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lunes, 15 de agosto de 2022

Riley Waggaman (alias Edward Slavsquat, 13 de agosto de 2022) Putin & COVID: Part II (Putin y la vacunación obligatoria)


 

¿Cuál es la postura del presidente ruso sobre las inyecciones coercitivas? Es un asunto complicado. En la Parte I de esta serie ofrecimos una visión general de la participación de Vladimir Putin en el desarrollo y despliegue de Sputnik V. Este artículo explorará las opiniones de Putin sobre la vacunación obligatoria.

"Es contraproducente e imposible introducir la vacunación obligatoria"

La primera postura de Putin sobre la vacunación obligatoria fue inequívoca: la vacunación masiva era necesaria para acabar con la pandemia, pero en su opinión no debían utilizarse medidas coercitivas.

"En mi opinión es contraproducente e imposible introducir la vacunación obligatoria", dijo Putin el 26 de mayo de 2021. Los rusos deben "darse cuenta de la necesidad" de la vacunación y entender que sin la vacuna "podrían enfrentarse a un peligro muy grave e incluso mortal." Aunque se opuso a las medidas coercitivas, el presidente ruso subrayó que "los expertos no sólo de nuestro país, sino de todo el mundo" creían que la vacunación generalizada era "la forma más correcta y civilizada" de frenar el virus.

Una semana más tarde volvió a tratar el tema reiterando su oposición a las medidas de fuerza, pero también instando a que se hagan más esfuerzos para incrementar las tasas de vacunación en el país.

"Ahora estamos preparados a proporcionar [una vacuna] a todos los que la quieran. No forzaremos a nadie", dijo Putin el 4 de junio. "Lo más importante aquí es explicar la necesidad, la eficacia y la seguridad. Aparentemente, no estamos haciendo mucho al respecto". Atribuyó la falta de entusiasmo por Sputnik V al "estado de ánimo general de los ciudadanos", señalando que no todos los rusos se vacunan contra la gripe. Comentando las campañas de vacunación en otros países, Putin bromeó sobre cómo algunas naciones habían recurrido a ofrecer "cerveza [gratis]" para atraer a la gente a los centros de vacunación. "Probablemente se puede actuar de forma más civilizada", bromeó el presidente ruso. La posición del Kremlin se matizó a mediados de junio, cuando la capital rusa y la región de Moscú introdujeron la vacunación obligatoria para los empleados del gobierno y los trabajadores de ciertos sectores empresariales.

En respuesta a los decretos, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov dijo el 16 de junio que "no hay vacunación obligatoria" a nivel nacional y "no se habla" de introducirla.

Un día después Peskov dijo que las políticas coercitivas introducidas en Moscú y la región circundante eran "una medida absolutamente correcta", aunque añadió que ésta era su "opinión personal". "El principio de que la vacunación no es obligatoria se mantiene en general, pero no estamos consiguiendo mucho éxito en la vacunación", explicó Peskov. "Así que considero que estas medidas de emergencia son absolutamente necesarias y están justificadas". Pero ésta era sólo la "opinión personal" de Peskov como portavoz del Kremlin. ¿Qué opina Putin de estos nuevos acontecimientos? Durante un acto en "línea directa" celebrado el 30 de junio, el presidente de Rusia habló con un residente de Moscú cuya esposa se enfrentaba al despido del trabajo, a pesar de tener una condición médica que la eximía del decreto de vacunación obligatoria de la ciudad. "Es ilegal. Si hay una exención médica, nadie tiene derecho a exigir la vacunación. Creo que el director de la escuela donde trabaja su cónyuge no lo sabe. Espero que se entere de esto y se retiren estas exigencias ilegales", dijo Putin.

También reafirmó su oposición a la vacunación obligatoria. El 22 de agosto Putin describió la vacunación como "la mejor herramienta que tenemos" para "superar la pandemia", pero dijo que no debía imponerse a la población. El líder ruso dijo que debía explicarse la necesidad de la vacunación y añadió que era "necesario crear diferentes tipos de incentivos" para aumentar su uso. Dos días después Putin expresó su oposición a vincular la vacunación al empleo.

"La principal arma contra la propagación del virus es la vacunación, no hay nada nuevo que decir respecto a eso. Volveré a insistir: por supuesto, no hay que obligar a nadie [a vacunarse], hay que ser capaz de convencer a la gente de la necesidad de vacunarse, de forma persistente, respetuosa... explicar lo importante que es vacunarse para preservar la propia vida y la salud y proteger a los seres queridos, para demostrar que esta vacuna realmente funciona y reduce el riesgo de complicaciones", dijo Putin en una conferencia de Rusia Unida el 24 de agosto.

