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jueves, 9 de marzo de 2023

Donald Trum, la ciudades de 15 minutos y el Foro Económico Mundial

 


Leo Hohmann (https://leohohmann.com 6 de marzo de 2023) El llamamiento de Trump a construir "Ciudades de la Libertad" encaja perfectamente en el plan de los globalistas para la red de control de la Cuarta Revolución Industrial.

  • Trump promete construir una nueva generación de ciudades en terrenos federales, donde todos sean prósperos y estén seguros y protegidos, con mucha policía y coches voladores

  • Cualquiera que esté despierto sabe que todas las ciudades modernas están siendo desarrolladas o reconstruidas como "ciudades inteligentes"

  • ¿Y qué es una "ciudad inteligente"? Quizá Trump no lo sepa ¿o está jugando con nosotros?

  • La conducta de Trump de enfrentarse verbalmente contra los globalistas, pero luego doblegarse a sus demandas, como lo hizo con la vacuna, debe hacernos reflexionar

Desde hace varios años yo y otros con visión de futuro hemos estado advirtiendo a la gente que salga de las ciudades o se arriesgue a convertirse en un pupilo del floreciente sistema tecnocrático de la "bestia".
A través de su tecnología de "ciudades inteligente" y varias novedades de ingeniería, los globalistas esperan atraernos a viviendas apiladas y empaquetadas, donde puedan controlarnos más fácilmente, con vigilancia 24/7 y una dependencia casi total de la infraestructura globalista para nuestros trabajos, transporte, comida, agua, sanidad, entretenimiento, etc. Aldous Huxley, autor de la novela de 1931, Un mundo feliz, ya preveía entonces el resultado final de los avances tecnocráticos unidos a una centralización progresiva.
Los globalistas modernos nos cuentan sus planes a cara descubierta. Dicen que para 2030, si confiamos en su plan para llevar adelante una Cuarta Revolución Industrial, "no poseeremos nada y seremos felices". Por supuesto, estos sueños utópicos tienen un lado negativo, del que nos ilustra uno de sus líderes, Yuval Noah Harari. Dice abiertamente que la mayoría de los humanos nos volveremos "inútiles", seremos sustituidos en nuestros trabajos por la inteligencia artificial y sujetaran con drogas y diversos entretenimientos digitalizados.
El precio a pagar por disfrutar de todas las cosas gratuitas que nos ofrecen las ciudades será que deberemos cumplir una nueva serie de normas. Estas reglas estarán conectadas a un sistema de puntuación de crédito social como el que tienen en China. Por eso predicamos el incumplimiento y la construcción de estilos de vida autosuficientes fuera de las ciudades y los suburbios.
Pero he aquí que el parangón del conservadurismo estadounidense ha salido de la nada con un mensaje contrario, un mensaje basado en ciudades inteligentes reformuladas como el camino a seguir. Dado que la agenda climática de los globalistas no resuena entre los conservadores, los globalistas necesitan una voz política conservadora importante que pueda enarbolar su mensaje y comunicarlo de una manera que atraiga a los conservadores patriotas estadounidenses.
El títere perfecto: Donald J. Trump.
De la misma manera que Trump ofreció sus servicios a los globalistas, cuando vendió sus mortales inyecciones trombogénicas de ARNm a los conservadores, ahora les está indicando que está dispuesto y disponible para ser utilizado de nuevo, esta vez para convencernos de que volvamos a las ciudades, donde estaremos a salvo, seguros y bien cuidados. El fin de semana, Trump utilizó un mensaje de campaña para su candidatura presidencial de 2024 para promocionar su idea de construir 10 ciudades inteligentes futuristas en terrenos federales, un proyecto que licitaría a megapromotores privados. Pero en lugar de llamarlas "ciudades inteligentes", Trump, con su clásico estilo trumpiano, las ha rebautizado como "Ciudades de la Libertad".
Habrá que ver si el 99% de los medios "conservadores" se deja engañar con esto.
En lugar de ser malvadas ciudades inteligentes dirigidas por demócratas, cuando Trump las construya serán atractivas "Ciudades de la Libertad tipo The Jetsons" (https://es.wikipedia.org/wiki/Los_Supersónicos ), un lugar donde los conservadores acudirán en masa a comprar nuevas casas inteligentes, conectadas a la red inteligente, con sus coches inteligentes subiendo y bajando verticalmente de un lugar a otro, a menos de 15 minutos de sus casas. De hecho el New York Post ya ha presentado el aspecto Jetson de las Freedom Cities de Trump (https://dnyuz.com/wp-content/uploads/2023/03/Trump-proposes-building-futuristic-Jetsons-like-‘freedom-cities-on-federal-land-750x375.jpg ). ¿A que mola?
Aquí está Trump promocionando sus "Ciudades de la Libertad" en un vídeo publicado en su plataforma TruthSocial https://rumble.com/v2c1p78-former-president-trump-unveils-plan-to-improve-quality-of-life-in-us.html
¿Nos está vendiendo aquí una asociación público-privada al estilo del FEM, embelleciendo con un nuevo lápiz de labios en un viejo cerdo? Eso parece. En lugar de advertirnos sobre los planes de los globalistas para digitalizarlo todo, incluido nuestro dinero y nuestras propias identidades, Trump da su propio giro patriótico al mismo tema tecnocrático globalista. Nos distrae aquí con estúpida palabrería sobre coches voladores y americanización de las herramientas de nuestra esclavitud. En lugar de comprar las herramientas en China, se asegurará de que todas sean de fabricación estadounidense. ¿No te hace sentir a la vez confundido y feliz?

