http://marcangenot.com/.../Le_siecle_des_religions_politiques.pdf
Un concepto para el siglo XX: las religiones
seculares.
«Ningún siglo
en toda la historia ha provocado hasta ahora tantas pasiones ideológicas,
tantos sacrificios voluntarios, guerras, actos de crueldad e inhumanidad como
el siglo XX.»1 Norman
Cohn pensando en la Shoah,
en las masacres, en el aniquilamiento de poblaciones enteras, en las guerras
del siglo pasado expresa de forma sencilla la cuestión más difícil de eludir y
la más ardua en su simplicidad: «¿cómo
puede explicarse un fenómeno tan extraordinario?»2 Los filósofos
e historiadores han reutilizado palabras inventadas por los mismos
protagonistas y disputadas por ellos –la palabra «totalitarismo» en primer lugar3– para expresar con un
concepto omnicomprensivo el horror político inventado en el siglo XX. Borejsza y Ziemer titulan su libro “The Totalitarian Times of
1917-1989” (“Los tiempos del totalitarismo de 1917-1989”)4,
Hans Maier, “Das
totalitäre Zeitalter” (“La era totalitaria”)5, Alfons Söllner titula su
historia de las ideas en el siglo XX con una sola palabra, “Totalitarismus”
(“Totalitarismo”)6.
Sin embargo ese tipo ideal, por lo demás controvertido, no apunta a una
explicación de las causas ni de la fuente «intelectual»
del fenómeno totalitario. ¿Qué clase de convicciones han llevado a concebir y
desear el establecimiento de tal régimen y a absolver por anticipado sus
crímenes. Todo historiador, a pesar de enfoques eminentemente divergentes,
supone que, legitimando el horror y preparándolo en la sombra hubo precisamente
ideas de cierta naturaleza, que se remontan más o menos lejos en la modernidad.
«Las peores catástrofes de nuestra era
nos han sido infligidas por personas guiadas por ciertas ideas. ¿Cómo han
podido imponerse tales aberraciones mentales?»7 Un historiador
británico, Steven Katz, parte
del hecho de que los genocidios (en el sentido de exterminios planificados) no
están atestiguados en el mundo antiguo y medieval, que nada en el pasado «prefigura» verdaderamente el siglo XX en
este atroz aspecto.8 Así que, una vez más, ¿qué tipo de ideas fueron
la fuente de estos crímenes sin precedentes? Una ideología nacionalista preside
el genocidio de los armenios, una ideología comunista el genocidio de los
ucranianos, de los camboyanos, una ideología fascista y racista el genocidio de
los judíos y los gitanos. La legitimación de la violencia, su exaltación, la
insensibilidad ante la suerte de los hombres comunes son compartidas por las
ideologías comunistas y fascistas así como por los imperialismos «burgueses». Parece que es necesario
elaborar una genealogía intelectual del Mal y encontrar un concepto sintético
que trascienda a estas ideologías particulares y les atribuya “desde el huevo” una singularidad
perversa. Habría que hacer un seguimiento aquí -si se afronta
globalmente la cuestión de la genealogía intelectual y de las escuelas que la
discuten- de varias corrientes de pensamiento enfrentadas.
La confrontación podría revelarse entonces fructífera. Sin embargo eso sería,
apenas hay necesidad de decirlo, una tarea que rebasa inmensamente los límites
de un artículo. Limitémonos a aislar y esbozar de forma incompleta la historia
de un paradigma bien documentado: aquel que pretende explicar el malestar del
siglo por la «sacralización de lo
político», por la influencia de las «religiones
políticas», productos de la propia secularización. Es este un esbozo
condensado y parcial de Begriffsgeschichte,
de historia conceptual.9 Se quiera o no (puede verse en ello una
vana y enojosa invitación a meditar confusamente sobre las buenas intenciones
con las que está pavimentado el infierno del siglo XX, conducente a una chata
conclusión moralizante en vista de las costumbres irracionales del pasado) la
cuestión del mal está en el corazón de la historia de las ideas modernas y,
específicamente, la cuestión de la mutación del bien en mal, de los buenos en
criminales, de la idea generosa en legitimación de lo inhumano, de la «transformación del humanista en fanático,
del perseguido en esbirro», transformación que está en los orígenes del
pensamiento político de Régis Debray.
El historiador de las ideas parte casi siempre de un hecho histórico atroz,
inexplicable en su horror mismo –el Terror de 1793, las Guerras mundiales, en
Terror estaliniano, el Gulag, la Shoah– y se pregunta qué ideas lo «contenía en germen» y, no siendo siempre
evidente su perversidad, dónde permanecían camufladas. ¿Era previsible el
horror simplemente a partir de la interpretación de los «ideales»? «¿Puede preverse en todos los casos que la búsqueda de
ideales o fines atractivos dará lugar al asesinato en masa y el sufrimiento
generalizado?»10 Expresado en tales términos moralizantes el
problema sin duda es demasiado paradójico como para permitirnos elaborar una
historia crítica.
Notas
1 Ernst
Nolte, I presupposti storici del nationalsocialismo. Milano:
Marinotti, 1998. (original en italien) ✒ Les fondements
historiques du national-socialisme. Monaco: Éditions du Rocher / Jean-Paul Bertrand, 2002,
111.
2 Norman
Rufus Cohn, Warrant for Genocide: The Myth of the Jewish World Conspiracy and the
Protocols of the Elders of Zion. London: Eyre & Spottiswoode, 1967, 15.
3 Terme néologisé par le libéral Giovanni Amendola
pour dénoncer le régime fasciste. Mussolini s’empare du terme en le
revendiquant hautement; il exaltera dans son discours du 24 juin 1925 «la mia feroce volontà totalitaria».
4 Jerzy
Borejsza et Klaus Ziemer.
Totalitarian and Authoritarian Regimes in
Europe: Legacies and Lessons for the 20th Century. In cooperation with Magdalena Hułas. New York,
Oxford: Berghahn, 2006, 4.
5 Hans Maier,
Das
Doppelgesicht des Religiösen. Religion. Gewalt. Politik. Freiburg iB:
Herder, 2004. Voir notamment le chapitre 4, “Profane und religiöse Deutungen”.
6 Alfons
Söllner, Ralf Walkenhausen
& Karin Wieland, dir. Totalitarismus.
Eine Ideengeschichte des 20. Jahrhunderts. Berlin: Akademie Verlag,
1997. Voir aussi : Shtromas, Alexander. Totalitarianism and the Prospects for
World Order: Closing the Door on the 20th Century. Lanham MD: Lexington Books,
2003.
7 Robert
Conquest, Reflections on a Ravaged Century. London: J. Murray, 2000.
Trad. Le féroce XXe siècle, réflexions sur les ravages des idéologies. Paris:
Éditions des Syrtes, 2001, 19.
8 Steven T.
Katz, The Holocaust in Historical Context. New York, Oxford: Oxford
UP, 1994. 3 vol. Voir particulièrement le vol. I, The Holocaust and Mass Death
before the Modern Age.
9 Voir l’excellent collectif de Hans E. Bödecker, dir. Begriffsgeschichte, Diskursgeschichte,
Metapherngeschichte. Göttingen; Wallstein, 2002.
10 Paul
Hollander, The End of Commitment. Intellectuals, Revolutionaries, and Political
Morality. Chicago: Dee, 2006, 4.
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