Vistas de página en el último mes

martes, 18 de octubre de 2016

Marc Angenot “El siglo de las religiones seculares: esbozo de historia conceptual” VIII


http://marcangenot.com/.../Le_siecle_des_religions_politiques.pdf

Después de la guerra: Karl Löwith en 1949: el paradigma de la persistencia

Pasando a la postguerra y a la época de la Guerra fría y dejando al margen varias decenas de trabajos de real interés nos detendremos en un solo pensador decisivo, Karl Löwith y su Histoire et salut47 [Historia del mundo y salvación: los presupuestos teológicos de la filosofía de la historia], su gran obra traducida finalmente al francés más de cincuenta años después de su aparición. La visión historicista y progresista del mundo no nace con la filosofía moderna, sostiene Löwith: estas se limitan a acondicionar-racionalizar la visión escatológica que fue especialmente la de los joaquinitas, los discípulos medievales de Joaquín de Fiore. Turgot, Condorcet y Saint- Simon son los tres pensadores «que han completado la decisiva mutación de la teología de la historia en filosofía de la historia.»48 Para Karl Löwith una profunda ruptura cognitiva tuvo lugar una sola vez en Occidente: separa el tiempo cíclico de los Antiguos de la temporalidad lineal-escatológica de los cristianos. La secularización de la historia de la salvación en historicismo hegeliano y luego en materialismo histórico es, por el contrario, relativamente superficial, porque las “ideas” de un fin de los tiempos y de la salvación de los justos se conservan en cada paso. Son estas mismas ideas las que recuperan vigor al secularizarse. Löwith desarrolla en este contexto la tesis, provocadora sin duda cuando fue enunciada hacia 1950, de que «la fe comunista [es] un seudomorfo del mesianismo judeo-cristiano» y que el materialismo histórico «es una historia sagrada formulada en el lenguaje de la economía política».49 Un seudomorfo, es decir, el avatar inauténtico de cierta cosa reprimida. La futura sociedad comunista de los socialistas románticos y luego del socialismo colectivista de Marx y de los marxistas de la Segunda y la Tercera Internacionales son, para Löwith, el equivalente superficialmente modernizado del Reino mesiánico del Milenio. Hay que entender bien el sentido paradójico de “secularización” en Löwith (por lo demás la palabra que emplea más frecuentemente es Verweltlichung, “inmanentización”): la secularización no se concibe como una cierta ruptura con las creencias rechazadas, ni como la sustitución de una anterior visión religiosa por una concepción nueva del mundo, sino por el contrario como la persistencia estructural de lo religioso y su transmisión adaptativa. Las filosofías de la historia son una inmanentización de las teologías de la salvación. Las diversas ideas del progreso son de cierta manera seculares, lo son en su retórica superficial, pero sin embargo serían incomprensibles sin considerar sus antecedentes escatológicos y mesiánicos (aunque desembarazados de una visión cristiana de la naturaleza humana como innatamente caída y de una vida terrenal para siempre pecaminosa –lo que algunos objetarán como suficiente ruptura). El progreso es una secularización de la Providencia, las supuestas leyes de la historia son un Heilsgeschehen, una escatología disfrazada, el régimen colectivista que espera el militante marxista es un Milenio.

Notas

47 Les présupposés théologiques de la philosophie de l’histoire. Paris: Gallimard, 2002. 1ère version de Karl Löwith en anglais: Meaning in History : The Ideological Implications of the Philosophy of History. Chicago: Chicago Univ. Press, 1949. L’ouvrage sera publié ensuite en une version différente en allemand comme Weltgeschichte und Heilsgeschehen. Die theologischen Voraussetzungen der Geschichtsphilosophie. Stuttgart: Kohlhammer, 1953. 1967 = 4. Aufl. (Cela fait 53 ans bien sonnés de délai de traduction.)

48 Ibid., 122.


49 Ibid., 71.

No hay comentarios: