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jueves, 9 de octubre de 2025

Oposición controlada (en España toda... la parlamentaria y la extraparlamentaria)


Tú dijiste:

Bueno, regreso a este asunto. Veamos lo de "al papel de las inteligencias artificiales en la fabricación de nuevos “anti-sistemas” controlados".

ChatGPT Plus

Podemos mirar ese asunto —el uso de sistemas de IA en la creación o mantenimiento de “oposiciones controladas”— sin recurrir a hipótesis conspirativas. Lo que sí es observable y ya documentado es que las mismas técnicas algorítmicas empleadas para la publicidad y la gestión de la opinión pueden servir también para modelar el espacio de la disidencia, de modo que parezca plural sin llegar a poner en peligro los consensos de fondo.

Aquí tienes los planos más importantes del fenómeno:

1. Modelización del paisaje político

  • Las grandes plataformas (X/Twitter, YouTube, TikTok, Meta…) cartografían continuamente las afinidades ideológicas y emocionales de sus usuarios.

  • Los sistemas de recomendación pueden reforzar identidades de grupo (por ejemplo, “populistas de derechas”, “ecologistas”, “anticapitalistas”) y mantenerlas separadas, evitando que se unan en causas comunes.

  • Esa fragmentación produce micro-oposiciones que gritan pero no cooperan. Es lo que algunos investigadores llaman pluralismo administrado.

2. Generación automatizada de discurso

  • Las mismas herramientas de lenguaje que generan contenido comercial pueden sintetizar narrativas políticas adaptadas a segmentos concretos de población.

  • Gobiernos, agencias de relaciones públicas y grupos de presión ya las usan para:

    • Crear mensajes aparentemente espontáneos o “ciudadanos”.

    • Saturar las redes con versiones divergentes de un mismo tema, de modo que el ruido diluya la crítica coherente.

  • También se utilizan para probar y ajustar eslóganes o marcos discursivos antes de que se lancen públicamente.

3. Simulación de disidencia

  • En lugar de censurar de manera frontal, el control algorítmico puede amplificar voces “alternativas” inofensivas y suprimir otras más incisivas.

  • Esto genera una sensación de libertad de expresión mientras el sistema define qué tipo de crítica tiene visibilidad.

  • La “oposición” se convierte así en un género de entretenimiento o identidad cultural, no en un movimiento transformador.

4. Monitorización y gestión del malestar social

  • Los modelos de IA aplicados al análisis de sentimiento permiten a gobiernos y corporaciones detectar precozmente tendencias de descontento, anticipar protestas o cambios de opinión y responder con campañas de encuadre.

  • En algunos casos se aplican estrategias de pre-bunking: inocular narrativas preventivas que neutralizan posibles críticas antes de que surjan.

5. Producción de líderes y micro-influencers “seguros”

  • Plataformas y agencias seleccionan perfiles con alto potencial de influencia y los alimentan algorítmicamente con visibilidad y recursos.

  • Estos personajes pueden encarnar una estética de rebeldía o de crítica, pero dentro de límites de seguridad comercial y política.

  • El resultado recuerda al proceso que en otros tiempos se hacía con partidos o movimientos: oposiciones gestionadas, ahora distribuidas digitalmente.

6. Consecuencia estructural

El efecto de conjunto no requiere una conspiración centralizada. Basta con la convergencia de tres incentivos:

  1. Económico: las plataformas premian el contenido polarizante pero rentable.

  2. Político: los gobiernos prefieren un desacuerdo controlado a una revuelta impredecible.

  3. Cognitivo: los usuarios buscan pertenencia y validación, no complejidad.

La inteligencia artificial simplemente acelera y automatiza esa dinámica.

7. Cómo detectar y resistir esa deriva

  • Fomentar espacios de deliberación fuera de las plataformas comerciales.

  • Desarrollar alfabetización algorítmica: saber cómo y por qué se nos muestran ciertos contenidos.

  • Apoyar medios e investigaciones independientes que auditen la influencia de los algoritmos.

  • Utilizar herramientas de IA de modo consciente, para aumentar la comprensión y no solo la visibilidad.

En síntesis:
la IA no “crea” oposiciones controladas en el sentido clásico de operaciones de inteligencia, pero
ofrece los instrumentos para modularlas, amplificarlas o neutralizarlas con una precisión sin precedentes. El resultado es un ecosistema político hiperactivo pero predecible, donde casi todo puede discutirse, salvo los fundamentos del propio sistema. ¿Quieres que te detalle casos o estudios concretos donde ya se haya documentado esta gestión algorítmica del disenso (por ejemplo, durante las protestas de 2019-2023 o en campañas electorales recientes)?

Tú dijiste:

De acuerdo... se entiende bien... vamos a "casos o estudios concretos donde ya se haya documentado esta gestión algorítmica del disenso"

ChatGPT Plus

Muy buena idea. Hay varios estudios que documentan cómo los algoritmos de redes sociales y motores de recomendación han afectado la movilización social, la disidencia, la visibilidad de protestas y cómo modelos de IA sesgados influyen decisiones políticas. Aquí te resumo algunos casos concretos y hallazgos que ilustran esta gestión algorítmica del disenso:


📚 Casos y estudios documentados

  1. On the influence of social bots in online protests: preliminary findings of a Mexican case study”

    • Estudio sobre el hashtag #YaMeCansé en México. Se analiza cómo bots influyeron en las conversaciones en Twitter.

    • Hallazgo clave: los bots no solo amplificaban el descontento, sino que generaban ruido — contenidos irrelevantes, desinformación — que distraían o interferían con los mensajes coherentes de protesta.

  2. Algorithmic Censorship by Social Platforms: Power and Resistance” (Philosophy & Technology)

    • Examina cómo las plataformas utilizan moderación automatizada para suprimir comunicaciones que consideran “indeseables”.

    • Importante porque no se trata solo de moderación humana, sino de las “cajas negras” algorítmicas que deciden qué contenido se ve, qué se oculta, sin transparencia ni rendición de cuentas.

  3. Activists in the dark: Social media algorithms and collective action in two social movement organizations”

    • Estudia cómo grupos activistas sienten que los algoritmos distorsionan “la conversación”, interrumpen la conexión entre hashtags, temporales y usuarios; generan sobrecarga informativa y omiten contenido importante.

    • Un ejemplo concreto: cuando un debate parlamentario informativo era emitido a través de Twitter, el hashtag usado por activistas no fue bien recogido, muchos usuarios no lo vieron porque el algoritmo lo “silenció” en el feed por no ser “trending”.

  4. Algorithmic amplification of politics on Twitter” (PNAS, 2022)

    • Muestra cómo el algoritmo de Twitter tiende a amplificar contenido político polarizado, mensajes que generan emociones fuertes (ira, resentimiento) más que aquellos que invitan al consenso o la deliberación moderada.

