Y, en segundo lugar, para el círculo al que considero pertenecer, esto significaría que todo lo que las personas, a las que respetamos, nos han dicho hasta ahora sobre las cifras, no es cierto.
Así que dejé todos mis cálculos a un lado durante mucho tiempo. Luego (años después) parecía que ya se podía publicar, pero no había tiempo. Así que lo dejamos.
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El segundo ejemplo es reciente.
En 1992, de mayo a octubre, mis colegas y yo fuimos como expertos en el caso del PCUS ante el Tribunal Constitucional. En esa ocasión los archivos nos revelaron muchos materiales, muchos conjuntos de documentos diferentes. Naturalmente, hicimos muchos extractos y copiamos algunas cosas.
Entre otras cosas, encontré correspondencia sobre la siguiente historia: julio de 1945, en el este de Polonia las tropas están llevando a cabo una denominada operación militar, peinando un enorme bosque y deteniendo a siete mil personas. Estas siete mil personas son identificadas durante 2-3 semanas, la mayor parte es liberada y unas 600 personas quedan atrás. Los abandonan porque, desde el punto de vista de SMERSH (СМЕРШ en abreviatura de SMERt SHpiónam, СМЕРть Шпионам, 'Muerte a los espías') son obviamente soldados “akovitas” (Armia Krajowa, Ejército Nacional polaco). Además, de hecho, los documentos en cuestión son correspondencia en la que participan Beria y Abakumov... aparece el general Gorgonov, enviado especialmente desde Moscú (que luego se convertiría en el jefe del MGB de Moscú) para su liquidación. La correspondencia dice directamente: liquidar tal o cual batallón, impedir fugas de tal o cual manera. No hay orden directa de disparar, pero es obvio que estas personas fueron asesinadas.
Y así, en el otoño de 1992, mis colegas y yo comenzamos a pensar en qué deberíamos hacer con este conocimiento nuestro. Y no nos preocupaba el punto de vista de los ex presos (como a mí en el caso de las estadísticas): este es un caso completamente diferente. Estábamos preocupados por las increíblemente problemáticas relaciones ruso-polacas. Como no podíamos empezar a tratar el asunto de Katyn, la Fiscalía Militar Principal inició una investigación sobre el caso Katyn. Todavía no ha llegado a nada , y aquí lanzamos otro caso de asesinato extrajudicial de 600 personas, en plana guerra y en medio de las relaciones ruso-polacas, es decir, como un segundo Katyn.
Han pasado 18 años. Estos documentos permanecieron allí durante 18 años. Y en 2010, mi amigo, con quien trabajamos juntos en ese grupo de expertos, Nikita Petrov, que una vez descubrió estos documentos, decidió que ahora era normal hablar de ello. Volvimos a consultar y publicó esta historia en su libro y en Novaya Gazeta.
En Polonia hubo una conmoción inimaginable, porque allí hay una sociedad que lleva muchos años buscando a estas personas. Entendieron que los habían matado. Simplemente no estaban absolutamente convencidos de ello y luego pareció que aparecieron pruebas. Pero aún así seguimos pensando en cómo presentarlo de tal manera que fuera lo menos doloroso posible para la conciencia polaca. Las relaciones polaco-rusas son un tema delicado, no sólo en el sentido de las relaciones entre Estados. Nikita Petrov concedió primero una larga entrevista a Gazeta Wyborcza, luego los documentos se difundieron ampliamente… Ahora se ha desarrollado cierto escándalo. Algunos de nuestros conciudadanos ya han realizado un estudio completo, diciendo que Memorial miente, que han encontrado documentos en 1992… De hecho, se los entregaron recientemente. Los motiva el hecho de que los investigadores recibieron premios polacos y, por supuesto, no podrían haber mantenido el hallazgo en secreto durante tanto tiempo. Y ahora lo están publicando, lo que significa que ya lo han recibido y significa que Memorial tiene un "topo" en el FSB. Esto es una tontería.
Te di dos ejemplos, pero puedo darte una docena y media. Siendo absolutamente independiente en la investigación, en la búsqueda, en la preparación, en una serie de puntos, un historiador no puede evitar mirar atrás antes de hacer público algo doloroso. Y el historiador tiene que pensar no sólo en qué decir, sino también en cuándo decirlo y cuándo permanecer en silencio. Quizás esto esté mal.
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En palabras del presidente del Memorial, “parece que han aparecido pruebas” de la subjetividad de la investigación social. Cuyos resultados son agitados por los elocuentes denunciantes del “Estado totalitario”
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[1] - 19 de mayo de 2010, en una reunión del Consejo para la Promoción del Desarrollo de las Instituciones de la Sociedad Civil [enlace]
[2] - 12 de noviembre de 2009 en un mensaje a la Asamblea Federal [enlace]
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