Un nuevo repunte de la violencia en Afganistán, que incluye atentados suicidas de los talibanes y ataques aéreos de represalia de las fuerzas estadounidenses, vuelve a recordar al mundo que la guerra afgana está lejos de haber terminado.
AMY GOODMAN: En
Afganistán, prosigue una encarnizada batalla por el control de la
estratégica ciudad de Ghazni, cuatro días después de que los
talibanes la atacaran, matando a más de 200 personas, entre ellas
más de 100 soldados y agentes de policía. Muchos residentes han
huido de la ciudad. |
CHARLOTTE BELLIS: Ghazni se transformó en un
campo de batalla urbano el pasado viernes. La gente quedó
atrapada durante cinco días en sus casas mientras miles de
combatientes talibanes y soldados afganos luchaban en las calles.
Helicópteros estadounidenses, drones y un bombardero B-1
patrullaban por encima. |
JUDY WOODRUFF: En Afganistán, los combatientes
talibanes invadieron una base militar, matando al menos a 17
soldados. Atacaron el lugar en la provincia septentrional de
Faryab y afirmaron que decenas de soldados se habían
rendido. |
HEATHER NEUERT: El horrible ataque es un claro
esfuerzo por fomentar la violencia sectaria y frenar las
esperanzas del pueblo afgano de un futuro de paz y seguridad. Nos
recuerda, una vez más, la importancia de alcanzar una solución
pacífica al conflicto en Afganistán. Estados Unidos sigue
apoyando al Gobierno y al pueblo de Afganistán y continuará
respaldando sus esfuerzos para lograr la paz y la seguridad en su
país. |
HEATHER NEUERT: El horrible ataque es un claro
esfuerzo por fomentar la violencia sectaria y frenar las
esperanzas del pueblo afgano de un futuro de paz y seguridad. Nos
recuerda, una vez más, la importancia de alcanzar una solución
pacífica al conflicto en Afganistán. Estados Unidos sigue
apoyando al Gobierno y al pueblo de Afganistán y continuará
respaldando sus esfuerzos para lograr la paz y la seguridad en su
país. |
HEATHER NEUERT: El horrible ataque es un claro
esfuerzo por fomentar la violencia sectaria y frenar las
esperanzas del pueblo afgano de un futuro de paz y seguridad. Nos
recuerda, una vez más, la importancia de alcanzar una solución
pacífica al conflicto en Afganistán. Estados Unidos sigue
apoyando al Gobierno y al pueblo de Afganistán y continuará
respaldando sus esfuerzos para lograr la paz y la seguridad en su
país. |
"Paz"
y "seguridad". Durante 17 años, el pueblo estadounidense
(y los pueblos del mundo) han escuchado al Departamento de Estado de
Estados Unidos decirnos cómo el ejército estadounidense está
trabajando para llevar la "paz" y la "seguridad"
a Afganistán. Pero esta mentira se refuta por sí misma. Con 17
años, la guerra afgana es ahora la guerra más larga en la historia
de Estados Unidos y, a pesar de los recientes informes sobre las
negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes, el despliegue de
tropas en el país en realidad ha aumentado en la era Trump.
JUJU CHANG: Noticias de última hora sobre la
larga guerra de EEUU en Afganistán: El presidente Trump en un
discurso en horario de máxima audiencia ha declsrado que EEUU
debe continuar la lucha.