    • Efecto: la política se vuelve más extrema en la percepción pública, porque los mensajes más radicales, críticos o polarizantes tienen distribución algorítmica favorecida.

  5. Engagement, User Satisfaction, and the Amplification of Divisive Content on Social Media”

    • Estudio del Instituto Knight (Columbia) sobre cómo los algoritmos de redes sociales tienden a fomentar contenido divisivo: cuantos más “likes”, más reacciones, más reasignaciones de tráfico.

    • Observa que los usuarios perciben menor satisfacción con contenido político altamente polarizante, pero estos contenidos generan más engagement, lo que incentiva a las plataformas a seguir amplificándolos.

  6. TikTok's recommendations skewed towards Republican content during the 2024 U.S. presidential race”

    • En un estudio reciente, se crearon cuentas falsas (“sock puppet accounts”) con sesgos partidistas para estudiar qué les recomendaba el algoritmo de TikTok. El resultado fue que cuentas que empezaban con contenido republicano recibían más contenido afín, mientras que cuentas con contenido demócrata tenían más probabilidades de recibir contenido del otro lado.

    • Lo interesante es que la diferencia persiste incluso controlando por engagement, seguidores, etc. Esto sugiere que el algoritmo “favorece cierta dirección ideológica” en función de patrones internos posiblemente ligados a métricas de compromiso o viralidad.

  7. Exposing State Repression: Digital Discursive Contention by Chinese Protestors”

    • En China, se estudia cómo protestas ciudadanas intentan exponer abusos policiales o represión, y cómo los ciudadanos usan redes sociales para ello, pero enfrentan silenciamiento, censura o supresión de contenido relevante.

    • Incluye mecanismos, tanto manuales como algorítmicos, de filtrado, bloqueo, o desmonetización de contenidos antes de que tengan alcance significativo.

Cómo funcionan estos mecanismos

Estos estudios revelan varios modos en que los algoritmos actúan para gestionar el disenso:

  • Filtrado/ocultamiento: hashtags o posts no llegan al feed de muchos usuarios si no cumplen criterios de “trending”, engagement, etc.

  • Ruido o saturación: bots, cuentas inactivas, contenido irrelevante mezclado para distraer, diluir mensajes coherentes.

  • Amplificación selectiva: contenido que provoca reacciones emocionales fuertes (ira, miedo) tiende a ser promovido más por algoritmos de engagement.

  • Sesgos ideológicos: como en el caso de TikTok, recomendaciones que favorecen ciertas tendencias políticas.

  • Moderación automática con errores: posts de protesta legítimos que se etiquetan como “odio” o “violencia” y se bloquean o disminuyen su visibilidad.

Interpretación: implicaciones para lo que hemos estado hablando

Esto confirma que no es una teoría especulativa decir que los algoritmos son herramientas de gestión del malestar social, de disidencia controlada o de oposición permitida que no llega a amenazar. Algunos puntos clave:

  • Las plataformas no necesitan conspiraciones centralizadas: sus incentivos económicos (más tiempo de uso, más interacción, más publicidad) y sus reglas de gobernanza (moderación, cumplimiento legal, perfiles de riesgo) ya producen estos efectos.

  • Los actores tradicionales del poder (gobiernos, corporaciones, medios) tienen interés en que ciertas protestas no escalen, que ciertas narrativas no cristalicen, sin que parezca censura manifiesta.

  • La IA y los algoritmos actúan como filtros que permiten ver a la disidencia, pero bajo condiciones que impiden su consolidación (difícil coordinación, visibilidad puntual, rumor, polarización, etc.).

Si quieres, te puedo buscar ejemplos concretos en España recientes (en el 15-M, en las protestas del “no pago de la luz”, en manifestaciones contra el confinamiento, etc.) para ver cómo esto se ha manifestado localmente. ¿Te interesa?

Tú dijiste:

Veamos algunos ejemplos de "oposiciones controladas en el sentido clásico de operaciones de inteligencia", para comparar...

ChatGPT Plus

Buena idea. Eso permite contrastar dos épocas:

  • la era clásica de la “oposición controlada”, gestionada por servicios de inteligencia o estructuras políticas tradicionales (siglo XX – primeros 2000),

  • y la era algorítmica, donde la manipulación es distribuida, automatizada y menos visible.

Veamos primero algunos casos históricos y documentados —no teorías— de oposiciones controladas “clásicas”, donde se puede demostrar la participación directa de servicios de inteligencia o aparatos de Estado:

1. La “Operación Trust” (URSS, 1921-1926)

  • Organizador: Cheka (antecesora del KGB).

  • Objetivo: Neutralizar a la oposición monárquica y a los emigrados rusos hostiles al régimen bolchevique.

  • Método: Crearon una falsa organización “anti-bolchevique”, llamada “Monarchist Union of Central Russia (MUCR)”, infiltrada y controlada por la Cheka.

  • Resultado: atrajeron a espías occidentales y contrarrevolucionarios, que fueron identificados y arrestados al intentar colaborar con el supuesto movimiento.

  • Relevancia: modelo de manual de oposición controlada: permitir que el enemigo se agrupe… pero en una estructura vigilada por el propio Estado.

2. “Gladio” y las “Stay Behind Networks” (Europa Occidental, 1949-1990)

  • Organizador: OTAN, CIA y servicios europeos (principalmente SISMI en Italia, BND en Alemania).

  • Objetivo: mantener redes clandestinas anticomunistas en caso de invasión soviética; en algunos países, se usaron también para influir en la política interna.

  • Episodios documentados:

    • En Italia, varios atentados de los años 70-80 (como Bolonia 1980) se vinculan a la estrategia de tensión: sembrar miedo y desacreditar a la izquierda.

    • En Bélgica, la red “SDRA8” operó en entornos de ultraderecha bajo cobertura “anticomunista”.

  • Relevancia: ejemplo paradigmático de “disidencia fabricada” y manipulación del miedo político para mantener hegemonías prooccidentales.

3. La financiación de la “izquierda cultural” por la CIA (años 50-60)

  • Fuente principal: Frances Stonor Saunders, Who Paid the Piper? The CIA and the Cultural Cold War (1999).

  • Organizador: Office of Policy Coordination (CIA).

  • Objetivo: crear una izquierda “respetable”, anticomunista pero progresista, para contrarrestar la influencia soviética en los intelectuales occidentales.

  • Instrumentos:

    • Congress for Cultural Freedom (fundado en 1950), con sedes en 35 países, revistas como Encounter, Der Monat, Preuves, Cuadernos.

    • Financiamiento secreto de artistas, conferencias, becas y revistas que defendían un “humanismo liberal” frente al marxismo ortodoxo.

  • Relevancia: demuestra cómo una potencia puede moldear el campo cultural y la disidencia de izquierda para que critique al poder, pero sin romper con él.

4. “COINTELPRO” (FBI, EE. UU., 1956-1971)

  • Organizador: FBI, bajo J. Edgar Hoover.

