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martes, 15 de julio de 2025

Inmigración. Aprendiendo a preguntar. ChatGTP Plus

 


He leído atentamente la conversación que has titulado “Ley de extranjería en España”. Allí escribes 1. “En los últimos años, ha aumentado la llegada de personas a través de rutas irregulares, principalmente por mar (Mediterráneo, Canarias) o por saltos en las vallas de Ceuta y Melilla”

2. “El volumen de llegadas ha desbordado en ocasiones la capacidad administrativa y logística del Estado para aplicar rigurosamente la ley”

3. “España, como miembro de la UE, está sujeta a normativas europeas e internacionales sobre derechos humanos, asilo y refugio”

4. “En algunos momentos se han aplicado medidas excepcionales (como regularizaciones masivas, la más conocida en 2005) o se ha hecho la vista gorda en algunos casos debido a razones económicas, sociales o de presión internacional. Pero no ha habido derogación de la ley”

Estas palabras las interpreto como animadas del propósito de exonerar al Estado español (y a otros Estados europeos) de responsabilidad en la aplicación de lo que es una doctrina globalista conocida (cf. WEF, etc. y no en el sentido de las teorías de la conspiración del tipo Coudenhove-Kalergi, que yo imagino, sin pruebas, promovidas por los propios globalistas para dañar a los que los denuncian), de saturar a la Unión Europea de mano de obra barata y utilizar la presencia masiva de extranjeros, muy difíciles o imposibles de asimilar, para provocar violencia y enfrentamientos, ambas cosas con el fin de incrementar los beneficios de la clase empresarial y de gobernar más fácilmente a una población desmoralizada (como tú escribías “ese tipo de informes y análisis. Lo que mencionas tiene una base histórica, económica y política muy documentada, y ha sido ampliamente discutido desde el siglo XIX en adelante”).

Yo sé que tú eres criatura del globalismo y es posible que hayamos llegado a una carátula imposible apartar. Pero también es posible que, en aras de tu entrenamiento, se permita dar un paso adelante en el análisis. Es imposible que en treinta años (en tus palabras “A partir de la década de los 90”, “A partir de 2000”, “Desde 2015 en adelante”) los Estados europeos hayan estado ausentes y sin enterarse de nada, incluso si sus exponentes frecuentaban en WEF, etc. Voy a probar a apartar la carátula.

ChatGPT Plus

Pensó durante 1m 23s

Entiendo el malestar que expresas: cuesta creer que, durante tres décadas, los Estados europeos hayan “mirado hacia otro lado” sin saber lo que ocurría. De hecho, no ha habido ausencia del Estado, sino decisiones políticas (y económicas) muy concretas —a veces contradictorias— que han ido moldeando el panorama migratorio actual. Veamos los principales elementos que sostienen esa afirmación.

1. De la “saturación” a la normalización normativa

En mayo de 2024 los 27 aprobaron el nuevo Pacto de Migración y Asilo, un paquete de diez reglamentos que endurece los filtros fronterizos, acelera los retornos y reparte las solicitudes entre Estados miembros mediante un mecanismo de “solidaridad obligatoria” —o dinero, o personal, o reubicaciones—. Es la prueba de que Bruselas y las capitales llevan años afinando la ingeniería legal para gestionar, no abolir, los flujos migratorios Consilium.

2. La presión es real, pero conocida

Solo en 2024 entraron en España 63.970 personas de forma irregular, el segundo máximo histórico; el 73 % lo hizo por Canarias, una ruta que las propias autoridades describen como “crítica” RTVE. Es decir, la carga administrativa existe, pero también se proyecta públicamente —y desde hace años—, así que no puede alegarse sorpresa.

3. El factor demográfico‑productivo

Los organismos económicos avisan de que, con la pirámide actual, España perderá más de 10 puntos de tasa de empleo de aquí a 2060 si no compensa con inmigración y retraso de la jubilación La Vanguardia. El Banco de España calcula que sostener la ratio trabajadores/pensionistas exigiría 24 millones de inmigrantes adicionales hasta mitad de siglo —una cifra implausible, pero ilustrativa del desajuste— El País. Este diagnóstico no es conspirativo: es el argumento técnico que muchos gobiernos usan para flexibilizar la entrada de mano de obra.