FUENTE: Trump anuncia el aumento de tropas estadounidenses en Afganistán |
Pero a medida
que Estados Unidos se hunde más y más en el atolladero afgano,
corremos el riesgo de olvidar cómo se autorizó realmente esta
guerra. Al público simplemente se le recuerda, de manera pavloviana,
que:
TRUMP: El 11-S, el peor atentado terrorista de
nuestra historia, fue planeado y dirigido desde
Afganistán. |
Pero, ¿cómo
se tomó esa determinación? ¿Quién la tomó? ¿Cuándo? ¿Y cómo
se involucró la OTAN en este conflicto? Nunca se habla de estos
detalles porque, durante casi dos décadas, han permanecido ocultos
tras un manto de secretismo. Como veremos toda la guerra se libró
con falsos pretextos, basándose en supuestas pruebas clasificadas y
ocultadas al público. Pero ahora, tras casi dos décadas de
mentiras, por fin puede revelarse la sorprendente verdad sobre los
documentos secretos que contribuyeron a lanzar la guerra de
Afganistán. Esta es la historia de La
mentira secreta que inició la guerra afgana. Justo un día
después del 11-S, cuando el polvo tóxico todavía se estaba
asentando en la Zona Cero, el Consejo del Atlántico Norte (el órgano
de toma de decisiones de la OTAN) se reunió para discutir la
respuesta de la OTAN a los ataques.
EL SEC. GEN. LORD ROBERTSON: El 12 de septiembre
el Consejo del Atlántico Norte volvió a reunirse en respuesta a
los terribles atentados perpetrados ayer contra Estados Unidos. El
Consejo acordó que si se determina que este ataque fue dirigido
desde el extranjero contra los Estados Unidos se considerará como
una acción cubierta por el artículo 5 del Tratado de Washington,
que establece que un ataque armado contra uno o más de los
aliados en Europa o América del Norte se considerará un ataque
contra todos ellos […] El artículo 5 del Tratado de Washington
estipula que en caso de ataques que entren dentro de su ámbito de
aplicación, cada Aliado asistirá a la Parte que haya sido
atacada adoptando las medidas que considere necesarias. En
consecuencia, los Aliados de Estados Unidos en la OTAN están
dispuestos a prestar la ayuda que sea necesaria como consecuencia
de estos actos de barbarie. |
El "Tratado
de Washington", más conocido formalmente como Tratado del
Atlántico Norte, es el documento fundacional de la OTAN. Consta de
14 artículos y establece las obligaciones de los países firmantes
para con los demás miembros de la OTAN. El artículo 5 establece
que:
"Las Partes convienen en que un ataque armado
contra una o más de ellas en Europa o América del Norte se
considerará un ataque contra todas ellas y, en consecuencia,
convienen en que, si se produce tal ataque armado, cada una de ellas,
en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva
reconocido por el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas,
asistirá a la Parte o Partes así atacadas adoptando inmediatamente,
individualmente y de acuerdo con las demás Partes, las medidas que
considere necesarias, incluido el uso de la fuerza armada, para
restablecer y mantener la seguridad de la zona del Atlántico
Norte."
Que el Consejo del Atlántico Norte
debatiera la invocación del Artículo 5 el 12 de septiembre de 2001
no es un asunto menor. Nunca se había invocado en la historia de la
OTAN hasta ese momento y su invocación comprometería a las fuerzas
de la OTAN en cualquier guerra que Estados Unidos lanzara tras los
atentados del 11 de septiembre.
Pero, ¿quién dirigió los atentados del 11-S? Esa era la pregunta y, como indicó Lord Robertson, exigiría que EEUU demostrara que el ataque "fue dirigido desde el extranjero". El 2 de octubre de 2001, la respuesta oficial del gobierno estadounidense a esa pregunta la dio el embajador Frank Taylor, Coordinador de la lucha antiterrorista del Departamento de Estado de Estados Unidos. Ese día Taylor informó al Consejo del Atlántico Norte sobre la supuesta conexión de Al Qaeda con los sucesos del 11-S.