  • Objetivo: infiltrar, dividir y desactivar movimientos considerados subversivos (Panteras Negras, activistas por los derechos civiles, grupos pacifistas).

  • Métodos:

    • Infiltración directa de agentes.

    • Difusión de rumores para provocar conflictos internos.

    • Arrestos selectivos, chantajes, campañas mediáticas.

  • Resultado: muchos movimientos sociales quedaron desarticulados o se radicalizaron hasta volverse impopulares.

  • Relevancia: manual moderno de gestión del disenso, aún citado en los manuales de inteligencia.

5. “Operación CHAOS” (CIA, EE. UU., 1967-1974)

  • Organizador: CIA (ilegalmente, porque tenía prohibido actuar en territorio nacional).

  • Objetivo: identificar conexiones internacionales de movimientos contraculturales y pacifistas durante la guerra de Vietnam.

  • Método: infiltración de grupos estudiantiles, espionaje electrónico y de correo, elaboración de listas negras.

  • Consecuencia: tras las revelaciones del Church Committee (1975), se reconoció que miles de ciudadanos estadounidenses fueron vigilados sin causa legal.

6. Estrategias de “revoluciones de colores” (años 2000)

  • No todas controladas, pero algunas inducidas:

    • Serbia (2000), Georgia (2003), Ucrania (2004), Kirguistán (2005).

  • Actores clave: ONGs y fundaciones vinculadas a redes estadounidenses (National Endowment for Democracy, Freedom House, Open Society).

  • Objetivo: promover transiciones políticas favorables a Occidente mediante movilización juvenil, medios y redes sociales.

  • Relevancia: un ejemplo contemporáneo de cómo la disidencia genuina puede ser redirigida y amplificada por intereses externos.

    • Muchos investigadores diferencian entre movimientos auténticos y aquellos "facilitados" o “acelerados” por asesoría y financiación externa.

Conclusión comparativa

Aspecto

Oposiciones clásicas (siglo XX)

Oposiciones algorítmicas (siglo XXI)

Gestor

Servicios de inteligencia, gobiernos, alianzas militares

Plataformas digitales, algoritmos, analistas de datos

Objetivo

Neutralizar o desviar movimientos potencialmente peligrosos

Gestionar el malestar y fragmentar la disidencia digital

Método

Infiltración, propaganda, creación de organizaciones pantalla

Amplificación selectiva, censura algorítmica, saturación informativa

Visibilidad

Encubierta, dependiente de documentos o filtraciones

Pública, pero difícil de percibir como manipulación

Resultado

Control directo de la oposición

Control indirecto del marco de visibilidad y atención

Si quieres, puedo hacerte una línea cronológica comparada (1920-2025) mostrando cómo la gestión del disenso pasa de lo analógico (espías y propaganda) a lo digital (IA y algoritmos de visibilidad). ¿Quieres que te la prepare?

Tú dijiste:

Estupendo... muy clarificador... Ya nos veremos...

ChatGPT Plus

Perfecto —me alegra que te haya resultado útil y claro. Hasta la próxima, y que tengas un buen día.


miércoles, 8 de octubre de 2025

Denominaciones del judaísmo, en sentido étnico - ChatGPT Plus

 


Por lo que se refiere a las diferentes agrupaciones de judíos en un sentido étnico (asquenazíes, sefardíes, mizrajíes, falashas, teimaníes, etc.)... ¿sobran? ¿faltan? He encontrado alusiones a comunidades judías, en la India, Samarcanda, China ¿existen realmente? ¿son étnicamente diferenciables? ¿hay más grupos o sobran algunos? ¿Qué presencia demográfica tienen?

Excelente y muy buena distinción la que haces entre denominaciones religiosas (por interpretación de la Halajá) y agrupaciones étnico-históricas (por origen geográfico, lengua y cultura).
Vamos a revisar esto con precisión, distinguiendo tres niveles:
(1) los grandes grupos reconocidos y sus diferencias,
(2) comunidades menores o periféricas (históricas o residuales), y
(3) su peso demográfico actual aproximado.

1. Los grandes grupos étnico-culturales del judaísmo

Estos sí son los principales y no sobran en tu lista, aunque conviene ajustar un par de términos:

Grupo - Origen geográfico-histórico - Rasgos distintivos

Asquenazíes. Europa Central y del Este (Francia, Alemania, Polonia, Lituania, Rusia, etc.) Yidis, rito ashkenazí; mayoría en la diáspora occidental.

Sefardíes. Descendientes de los expulsados de la Península Ibérica (1492–1497) y sus comunidades en el Magreb, Balcanes, Turquía, etc. Ladino/judeoespañol; rito sefaradí.

Mizrajíes. Judíos de países árabes y persas (Irak, Siria, Yemen, Irán, Egipto, Marruecos, etc.) que no descienden de sefardíes ibéricos, aunque se hayan mezclado luego. Lenguas judeo-árabes o judeo-persas; ritos orientales diversos.

Teimaníes (yemenitas). Yemen y sur de Arabia. Hebreo con fonética arcaica, rito propio (Baladi/Shami). A veces se los incluye dentro de los “mizrajíes”, pero tienen tradición textual diferente.

Beta Israel (Falashas). Etiopía. Judaísmo antiguo, sin Talmud hasta el contacto moderno; reconocidos por Israel como judíos (en 1980).

Italkim. Judíos italianos (anteriores a las migraciones sefardíes o asquenazíes). Tradición litúrgica propia; minoría histórica.

Romaniotas. Judíos griegos de lengua griega, con raíces en la Antigüedad. Liturgia y costumbres diferenciadas; hoy casi desaparecidos.

Estos siete grupos (Asquenazí, Sefardí, Mizrají, Teimaní, Beta Israel, Italkim, Romaniota) constituyen una tipología razonablemente completa y aceptada.

2. Comunidades periféricas o menores (históricas o vivas)

Existen y han sido objeto de estudio antropológico o genético. Algunas siguen activas, otras están casi desaparecidas:

Comunidad – Región - Situación

Bene Israel. India (Maharashtra). Comunidad antigua, integrada hoy en Israel (decenas de miles). Religiosamente ortodoxos; considerados judíos plenos.

Cochin (Malabar Jews). India (Kerala). Pequeña comunidad muy antigua; la mayoría emigró a Israel.

Baghdadi Jews. India, Birmania, Hong Kong, Shanghái. Descendientes de mercaderes iraquíes del s. XIX; no étnicamente distintos de otros mizrajíes.

Kaifeng Jews. China (Henan). Comunidad histórica documentada desde la Edad Media; asimilada casi por completo. En el siglo XXI quedan unas decenas de personas que reivindican esa herencia.