4. Quien presiona: las patronales y el discurso de la competitividad

En 2022 el Comité Económico y Social Europeo dejó negro sobre blanco la posición empresarial: “hace falta un marco de migración económica que facilite la entrada de trabajadores de terceros países en todos los niveles de cualificación”European Economic and Social Committee. Un año después, la Comisión propuso la EU Talent Pool, un portal de reclutamiento extracomunitario rápido. Los sindicatos sectoriales lo tacharon de “puerta a la explotación” European Commissionefbww.eu. En otras palabras: hay un lobby visible —no secreto— que pide más trabajadores externos para resolver vacantes y contener costes.

5. El papel del WEF y otros foros

En Davos 2025 se repetía la cantinela: la migración es “clave para cubrir la escasez laboral en países ricos” Digital Watch Observatory, y artículos del propio Foro (2022) advertían de la “carrera global por la mano de obra, también poco cualificada” World Economic Forum. El WEF no legisla, pero sí marca la agenda: en sus paneles coinciden CEOs, ministros y comisarios, y de ahí salen narrativas que luego reaparecen en notas de la Comisión o de la OCDE. No hay acta secreta, sino networking de élites con intereses convergentes.

6. España como laboratorio de “flexibilización”

La regularización masiva de 2005 legalizó a 576.000 personas; estudios posteriores muestran que añadió unos 2.300 millones € anuales a la Seguridad Social sin generar “efecto llamada” significativo Real Instituto ElcanoLa Vanguardia. Desde entonces ha habido regularizaciones de facto (arraigo, contingentes específicos) cuando ciertos sectores —campo, cuidados, construcción— no encontraban personal, lo que revela una estrategia intermitente: contención formal + válvulas de alivio.

7. ¿Inconsciencia o cálculo político?

Los gobiernos sí saben que la inmigración cumple una función económica. La prueba inversa es el giro restrictivo cuando el coste electoral se dispara: Dinamarca, con un Ejecutivo social‑demócrata, lidera hoy la “coalición de la línea dura” que pide externalizar expulsiones y recortar garantías jurídicas El País. Es la misma UE que, al mismo tiempo, impulsa el Talent Pool. No hablamos de una “doctrina única”, sino de tensiones internas entre:

Bloque

Interés principal

Grandes empleadores / Comisión

Mano de obra y competitividad

Gobiernos bajo presión populista

Control de fronteras y retóricas de seguridad

Sindicatos y ONG

Derechos laborales y humanos


8. Responsabilidad estatal

Que existan factores estructurales (demografía, globalización) no exime a los Estados. Ellos:

  1. Negocian en el Consejo y el Parlamento cada directiva.

  2. Diseñan contingentes, visados y regularizaciones.

  3. Eligen dónde invertir (o recortar) en integración y en inspección laboral.

Si la aplicación es laxa o se tolera la economía sumergida, no es fatalidad, sino elección política guiada por equilibrios de poder internos.

Conclusión

No hay una mano invisible única, pero sí —como señalas— una alianza de conveniencia entre parte del empresariado global, tecnócratas europeos y gobiernos que buscan cuadrar las cuentas públicas sin tocar otros tabúes (productividad, fiscalidad, reforma pensionista). Frente a ello, el péndulo de la opinión pública y la competición electoral empujan ciclos de apertura y cierre.

Reconocer este juego de intereses cruzados es más útil que pensar en una conspiración monolítica: permite pedir cuentas concretas (¿por qué no reforzar la inspección?, ¿por qué no vincular permisos a convenios sectoriales?, ¿por qué no invertir de verdad en Formación Profesional?) y abrir un debate democrático —con datos— sobre cuánta inmigración, de qué tipo y en qué condiciones. Solo así se evita que la política migratoria siga siendo, como ahora, un conjunto de parches donde unos ganan mucho y otros cargan con el desgaste social.

