Pregunta 6: Operación Pike
https://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Pike
¿Planeaban
Inglaterra y Francia atacar Rusia antes de la invasión de ese país
por Hitler?
Ron Unz: Durante más de
ochenta años uno de los puntos de inflexión más cruciales de la
Segunda Guerra Mundial ha sido omitido en casi todas las historias
occidentales escritas sobre ese conflicto y, como resultado,
prácticamente ningún estadounidense culto es siquiera consciente de
ello.
Es un hecho innegable y documentado que pocos meses
después del comienzo de la guerra, los aliados occidentales (Gran
Bretaña y Francia) decidieron atacar a la neutral Unión Soviética,
a la que consideraban militarmente débil y proveedora crucial de
recursos naturales para la maquinaria bélica de Hitler. Basándose
en su experiencia en la Primera Guerra Mundial, los líderes aliados
creían que había pocas posibilidades de un avance militar en el
frente occidental, por lo que pensaban que su mejor oportunidad de
vencer a Alemania era derrotar a la casi aliado de Alemania Unión
Soviética.
Sin embargo la realidad era totalmente
distinta. La URSS era mucho más fuerte de lo que pensaban en ese
momento y, en última instancia, fue responsable de la destrucción
del 80% de las formaciones militares alemanas, mientras que Estados
Unidos y los demás Aliados sólo representaban el 20% restante. Por
lo tanto un ataque de los Aliados en 1940 contra los soviéticos los
habría convertido plenamente en aliados militares de pleno derecho
de Hitler y la combinación de la fuerza industrial de Alemania y los
recursos naturales de Rusia habría sido casi invencible, invirtiendo
casi con toda seguridad el resultado de la guerra.
Desde
los primeros días de la Revolución Bolchevique los Aliados habían
sido intensamente hostiles a la Unión Soviética y lo fueron aún
más después de que Stalin atacara Finlandia a finales de 1939.
Aquella Guerra de Invierno fue muy mal, ya que los finlandeses, muy
superados en número, resistieron con gran eficacia a las fuerzas
soviéticas, lo que llevó a un plan aliado para enviar varias
divisiones a luchar junto a los finlandeses. Según el revelador
libro de Sean McMeekin, La guerra de Stalin
(2021), el dictador soviético se dio cuenta de esta peligrosa
amenaza militar y su preocupación por la inminente intervención
aliada le persuadió de que resolviera rápidamente la guerra con
Finlandia en términos relativamente generosos.
A pesar de
ello los planes aliados de atacar a la URSS continuaron, pasando
ahora a la Operación Pike,
la idea de utilizar sus escuadrones de
bombarderos con base en Siria e Irak para destruir los yacimientos
petrolíferos de Bakú, en el Cáucaso soviético, al
tiempo que intentaban reclutar a Turquía e Irán para su planeado
ataque contra Stalin. Para esa fecha la agricultura soviética se
había mecanizado en gran medida y dependía del petróleo… y los
estrategas aliados creían que la destrucción con éxito de los
campos petrolíferos soviéticos eliminaría gran parte del
suministro de combustible de ese país, con lo que posiblemente se
produciría una hambruna que podría acabar con el desagradable
régimen comunista.
Sin embargo prácticamente todas estas
suposiciones aliadas eran completamente incorrectas. Sólo una
pequeña fracción del petróleo alemán procedía de los soviéticos,
por lo que su eliminación tendría escaso impacto en el esfuerzo
bélico alemán. Como pronto demostraron los acontecimientos
posteriores, la URSS era enormemente fuerte en términos militares,
en lugar de débil. Los Aliados creían que con sólo unas semanas de
ataques de las docenas de bombarderos disponibles devastarían
totalmente los campos petrolíferos, pero más adelante en la guerra,
ataques aéreos de enorme envergadura sólo tuvieron un impacto
limitado en la producción de petróleo en otros lugares.
Exitoso
o no, el ataque aliado planeado contra la URSS habría representado
la mayor ofensiva estratégica de bombardeo de la historia mundial
hasta esa fecha y había sido programado y reprogramado durante los
primeros meses de 1940, para ser finalmente abandonado después de
que los ejércitos alemanes cruzaran la frontera francesa, rodearan y
derrotaran a las fuerzas terrestres aliadas y dejaran a Francia fuera
de la guerra.
Los victoriosos alemanes tuvieron la suerte
de capturar todos los documentos secretos relativos a la Operación
Pike y lograron un importante golpe propagandístico al publicarlos
en facsímil y traducidos, de modo que todas las personas bien
informadas pronto supieron que los Aliados habían estado a punto de
atacar a los soviéticos. Este hecho olvidado ayuda a explicar por
qué Stalin seguía desconfiando tanto de los esfuerzos
diplomáticos de Churchill antes del ataque de la Operación
Barbarroja de Hitler un año después.
Sin
embargo, durante más de tres generaciones la notable historia de
cómo los Aliados estuvieron tan cerca de perder la guerra atacando a
la URSS ha sido totalmente excluida de
prácticamente todas las historias occidentales. Por
eso, cuando descubrí estos hechos en las memorias de 1952 de Sisley
Huddleston, un destacado periodista anglo-francés, al principio
supuse que debía de estar delirando:
La idea de que los
Aliados se estaban preparando para lanzar una gran ofensiva de
bombardeos contra la Unión Soviética tan sólo unos meses después
del estallido de la Segunda Guerra Mundial era obviamente absurda,
tan ridícula que ni una sola pista de
ese rumor (desmentido hacía tiempo) había aparecido
en los textos de historia estándar que yo había leído sobre el
conflicto europeo. Pero que Huddleston siguiera aferrado a creencias
tan disparatadas incluso varios años después del final de la guerra
planteaba grandes dudas sobre su credulidad o incluso su cordura. Me
preguntaba si podía fiarme de lo que dijera sobre cualquier otra
cosa.
Sin embargo no mucho después me
encontré con toda una sorpresa en un artículo publicado en 2017,
en The National Interest, una publicación periódica
eminentemente respetable. El breve artículo llevaba el descriptivo
titular "En los primeros días de la
Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña y Francia planearon bombardear
Rusia." El contenido me dejó absolutamente
atónito y con la credibilidad de Huddleston ya plenamente
establecida (y la credibilidad de los libros de texto de historia
estándar que yo había estudiado completamente demolida) seguí
adelante y me basé sustancialmente en su relato para mi largo
artículo "American Pravda: La Francia y la Alemania de
posguerra"
(https://www.unz.com/runz/american-pravda-post-war-france-and-post-war-germany/
).
Si todos nuestros libros de historia de la Segunda
Guerra Mundial pueden excluir una historia completamente documentada
de tan enorme importancia, es obvio que
no se puede confiar en ellos sobre ninguna
otra cosa.
American Pravda: Cómo
Hitler salvó a los Aliados
(https://www.unz.com/runz/american-pravda-how-hitler-saved-the-allies/
)
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