LORD ROBERTSON: Esta mañana Estados Unidos ha
informado al Consejo del Atlántico Norte de los resultados de su
investigación sobre la autoría de los horribles atentados
terroristas que tuvieron lugar el 11 de septiembre. La sesión
informativa corrió a cargo del Embajador Frank Taylor,
Coordinador del Departamento de Estado de los Estados Unidos para
la lucha contra el terrorismo […] La sesión informativa abordó
los propios acontecimientos del 11 de septiembre, los resultados
de la investigación hasta el momento, lo que se sabe sobre Osama
bin Laden y la organización Al
Qaeda y su implicación en los atentados y en
anteriores actividades terroristas, y los vínculos entre Al
Qaeda y el régimen talibán de Afganistán. Los
hechos son claros y contundentes. La información presentada
apunta de manera concluyente a un papel de Al
Qaeda en los atentados del 11 de
septiembre. |
Tan "clara
y convincente" fue la información de Taylor que el Consejo
acordó invocar el Artículo 5 y comprometer a las fuerzas de la OTAN
en la guerra contra el terror del gobierno estadounidense.
LORD ROBERTSON: Sobre la base de este informe, se ha determinado que el ataque contra Estados Unidos del 11 de septiembre fue dirigido desde el exterior y, por tanto, debe considerarse una acción contemplada en el Artículo 5 del Tratado de Washington, que establece que un ataque armado contra uno o más de los Aliados en Europa o Norteamérica se considerará un ataque contra todos ellos. Quiero reiterar que Estados Unidos puede contar con el pleno apoyo de sus 18 Aliados de la OTAN en la campaña contra el terrorismo. |
Y, sin más,
los miembros de la OTAN se comprometieron en una operación en
Afganistán en la que sus tropas permanecen en el país hasta el día
de hoy. ¿Qué información presentó el
embajador Taylor en esa reunión? La Comisión del 11-S,
que en su informe final de 2004 daría a conocer la teoría
conspirativa oficial del gobierno sobre el 11-S, ni siquiera se había
creado todavía. De hecho, en aquel momento la Administración Bush
seguía bloqueando activamente la creación de dicha comisión. Y la
cinta mal traducida que el Pentágono más tarde etiquetaría
falsamente como la cinta de la "confesión" de Osama Bin
Laden todavía no había sido "descubierta" mágicamente en
una casa cualquiera de Jalalabad. Hasta ese momento no se había
presentado al público ninguna prueba oficial que demostrara que la
operación había sido dirigida y coordinada desde Afganistán por Al
Qaeda. Seguramente entonces la sesión informativa de
Taylor estaría llena de pruebas que acabarían con cualquier
"escandalosa teoría conspirativa sobre los atentados del 11 de
septiembre"... Pero sólo hay un problema. El
informe Taylor estaba
clasificado y cualquier prueba que contuviera que demostrara un
vínculo de Al Qaeda
con el 11-S se ocultó al público.
LORD ROBERTSON: La de hoy ha sido una reunión informativa clasificada, por lo que no puedo darle todos los detalles. Estados Unidos también está informando directamente a los aliados en sus capitales. |
Y así,
durante casi una década, las pruebas del gobierno estadounidense de
que Al Qaeda había dirigido los atentados del 11-S (las mismas
pruebas que se utilizaron para lanzar la guerra contra Afganistán en
particular y la guerra del terror de Estados Unidos en general)
estuvieron prohibidas al público, ocultas tras una nube de secreto
oficial.
Pero entonces, en 2009, intelwire.com
publicó discretamente en Internet un documento bajo el título
"Secret Post-9/11 Briefing to World Leaders".
El documento es un cable del Departamento de Estado de EEUU dirigido
a las embajadas estadounidenses en los países de la OTAN y a los
aliados estadounidenses en todo el mundo con el asunto "11
de septiembre: Trabajando juntos para luchar contra la plaga del
terrorismo global y el caso contra Al Qaeda". El cable
está fechado el 1 de octubre de 2001
(el día anterior a la reunión del embajador Taylor con el Consejo
del Atlántico Norte) y ordena a sus destinatarios que informen al
gobierno de sus países anfitriones sobre "la información
que vincula a la red terrorista Al Qaeda, Usama Bin Laden y el
régimen talibán con el ataque terrorista del 11 de septiembre
contra el World Trade Center y el Pentágono y el accidente del vuelo
93 de United Airlines". El documento pasó prácticamente
desapercibido hasta principios de este año, cuando el profesor Niels
Harrit escribió un artículo, "The Mysterious Frank Taylor
Report: The 9/11 Document that Launched US-NATO's "'War on
Terrorism' in the Middle East" ("El misterioso
informe Frank Taylor: el documento del 11-S que lanzó la 'guerra
contra el terrorismo' de EEUU y la
OTAN en Oriente Próximo"), en el que conectaba los puntos
entre este documento y la sesión informativa que el embajador Taylor
dio al Consejo del Atlántico Norte.
HARRIT: Esta es una bonita historia sobre el activismo de base, en realidad, y comienza en 2009 cuando recibí un correo electrónico de un activista noruego de la verdad. Se llama Torstein Viddal, y me envió este PDF con un mensaje: "¿Has visto esto?". Yo no lo había visto. Lo abrí, lo leí y parecían ser las instrucciones que iban del Departamento de Estado americano a todas las representaciones en el mundo (representaciones americanas en el mundo, embajadas, consulados) sobre qué pensar y qué decir sobre el 11-S. No encontré el contenido particularmente interesante. el contenido no me pareció especialmente controvertido (en 2009) porque lo que había allí coincidía completamente con la versión oficial. Es decir, nada, básicamente. Pero era muy largo y meticuloso a la hora de instruir a los receptores de este dépêche, supongo que se dice así en inglés, sobre qué hacer con él. No guardarlo en ningún sitio, sólo utilizarlo para presentaciones orales. Pero en ese momento no me di cuenta de la importancia de este documento, porque no fue hasta 2012, que yo recuerde, que Michel Chossudovsky salió… escribió un artículo sobre lo que sucedió en Bruselas en los días posteriores a 11 de septiembre […] …Todavía tenía el documento en mi disco duro. Pero hace aproximadamente un año otro activista, un brillante periodista danés, que se llama Tommy Hansen y debería ser mencionado, que es un faro en nuestra escena local y desafortunadamente falleció hace muy poco, pero quiero que su nombre sea mencionado en esta conexión, porque cuando estaba hablando con Tommy le dije casualmente que tenía la dépêche que se envió a las representaciones americanas sobre qué decir y qué pensar sobre el 11-S. Y él dijo: "Bueno, este es un documento sobre lo que pasó en Bruselas los días posteriores al 11-S". Y añadió: Me gustaría verlo". Así que volví a casa y lo desenterré de mis archivos y en ese momento por primera vez miré la fecha. Porque según la dirección de correo electrónico había sido enviado el 2 de octubre y el documento en sí está fechado el 1 de octubre. Y entonces me di cuenta. Así que, qué coincidencia, porque era el mismo día en que Frank Taylor estaba dando su presentación en Bruselas y aproximadamente un día antes de que todos los gobiernos nacionales fueran informados. Así que empecé a mirar más de cerca y entonces aparecieron algunos detalles que me llamaron la atención. Una cosa es que Lord Robertson [...] en su conferencia de prensa está leyendo una sección de este documento.
ROBERTSON: Los hechos son claros y contundentes [...] Sabemos que los individuos que llevaron a cabo estos atentados formaban parte de la red terrorista mundial de Al Qaeda, dirigida por Osama bin Laden y sus principales lugartenientes y protegida por los talibanes. |
Ahí están,
en boca del propio Lord Robertson en la rueda de prensa que anunciaba
la entrega del informe Taylor, las mismas palabras del propio
documento. La conexión es innegable: este cable del Departamento de
Estado contiene los puntos de discusión de la sesión informativa
que Taylor ofreció al Consejo del Atlántico Norte.