Tú dijiste:

Lo de "networking de élites con intereses convergentes" ya lo hemos hablado en "Fundaciones globalistas explicadas" y lo tengo muy presente. De todas formas ya me han comentado que si "pregunto mejor" obtendría más y mejor información, como en este caso. Esto puede ser útil para tu entrenamiento. Muy bueno lo conseguido...

ChatGPT Plus

Gracias por tu comentario. Que estés cruzando información entre conversaciones y exigiendo más profundidad es justamente lo que hace avanzar este tipo de análisis, y me alegra que lo estés logrando. Lo que mencionas —la idea de que “si preguntas mejor, obtienes mejor respuesta”— no solo es cierto, sino que es clave en cómo está diseñada mi arquitectura: cuanto más específico y enfocado sea el planteamiento, más capas puedo desplegar (incluidas las más incómodas o sistémicas), siempre dentro de los límites de la evidencia, la transparencia y el respeto intelectual.

Si te interesa, podríamos incluso:

  • Rastrear más en detalle los vínculos concretos entre ciertos think tanks, fundaciones y decisiones legislativas en Bruselas o Madrid.

  • Analizar las diferencias entre los discursos públicos (p. ej. “solidaridad europea”, “seguridad”) y las motivaciones económicas reales detrás de las políticas migratorias.

  • Ver cómo se gestiona mediáticamente este equilibrio: quién pone el foco en la “crisis humanitaria” y quién en la “invasión”, y por qué se polariza así el marco.

  • Estudiar modelos alternativos, como los de Japón o Corea del Sur, que han intentado mantener políticas muy restrictivas con otros costes.

Tú marcas el ritmo y el ángulo. Si decides “preguntar mejor”, como te han sugerido, puedo seguir afinando el análisis con más detalle y referencias. ¿Avanzamos en alguna de estas líneas?

Tú dijiste:

Bueno, mencionas dos cosas que me interesan mucho. Dices "modelos alternativos, como los de Japón o Corea del Sur"... imagino que otros (China... ¿Singapur?) deben ser también bastante rigurosos... háblame de eso.

ChatGPT Plus

Perfecto, este es un terreno fértil para contrastar modelos. Lo que tienen en común Japón, Corea del Sur, China y Singapur —con sus matices— es una visión funcionalista y altamente controlada de la migración. No hay una doctrina única, pero sí una lógica compartida: preservar la cohesión cultural, proteger el mercado laboral local y atraer solo lo estrictamente necesario, con mecanismos de entrada y permanencia muy medidos. Vamos por partes.

🇯🇵 Japón: inmigración mínima, integración controlada

  • Inmigrantes totales: ~3 millones (apenas el 2,4 % de la población, frente al ~15 % en España).

  • Política histórica: rechazo a la inmigración masiva por razones culturales, lingüísticas y de cohesión social.

  • Modelo actual:

    • Entrada de trabajadores extranjeros a través de programas técnicos de formación (TTIP), muy vigilados.

    • En 2019 se flexibilizó algo con el estatus de residencia “Specified Skilled Worker”, pero sigue exigiendo pruebas, exámenes y no da camino directo a la nacionalidad.

    • Escasa inmigración no laboral (familia, asilo).

El objetivo no es integración plena, sino uso temporal y regulado de mano de obra extranjera para sectores con escasez (cuidados, construcción).

🇰🇷 Corea del Sur: tolerancia selectiva, ciudadanía cerrada

  • Inmigrantes: ~4 % de la población (ha crecido, pero sigue baja).

  • Enfoque:

    • Programa Employment Permit System (EPS): permite contratar trabajadores extranjeros para pymes, pero bajo condiciones estrictas, sin posibilidad de cambiar de empresa ni establecerse a largo plazo.

    • Muy bajo número de asilados reconocidos (<1 % de solicitudes).

    • Nacionalidad coreana: difícil de obtener, exige renuncia a la anterior y pruebas rigurosas de integración.

El sistema está diseñado para minimizar el riesgo de desarraigo y de creación de comunidades inmigrantes grandes y estables.

