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miércoles, 6 de julio de 2022

Matthew Ehret (y un equipo de investigación del CRC, 11 de abril de 2015) Cecil Rhodes, el movimiento de la Mesa Redonda y la eugenesia

 


La Compañía Británica de las Indias Orientales (East India Company, https://en.wikipedia.org/wiki/East_India_Company ), modelada sobre la antigua Compañía de Levante de Venecia (Venice Company, https://en.wikipedia.org/wiki/Venice_CompanyLevant Company, https://en.wikipedia.org/wiki/Levant_Company ), había estado violando la India desde principios de 1700, pero no fue hasta 1763 que esta facción “veneciana” pudo hacerse con el control del Imperio en su conjunto. Fue la política de saqueo de esta facción la que obligó a las colonias americanas a declarar su independencia.

Tras la Revolución Americana los británicos se lanzaron de nuevo contra la India, conquistando por completo el subcontinente en los primeros años del siglo XIX. Fue en este periodo cuando el comercio del opio, del que la India era el eje, se convirtió en la actividad dominante del Imperio.

Tras la victoria de Lincoln sobre la Confederación en la Guerra Civil estadounidense y más aún después de la celebración del Centenario de 1876, quedó claro que Estados Unidos no podía ser reconquistado militarmente.

Los británicos respondieron lanzando la pseudociencia de la eugenesia y también los movimientos de la Mesa Redonda de Cecil Rhodes y Lord Alfred Milner. En las décadas de 1880 y 1890 este movimiento de "élite" creó la Sociedad de Eugenesia (cf. Eugenics Education Society, Eugenics Society, British Eugenics Society), fundada entre otros por Sir Arthur Balfour, de la familia Cecil, de origen veneciano (http://tarpley.net/online-books/against-oligarchy/how-the-venetian-system-was-transplanted-into-england/ ) y por la Hermandad "prerrafaelista" de John Ruskin.

Oponiéndose a todo el Renacimiento europeo, la Mesa Redonda de Cecil Rhodes, Alfred Milner, Balfour y sus amigos, estrategas del imperio británico africano y asiático, buscaban el poder mundial para la raza superior anglosajona. Estos hombres compartían un desprecio por la humanidad, similar al del Zeus satánico del Prometeo de Esquilo. Su idea era convencer a Estados Unidos para que se uniera a ellos en la búsqueda de un gobierno mundial anglosajón, coordinando al mismo tiempo sus posesiones de la Commonwealth para ese mismo fin. La proximidad de Canadá a los Estados Unidos hizo que su papel fuera mucho más vital para avanzar en la idea.

La Mesa Redonda de Cecil Rhodes se centró originalmente en las redes imperiales de Sudáfrica, que más tarde engendraron empresas para controlar las materias primas materias, como Río Tinto Zinc, Anglo American, Lonrho y DeBeers. Fue esta cábala la que dirigió la Guerra de los Boers, llevó a cabo un genocidio contra la población negra y más tarde estableció el régimen del Apartheid. Rhodes, uno de los hombres más ricos e influyentes de su época, era un racista virulento o, como se denominaban él y sus amigos, un patriota de raza que escribió en un documento llamado Confesión de fe

"Sostengo que somos la mejor raza del mundo y que cuanto más mundo habitemos, mejor será para la raza humana. Imagínense aquellas partes que actualmente están habitadas por los especímenes más despreciables de los seres humanos; qué alteración habría si se pusieran bajo la influencia anglosajona. Miren de nuevo el empleo extra que proporciona un nuevo país añadido a nuestros dominios. Sostengo que cada acre añadido a nuestro territorio significa en el futuro el nacimiento de algunos más de la raza inglesa que de otro modo no llegarían a existir. Además la absorción de la mayor parte del mundo bajo nuestro dominio significa sencillamente el fin de todas las guerras; en este momento, si no hubiéramos perdido América, creo que podríamos haber detenido la guerra ruso-turca simplemente negando dinero y suministros. Teniendo estas ideas ¿en qué esquema podríamos pensar para avanzar en este objetivo?