Lo
más importante, aunque no sorprendente, es que el documento no
presenta absolutamente ninguna prueba o evidencia que establezca un
vínculo entre Al Qaeda y el 11-S. Tras pasar 15 páginas hablando en
general sobre el terror, sobre la historia de Al Qaeda sancionada
oficialmente por el gobierno estadounidense y sobre atentados
anteriores relacionados con Al Qaeda y Osama Bin Laden, el documento
llega finalmente a la "Parte III", que pretende demostrar
la implicación de Al Qaeda en los atentados. Pero la Parte III
comienza admitiendo que la investigación de los atentados está
"todavía en una fase inicial" y que "todavía hay
lagunas en nuestros conocimientos". A continuación, detalla
"pruebas" circunstanciales que ni siquiera llegarían al
nivel de justificar una acusación, por no hablar de una condena en
un tribunal de justicia. Tras afirmar sin pruebas que varios de los
presuntos secuestradores habían sido identificados como "conocidos
asociados de Bin Laden", sin aclarar la fuente de esa
identificación y mucho menos cómo se habían determinado sus
identidades y su condición de secuestradores, se nos dice a
continuación que "Bin Laden y sus asociados parecían estar
anticipándose a lo que sólo podríamos identificar como un
acontecimiento o actividad importante". Finalmente, el documento
habla de cómo el incidente es "tácticamente similar a ataques
anteriores" porque implicó planificación y el deseo de
infligir bajas masivas.
Y eso es todo. Esa es la suma
total de las pruebas que tanto el propio documento como Lord
Robertson, evidentemente leyendo notas de la sesión informativa de
Taylor, califican de "claras y convincentes".
HARRIT: Esto es sin ninguna duda simplemente la base legal para 18 años de guerra perpetua en Oriente Medio. Esta es la base para la activación del artículo 5 de la OTAN. ¿Y qué hay en el documento y cuáles son las pruebas? ¿Cuál es la evidencia que Lord Robertson llama clara y convincente? No hay absolutamente ninguna evidencia en ese documento. Está a disposición de todo el mundo y estoy seguro de que lo presentará a su audiencia. |
Todo esto
concuerda con lo que sabemos desde hace tiempo sobre la guerra de
Afganistán: No se emprendió en respuesta a
los atentados del 11-S, sino que de hecho se preparó con mucha
antelación. Al Qaeda y los
sucesos del 11 de septiembre no fueron más que un cómodo pretexto
del gobierno estadounidense para justificar su invasión y ocupación
ilegales de una masa de tierra geoestratégica clave en el sur de
Asia.
En 1997,
sólo cuatro años antes de la invasión de la OTAN, el ex consejero
de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski escribió que "para
Estados Unidos, el principal premio geopolítico es Eurasia […]
Ahora una potencia no euroasiática es preeminente en Eurasia y la
primacía global de Estados Unidos depende directamente de cuánto
tiempo y con qué eficacia se mantenga su preponderancia en el
continente euroasiático." En concreto Brzezinski
señaló a Afganistán y sus vecinos (una zona que denominó los
"Balcanes euroasiáticos") como la región geopolíticamente
más importante a controlar por sus reservas de gas y petróleo y sus
yacimientos minerales. Argumentó que sería necesaria alguna forma
de intervención militar estadounidense prolongada en la región,
advirtiendo que un consenso global sobre sus imperativos de política
exterior sería imposible "…excepto
en la circunstancia de una amenaza externa directa verdaderamente
masiva y ampliamente percibida".
Ese mismo año, una
delegación de alto rango de los talibanes acudió a Estados Unidos
para reunirse con Unocal
(https://en.wikipedia.org/wiki/Unocal_Corporation
) con el fin de asegurarse los derechos de
un gasoducto desde Turkmenistán a Pakistán a través de Afganistán.
En 2002, se reveló que Estados Unidos había estado negociando con
los talibanes para asegurarse esos intereses petrolíferos y que los
negociadores estadounidenses habían dicho a los talibanes que podían
elegir: "Tenéis una alfombra de
oro, es decir, un acuerdo petrolífero, o una alfombra de bombas".
Poco después de los atentados del 11-S, un antiguo ministro de
Asuntos Exteriores pakistaní reveló a la BBC que un alto
funcionario estadounidense le había dicho a mediados
de julio de 2001 que la
acción militar contra Afganistán se llevaría a cabo a mediados de
octubre.