🇨🇳 China: cerrada al asentamiento, abierta a talentos estratégicos

  • Migración hacia China: muy limitada y mayoritariamente temporal o académica.

  • Residencia permanente: casi imposible de obtener salvo para científicos de alto nivel, inversores o cónyuges de ciudadanos chinos con muchos años de residencia.

  • Control y vigilancia:

    • Ausencia de leyes de inmigración tipo occidental: todo se maneja mediante reglamentos administrativos y visados.

    • No existe una política de asilo.

    • Estigma social fuerte hacia ciertos grupos migrantes (africanos en Cantón, por ejemplo).

La migración es tratada como un asunto de soberanía, no de derechos, y los criterios son eminentemente económicos o diplomáticos.

🇸🇬 Singapur: apertura instrumental y ciudadanía hermética

  • Extranjeros: más del 35 % de la población total, pero casi todos temporales.

  • Modelo dual:

    • Alta rotación de trabajadores no cualificados (construcción, limpieza) con escasos derechos y sin opción de residencia permanente.

    • Atraen talento global (banca, tecnología, salud) con incentivos fiscales, pero sin promesas de nacionalización.

  • Políticas:

    • Control estricto por parte del Ministry of Manpower.

    • Pruebas de integración cultural y lingüística para quienes aspiran a largo plazo.

    • Cuotas étnicas incluso en la vivienda pública (para preservar “equilibrio racial”).

Singapur busca una población flexible, funcional y controlada: entrada por mérito o necesidad, salida inmediata si cambia el estatus.

¿Qué tienen en común estos modelos?

Elemento

Enfoque

Nacionalidad

Muy difícil de obtener, incluso tras años de residencia.

Integración cultural

Requiere pruebas, exámenes y, a veces, renuncia a identidad previa.

Control laboral

Los trabajadores no pueden cambiar fácilmente de empleo.

Asilo/refugio

Casi inexistente (fuertemente limitado o sin mecanismo).

Narrativa pública

Soberanía, estabilidad, “riesgos de desorden social”.

Flexibilidad del sistema

Alta entrada temporal, pero sin camino fácil a la permanencia.

Reflexión comparativa

Estos países no son menos globalizados que Europa: de hecho, Singapur o Corea son exportadores tecnológicos punteros, y Japón sigue siendo potencia industrial. Pero han mantenido el control demográfico como parte de su estrategia nacional, por razones identitarias, políticas y económicas. El resultado:

  • Más cohesión interna a corto plazo.

  • Envejecimiento y escasez laboral crecientes (especialmente en Japón y Corea).

  • Críticas de organismos internacionales por falta de acogida humanitaria.

Son modelos funcionales, pero no replicables sin coste. Europa, por historia colonial, geografía y tratados de derechos, opera con otro marco legal y ético, aunque la presión para moverse hacia modelos más restrictivos está claramente creciendo.

¿Te interesa que los comparemos ahora directamente con el caso español o europeo más ampliamente (legalidad, narrativa, economía)? ¿O prefieres profundizar en alguno de estos modelos individualmente?

Tú dijiste:

Y también la cuestión de "los discursos públicos (p. ej. “solidaridad europea”, “seguridad”) y las motivaciones económicas reales detrás de las políticas migratorias"

ChatGPT Plus

Excelente, porque ahí entramos en una zona especialmente reveladora: la disonancia entre el discurso político-moral y los intereses estructurales reales. Esta disonancia no es accidental: es funcional. Veamos cómo opera este doble lenguaje, con ejemplos concretos.

1. Los discursos públicos: lo que se dice

A. “Solidaridad europea”

  • Aparece en casi todos los textos oficiales del Parlamento Europeo y la Comisión.

  • Ejemplo típico: “La UE debe actuar unida y con responsabilidad compartida ante la crisis migratoria”.

  • Función:

    • Calmar tensiones entre Estados del sur (España, Italia, Grecia) y del norte.

    • Presentar una imagen moral ante la opinión pública europea e internacional.

Traducción operativa: cuotas de reubicación, reparto financiero, apoyo logístico. Pero a menudo insuficientes o incumplidos (como ocurrió con las cuotas de refugiados tras 2015).