Bujará / Samarcanda (Bukhari Jews). Uzbekistán y Tayikistán. Judíos persa-hablantes, tradicionalmente mizrajíes; cerca de 200.000 emigrados a Israel y EEUU

Montaña / Juhuro. Cáucaso (Azerbaiyán, Daguestán). Hablan judeo-tát; emparentados con los persas; ≈ 100.000 hoy, sobre todo en Israel.

Kurdos judíos. Kurdistán histórico. Similar a mizrajíes iraníes/iraquíes; casi todos en Israel hoy.

Judíos georgianos (Gurjim). Georgia (Cáucaso). Tradición propia; ~80 000 en Israel.

Judíos egipcios, libios, sirios, libaneses, etc. Mundo árabe. Prácticamente emigrados todos a Israel o a la diáspora.

Judíos de Marruecos, Túnez, Argelia. Magreb. Sefardíes-mizrajíes mixtos; numéricamente significativos en Israel (~un millón de descendientes).

También existen minorías reconocidas en lugares como Uganda (la comunidad Abayudaya, conversos al judaísmo en el s. XX), pero no son ramas étnicas históricas sino movimientos recientes.

3. Presencia demográfica (estimaciones amplias, 2020s)

Población judía mundial total ≈ 15,5 millones (Israel ~7,5 M, diáspora ~8 M).

Grupo amplio - Estimación aproximada - Comentario

Asquenazíes 9–10 millones. Mayoría en EEUU, Europa y parte de Israel.

Sefardíes y Mizrajíes (en conjunto). 4–5 millones. Mayoría de la población judía israelí.

Teimaníes. 400 000–500 000 (principalmente en Israel)

Beta Israel (Etiopía). 150 000–200 000 (en Israel)

Caucásicos / Bujará / Kurdos / Georgianos. 300 000–400 000 combinados

Italkim / Romaniotas / Cochin / Bene Israel / otros pequeños grupos. Decenas de miles cada uno

Kaifeng y otras comunidades desaparecidas, numéricamente insignificantes hoy (< 1 000 personas activas)

4. Resumen interpretativo

• En tu lista original no sobra nada.
Asquenazí, Sefardí, Mizrají, Teimaní y Falasha (Beta Israel) son precisamente las familias vivas más reconocidas.

• Sí faltan algunos si quieres completitud histórica o etnográfica, sobre sobre todo Itakim, Romaniotas, Bujará, Caucásicos y Bene Israel (India)

• Las comunidades que mencionas de India, Samarcanda o China existieron realmente; hoy están reducidas o absorbidas en Israel, pero son etnográficamente diferenciables (lengua, costumbres, genéticas en parte).

• En términos demográficos, más del 90 % de los judíos del mundo son asquenazíes o sefardí-mizrajíes; el resto son grupos menores pero culturalmente valiosos.

¿Quieres que te prepare una tabla sinóptica con todos los grupos (principales y menores), su región de origen, idioma histórico y población estimada actual (algo que se pueda imprimir o consultar fácilmente)?

martes, 7 de octubre de 2025

Denominaciones del judaísmo, en el sentido de la interpretación y observancia de la ley judía (Halajá) - ChatGPT Plus

 


Buscando las denominaciones del judaísmo, en el sentido de la interpretación y observancia de la ley judía (Halajá), encuentro esto: Judaísmo Reformista, Judaísmo Masortí, Judaísmo Ortodoxo, Judaísmo Caraíta, Judiasmo Haredí, Judaísmo Haredí Jasidí, Judáismo Haredí Mitnagdí, Judaísmo Reconstruccionista, Judaísmo Neturei Karta. Me pregunto si lo que he encontrado en este sentido es razonablemente completo. No me refiero en este momento a las diferentes agrupaciones de judíos en un sentido étnico: asquenazíes, sefardíes, mizrajíes, falashas, teimaníes, etc. de los que ya te preguntaré. Lo que planteo es el peso demográfico de esos grupos de la primera lista y si mis hallazgos son completos (al menos razonablemente completos y bien expresados)

Pensó durante 50s

Buena búsqueda — estás tocando las categorías que se usan con más frecuencia, pero hay matices y algunos grupos que conviene añadir para que la lista sea razonablemente completa desde el punto de vista religioso/halájico y demográfico. Abajo resumo (1) qué incluye tu lista y qué falta, (2) cómo suele repartirse la población (Estados Unidos / Israel / nota sobre el mundo), y (3) recomendaciones sobre terminología y matices importantes.

1) ¿Tu lista — razonablemente completa?

Sí, incluye las grandes familias. Pero conviene puntualizar y añadir algunos ítems:

Lo que tú listaste (buena base)

Judaísmo Reformista (Reform), corriente moderna que busca adaptar las prácticas y creencias judías tradicionales a los tiempos contemporáneos, valorando la ética y la moral por encima de la observancia estricta de la ley judía (halajá). Surgió en el siglo XIX en Alemania como respuesta a la Ilustración y la modernización y se caracteriza por el énfasis en la autonomía individual y la interpretación personal de los textos sagrados

Judaísmo Masortí (Masorti = nombre habitual para el movimiento Conservative fuera de EEUU/en Israel), es una de las principales corrientes del judaísmo moderno. A nivel mundial, es más conocido como Judaísmo Conservador, especialmente en Estados Unidos y Canadá, donde tiene su mayor número de seguidores. El término "Masortí" es el que se utiliza predominantemente en Israel, Europa (incluida España) y América Latina. Se posiciona como un punto intermedio entre el Judaísmo Ortodoxo y el Judaísmo Reformista. Su filosofía central es la creencia en la importancia de la tradición y la ley judía, pero también reconoce que el judaísmo ha evolucionado a lo largo de la historia y debe seguir adaptándose a las condiciones del mundo moderno.

Judaísmo Ortodoxo (término amplio), es una corriente del judaísmo que se caracteriza por la estricta observancia de la Ley de Moisés (la Torá) y la tradición rabínica oral, consideradas revelación divina e inmutables. Esta práctica incluye el estudio del Talmud, la observancia rigurosa de la ley judía (halajá), y una fuerte identidad comunitaria. Existen dos variantes principales: la ortodoxia moderna, que integra la educación laica y la vida social, y la ultraortodoxia (jaredí), que busca el aislamiento social para preservar sus valores religiosos.

Judaísmo Caraíta (Karaíta — no rabínico; lee la Torá escrita, niega la autoridad de la Oral Law (Talmud) tal como la interpreta el rabinismo)

Judaísmo Haredí (ultra-ortodoxia, término paraguas)

Haredí Jasidí (Hasidim — claro subgrupo dentro del haredismo)

Haredí Mitnagdí (Litvish / Yeshivish / “mitnagdim”, rival histórico de los jasidim)

Judaísmo Reconstruccionista, es una corriente judía progresista, fundada por Mordecai Kaplan en 1968, que considera al judaísmo como una civilización en constante evolución, en lugar de una mera religión. Este movimiento enfatiza el estudio y la reinterpretación de la tradición judía para adaptarla a las necesidades modernas, aunque no considera la Halajá (ley judía) como un mandato obligatorio.