"¿Por qué no deberíamos formar una sociedad secreta con un solo objetivo: la expansión del Imperio Británico y la puesta de todo el mundo incivilizado bajo nuestro dominio, para conseguir la recuperación de los Estados Unidos y hacer de la raza anglosajona un solo Imperio?"

"África todavía está disponible para nosotros; es nuestro deber tomarla. Es nuestro deber aprovechar todas las oportunidades de adquirir más territorio y debemos mantener esta idea constantemente ante nuestros ojos: que más territorio significa simplemente más raza anglosajona, más de la mejor, la más humana, la más honorable raza que el mundo posee".

A lo largo de su vida Rhodes encargó la redacción de siete testamentos, todos ellos expresando este mismo propósito. Su fortuna se destinó a la creación del Rhodes Trust y de las Rhodes Scholarships como medio para reclutar anglófilos americanos y de la Commonwealth en una facción imperial:

"Formemos una sociedad a modo de una Iglesia para la extensión del Imperio Británico. Una sociedad que debería tener a sus miembros en cada parte del Imperio Británico trabajando por un objetivo y una idea; deberíamos tener a sus miembros colocados en nuestras universidades y nuestras escuelas y deberíamos observar a la juventud inglesa que pasa por nuestras manos. Sólo quizás uno de cada mil tendría la mente y los sentimientos apropiados para nuestro objetivo. Esos pocos deberían ser probados en todos los sentidos, debería probarse si son resistentes, elocuentes, despreocupados por los detalles insignificantes de la vida… y si se encuentra que es así, entonces elegidos y obligados por juramento a servir el resto de su vida a su País. En ese caso la Sociedad debería mantenerlo si no tiene medios y enviarlo a la parte del Imperio donde se considere que es necesario".

En su testamento Rhodes dispuso provisiones para:

"…la extensión del dominio británico por todo el mundo. La colonización por parte de los súbditos británicos de todas las tierras en las que puedan encontrarse medios de subsistencia alcanzables mediante la energía, el trabajo y la empresa y, especialmente, la ocupación por parte de colonos británicos de todo el continente africano, Tierra Santa, el valle del Éufrates, las islas de Chipre y Candía (Creta), toda América del Sur, las islas del Pacífico que hasta ahora no posee Gran Bretaña, todo el archipiélago malayo, el litoral de China y Japón [y] la recuperación definitiva de los Estados Unidos de América como parte integrante del Imperio Británico".

Fue esta misma red británica de familias (incluyendo el clan Huxley, los Cadburys, los Darwin y los Wedgewood) y de intereses bancarios con ramificaciones en Norteamérica y el resto de Europa, la que generó el movimiento eugenésico de principios del siglo XX. Este conjunto dirigía los zoológicos, decía que los hombres eran animales básicos y dirigía la estrategia colonial británica y la ciencia oficial. La eugenesia afirmaba que la clase alta inglesa gobernaba porque era genéticamente superior. Los amos ingleses se complacieron con esta doctrina aplicada a sus súbditos abatidos de la India, a la que los ingleses redujeron a la inanición y la impotencia política cerrando las industrias nativas y a Sudáfrica bajo el dominio blanco.

Estas fueron las mismas familias que financiaron a Hitler y ejercieron su influencia sobre el sistema bancario alemán para que fuera nombrado canciller en 1933. En 1917, cuando la Primera Guerra Mundial aún estaba en pleno apogeo, Lord Lothian, uno de los protegidos más importantes de Lord Milner, se apartó repentinamente de su anterior y fanática retórica antialemana. Tan pronto como Alemania sea aplastada, dijo, rearmémosla y remilitaricémosla bajo los líderes más reaccionarios y dirijamos a Alemania hacia la guerra con Rusia y Francia. Esto se hizo 16 años después, en 1933. Al mismo tiempo, la doctrina eugenésica anglosajona fue importada a Alemania, para ayudar a dar forma al gobierno nazi.

