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sábado, 13 de agosto de 2022

El Pacto de Princeton (1993), por Valeria Insfran Michelagnoli (18 de agosto de 2021) y Hugo Marcelo Balderrama (9 enero, 2022)

 


Valeria Insfran Michelagnoli (18 de agosto de 2021) El Pacto de Princeton, una alianza para la miseria y el sometimiento

46 años, madre de tres hijos, casada hace 18 años. Abogada por la Universidad Católica de Asunción (Paraguay) Año 2000. Especialización en medios Alternativos de Resolución de Conflictos, Año 2001. Egresada de la Escuela Judicial, año 2006. Actualmente me desempeño como Asesora Jurídica de Empresas. Ocupo el cargo de Secretaria de la Federación de Arroceros del Paraguay. Me desempeño como Directora de Relaciones Internacionales de la Fundación Issos para el Desarrollo y la Libertad. Activista pro vida y pro familia, recientemente electa Pdte. de la Red ciudadana por la niñez y adolescencia (Paraguay).

Hace tres años empecé a investigar sobre las nuevas herramientas de avance de la izquierda, como el feminismo, el lobby LGTB, el indigenismo, el ecologismo, los derechos humanos distorsionados en favor de los criminales y el multiculturalismo, entre otros. Me dí cuenta que la mayor parte de los movimientos sociales y partidos políticos que en Paraguay apoyaban y promocionaban las causas citadas, estaban relacionados al Foro de Sao Paulo. En general el mismo patrón se cumplía en casi todos los países de LATAM (Latin America).

Al mismo tiempo miraba a Europa y a los EEUU y veía como esos mismos fenómenos llevaban décadas desarrollándose en aquellos lugares. En mi desconocimiento me preguntaba ¿cómo es posible que el marxismo cultural, que en LATAM es impulsado coordinadamente desde el Foro de Sao Paulo, la organización revolucionaria narco política que lleva casi tres décadas imponiendo regímenes totalitarios en la región, esté tan adelantado en supuestos países democráticos y de primer mundo? Algo no cerraba, debía haber un factor común.

Lentamente fui armando un complicado rompecabezas, estudiando sobre el Socialismo Fabiano, su influencia en los grandes centros de poderes políticos y económicos mundiales. Fui viendo cómo a través de la historia se han dado alianzas muy improbables pero no imposibles, como por ejemplo, Wall Street financió la Revolución Bolchevique de 1917 o como los Rockefeller apoyaron la Revolución Comunista China. Una idea tomaba fuerza, el entendimiento de que el comunismo podría ser el instrumento de dominación de los grandes capitales en el mundo. Capitales formados en general con protección de los gobiernos de turno o por medio de monopolios, expulsando a los competidores y reduciendo la competencia.

Empecé a entender que mucho de la historia reciente y no tan reciente, estaba moldeado por los dueños del mundo; empecé a ver que la ideología comunista, genocida y liberticida por definición, sólo sigue existiendo por una poderosa fuerza tras ella, financiación constante, apoyo permanente de los grandes poderes mundiales. Pero me seguía preguntando ¿en qué momento el Foro de Sao Paulo, amenaza continental, coordina acciones con la izquierda internacional que hacía lo mismo en Europa y EEUU?

Fue entonces que llegó a mis manos el libro O eixo do mal latino americano e a nova orden mundial, de Heitor de Paola (El eje del mal latinoamericano y el nuevo orden mundial, https://www.amazon.com/Eixo-Latino-Americano-Nova-Ordem-Mundial/dp/0692557490 ). En ese libro leí acerca del Pacto de Princeton. Ese era el punto clave que estaba buscando para avanzar en mi rompecabezas.