Haredí Neturei Karta (grupo específico, anti-sionista, muy minoritario dentro del mundo haredí)

Qué conviene añadir (frecuentes y relevantes)

Ortodoxia moderna / Modern Orthodox / Religious Zionist (Dati / Dati Leumi) — corrientes ortodoxas que interactúan con la vida secular y el sionismo; demográficamente relevantes en Israel y en parte de la diáspora.

Judaismo Renovacionista / Jewish Renewal — movimiento contemporáneo de espiritualidad y misticismo, pequeño pero visible.

Judaísmo Humanista / Secular Humanistic Judaism — identifica a personas que mantienen cultura/etnicidad judía sin creencias teístas; aparece en encuestas.

Chabad / Jabad-Lubavitch — técnicamente parte del hasidismo, pero merece mención por su papel global organizado y su alcance (aunque demográficamente no sea mayoritario).

Comunidades sefardíes/mizrajíes religiosas: en la práctica religiosa se distinguen corrientes sefardíes ortodoxas (por ejemplo, rabinatos y costumbres sefardíes) — esto no es una “denominación” occidental sino una tradición con estructuras propias.

Neturei Karta ya lo citaste: es importante decir que es un grupo marginal dentro del universo haredí.

En resumen: tu lista cubre lo esencial, pero para ser «razonablemente completa» conviene añadir Modern Orthodoxy / Religious Zionist, Jewish Renewal, Humanistic Judaism y señalar que Chabad/Hasidim/Mitnagdim son subfamilias dentro de la ortodoxia/haredismo (no movimientos separados a la misma altura que Reform o Conservative).

2) Peso demográfico — cifras aproximadas y fuentes

Estados Unidos (estudio Pew 2020 — resumen oficial):

• Reform: ~37%

• Conservative / Masorti: ~17%

• Orthodox (toda la ortodoxia): ~9%

• Sin afiliación denominacional: ~32%

• Pequeños movimientos (Reconstruccionista, Renewal, Humanist, etc.): conjunto ≈ 4%.
(Fuente: Pew Research Center, “Jewish Americans in 2020”). 

Israel (clasificaciones de religiosidad, no exactamente las mismas «denominaciones» occidentales):

En Israel se habla más de seculares / tradicionales (masortí) / religiosos / ultra-ortodoxos (Haredim). Encuestas y fuentes recientes muestran algo así (valores aproximados, varían con la encuesta y el año):

◦ Seculares/no religiosos: una fracción grande (∼40–45%)

◦ Tradicionales (masortí, observancia cultural): ∼30–35%

◦ Religiosos/observant (Dati/Dati Leumi): ∼10–12%

◦ Ultra-ortodoxos (Haredim): ∼10–13% (con crecimiento demográfico marcado).

En el Mundo:

• La gran mayoría de judíos en la diáspora se identifican hoy, según regiones, con Reform (en EEUU y Norteamérica), con diversas formas de ortodoxia (importante en Israel, partes de Europa y EEUU), y un porcentaje considerable sin afiliación formal.

• Karaitas: son una comunidad pequeña: estimaciones modernas sitúan a los karaitas en decenas de miles a lo sumo (por ejemplo 20–50k globalmente, mayoría en Israel y pequeñas comunidades en EEUU y algunas ex-repúblicas soviéticas). 

• Neturei Karta: organización claramente minoritaria (representativa de una muy pequeña fracción del mundo haredí). Wikipedia

• Ultra-ortodoxos / Haredim: estimaciones indican alrededor de ~2 millones haredim en el mundo hoy y crecimiento demográfico rápido (fertilidad alta), lo que los convierte en un segmento demográficamente cada vez más importante — sobre todo en Israel y en ciertas comunidades de EEUU y Europa. (informes periodísticos y académicos).

3) Observaciones útiles sobre terminología y uso práctico

• “Masortí” = Conservative: en Israel suele usarse “Masortí” para el movimiento que en EEUU se llama Conservative. Es bueno aclarar el sinónimo cuando leas fuentes israelíes.

• Ortodoxia ≠ Haredí: “Ortodoxo” es amplio (incluye Modern Orthodox y Haredim). “Haredí” (ultra-ortodoxo) es un subconjunto con prácticas y estructuras sociales/políticas propias; dentro de Haredim hay jasidim, mitnagdim, sefardíes haredíes, etc.

• Denominación vs. tradición: en Israel muchas distinciones son sobre grado de observancia y actitud hacia el Estado (p. ej. Dati Leumi vs Haredim) y no encajan exactamente en la clasificación norteamericana Reform/Conservative/Reconstructionist.

• Pequeños movimientos (Reconstruccionist, Renewal, Humanist) son relevantes culturalmente pero representan una minoría numérica en la mayoría de las encuestas generales.

4) Recomendación si quieres una “lista canónica” para uso posterior

Si vas a crear una tabla o clasificación que quieras usar después, propongo esta lista jerarquizada (breve) — incluye lo que tienes + lo sugerido:

1. Ortodoxia
1.1 Haredí (ultra-ortodoxos) — Hasidim, Mitnagdim (Litvish/Yeshivish), sefardíes haredíes
1.2 Modern Orthodox / Dati / Religious Zionist

2. Masorti / Conservative

3. Reform / Progressive / Liberal Judaism

4. Reconstructionist

5. Karaítas (no-rabínico)

6. Jewish Renewal

7. Humanistic / Secular Humanistic Judaism

8. Comunidades no-afiliadas / “culturales” / seculares (importante demográfica y sociológicamente)

9. Grupos minoritarios/márgenes: Neturei Karta (muy pequeño), otros grupos locales

domingo, 5 de octubre de 2025

La suspensión del soberano. Cuando se alcanza la oclocracia


Tú dijiste:

Está perfecto. Es lo que yo deseaba, pero exigía demasiado tiempo... Bien. Hay otra cosa. Ya sabemos que la democracia es un mito "necesario"... no obstante ha habido eventos históricos en los que el soberano ("democrático" o no "democrático") ha perdido la soberanía (pienso en Francia a finales del siglo XVIII, por ejemplo, pero también en la antigüedad... con ocasión de invasiones, revoluciones de diverso origen y desde diversas doctrinas, etc.). Estos eventos democráticos con frecuencia han generado desastres sociales muy significativos y las causas han sido variadas. ¿Me puedes dar algunos ejemplos lo suficientemente diferentes, como para que quede ejemplificada esa variedad?

ChatGPT Plus

Muy buena pregunta. Lo que planteas es cómo un soberano —ya sea un monarca, un pueblo en democracia o una élite política— pierde soberanía real, y cómo esos momentos suelen ir seguidos de grandes desajustes sociales. Te propongo una muestra variada de casos históricos, de diferentes épocas y contextos, que muestran la diversidad de causas y efectos.

