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domingo, 22 de octubre de 2023

Shahid Bolsen (29 de julio de 2023) Occidente no luchará contra la transición de los BRICS, luchará por controlarla

 


No me malinterpreten. El desarrollo de los BRICS y su posible expansión es algo bueno o PUEDE ser algo bueno. De eso no hay duda. Pero tenemos que entender que no es algo que haya alarmado a la comunidad empresarial e inversora mundial o que les haya pillado por sorpresa. Llevan mucho tiempo anticipando el desplazamiento hacia el este y el sur, lo han facilitado y lo están facilitando. Es decir, gente como Joseph Sullivan, antiguo asesor económico de la Casa Blanca, también ha asesorado al Nuevo Banco de Desarrollo, el banco de los BRICS, y ha promovido la idea de que los BRICS creen su propia moneda. BlackRock ha creado no uno, sino dos ETFs dedicados a las economías BRICS. Y, como he dicho, gran parte de las repercusiones de las sanciones rusas han beneficiado en realidad a las naciones BRICS y a las potenciales naciones BRICS y han proporcionado un fuerte incentivo para la desdolarización. La guerra de Ucrania ha sido realmente un vehículo para acelerar este proceso, este cambio económico global lejos de Europa y Occidente. Por lo tanto lo están facilitando, no se oponen a ello. Le dan la bienvenida. Pero, por supuesto, quieren controlar el resultado.

La situación ideal para ellos sería reproducir más o menos el sistema de Bretton Woods, pero al revés. En otras palabras, los beneficiarios y las víctimas de Bretton Woods básicamente cambian de lugar. El poder corporativo alineado con Occidente, los Propietarios y Controladores del Capital Global Fianciarizado del mundo occidental no se preocupan especialmente por el bienestar de sus naciones, pero sí se preocupa por sí mismos y no quiere verse marginado por la inevitable transición hacia el Sur global. Quieren dirigir la transición.


Pero el problema o el reto para ellos es que la estructura de poder paralela del sector privado, que ha eclipsado al poder estatal en Occidente, aún no ha eclipsado al poder estatal en Oriente. El poder del sector privado en muchos países del Sur Global sigue subordinado al control gubernamental. Por mucho que a la gente le guste hablar de los oligarcas rusos, no están en condiciones de desafiar a Vladimir Putin, mientras que los políticos estadounidenses no están en condiciones de desafiar a los oligarcas estadounidenses. Por no hablar de China. Las empresas y los gobiernos están entrelazados en todo el mundo, pero la relación entre los políticos y los líderes empresariales fuera de Occidente tiende a estar más dictada por el Estado que por el sector privado. En Occidente, sobre todo en Estados Unidos, el gobierno se ha convertido en poco más que un instrumento de las empresas. Así pues esto supone un verdadero reto para los propietarios y controladores occidentales del capital global financiarizado.

El hecho de que la mayoría de estos países sigan creyendo profundamente en los Estados-nación y el hecho de que el funcionamiento de muchos de sus gobiernos se base en viejas estructuras jerárquicas tradicionales y en conceptos de estatus y autoridad como, por ejemplo, en los países del Gulf Cooperation Council, se debe a factores culturales arraigados que los hacen resistentes a la subordinación. Por no hablar de los factores políticos. Muchos de ellos no tienen la misma vulnerabilidad que los políticos occidentales en términos de campaña continua para la reelección, por lo que no son tan fáciles de sobornar mediante donaciones políticas. La corrupción que practican tiende a ser para aumentar su poder, no para ser comprados y abdicar de él. Y, hasta cierto punto, les importa lo que la población piensa de ellos. Siempre que hay un líder profundamente impopular en el Sur Global, es un indicador bastante fiable de que son marionetas de los occidentales.

Las empresas del Sur Global, los OCGFC del Sur Global, son más nacionalistas que sus homólogas del Norte Global y de Occidente. Siguen teniendo un sentimiento de orgullo nacional. Tienen algunos valores tradicionales residuales de sus sociedades y culturas que les hacen preocuparse por sus naciones. Y, por supuesto, son capitalistas y ambiciosos y les gustaría ser los mandamases de sus propios países y regiones.