El Pacto de Princeton se firma en 1993 entre Fernando Henrique Cardozo, en representación del Inter-American Dialogue, y Lula da Silva, en representación del Foro de Sao Paulo. El encuentro fue coordinado por Warren Christopher, en aquel entonces Secretario de Estado de Bill Clinton. En este pacto se sentaron las bases sobre algunas estrategias para LATAM. Las estrategias eran el blanqueamiento de la izquierda radical marxista revolucionaria (en ese en el marco hemos visto llegar a los Gobiernos de nuestros Estados a ex terroristas como Pepe Mujica, Dilma Rosouf, García Lineras, Michele Bachelet, la propia candidatura de Petro e incluso el ignomioso Acuerdo de Paz con los narcoterroristas de las FARC, todo en cumplimiento de ese punto de la Agenda), el control poblacional y el debilitamiento de la iglesia católica, el debilitamiento de los partidos políticos de la elite y de las Fuerzas Armadas así como el compromiso de contribuir a la apertura comercial a Cuba, entre otros.

Profundicemos un poco sobre los protagonistas de este Pacto.

El Diálogo Interamericano (Inter-American Dialogue) se funda en 1982. Es un think tank líder de política estadounidense y exterior, que aglomera a banqueros internacionales, sus Fundaciones y ONGs vinculadas. Algunos de ellos son el Grupo Rockefeller, el Grupo Bilderberg, la familia Bush, Kissinger, la Reserva Federal Norteamericana y la Universidad de Yale. Como se ve en este grupo de personas y organizaciones podemos encontrar a grandes billonarios del planeta y a muchas personas de todo el mundo con gran influencia en sus países. El Inter-American Dialogue creó el decálogo de la Globalización. El decálogo serían los diez puntos que deberían ser aplicados para que se diera el proceso de globalización, en interés de los mencionados grupos. Estos son:

1. Desmontar los Estados Nacionales,

2. Desmoralizar a las Religiones Tradicionales,

3. Forzar el desempleo,

3. Limitar el desarrollo de los países con la propaganda y el chantaje ambientalista,

4. Reducir las Fuerzas Armadas de los Estados,

5. Crear una cultura de la Paz, los DDHH y el desarme,

6. Reducir drásticamente la población,

7. Promover la Agenda de Género,

8. Liberalizar las drogas para aplacar químicamente las mentes inquietas,

9. Difundir las prácticas de control mental a través de los Institutos Stanford y Tavistock,

10. Controlar de la Educación.

El decálogo no sólo suena familiar, sino que es la misma gente reunida hoy en el Foro Económico Mundial o Foro de Davos, elaborando en los años ´80 una agenda que podría ser tomada como uno de los muchos antecedentes a la Agenda Global actual. Las mismas personas y los mismos objetivos.

Desde su fundación el Inter-American Dialogue defiende tesis como la soberanía limitada o relativa de las naciones, el derecho de injerencia y la interdependencia entre los países.

El Foro de Sao Paulo fue fundado en 1990 (1 de julio de 1990) en la Ciudad de San Paulo, a instancias de Fidel Castro y Lula da Silva. Fue así que el PT de Brasil y el Partido Comunista Cubano convocaron a sus aliados para un encuentro de partidos y organizaciones de izquierda de LATAM y el Caribe. Se presentaron 48 delegaciones de 14 países. Vale la pena citar a algunos partidos políticos que formaban parte de las delegaciones, para dimensionar el verdadero carácter revolucionario y violento del Foro de Sao Paulo, ya desde su fundación misma.

Entre los más destacados,

  • Argentina: Partido Comunista argentino, Partido Intransigencia Revolucionaria, Partido Revolucionario de los Trabajadores.

  • Bolivia: Eje de Convergencia Patriótica y Partido Comunista boliviano.

  • Brasil: Partido de los Trabajadores (PT Brasil), Partido Comunista del Brasil, Partido Comunista Brasilero, Partido Democrático Trabajador, Partido Socialista Brasilero.

  • Chile: El Partido Comunista de Chile y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

  • Colombia: Partido Comunista Colombiano y Unión Patriótica (las FARC fueron creadas por el Partido Comunista Colombiano y la Unión Patriótica fue el primer partido político de los narcoterroristas).

  • Cuba: Partido Comunista Cubano.

  • Ecuador: Partido Comunista de Ecuador, Partido Socialista de Ecuador.

  • El Salvador: Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMNL).