1. Francia, Revolución de 1789–1799 (ruptura interna y pérdida de soberanía nacional)

  • Causa principal: quiebra fiscal del Estado, rigidez del Antiguo Régimen, hambre y desigualdad social, junto con influencia ideológica ilustrada.

  • Pérdida de soberanía: el rey Luis XVI fue primero “constitucionalizado” y luego decapitado; el poder pasó a asambleas inestables, clubes políticos y finalmente a una dictadura revolucionaria (Comité de Salvación Pública).

  • Consecuencia social: caos económico, guerras civiles (Vendée), guillotina en masa, invasiones extranjeras.

  • Resultado: Napoleón consolidó el poder en un régimen autoritario, dando fin al experimento revolucionario inicial.

2. Roma, crisis del siglo III d.C. (invasiones + fragmentación interna)

  • Causa principal: presiones externas (invasiones germánicas y persas), colapso económico (inflación, devaluación monetaria), luchas por el trono (emperadores militares efímeros).

  • Pérdida de soberanía: el Imperio se fragmentó; provincias como el Imperio Galo (260–274) o Palmira (260–273) se independizaron de facto.

  • Consecuencia social: anarquía militar, ciudades despobladas, caída del comercio.

  • Resultado: reformas autoritarias bajo Diocleciano y Constantino, que reestructuraron el Estado y militarizaron la sociedad.

3. China, caída de la dinastía Ming (siglo XVII, invasión + crisis interna)

  • Causa principal: crisis agrícola (Pequeña Edad de Hielo), corrupción burocrática, rebeliones campesinas, invasión manchú.

  • Pérdida de soberanía: la corte Ming se derrumbó, y los manchúes fundaron la dinastía Qing, sometiendo a la mayoría Han.

  • Consecuencia social: guerras devastadoras, hambre masiva, despoblación en varias provincias.

  • Resultado: cambio de dinastía, pero continuidad imperial bajo nuevos dominadores extranjeros.

4. Rusia, Revolución de 1917 (colapso bélico + revolución social)

  • Causa principal: desgaste extremo por la Primera Guerra Mundial, hambre urbana, desprestigio de la monarquía y presión revolucionaria.

  • Pérdida de soberanía: el zar Nicolás II abdica, el Gobierno Provisional fracasa, y el poder lo toma el partido bolchevique en octubre.

  • Consecuencia social: guerra civil (1917–1922), intervención extranjera, hambrunas que mataron a millones.

  • Resultado: fundación de un Estado radicalmente distinto (URSS), con una élite gobernante revolucionaria.

5. Alemania, 1918–1933 (derrota militar + crisis económica + manipulación política)

  • Causa principal: derrota en la Primera Guerra Mundial, condiciones durísimas del Tratado de Versalles, hiperinflación de 1923, crisis de 1929.

  • Pérdida de soberanía: la monarquía imperial colapsa; la República de Weimar queda muy limitada por potencias vencedoras y por deudas de guerra.

  • Consecuencia social: polarización extrema, violencia política callejera, desempleo masivo.

  • Resultado: ascenso del nazismo, eliminación de la democracia y guerra total.

6. Chile, 1973 (golpe de Estado inducido externamente + fractura interna)

  • Causa principal: polarización política interna, crisis económica, intervención encubierta de EEUU contra Salvador Allende.

  • Pérdida de soberanía: un Estado soberano y democrático fue sustituido por una dictadura militar que obedecía en gran medida a intereses externos y al paradigma neoliberal impulsado por Washington y los Chicago Boys.

  • Consecuencia social: represión masiva, desapariciones, reconfiguración de la economía.

  • Resultado: pérdida de soberanía política durante al menos una década, recuperación parcial bajo transiciones pactadas.

7. Irak, 2003 (intervención externa directa)

  • Causa principal: invasión estadounidense justificada por la acusación (falsa) de armas de destrucción masiva.

  • Pérdida de soberanía: el Estado iraquí fue desmantelado; ejército y burocracia liquidados; ocupación directa por autoridades extranjeras.

  • Consecuencia social: guerra sectaria, cientos de miles de muertos, fragmentación territorial.

  • Resultado: debilitamiento crónico del Estado iraquí, surgimiento de Al Qaeda en Irak y posteriormente del Estado Islámico.

Síntesis

  • Causas internas: revolución (Francia 1789, Rusia 1917), crisis económica (Weimar).

  • Causas externas: invasión extranjera (Roma, Ming, Irak), manipulación externa (Chile).

  • Causas mixtas: guerra + crisis interna (Rusia 1917, Alemania 1918).

En todos los casos, cuando el soberano pierde control real (sea un rey, una república, un imperio o un pueblo que “teóricamente manda”), el resultado inmediato no suele ser “más democracia” ni “más libertad”, sino violencia, desorganización social y, casi siempre, la llegada de un nuevo orden más autoritario o dependiente.

¿Quieres que te arme una tabla comparativa con las columnas: “Caso – Causa principal – Pérdida de soberanía – Consecuencias sociales – Resultado político”? Te daría una visión panorámica muy clara y rápida.

Tú dijiste:

No. Gracias. Es justo lo que buscaba. Ya ta pediré alguna matización sobre estos ejemplos y quizá alguno más.

ChatGPT Plus

Perfecto. Me alegra mucho que la selección de ejemplos te haya servido justo para lo que buscabas. Cuando quieras afinar o matizar —ya sea profundizando en alguno de esos casos, añadir más de la Antigüedad, de la descolonización, o del mundo contemporáneo— me dices y lo exploramos con calma.

¿Quieres que, cuando retomemos el tema, me centre más en la pérdida de soberanía por factores externos (invasiones, tutelas, colonialismo) o en los colapsos internos (revoluciones, crisis sociales)?

Tú dijiste:

Por ejemplo... está la llegada del "pueblo" (entendido como esa mayoría siempre apartada de las instancias soberanas) a la situación de "poder hacer" lo que "deseaba hacer". El ejemplo que tengo más próximo y más claro es el de España en 1936. Por ejemplo, una buena parte de esa "mayoría" (esta calificación es injusta, pero fue real hasta cierto punto) deseaba quemar edificios vinculados con la Iglesia Católica y, durante unas semanas, lo hizo. Las masacres de la Vendée son otro buen ejemplo. El soberano (aquella República Española, la monarquía borbónica francesa, etc.) queda en suspenso y se extienden el asesinato, la violación, el secuestro, el saqueo y la destrucción de la obra humana... ¿Me puedes poner otro ejemplo que no sea de los que yo apunto, pero donde se den consecuencias equivalentes?

ChatGPT Plus

Excelente —y muy delicada— observación. Lo que estás describiendo podría llamarse el momento de suspensión del soberano, o incluso, con precisión filosófica, una “anomia política”: cuando el poder constituido se derrumba o se paraliza y las pasiones colectivas (odio, venganza, resentimiento, hambre, miedo) llenan el vacío de autoridad.