Pero menos de tres semanas después Putin sugirió que las medidas de fuerza podrían utilizarse de forma eficaz y responsable. El presidente ruso elogió a Moscú [la primera región en introducir la vacunación obligatoria y los (efímeros) códigos QR] por su respuesta "bien coordinada y eficaz" al COVID. El alcalde de Moscú Sergey Sobyanin encontró un "equilibrio entre las restricciones forzosas que son necesarias para salvar la vida de miles de personas y [preservar] la vida normal en una ciudad de muchos millones de habitantes", dijo Putin el 11 de septiembre de 2021. Según Putin las "restricciones forzadas" de Moscú siguen siendo preferibles a las políticas que se están aplicando en Europa.

"Ellos tienen de facto la vacunación obligatoria. Esa es la realidad. Y mira, en el Reino Unido, en muchos países de la Europa continental es así. Nosotros lo hacemos con mucha más suavidad", dijo el 26 de septiembre.

"Los no vacunados vivirán menos cómodamente que los vacunados"

El dedo acusador de Putin hacia la UE fue seguido por una declaración sorprendentemente contundente de Peskov sobre la inevitabilidad de la discriminación basada en el estado de vacunación.

"Ustedes saben que el Presidente ha dicho en repetidas ocasiones que las vacunas son voluntarias, opcionales. Pero las particularidades de la situación del coronavirus, las particularidades de la pandemia, de una manera u otra conducirán al hecho (estoy hablando de todos los países del mundo) de que los no vacunados vivirán menos cómodamente que los vacunados. Esta es la realidad a la que nos enfrentamos", dijo el portavoz presidencial el 30 de septiembre.

A principios de octubre las regiones rusas comenzaron a adoptar las mismas medidas "bien coordinadas y eficaces" que se introdujeron por primera vez en Moscú. El 7 de octubre, Peskov afirmó que el Kremlin apoyaba todas las medidas destinadas a aumentar la tasa de vacunación de Rusia. "Todas las medidas son buenas. Cualquier medida que pueda animar a más personas a vacunarse es buena. Y sólo la vacunación salva de la muerte", dijo el portavoz presidencial a los periodistas. El 8 de octubre aproximadamente un tercio de las regiones de Rusia había manifestado su intención de exigir tarjetas sanitarias digitales para entrar en los negocios y asistir a actos públicos. El 14 de octubre, Peskov reprendió a los rusos no vacunados, afirmando que su negativa a vacunarse era irresponsable y "mata". Mientras las regiones de toda Rusia seguían aplicando decretos de vacunación y códigos QR, Putin aclaró su posición sobre las inyecciones obligatorias. "Ya he dicho que la vacunación se convierte en obligatoria en nuestro país si está incluida en el calendario nacional de vacunación, pero la vacunación contra la infección por coronavirus no está incluida en el calendario nacional, así que en este sentido no es obligatoria", dijo Putin el 21 de octubre de 2021.

Al mismo tiempo, el presidente de Rusia reconoció que las autoridades regionales tenían derecho a introducir la vacunación obligatoria a nivel local. Si las regiones estaban siendo presionadas (o quizás recibían ódenes) para adoptar tales políticas es una cuestión que discutiremos en otro artículo. Lo que sí sabemos es que el Kremlin estaba emitiendo "recomendaciones" que parecían contradecir la oposición de Putin a las medidas coercitivas. El 26 de octubre Putin emitió una lista de instrucciones a los gobernadores regionales, incluyendo una "recomendación" de ordenar a los ciudadanos mayores de 60 años no vacunados que se autoaislen. Ese mismo día, TASS informó de que todos los sujetos federales habían adoptado alguna forma de vacunación obligatoria.

En noviembre todas las regiones contaban también con un régimen de códigos QR (aunque el uso de las tarjetas sanitarias digitales variaba de una región a otra). Si Putin se oponía activamente a estas políticas discriminatorias, tenía una extraña forma de demostrarlo. El 8 de noviembre, Putin condecoró a Alexander Gintsburg, el padre de Sputnik V, con la Orden de Alexander Nevsky. El honor fue concedido al científico en reconocimiento a su "esforzado trabajo a lo largo de los años". En una entrevista publicada pocas horas antes de la ceremonia de entrega, Gintsburg había apoyado la idea de limitar la circulación y las actividades de los rusos no vacunados.

A mediados de noviembre el gobierno federal decidió que había llegado el momento de crear un sistema nacional de tarjetas sanitarias digitales. El 12 de noviembre el Consejo de Ministros de Rusia envió a la Duma Estatal dos proyectos de ley en los que se esbozaba un sistema de códigos QR para su uso en lugares públicos y para los viajes de larga distancia. Pero la propuesta se enfrentó a un gran obstáculo: los rusos se oponen mayoritariamente a las políticas de vacunación obligatoria y al uso de tarjetas sanitarias.