La cábala llamaba a la esterilización o eutanasia de los miembros no aptos de la sociedad para evitar el gasto que originaban sus vidas, de forma muy parecida a como funciona hoy el sistema privatizado de las HMO (Houses in multiple occupation, https://en.wikipedia.org/wiki/House_in_multiple_occupation ) y estas políticas se han implementado siempre a partir de una doctrina racista.

En 1932 se celebró en Nueva York la Tercera Conferencia Internacional de Eugenesia, presidida por el rabioso fanático Fairfield Osborn (https://en.wikipedia.org/wiki/Henry_Fairfield_Osborn ) cuyo sobrino, de ideas afines, crearía más tarde la Fundación para la Conservación (cf. Conservation Foundation, https://en.wikipedia.org/wiki/Henry_Fairfield_Osborn_Jr. ; https://en.wikipedia.org/wiki/World_Wide_Fund_for_Nature#Precursor:_the_Conservation_Foundation ). Osborn era presidente del Museo Americano de Historia Natural y un colega cercano del notoriamente racista Julian Huxley y del coanfitrión de la conferencia, la familia Harriman. El 23 de agosto de 1932 el New York Times publicó un discurso pronunciado por Osborn en la conferencia. "La eugenesia", declaró Osborn, "ayuda y fomenta la supervivencia y la multiplicación de los más aptos; indirectamente frenaría y desalentaría la multiplicación de los no aptos. En cuanto a esto último sólo en los Estados Unidos se reconoce ampliamente que hay millones de personas que actúan como rémoras o lastres en el progreso del barco del Estado."

Osborn, en un lenguaje demasiado familiar entre los ecologistas de hoy, continuó con su análisis de los 10 millones de estadounidenses desempleados en ese momento:

"Aunque algunas personas muy competentes están en paro, la masa de desempleados se encuentra entre los menos competentes, que son los primeros en ser seleccionados para el despido, mientras que las pocas personas muy competentes son retenidas porque siguen siendo indispensables. En la naturaleza estos individuos menos aptos desaparecerían gradualmente, pero en la civilización los mantenemos en la comunidad con la esperanza de que en días más brillantes todos puedan encontrar empleo. Esto no es más que otro ejemplo de que la civilización humana va directamente contra del orden de la naturaleza y fomenta la supervivencia del que no es más apto".

Las políticas de los eugenistas se derivaron explícitamente de las de los esclavistas confederados, cuyos descendientes, como Teddy Roosevelt, siguieron siendo racistas virulentos y anglófilos orgullosamente traidores. De hecho fue Gifford Pinchot, un eugenista él mismo, quien acuñó por primera vez el término "conservación" ¡derivándolo de un término utilizado por los británicos en su gestión colonial de la India! Los eugenistas pretendían no sólo "demostrar científicamente" la superioridad de la raza anglosajona y por tanto su derecho y responsabilidad de gobernar la Tierra, sino también la incapacidad de las "razas inferiores" para utilizar la tecnología o gobernarse a sí mismas.

Los británicos estaban totalmente de acuerdo con Hitler en la mayoría de las cuestiones, incluida la amenaza que suponía el desarrollo de Asia. Cuando Hitler se reunió con Lord Lothian el 29 de enero de 1935, Lothian acababa de terminar un mandato como Subsecretario de Estado para la India, dirigiendo la represión contra los líderes nacionalistas indios Gandhi y Nehru, justo después de que el estrecho colaborador de Lothian, Lord Halifax, fuera virrey. Hitler sabía que estaba hablando con un miembro del círculo íntimo del Imperio cuando sugirió a Lothian que, "Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, América y Escandinavia… deberían llegar a algún acuerdo por el que impidieran a sus nacionales ayudar en la industrialización de países como China e India. Es suicida promover el establecimiento en los países agrícolas de Asia de industrias manufactureras" (Transcripción en Sir James R. M. Butler, Lord Lothian, Macmillan and Co., Londres, 1960, pp. 332)