  • México: Partido de la Revolución Democrática y Partido Popular Socialista.

  • Paraguay: Corriente Patria Libre, brazo político de los terroristas del EPP y el Partido Comunista paraguayo.

  • Perú: Partido Comunista Peruano, Partido Unificado Mariateguista y Partido Comunista Revolucionario.

  • República Dominicana: Partido Comunista Dominicano.

  • Uruguay: Frente Amplio, MLN Tupamaros, Frente de Izquierda de Liberación, Movimiento Revolucionario Oriental, Movimiento 26 de Marzo.

  • Venezuela: Partido Comunista de Venezuela, Causa R.

El Foro de Sao Paulo fue pensado para recuperar en América Latina lo que el comunismo había perdido en Europa del Este, o sea, transformar el mundo latinoamericano en una nueva Unión Soviética, teniendo por modelo a Cuba y posteriormente al Socialismo del Siglo XXI del Castro-Chavismo.

Volvemos al punto de las alianzas improbables a simple vista, pero no imposibles, sobre todo cuando uno empieza a bucear en esa historia no contada que siempre va detrás de la oficial. Sobre el tema cito a Heitor de Paola: “El Pacto de Princeton fue una táctica política dentro de una estrategia mucho más antigua y establecida a largo plazo. Reunidos el Inter-American Dialogue y el Foro de Sao Paulo, estaban realmente reunidas las corrientes socialistas Fabiana y Marxista, para implementar una política común en Brasil y Latino América, dentro de objetivos mundiales de más largo plazo”.

En perfecta connivencia, dos grupos aparentemente antagónicos en el imaginario popular han operado juntos para desarrollar en América Latina, por casi 30 años, una serie de estrategias políticas y sociales sumamente dañinas para nuestros países. Desde gobiernos totalitarios con disfraz democrático han desarrollado políticas de gran impacto y lesivas a nuestras sociedades. El enfrentamiento ciudadano que sufrimos al verse atomizadas nuestras sociedades, nos han robado la paz social necesaria para que nuestras naciones se desarrollen y prosperen, dividiendo a las sociedades, creando el caos y centralizando el poder.

Si los analizamos, los objetivos que estos grupos de poder han establecido, juntos o por separado, se han cumplido o están camino de cumplirse. Millones de tontos útiles luchan contra las instituciones de sus Repúblicas por causas supuestamente anti imperialistas, sin saber que son agentes de los más criminales imperios que gobiernan el mundo, sin saber que les han lavado el cerebro con tácticas de manipulación mental, creadas en los Institutos de Control Social de los centros de poder mundiales.

Es oportuno recordar que el Informe Kissinger (1974) rezaba: “Se deben cambiar los preceptos religiosos y culturales de los pueblos que hacen inviables las políticas de control de natalidad. Los encargados de implementar esas políticas deben ser los mismos naturales de los países, previamente reeducados en los países del Norte”. Hoy eso mismo se aplica para toda la Agenda del Marxismo Cultural.

Desde el año 2019 tenemos en escena al llamado Grupo de Puebla, que no es otra cosa que la elite política e intelectual del Foro de Sao Paulo, que ahora incluye oficialmente a representantes de la izquierda española. Es el Grupo de Puebla el que marca ya la agenda para Iberoamérica.

Algunas de las líneas de esa agenda son

1. Agenda Progresista: aborto, legalización de drogas, promoción del homosexualismo y de la identidad de género, defender la relatividad de los valores establecidos,

2. Desmitificar la religión,

3. Controlar la educación y dedicarla al adoctrinamiento político, fomentando la lucha de grupos,

4. Introducir en el ejército personas afines al Foro,

5. Magnificar la corrupción de los partidos tradicionales,

6. Perseguir a los grandes empresarios para que huyan del país,

7. Expropiaciones masivas de terrenos y empresas,

8. Colocar en manos del Estado todos los bienes de producción,

9. Reforma de la Constitución y de las leyes electorales,

entre otras.