El 1 de noviembre RIA Novosti invitó a los rusos a votar si estaban a favor de las políticas de vacunación obligatoria. El 78% de los 190.000 encuestados dijo estar en contra de estas intervenciones médicas coercitivas sin precedentes.

El rechazo al pase digital vacunal fue aún más decidido. Una encuesta del 14 de noviembre reveló que de casi 1,5 millones de encuestados, el 92% se oponía a la introducción de los códigos QR y creía que violaban los derechos de los ciudadanos. Los resultados de una encuesta del 25 de noviembre en VK.com fueron notablemente similares. De las 360.000 personas que compartieron su opinión, sólo 20.000 expresaron su apoyo a los pases digitales para vacunas. El 91% de los encuestados rechazó el uso de códigos QR en lugares públicos. En medio del creciente enfado por las medidas coercitivas, Peskov tranquilizó a la opinión pública diciendo que el Kremlin no apoyaría la imposición de multas a los rusos no vacunados. Sin embargo no se dieron tales garantías en relación con el proyecto de ley sobre el código QR nacional. Putin subrayó la importancia de garantizar que todos los aspectos del sistema nacional de tarjetas sanitarias propuesto se elaboren con detalle y añadió que los gobiernos regionales deben desempeñar un papel central en ultimar la legislación. "Antes de aceptar, por ejemplo, una restricción relacionada con el uso del transporte público, debemos analizar muy detenidamente a qué dará lugar. Y ver si los sistemas de transporte están preparados para no restringir los derechos de las personas, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la salud de los mismos ciudadanos que tanto nos preocupan", dijo Putin el 9 de diciembre. "Espero... que encontremos una solución que garantice los derechos de todos los ciudadanos", añadió. Un día después, el 10 de diciembre, Putin elogió los progresos realizados en el pasaporte internacional de vacunas de fabricación rusa Viajar sin COVID-19.

Señaló que la aplicación para teléfonos inteligentes ya se utilizaba en Azerbaiyán, Moldavia, Tayikistán y Uzbekistán. En las semanas siguientes, Putin siguió ofreciendo sus orientaciones a la legislación nacional sobre códigos QR. "En cuanto a la ley sobre la obligatoriedad de los certificados para visitar lugares públicos, centros comerciales, cafés, restaurantes e instituciones culturales, ayer fue aprobada en la Duma Estatal en primera lectura. Por supuesto, este proyecto de ley en su versión actual debe ser completado", dijo Putin el 17 de diciembre. "La ley, por supuesto debe ser precisa, clara y comprensible".

Pidió al gobierno que "garantice que el sistema de certificación esté totalmente preparado tecnológicamente" para que "funcione de forma fiable para proteger la salud de los ciudadanos".

Como informó TASS: Al hablar de la adopción de los certificados de vacunación, Putin señaló que en contra de las expectativas no puede anunciar que los códigos QR son innecesarios. "No puedo terminar esto con la nota que esperan ciertas organizaciones y figuras sociales, teniendo en cuenta tanto las motivaciones morales como los deberes de mi cargo", dijo el jefe de Estado señalando las continuas complicaciones en la lucha contra el coronavirus. Pero el respaldo público de Putin al sistema nacional de códigos QR no fue su último comentario del año relacionado con las vacunas.

El 21 de diciembre el líder ruso elogió al Ministerio de Defensa por vacunar a casi todos los miembros del ejército. "Me gustaría destacar que el ejército ha aplicado todas las medidas necesarias para combatir la infección por coronavirus en sus propias filas: ha llevado a cabo la vacunación de casi el 100% del personal. Esto ha permitido evitar la propagación masiva de la enfermedad, proteger la vida y la salud del personal militar y, por tanto, garantizar una alta preparación para el combate de las unidades y formaciones", dijo Putin.

No mencionó cómo se logró esa impresionante hazaña.

El 18 de junio de 2021 el médico jefe de sanidad del Ministerio de Defensa ordenó que todo el personal militar se vacunara. El decreto incluía a los reclutas así como a ciertas categorías de funcionarios federales.

El 17 de enero de 2022 la Duma del Estado archivó la legislación del código QR nacional, tras una masiva campaña popular contra ella.

En respuesta a la decisión de abandonar el proyecto de ley, Peskov insistió en que no era necesario un código QR de aplicación federal, puesto que las tarjetas sanitarias digitales ya se utilizaban a nivel regional: "Aquí no hay necesidad de acciones adicionales, se llevarán a cabo de todos modos", dijo, recordando que las regiones tienen competencias especiales que nadie ha anulado. Las regiones rusas comenzaron a abandonar las tarjetas sanitarias digitales a mediados de febrero. El país quedó oficialmente libre de códigos QR el 15 de abril.

Lea la tercera parte: La opinión de Putin sobre la OMS, las grandes farmacéuticas y la "lucha internacional" contra el COVID

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