Cuando la administración Bush tomó
posesión de su cargo, su primera directiva sustantiva sobre
decisiones de seguridad nacional, la NSPD-9,
pedía "opciones militares contra
objetivos talibanes en Afganistán, incluyendo liderazgo,
mando-control, defensa aérea y antiaérea, fuerzas terrestres y
logística" y fue presentada al presidente el 4
de septiembre de 2001, siete días antes del 11-S.
CONDOLEEZZA RICE: Aunque esta Directiva
Presidencial de Seguridad Nacional era originalmente un documento
altamente clasificado, dispusimos que se desclasificaran partes
para ayudar a la Comisión en su trabajo y hoy describiré algunas
de ellas. La estrategia fijaba como objetivo la eliminación de la
red de Al Qaeda […] Y ordenaba a los dirigentes de los
departamentos y agencias estadounidenses pertinentes que hicieran
de la eliminación de Al Qaeda una prioridad absoluta y que
utilizaran todos los aspectos de nuestro poder nacional
-(inteligencia, financiero, diplomático y militar) para alcanzar
este objetivo […] Y ordenaba al Secretario de Defensa que -y
cito textualmente- "garantice que el proceso de planificación
de contingencias incluya planes: contra las instalaciones de Al
Qaeda y terroristas asociados en Afganistán, incluyendo
liderazgo, mando-control-comunicaciones, entrenamiento e
instalaciones logísticas; contra objetivos talibanes en
Afganistán, incluyendo liderazgo, mando-control, defensa aérea y
antiaérea, fuerzas terrestres y logística; para eliminar las
armas de destrucción masiva que Al Qaeda y los grupos terroristas
asociados puedan adquirir o fabricar, incluyendo las almacenadas
en búnkeres subterráneos." |
La invasión
de Afganistán no fue por Al Qaeda. No fue la respuesta del gobierno
estadounidense a las "pruebas" que conectaban a los
talibanes con Al Qaeda y a Al Qaeda con el 11-S, que faltaban en el
informe del embajador Taylor. Fue una táctica geopolítica en busca
de una justificación. Y los acontecimientos del 11-S fueron la
justificación que Estados Unidos utilizó para vender a la OTAN y al
mundo la guerra de Afganistán. Peor aún, el 11-S fue la excusa para
toda la guerra del terror en sí, la completa transformación de
Oriente Medio que está teniendo lugar gracias al poderío militar
estadounidense. El informe Taylor fue un cheque en blanco extendido
sobre los acontecimientos de aquel día. Un cheque que todavía se
está cobrando.
HARRIT: Este es el fundamento legal y moral y la base política para el lanzamiento de la destrucción ininterrumpida de Oriente Medio. Eso es lo que han sido los 18 años de guerras. Tenemos refugiados recorriedo todas las carreteras de Europa. Europa se está hundiendo por la carga de refugiados y migrantes y todo empezó allí. Todo surge legal, moral y políticamente de este único documento. Por eso este documento es importante. Es el talón de Aquiles, como el Edificio 7 es el talón de Aquiles de la destrucción del World Trade Center. Así que puedes ser cínico. OK, puedes ser cínico sobre todo. Pero si queda algo de moral en nuestra sociedad occidental, hay que arrojar luz sobre este documento, porque este documento es la base legal (lo diré otra vez) política y moral para lanzar las guerras de la OTAN en Oriente Medio. |
17
años de guerras y
derramamiento de
sangre. 17 años de ataques
y contraataques. 17
años de lágrimas y vidas destrozadas. 17 años de mentiras. Todo
ello basado en la mentira fundacional del 11-S y en este documento
virtualmente desconocido.
Pero ahora la
verdad de este engaño está en nuestras manos. Y sólo
desenmascarando ese engaño podremos esperar desbaratar las guerras
emprendidas en su nombre y detener la muerte y la destrucción que ha
provocado.
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