http://marcangenot.com/.../Le_siecle_des_religions_politiques.pdf
Después
de la guerra: Karl Löwith en 1949: el paradigma de la
persistencia
Pasando a la postguerra y a la época de la Guerra
fría y dejando al margen varias decenas de trabajos de real interés nos
detendremos en un solo pensador decisivo, Karl
Löwith y su Histoire
et salut47 [Historia
del mundo y salvación: los presupuestos teológicos de la filosofía de la
historia], su gran obra traducida
finalmente al francés más de cincuenta años después de su aparición. La visión
historicista y progresista del mundo no nace con la filosofía moderna, sostiene
Löwith: estas se limitan a
acondicionar-racionalizar la visión escatológica que fue especialmente la de
los joaquinitas, los discípulos medievales de Joaquín de Fiore. Turgot,
Condorcet y Saint- Simon son los tres
pensadores «que han completado la decisiva mutación de la teología de la
historia en filosofía de la historia.»48 Para Karl Löwith una profunda ruptura cognitiva tuvo lugar una
sola vez en Occidente: separa el tiempo cíclico de los Antiguos de la temporalidad
lineal-escatológica de los cristianos. La secularización de la historia de la
salvación en historicismo hegeliano y luego en materialismo histórico es, por
el contrario, relativamente superficial, porque las “ideas” de un fin de los
tiempos y de la salvación de los justos se conservan en cada paso. Son estas
mismas ideas las que recuperan vigor al secularizarse. Löwith desarrolla en este contexto la tesis, provocadora sin
duda cuando fue enunciada hacia 1950, de que «la fe comunista [es] un seudomorfo del mesianismo judeo-cristiano»
y que el materialismo histórico «es una historia sagrada formulada en el
lenguaje de la economía política».49 Un seudomorfo, es decir, el avatar inauténtico de cierta cosa
reprimida. La futura sociedad comunista de los socialistas románticos y luego
del socialismo colectivista de Marx y de los marxistas de la Segunda y la
Tercera Internacionales son, para Löwith, el equivalente superficialmente
modernizado del Reino mesiánico del Milenio.
Hay que entender bien el sentido paradójico de “secularización” en Löwith (por
lo demás la palabra que emplea más frecuentemente es Verweltlichung,
“inmanentización”): la
secularización no se concibe como una cierta ruptura con las creencias
rechazadas, ni como la sustitución de una anterior visión religiosa por una
concepción nueva del mundo, sino por el contrario como la persistencia
estructural de lo religioso y su transmisión adaptativa. Las filosofías de
la historia son una inmanentización de las teologías de la salvación. Las
diversas ideas del progreso son de cierta manera seculares, lo son en su
retórica superficial, pero sin embargo serían incomprensibles sin considerar
sus antecedentes escatológicos y mesiánicos (aunque desembarazados de una
visión cristiana de la naturaleza humana como innatamente caída y de una vida
terrenal para siempre pecaminosa –lo que algunos objetarán como suficiente
ruptura). El progreso es una secularización de la Providencia, las supuestas leyes
de la historia son un Heilsgeschehen, una escatología disfrazada, el
régimen colectivista que espera el militante marxista es un Milenio.
Notas
47 Les
présupposés théologiques de la philosophie de l’histoire. Paris: Gallimard, 2002. 1ère version de Karl Löwith en
anglais: Meaning in
History : The Ideological Implications of the Philosophy of History. Chicago: Chicago Univ. Press, 1949. L’ouvrage sera
publié ensuite en une version différente en allemand comme Weltgeschichte und Heilsgeschehen.
Die theologischen Voraussetzungen der Geschichtsphilosophie. Stuttgart: Kohlhammer, 1953. ✒ 1967 = 4. Aufl. (Cela fait 53 ans bien sonnés de délai
de traduction.)
48 Ibid., 122.
49 Ibid., 71.
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