Esa situación —que puede ser revolucionaria, contrarrevolucionaria o sencillamente caótica— suele generar la aparición de “violencias elementales”: incendios, saqueos, linchamientos, purgas… es decir, la irrupción del cuerpo social en bruto, sin mediación de ley ni poder legítimo.

Aquí te presento un ejemplo que ilustra eso con claridad, pero no es ni la Vendée ni la España de 1936:

Haití, revolución de 1791–1804

Contexto:
La colonia francesa de Saint-Domingue (actual Haití) era la más rica del Caribe, sostenida sobre una brutal economía esclavista. Inspirados por la Revolución Francesa y por el caos metropolitano (1789–1791), los esclavos negros —la mayoría de la población— se alzaron contra los plantadores blancos y, después, también contra las autoridades francesas y las potencias europeas que intentaron reconquistar la isla.

Suspensión del soberano:
Entre 1791 y 1794 no hubo poder soberano efectivo. Los esclavos insurgentes, los mulatos libres, los colonos blancos, los enviados franceses y los ejércitos extranjeros (españoles e ingleses) controlaban zonas distintas del territorio. El Estado —colonial o republicano— había desaparecido.

Violencia social sin mediación:
Durante los primeros años del levantamiento se produjeron
matanzas mutuas de enorme ferocidad. Los esclavos incendiaron ingenios y haciendas, exterminaron familias enteras de plantadores, arrasaron ciudades; las represalias francesas fueron igual de sangrientas, con torturas, ahorcamientos masivos y ejecuciones sumarias.
El poder del momento fue una
guerra social sin límites, no ya entre ejércitos, sino entre categorías humanas (amos y esclavos, blancos y negros, libres y siervos).

Resultado:
De ese caos surgió un orden nuevo: la independencia de Haití (1804), primera república negra del mundo. Pero el precio fue catastrófico: despoblación, ruina económica, aislamiento internacional y la perpetuación de una violencia estructural que marcó al país durante siglos.

Este caso es especialmente interesante porque:

  • No hay una sola “parte justa”: el colapso soberano desencadena violencias cruzadas e incontroladas.

  • Muestra cómo la supresión de la autoridad política abre paso a la revancha de lo reprimido (social y racial).

  • Y cómo, una vez restablecida una forma de soberanía (Toussaint Louverture primero, Dessalines después), esa soberanía nace marcada por el trauma del caos previo.

Si quisieras contrastar más, podríamos añadir ejemplos como:

  • El genocidio camboyano (1975–1979): el pueblo armado por el régimen “hace lo que cree justo” y destruye el tejido social.

  • La Comuna de París (1871): breve, pero con esa misma lógica de suspensión soberana.

  • El colapso yugoslavo (1991–1995): donde la desaparición del Estado común reactiva odios antiguos y desata limpiezas étnicas.

¿Quieres que te amplíe uno de esos tres, para ver la misma estructura —vacío soberano, irrupción de la multitud y restauración violenta del orden— en el siglo XX?

Tú dijiste:

¿Hay suficiente conocimiento como para intuir eventos de esa condición en la Era Antigua?

ChatGPT Plus

Sí, y de hecho —aunque la Antigüedad no dispone de fuentes tan abundantes como la Edad Moderna— sí hay suficientes testimonios para identificar episodios análogos de “suspensión soberana”: momentos en los que el poder legítimo se derrumba, el orden simbólico se disuelve y la violencia social o religiosa emerge en estado puro.

Podemos ver tres ejemplos muy distintos —pero con esa estructura— en el mundo antiguo:

1. Atenas tras la derrota en la guerra del Peloponeso (404–403 a.C.)

Contexto:
Tras casi treinta años de guerra contra Esparta, Atenas pierde su imperio marítimo. El orden democrático, orgulloso de ser “gobierno del pueblo”, se colapsa.

Suspensión del soberano:
Esparta impone el gobierno de los
Treinta Tiranos, oligarcas locales apoyados por la fuerza extranjera.
En los meses siguientes, el Estado ateniense se convierte en una maquinaria de purgas y venganzas: confiscaciones, ejecuciones, denuncias.

Violencia social:
Viejas rivalidades entre demos, familias y facciones se desatan.
El pueblo, que había sido “soberano”, queda reducido a masa temerosa, y el sistema judicial se transforma en instrumento de ajuste de cuentas.
Tucídides ya había descrito este fenómeno en su relato de la
guerra civil en Córcira (Corfú): cómo “las palabras cambiaron su significado”, y la lealtad al grupo sustituyó a toda noción de justicia común.

Resultado:
Una vez restaurada la democracia, Atenas nunca volvió a ser lo que fue: debilitada, empobrecida y recelosa de sí misma. Es un ejemplo clásico de cómo
la guerra civil corroe el alma de la polis.

2. El saqueo de Roma (410 d.C.)

Contexto:
El Imperio Romano de Occidente agonizaba. Alarico, jefe visigodo, entra en Roma, que no había caído en ocho siglos.

Suspensión del soberano:
El emperador Honorio estaba refugiado en Rávena. No existía autoridad efectiva en la ciudad.
El Senado carecía de poder militar; la plebe, aterrorizada y hambrienta, fue presa del pánico.

Violencia social:
Durante tres días, Roma fue abandonada a su suerte:
saqueos, violaciones, profanaciones de templos.
San Agustín, desde Hipona, escribió
La Ciudad de Dios en respuesta al trauma colectivo.
En muchos barrios, los esclavos asesinaron a sus antiguos amos o se unieron al pillaje.

Resultado:
El mito del “Imperio eterno” se quebró. El saqueo de 410 tuvo el mismo efecto psicológico que un colapso de civilización:
el soberano simbólico —Roma— había desaparecido.

3. Rebelión de los Esclavos en Sicilia (135–132 a.C.)

Contexto:
En la Sicilia romana, miles de esclavos explotados en los latifundios se sublevaron, dirigidos por un tal Eunus, un sirio que se proclamó profeta y rey.

Suspensión del soberano:
Durante más de dos años, los romanos no lograron restablecer el control.
Los esclavos establecieron su propio “Estado” improvisado, con cortes, ejércitos y ejecuciones rituales.

Violencia social:
Los amos fueron crucificados o quemados vivos; las ciudades se dividieron entre esclavos y libertos, entre miedo y venganza.
El orden jurídico romano —piedra angular de la civilización— desapareció por completo de esas regiones.

Resultado:
Roma envió legiones que aplastaron la revuelta con extrema brutalidad: decenas de miles de muertos.
Pero la “memoria del caos” permaneció, y el Senado llegó a temer que el orden esclavista no fuera eterno.

Conclusión

En todos estos casos antiguos se percibe el mismo patrón que señalabas en los modernos:

  • Crisis del soberano (guerra, invasión, crisis económica o moral).

  • Irrupción de la violencia popular o faccional.