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Así que esto no va a ser fácil de gestionar para los OCGFC orientados hacia Occidente, pero ellos creen que pueden y sin duda van a intentarlo. Pero por eso creo que es importante entender que el BRICS no constituye un levantamiento contra Occidente; si no sabes en qué tipo de lucha estás metido, no sabrás cómo luchar para ganar. Y ésta es una lucha, sin duda. Pero no es ESE tipo de lucha. Si piensas que es ese tipo de lucha, como una rebelión contra Occidente, vas a anticipar asesinatos, guerras e invasiones. Pero no creo que sea esto lo que debe preocuparte. Lo que debe preocuparte es la "ayuda". No te tienen que preocupar los ejércitos, te tienen que preocupar las consultoras, te tienen que preocupar las empresas occidentales que de repente te lanzan enormes inyecciones de Inversión extranjera directa y la promesa de que crearán puestos de trabajo en tu país. Y, obviamente, hay que preocuparse por los préstamos.

La independencia y la soberanía que promete el proyecto BRICS no van a descarrilar con asesinatos o invasiones militares, sino con contratos y acuerdos. No será por guerras, sino por tratados. No será por la oposición, sino por la ayuda.

A mí, la verdad, no me entusiasma la creación de una moneda BRICS. No veo por qué los países no pueden comerciar en sus propias monedas nacionales. O, si se quiere empezar a pensar en monedas alternativas específicamente para el comercio transfronterizo, ¿por qué no pensar en monedas regionales? ¿Una moneda para la ASEAN, la OUA o la OEA? O para el caso, ¿por qué no podría la Organisation of Islamic Cooperation empezar a estudiar la creación de una moneda comercial para sus Estados miembros? Si Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irak, Irán, Indonesia y otros diez países musulmanes se unen al BRICS, se convertirá prácticamente en un bloque islámico de facto, que representará casi la mitad del suministro mundial de petróleo y controlará prácticamente todos los puertos y rutas marítimas importantes del comercio mundial. En ese momento tendría sentido iniciar una mayor integración entre los miembros, políticas monetarias coordinadas y, potencialmente, su propia moneda comercial.

Personalmente, no me gusta que se hable de crear una moneda respaldada por oro en este momento. Me temo que los preparativos para lanzar algo así no harían más que provocar conflictos absolutamente devastadores en toda África. Suena muy bien en abstracto, pero si todo el mundo supiera que va a haber una moneda comercial respaldada por oro, creo que la violencia y la destrucción descenderían sobre África desde todos lados, en un intento desesperado por saquear su oro. No sería una fiebre del oro, sino un genocidio del oro. Así que, por ahora, sí, apoyo totalmente la desdolarización, pero me gustaría que, por el momento, cada país comerciara con su propia moneda y se centrara en desarrollar la cohesión regional y la coordinación monetaria con otros socios comerciales del Sur Global.

Miren, ahora están en condiciones de fijar las condiciones. A Goldman Sachs no se le ocurrió la idea de los BRICS porque sí; fue por necesidad. Occidente está en declive, la guerra de Ucrania está acelerando ese declive. Pivotar hacia el Sur y hacia el Este es lo único que PUEDEN hacer. Si deciden dejarles fuera, si deciden imponer controles de capital, aranceles, restricciones y demás, no hay mucho que puedan hacer al respecto. No pueden permitirse destruir dos hemisferios y no pueden salvar en el que están. Lo último que quieren es que los BRICS, o cualquier otra agrupación de economías del Sur Global, tomen el control de esta transición; no van a luchar contra la transición en sí, sólo van a pelearse por quién la gestiona. Quieren que se ajuste al programa neoliberal, pero en realidad no tienen fuerza para obligarte a hacerlo así. Cuentan con que ustedes no tienen ideas y con que no entienden de qué va la lucha, cuentan con que el Sur Global sigue mirándoles con asombro y reverencia y no se dan cuenta realmente de que las tornas están cambiando irreversiblemente a su favor.

Cuando se abolió la esclavitud en Estados Unidos, los amos de esclavos se acercaron a sus antiguos esclavos y les invitaron a continuar en la plantación por un mísero salario, porque se dieron cuenta de que no tenían futuro sin ellos y esperaban que no tuvieran ni idea de qué otra cosa hacer con su libertad. Eso es lo que ocurre cuando las multinacionales y los inversores llegan hoy a su país desde Occidente. La casa del amo está ardiendo y las cosechas que has estado recogiendo para él, ahora son tuyas. Sólo que él no quiere que lo sepas.


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