Hitler también habría reconocido que los británicos estaban activamente comprometidos con exactamente esas políticas que él había esbozado. El propio Lord Lothian había expresado este punto de vista mucho antes, escribiendo en 1918 sobre el problema de conseguir que los Estados Unidos abandonasen su apoyo al progreso de los pueblos colonizados y adoptasen el enfoque británico de aplastarlos mediante el libre comercio. Lothian escribió:

"El verdadero problema va a surgir del tratamiento que debe darse a los pueblos políticamente atrasados

"Hay una idea fundamentalmente diferente con respecto a esta cuestión entre Gran Bretaña... y los Estados Unidos .... en cuanto a la necesidad de un control civilizado sobre los pueblos políticamente atrasados... Los habitantes de África y de algunas partes de Asia se han mostrado incapaces de gobernarse a sí mismos... porque ser bastante incapaces de resistir las influencias desmoralizadoras a las que estaban sometidos en algunos países civilizados, por lo que es necesaria la intervención de una potencia europea para protegerlos de esas influencias... El punto de vista estadounidense... es bastante diferente... La extensión de este trabajo después de la guerra, a veces conocido como la carga del hombre blanco, será tan grande que nunca se llevará a cabo si no se comparte... Sin embargo Estados Unidos no sólo no tiene ninguna concepción de este aspecto del problema, sino que se le ha hecho creer que la asunción de este tipo de responsabilidad es un imperialismo inicuo. Adoptan una actitud hacia el problema del gobierno mundial exactamente análoga a la que [antes] adoptaron... hacia el problema de la [primera] guerra mundial...

"Si tardan en aprender, estaremos condenados a un período... de relaciones tensas entre las distintas partes del mundo de habla inglesa. [Debemos] meter en la cabeza de los canadienses y los estadounidenses que una parte de la carga del gobierno mundial es una responsabilidad tan grande y gloriosa como la participación en la guerra" (Lothian a Lionel Curtis, 15 de octubre de 1918, en Butler, Lord Lothian, pp. 68-70).

Lothian, secretario del Rhodes Trust, y su colaborador Lord Halifax fueron ambos embajadores en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, con la tarea de "manejar a América" y guiarla hacia su destino imperial.

En 1921, con la formación de la Sociedad de Naciones como primer intento de consolidar una federación mundial, se instituyó en Londres una nueva red de coordinación conocida como el Real Instituto de Asuntos Internacionales (también conocido como "Chatham House"). La orden original de formar esta red fue dada por el jefe del Grupo de la Mesa Redonda de Londres, Lionel Curtis, en una reunión celebrada en París en 1919. Los fondos serían aportados principalmente por la familia Astor, propietaria del Times de Londres. La rama estadounidense se llamaría Consejo de Relaciones Exteriores y su organización hermana, el Instituto de Relaciones del Pacífico, se crearía en 1925 incorporando a doce países a lo largo del océano Pacífico. Todas las grandes naciones de la Commonwealth crearían Institutos de Asuntos Internacionales en los años siguientes.

Para ofrecer una visión directa de la psicología de los fundadores de la Mesa Redonda con respecto a Canadá, Estados Unidos y la gobernanza mundial, el eminente historiador Carroll Quigley documenta en su libro Tragedia y esperanza:

"Los miembros de este grupo trabajaron valientemente para extender el Imperio Británico y organizarlo en un sistema federal. Insistían constantemente en las lecciones que debían aprenderse del fracaso de la Revolución Americana y del éxito de la federación canadiense de 1867 y esperaban federar las diversas partes del imperio que parecieran factibles, para luego confederar la totalidad con el Reino Unido, en una sola organización." (1)