  • Colapso del orden simbólico y jurídico.

  • Restauración del poder —siempre más autoritaria o desengañada.

Los griegos y romanos eran muy conscientes de ello: tanto Tucídides como Polibio o Cicerón reflexionaron sobre cómo las democracias y repúblicas pueden degenerar en oclocracias (gobiernos de la muchedumbre) antes de ser reconducidas por un nuevo poder fuerte.

¿Quieres que te dé uno o dos ejemplos más del ámbito oriental antiguo (Mesopotamia, Egipto o China) donde también se documentan episodios de colapso soberano y violencia social comparable?

Cómo se inicia el mito de la democracia y cómo ha evolucionado el cuerpo electoral

 *

En relación con el mito de la democracia y la soberanía del pueblo me interesa la cuestión del voto en los EEUU, ya que la forma moderna del mito parece originarse allí. Sé que el cuerpo electoral ha sido muy diferente desde las primeras elecciones hasta las actuales. Cuando yo busco se hace muy laborioso, porque continuamente aparecen vías muertas que pretenden llevar al que busca al voto femenino o al voto de la población negra, pero eso es muy tardío. ¿Puedes darme una buena serie de datos partiendo de las primeras elecciones?

ChatGPT Plus

Perfecto, lo que pides es muy interesante: seguir la evolución del cuerpo electoral en EEUU desde las primeras elecciones federales hasta hoy, sin quedarnos atrapados en un solo tema (sufragio femenino o racial), sino viendo cómo se fue ampliando y restringiendo el derecho al voto en distintos momentos.

Voy a darte una línea cronológica clara, con puntos clave y contexto.

1. Las primeras elecciones federales (1788–1789)

  • La Constitución de 1787 no definió quién podía votar; dejó el criterio a los estados.

  • En la práctica, el electorado estaba formado casi exclusivamente por hombres blancos adultos, propietarios de tierras o contribuyentes, con grandes variaciones entre estados.

  • Se estima que solo 6–10% de la población total de los EEUU participaba en las primeras elecciones presidenciales.

2. Expansión del sufragio a los “hombres blancos comunes” (1820s–1850s)

  • Durante la llamada “era jacksoniana”, muchos estados eliminaron el requisito de propiedad, permitiendo votar a todos los hombres blancos adultos, aunque a veces seguían exigiendo pago de impuestos o servicio en milicia.

  • Para 1856, casi todos los estados permitían votar a todos los varones blancos adultos, independientemente de su riqueza.

  • Resultado: el electorado se multiplicó. La elección de 1828 (Andrew Jackson vs. John Quincy Adams) tuvo una participación sin precedentes gracias a esa ampliación.

3. Guerra Civil y posguerra (1861–1877)

  • 15.ª Enmienda (1870): prohibió negar el voto por “raza, color o condición previa de servidumbre”, en teoría garantizando el voto a los hombres negros libres.

  • En la práctica, el Sur resistió: aparecieron prácticas de intimidación, violencia y fraude.

  • Durante la Reconstrucción, con protección federal, hubo gran participación de votantes negros, incluso elección de legisladores negros.

  • Pero tras 1877 (fin de la Reconstrucción), el Sur inició un proceso sistemático de supresión (tests de alfabetización, impuestos de capitación, “cláusulas del abuelo”) que en la práctica excluyó a la mayoría de afroamericanos durante casi un siglo.

4. La exclusión de mujeres

  • Aunque hubo algunos casos tempranos de voto femenino limitado (ej. Nueva Jersey entre 1776 y 1807), en general las mujeres fueron excluidas del voto hasta el siglo XX.

5. Reformas de la era progresista y sufragio femenino (1900–1920s)

  • 17.ª Enmienda (1913): estableció elección directa de senadores (antes los designaban las legislaturas estatales).

  • 19.ª Enmienda (1920): garantizó el derecho al voto a las mujeres en todo el país.

  • A partir de aquí, el electorado se duplicó en número potencial, aunque en la práctica muchas mujeres tardaron en incorporarse en masa al voto.

6. Restricciones persistentes y nuevas inclusiones (1920s–1960s)

  • Estados del Sur siguieron bloqueando el voto negro pese a la 15.ª Enmienda.

  • Grupos como nativos americanos (no ciudadanos hasta 1924), asiáticos y otras minorías fueron excluidos en muchos estados hasta mediados del siglo XX.

  • Voting Rights Act (1965): gran punto de inflexión: prohibió prácticas discriminatorias (tests de alfabetización, impuestos electorales, etc.) y desplegó supervisión federal en estados del Sur. Esto marcó el inicio de la verdadera incorporación masiva de afroamericanos al electorado.

7. Edad y población joven (1971)

  • 26.ª Enmienda (1971): redujo la edad para votar a 18 años (antes, 21), impulsada por la Guerra de Vietnam y el lema “old enough to fight, old enough to vote”.

8. Etapas recientes (1980s–hoy)

  • Ampliaciones:

    • Voting Accessibility Act (1984) garantizó accesibilidad para ancianos y discapacitados.

    • Motor Voter Act (1993) facilitó registro al obtener licencia de conducir.

  • Restricciones y debates:

    • Desde 2000, proliferan leyes estatales de identificación obligatoria, depuración de censos y limitaciones al voto anticipado y por correo (criticadas por restringir participación de pobres y minorías).

    • Voto de exconvictos: varía según estado; en algunos, la exclusión es de por vida.

    • Sentencia Shelby County v. Holder (2013): debilitó secciones clave de la Voting Rights Act, abriendo la puerta a nuevas leyes restrictivas en varios estados.

9. Situación actual (2025)

  • Todos los ciudadanos de EEUU mayores de 18 años tienen derecho al voto en teoría.

  • En la práctica, la participación efectiva está condicionada por:

    • Requisitos estatales (ID, registro previo).

    • Restricciones a exconvictos (afecta a millones).

    • Desigual acceso al voto anticipado o por correo.

  • En elecciones presidenciales recientes, alrededor de 60–65% del electorado registrado vota, mucho menos que en democracias europeas.

Resumen sintético de la evolución

  1. 1789: Hombres blancos propietarios → 6–10% población total.

  2. 1830–1850: Hombres blancos adultos en general → participación masiva (Jackson).

  3. 1870: En teoría hombres negros, pero en la práctica excluidos tras 1877.

  4. 1920: Mujeres incluidas (19.ª Enmienda).

  5. 1924: Nativos americanos reconocidos como ciudadanos y votantes.

  6. 1965: Voting Rights Act → afroamericanos realmente incorporados.

  7. 1971: Edad mínima 18 años.

  8. Hoy: voto universal en teoría, restringido en la práctica por leyes estatales y limitaciones administrativas.

Si quieres, puedo convertir esto en una tabla cronológica comparativa con columnas de: fecha – ampliación o restricción – población afectada – efecto real en participación. ¿Quieres que te lo organice así?