En realidad, esta propuesta no tiene nada de nuevo salvo el envoltorio. Se parece mucho a lo que está haciendo China (menos los coches voladores): construir ciudades enteras deshabitadas, completamente equipadas con la infraestructura de la tecnocracia: cámaras, altavoces, escáneres de reconocimiento facial y otras herramientas de vigilancia conectadas a Internet en cada poste de la luz, incrustadas en las calzadas y aceras, lo que en conjunto equivale a poco más que un aparato de espionaje supereficiente.
Parece que Trump no sólo está tratando de superar en tecnocracia a China, sino también a Arabia Saudí, donde el príncipe Muhammed bin Salman está trabajando en un sueño muy similar para construir una ciudad futurista llamada "Neom".
Justo cuando la gente está despertando y empezando a tener una pista de que las ciudades se convertirán en el epicentro de la red de control globalista y que lo que ellos llaman "desarrollo sostenible" es en realidad una artimaña, destinada a esclavizarnos a su tecnología cada vez más invasiva, entra Trump con un nuevo truco para convencer a la gente de que tal vez las ciudades pueden volver a ser lo que una vez fueron, centros de creatividad e inspiración para la "libertad".
Esto es siempre igual de engañoso. Me pregunto qué asesor globalista susurró este delirante consejo al oído de Trump. Percibo las huellas dactilares de Jared Kushner en todo esto, pero tal vez fue su compañero de golf Lindsey Graham o algún otro amigo bueno para nada. ¡Demonios!… tal vez fue el propio líder de la Cuarta Revolución Industrial Klaus Schwab.
RETROSPECTIVA: Hacia el final de su presidencia, el 21 de enero de 2020, Donald Trump viajó a la reunión del Foro Económico Mundial en Davos. Esto ocurrió menos de dos meses antes de que Trump mordiera el anzuelo de los globalistas que lo rodeaban y declarara que Covid era una emergencia nacional, suspendiendo a todos los efectos la Constitución de Estados Unidos y dando la señal para que comenzara la primera fase del Gran Reset del FEM, cuya primera orden del día fue cerrar la pujante economía estadounidense de aquella época e imponer toda una serie de edictos inconstitucionales sobre el enmascaramiento, el distanciamiento social, el cierre de negocios "no esenciales", el pago a hospitales para que siguieran protocolos mortales, junto con un sistema de votación totalmente nuevo que sigue entre nosotros a día de hoy.
Durante su discurso en Davos ese año, Trump comenzó felicitando a Klaus Schwab por el 50 aniversario del FEM, calificándolo de "logro verdaderamente asombroso."
Después de dirigirse a la audiencia, Trump entró en una sala de periodistas con Schwab, dando a todos una imagen de completa unidad. Y recuerde, Trump estaba en el último año de su presidencia, a pocas semanas de comprar la fraudemia del Covid y entregar su autoridad a la comadreja globalista Fauci. Procedió a felicitar a Schwab por "hacer un trabajo fantástico" y dijo que estaba allí, en Davos, para reunirse con "las mayores empresas del mundo, los mayores negocios del mundo y los líderes mundiales". Todo en beneficio de Estados Unidos.
Eche un vistazo al vídeo de esta notable declaración del hombre que los conservadores ven como el faro del movimiento America-first y en quien muchos depositan todas sus esperanzas para una restauración de la grandeza estadounidense.
¿Cuándo han hecho algo recientemente las "mayores empresas del mundo" que pudiera decirse que beneficia a Estados Unidos? Trump tiene que saber que todas ellas están dirigidas por ejecutivos woke que se pliegan al sistema de puntuación ESG (https://en.wikipedia.org/wiki/Environmental,_social,_and_corporate_governance ) del consejero delegado de Schwab y BlackRock, Larry Fink. Trump debería haber estado facilitando la prosperidad de las pequeñas y medianas empresas en lugar de estar en Davos codeándose con los personajes luciferinos respaldados por Rothschild, Gates, Soros y Rockefeller.
Trump dijo que el FEM estaba formado por "la gente más importante del mundo". El hombre o bien no tiene ningún discernimiento de los planes de estas familias corruptas y está jugando el papel de idiota útil o bien forma parte del club y está utilizando a sabiendas su influencia para hacer realidad sus sueños utópicos de un gobierno global, introducido sobre todo a través de las ciudades inteligentes.
Mientras estaba en Davos un reportero preguntó a Trump acerca de su postura sobre el "cambio climático" y Trump, regurgitando las mentiras habituales del FEM, respondió: "creo mucho en el medio ambiente… el medio ambiente para mí es muy importante".
El propio Schwab elogió a Trump al concluir su discurso de 2020 ante los globalistas reunidos en Davos, declarando:

"Señor presidente, gracias por su discurso y enhorabuena por lo que ha logrado para su economía, pero también para su sociedad: aquí debatimos muy intensamente la cuestión de la inclusividad, pero toda su política (la de Trump) apunta ciertamente a crear una mejor inclusividad para el pueblo estadounidense. Quiero darle las gracias especialmente por inyectar optimismo en nuestros debates. Tenemos muchos problemas en el mundo, pero creo que necesitamos sueños, como usted ha dicho. Y tenemos todas las capacidades, tecnología y liderazgo para realizar esos sueños."
La hija de Trump, Ivanka (https://trumpwhitehouse.archives.gov/people/ivanka-trump/ ), y su yerno, Jared Kushner, son productos de los programas de jóvenes líderes del FEM.
En caso de que Donald Trump derrote de algún modo todos los pronósticos y consiga volver a la Casa Blanca, espere ver a un Trump muy diferente del que vimos en sus tres primeros años de mandato y más parecido al que vimos en su último año. O es extremadamente crédulo o es uno de ellos.

https://leohohmann.com/2023/03/06/trumps-call-for-building-freedom-cities-plays-right-into-globalists-plan-for-fourth-industrial-revolution-control-grid/

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