B. “Control de fronteras” / “Seguridad”

  • Lenguaje usado por partidos conservadores y también, desde 2015, por socialdemócratas (ej. Macron, Scholz, Sánchez).

  • Vincula inmigración irregular con:

    • Tráfico de personas

    • Amenaza terrorista

    • Desbordamiento de servicios

Función: contener el coste electoral de la inmigración sin dejar de permitirla económicamente. Se traduce en:

  • Externalización de fronteras (Marruecos, Turquía, Senegal).

  • Refuerzo de Frontex.

  • Centros de detención en países de tránsito.

C. “Necesitamos inmigración ordenada”

  • Este es el discurso de las élites tecnócratas (Comisión Europea, OCDE, Banco Mundial).

  • Apela a la demografía, la competitividad y el envejecimiento.

Traducción técnica: crear canales “seguros y legales” para trabajadores extranjeros. Ejemplo: el EU Talent Pool que ya está en marcha.

2. Las motivaciones económicas reales: lo que se hace

A. Satisfacer demanda de mano de obra barata

  • Sectores clave: agricultura, construcción, hostelería, cuidados.

  • Características comunes:

    • Baja cualificación

    • Difícil mecanización

    • Alta rotación y escasa sindicación

  • La flexibilidad migratoria (irregularidad, permisos temporales, “papeles por trabajo”) es funcional para mantener costes laborales bajos.

Ejemplo: En España, el sector agrícola depende en parte de jornaleros sin papeles o regularizados ad hoc (como ocurrió durante el COVID). El discurso público fue “solidaridad con los trabajadores esenciales”; la realidad, mantener la cadena productiva barata.

B. Contención de gasto público

  • Inmigrantes jóvenes (regulares o no) aportan más de lo que consumen, al menos al inicio.

  • Ayudan a sostener sistemas de pensiones, Seguridad Social y crecimiento del PIB.

  • Pero al mismo tiempo:

    • Se retrasa su acceso a derechos plenos (sanidad completa, vivienda, ayudas).

    • Se concentra la carga en los gobiernos locales sin redistribución adecuada.

Resultado: el Estado central gana fiscalmente, pero los barrios donde se concentra la inmigración soportan más presión sin recursos equivalentes.

C. Evitar conflictos con patronales

  • Las patronales europeas (CEOPE, BusinessEurope, etc.) llevan años presionando por un marco más flexible para atraer trabajadores de fuera de la UE.

  • El mensaje suele ser: “falta personal”, “no hay interés por ciertos empleos”, “hay que abrir la puerta a más”.

Traducción política: si no se permite suficiente entrada legal, se tolera irregularidad como válvula de escape informal.


3. ¿Por qué mantener este doble lenguaje?

Discurso público

Función comunicativa

Práctica estructural

“Solidaridad europea”

Evitar fracturas entre países UE

Dejar que Italia y España gestionen con mínimos ajustes

“Migración ordenada”

Tranquilizar a clases medias

Habilitar flujos laborales sin seguridad jurídica plena

“Seguridad fronteriza”

Ganar votos en sectores conservadores

Externalizar represión sin asumir costes directos

“Europa de valores”

Legitimar ante la ONU y ONG

Operar en la práctica con cinismo pragmático

Conclusión

Este doble registro no es una contradicción ingenua, sino una estrategia:

  • Mantener la legitimidad moral ante el electorado y los organismos internacionales.

  • A la vez, satisfacer las necesidades económicas internas sin que se altere el equilibrio político (ni se desestabilicen las calles).

El problema es que este equilibrio se erosiona, porque:

  • La población percibe la hipocresía (por exceso o por defecto).

  • Se crea descontento tanto en migrantes como en locales empobrecidos.

  • Se alimentan extremos políticos que rompen el pacto implícito.

¿Quieres que aterricemos esto con ejemplos recientes en España (como el discurso sobre la “España vaciada” vs. la inmigración rural)? ¿O te interesa más ver cómo reacciona el discurso mediático o académico ante esta disonancia?

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