CONCLUSIÓN

La rápida mirada que hemos hecho a organizaciones como el Inter-American Dialogue, sus integrantes y sus objetivos, nos dice que son los mismos grupos empresariales y/o personas que desde hace décadas operan en el Foro de Davos, que sin ser electos en ningún Estado deciden los destinos de la humanidad a su arbitrio.

Luego del análisis realizado queda en evidencia que el Foro de Sao Paulo/Grupo de Puebla es el brazo ejecutor de la Agenda Globalista en Iberoamérica desde hace décadas. El Foro de Sao Paulo ha desarrollado durante años un lento y continúo proceso de subversión ideológica en nuestros países. Han implementado gobiernos totalitarios, han empobrecido y desmoralizado a nuestros pueblos de una forma criminal.

El Socialismo Fabiano y el Marxismo Revolucionario terrorista son dos caras de una misma moneda. El cinismo de los líderes de izquierda que firmaron el Pacto de Princeton debe ser expuesto y denunciado. Tenemos la superioridad moral de la verdad y la ética, no nos achiquemos ante poderes ilegítimos, llenémonos de valentía ante los miserables que nos someten y quieren destruirnos, quieren destruir no solo nuestras naciones, vienen por nuestras familias y nuestros propios hijos.

Es hora de despertar, queridos iberoamericanos, y de luchar por nuestra libertad, por nuestros valores, por nuestras tradiciones y por nuestra fe cristiana. Patriotas de Iberoamerica, unamos fuerzas sí, por una Patria Grande, pero una Patria Grande libre, independiente que vele por nuestro capital humano, nuestros recursos e intereses.

El Pacto de Princeton, verdadera alianza para la miseria y el sometimiento de Iberoamerica, debe ser desenmascarado y expuesto el juego macabro con el que nos flagelan.

https://socialinvestigation.org/el-pacto-de-princeton-una-alianza-para-la-miseria-y-el-sometimiento/

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Hugo Marcelo Balderrama (9 enero, 2022) El Pacto de Princeton y los medios de comunicación

Los objetivos del pacto eran el blanqueamiento de la izquierda revolucionaria, el control poblacional y el debilitamiento de la Iglesia católica, la destrucción de los partidos políticos históricos de cada país (a los que acusarían de «neoliberales» y «fascistas»), así como desinstitucionalización de las Fuerzas Armadas y policiales.

El Pacto de Princeton y los medios de comunicación

Los objetivos del Pacto de Princeton, firmado por Luis Inácio Lula da Silva y Fernando Henrique Cardozo, eran el blanqueamiento de la izquierda revolucionaria, el control poblacional y el debilitamiento de la Iglesia católica.

Había decidido que los últimos días de 2021 los dedicaría a las típicas actividades navideñas y los pasaría alejado del bullicio diario. Fue entonces que me puse a mirar el streaming de Radio Monumental (una de las emisoras más conocidas de Bolivia). Grande fue mi sorpresa, que incluso dio por terminada mi corta vacación, cuando Andrés Rojas, uno de los locutores más famosos de mi país, confesó que en el año 2003 (en pleno golpe de Estado contra el último gobierno democrático de Bolivia) censuró a un ministro de Estado que pedía el derecho a réplica, además de haber tomado partido a favor de los grupos de revoltosos (llamó a uno de ellos su gran amigo).

Después de superar mi ataque de rabia me hice la siguiente pregunta: ¿Por qué la mayoría de los periodistas defiende y promueve la agenda progresista?

Empecé a atar cabos y comprendí que todas las ideologías que pretenden acabar con la libertad, existen porque gozan de grandes fuentes de financiamiento (algunas legales y otras no tanto).

Casi por casualidad una gran amiga hizo llegar a mis manos los trabajos de la escritora paraguaya Valeria Insfran. En sus artículos encontré la ficha faltante para completar el rompecabezas: el Pacto de Princeton.

Corría el año 1993. Fernando Henrique Cardozo (en ese momento ministro de Relaciones Exteriores de Brasil y representante del Dialogo Interamericano) y Luis Inácio Lula da Silva (fundador del Foro de Sao Paulo) (bajo la coordinación de Warren Christopher, en aquel entonces secretario de Estado de Bill Clinton) firman el Pacto de Princeton.