La Mesa Redonda canadiense, dirigida entonces por Vincent Massey y George Parkin de Glazebrooke, seguiría el ejemplo británico creando el Canadian Institute for International Affairs (CIIA, Instituto Canadiense de Asuntos Internacionales) en 1928, cuyo primer director fue nada menos que el ex primer ministro Sir Robert Borden. Utilizando sus conexiones a través de la Orden Masónica de Orange (Masonic Orange Order) y de los Grupos de la Mesa Redonda, Borden pudo convertirse en Primer Ministro al derrotar a Wilfred Laurier y el Tratado de Reciprocidad de 1911 (2). En 1917 Laurier escribiría a un amigo:

"Canadá está ahora gobernado por una junta sentada en Londres, conocida como "La Mesa Redonda", con ramificaciones en Toronto, en Winnipeg, en Victoria, con Tories y Grits recibiendo sus ideas de Londres e insidiosamente forzándolas en sus respectivos partidos". (3)

Con una subvención (proporcionada a través de la Fundación Massey) a un joven becario de Rhodes llamado Escott Reid se le asignó la tarea de ser primer secretario nacional a tiempo completo de la CIIA en 1932. Reid formaría parte de un gran contingente de becarios Rhodes que abogarían por un gobierno mundial e impulsarían la doctrina de un sistema de gobierno mundial que sustituyera al obsoleto sistema de Estados-nación. Escott Reid escribió:

"Sería más fácil y más respetuoso de sí mismo para Canadá ceder la decisión sobre si debe ir a la guerra a un organismo internacional en el que estuviera representado, que transferir el derecho a tomar esa decisión desde el gobierno de Ottawa al gobierno de Washington… Parece pues probable que una cooperación militar efectiva entre Canadá y Estados Unidos sólo sea posible en el marco de un orden mundial efectivo, del que tanto Canadá como Estados Unidos sean miembros leales." (4)

Escott Reid formó parte de un grupo de hombres de Oxford condicionados para convertirse en socialistas fabianos, bajo la tutela de luminarias de la eugenesia de Oxford como George Bernard Shaw, H. G. Welles, Bertrand Russell, John Maynard Keynes y Harold Laski. En 1932 se activaría este nido de Fabian Rhodes Scholars que incluyó a F. R. Scott, Frank Underhill, Eugene Forsey, Graham Spry y Escott Reid para fundar la "League for Social Reconstruction" (Liga para la Reconstrucción Social, https://en.wikipedia.org/wiki/League_for_Social_Reconstruction ) modelada a partir de la Sociedad Fabiana (https://en.wikipedia.org/wiki/Fabian_Society ), cuyo Regina Manifest (https://de.wikibrief.org/wiki/Regina_Manifesto ) sentaría las bases de la Co-operative Commonwealth Federation (CCF, https://en.wikipedia.org/wiki/Co-operative_Commonwealth_Federation ) de Tommy Douglas. Este grupo reclutó al activo de la CIIA fabiana, Pierre Elliot Trudeau, tras su condicionamiento en Londres en 1949.

La CIIA, bajo la dirección de Walter Lockhart Gordon, Vincent Massey y Reid, sentó las bases para la transformación de Canadá en el modelo político y cultural del Nuevo Orden Mundial, cuya promesa de establecer la "paz mundial" y la "protección del medio ambiente" serían consignas clave orwellianas para la tomar el camino de la "despoblación" y el "fascismo global".

Para más información:

  • John Kendle, The Round Table Movement and Imperial Union, University of Toronto Press, Toronto y Buffalo, 1975

  • Carroll Quigley, The Anglo-American Establishment, Universidad de Georgetown, Nueva York Books in Focus, 1981

  • Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time, Macmillan Company, Nueva York, 1966

https://canadianpatriot.org/2015/04/11/cecil-rhodes-the-roundtable-movement-and-eugenics/

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