Los objetivos del pacto eran el blanqueamiento de la izquierda revolucionaria (es por eso que hemos visto llegar a los gobiernos de nuestros Estados a exterroristas como Pepe Mujica, Dilma Rousseff, García Linera, Michele Bachelet y la propia candidatura de Gustavo Petro), el control poblacional y el debilitamiento de la Iglesia católica, la destrucción de los partidos políticos históricos de cada país (a los que acusarían de «neoliberales» y «fascistas»), desinstitucionalización de las Fuerzas Armadas y policiales y el compromiso de contribuir a la destruida economía cubana (en realidad, subsidiar el crimen transnacional de los hermanos Castro). En resumen, el Dialogo Interamericano (un think tank que aglomera a banqueros internacionales, sus fundaciones y ONGs) pondría la plata y el Foro de Sao Paulo la ingeniería revolucionaria.

Para que los dólares llegaran a manos de los grupos subversivos sin levantar sospechas, los financiadores americanos, especialmente George Soros, apoyarían a una gran cantidad de ONGs en la región

En su libro Ciudadano X, la Historia secreta del evismo, Emilio Martínez (escritor uruguayo radicado en Bolivia) escribe lo siguiente:

Evo Morales recibió apoyo de George Soros para concretar su llegada a la presidencia. Varias ONGs ligadas a Soros fueron promoviendo a Morales en los distintos foros internacionales, llevándolo a distintos eventos en Latinoamérica, Europa y EEUU. Además el Democracy Center, dirigido por Jim Schultz pero financiado por Soros, opera en Bolivia y tiene a la hermana de Oscar Olivera en su directorio”.

Asimismo, desde los años 60 Fidel Castro dedicó muchos recursos a los trabajos de espionaje en todos los países de Sudamérica. Por eso en 1975 funda el Departamento América, cuya responsabilidad confía a Manuel Piñeiro (mejor conocido como el comandante Barba Roja). Este maestro del espionaje tenía la misión de detectar, reclutar y formar a simpatizantes de la Revolución cubana, ya se tratara de estudiantes, sindicalistas, profesores universitarios, políticos, periodistas o incluso empresarios.

Estos agentes de influencia se ocuparían de mostrar al mundo las «bondades» y «logros» de la Revolución cubana. Un ejemplo entre miles, en los años ochenta, la economista venezolana Adina Bastidas, mientras era consejera del gobierno sandinista de Daniel Ortega en Nicaragua) es reclutada por el Departamento América. Veinte años más tarde, entre 2000 y 2002, se convertiría en vicepresidente de Venezuela en el seno del Gobierno de Hugo Chávez. En el caso de Bolivia podemos citar a Carlos Mesa (quien en 1993 llamó «gigante de la historia» a Fidel Castro), Carlos Valverde (que incluso confesó tener tatuada la cara del Che en la espalda) o Amalia Pando (aunque ahora dice estar decepcionada del MAS, fue una de las mayores impulsoras de la imagen de Evo Morales desde finales de los 90 y principios de los 2000).

Con todo ese know-how, era evidente que para las ONGs sería muy fácil influir en la opinión pública de los países. Total, ya los periodistas habían sido formados por simpatizantes de Castro y su revolución. Ahora sólo faltaba que hicieran su trabajo, atacar a los políticos de sus naciones y, como en el caso de Bolivia durante los primeros años de los 2000, endiosar al candidato del Foro de Sao Paulo. El propio comandante Castro tenía una frase para estos personajes: idiotas útiles.

Penosamente, estos idiotas útiles fueron cómplices para que nuestras naciones cayeran en las garras de la peor organización criminal que ha parido la región.

Así están las cosas, es hora de unirnos contra la tiranía, que sobrepasa a los políticos locales y que, con el apoyo de las falsas oposiciones, tiene sumida a nuestras patrias en la pobreza y el terrorismo de Estado.

https://panampost.com/hugo-balderrama/2022/01/09/el-pacto-de-princeton-y-los-medios-de-comunicacion/

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