Vistas de página en el último mes

sábado, 11 de junio de 2022

(I) Whitney Webb y Diego (1 de abril de 2020) Todos los caminos conducen a Dark Winter

 


Los líderes de dos controvertidos simulacros de pandemia que tuvieron lugar apenas unos meses antes de la crisis del Coronavirus (Event 201 y Crimson Contagion) comparten una historia común, el simulacro de guerra biológica Dark Winter de 2001. Dark Winter no sólo predijo los ataques con ántrax de 2001, sino que algunos de sus participantes tenían un claro conocimiento previo de dichos ataques.

Durante la presidencia de George H.W. Bush, a principios de la década de 1990, se produjo algo inquietante en el principal centro de investigación de guerra biológica de Estados Unidos, en Fort Detrick, Maryland. Desaparecieron del laboratorio muestras de patógenos altamente contagiosos y mortales (entre ellos ántrax y ébola), en un momento en que trabajadores del laboratorio y científicos enfrentados habían sido acusados de acoso sexual y étnico y varios investigadores descontentos se habían marchado como consecuencia de ello.

Además de las muestras desaparecidas de ántrax, ébola, hantavirus y una variante del sida, dos de los especímenes desaparecidos habían sido etiquetados como "desconocidos", "un eufemismo del Ejército para referirse a una investigación clasificada cuyo tema era secreto", según los informes. La gran mayoría de los especímenes perdidos nunca se encontraron y un portavoz del Ejército afirmaría más tarde que era "probable que algunos simplemente se tiraran a la basura".

Una investigación interna del Ejército en 1992 revelaría que un empleado, el teniente coronel Philip Zack, había sido captado por una cámara entrando en secreto en el laboratorio para llevar a cabo "una investigación no autorizada, aparentemente relacionada con el ántrax" (“anthrax”), informaría posteriormente el Hartford Courant (https://www.tribpub.com/gdpr/courant.com/ ). A pesar de ello, Zack siguió investigando sobre enfermedades infecciosas para el gigante farmacéutico Eli Lilly y colaboró con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID) durante toda la década de 1990.

El Courant también había señalado que: "Un contador numérico en una pieza de equipo de laboratorio había sido retrogradado para ocultar el trabajo realizado por el investigador misterioso [más tarde se reveló que era Zack], que dejó la etiqueta mal escrita ('antrax') en la memoria electrónica de la máquina". El informe del Courant detallaba además los controles de seguridad extremadamente laxos y la caótica desorganización que entonces caracterizaba al laboratorio del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de Estados Unidos (USAMRIID, U.S. Army Medical Research Institute of Infectious Diseases) en Fort Detrick.

Este mismo laboratorio, una década más tarde, sería etiquetado oficialmente como la fuente de las esporas de ántrax responsables de los ataques con ántrax de 2001, ataques que también se dice oficialmente que fueron obra de un investigador "desquiciado" del USAMRIID, a pesar de que inicialmente los altos funcionarios del gobierno y los principales medios de comunicación culparon a Saddam Hussein y a Irak. Esos ataques mataron a 5 estadounidenses y enfermaron a 17.

Sin embargo, a medida que se desarrollaba la investigación de los ataques con ántrax de 2001, fueron apareciendo acusaciones en los principales periódicos estadounidenses, de que el FBI estaba saboteando deliberadamente la investigación para proteger al atacante del ántrax y que la CIA y la inteligencia militar estadounidense se habían negado a cooperar con la investigación. El FBI no cerró oficialmente su investigación sobre los ataques con ántrax de 2001, apodados "Amerithrax", hasta 2010 y algunos aspectos de esa investigación permanecen clasificados.

Más recientemente, el pasado mes de julio, el mismo laboratorio de Fort Detrick sería cerrado por el CDC, después de que se descubriera que los investigadores "no mantenían un inventario preciso o actualizado" de toxinas y "no protegían contra el acceso no autorizado a agentes selectos." El cierre del laboratorio por sus numerosos incumplimientos de los protocolos de bioseguridad se ocultó al Congreso y las instalaciones se reabrieron parcialmente, de forma controvertida, el pasado mes de noviembre, antes de que se resolvieran todos los problemas de bioseguridad detectados.

El mismo día en que se permitió la reapertura parcial del laboratorio, como resultado de la fuerte presión del Pentágono, los medios de comunicación locales informaron de que el laboratorio había sufrido "dos violaciones de la contención" el año pasado, aunque la naturaleza de esas violaciones y los patógenos implicados están contenidos en el informe de los resultados de la inspección, obtenido por el Frederick News Post (https://en.wikipedia.org/wiki/Frederick_News-Post ). En particular el USAMRIID ha colaborado estrechamente desde los años 80 con virólogos y laboratorios de virología en Wuhan (China), donde está el epicentro de los actuales casos de nuevos coronavirus (Covid-19). Desde entonces el gobierno chino ha alegado que el virus había sido introducido en China por miembros del ejército estadounidense, cuyos integrantes asistieron a los Juegos Militares Mundiales en el país, el pasado mes de octubre.

Tales relaciones entre las infracciones del laboratorio de Fort Detrick, desde principios de la década de 1990 hasta 2001 y el presente, pueden no ser más que desafortunadas coincidencias que son el resultado de un gobierno federal y un ejército obstinados, que se han negado repetidamente a aplicar las estrictas precauciones de seguridad necesarias en el principal laboratorio de guerra biológica de la nación.

Sin embargo, al examinar no sólo estos incidentes de bioseguridad en Fort Detrick, sino también los ataques con ántrax de 2001 y el actual brote de Covid-19, destaca otra extraña coincidencia: en junio de 2001 se llevó a cabo un ejercicio de juegos de guerra de alto nivel, que predijo inquietantemente no sólo los ataques con ántrax, sino también la narrativa inicial del gobierno sobre esos ataques y mucho, mucho más.

Ese ejercicio de junio de 2001, conocido como "Dark Winter", también predijo muchos aspectos de la respuesta gubernamental a las pandemias, que más tarde resurgirían en el simulacro "Evento 201" del pasado mes de octubre, que predijo una pandemia mundial causada por un nuevo coronavirus, pocos meses antes del brote de Covid-19. Además el gobierno de EEUU organizó su propia serie de simulaciones de pandemia en varias lugares, llamada "Crimson Contagion" (Contagio Carmesí), que también predijo aspectos del brote de Covid-19 y de la respuesta del gobierno.

Tras una investigación más profunda, los líderes clave, tanto del Evento 201 como de Contagio Carmesí, no sólo tienen vínculos profundos y de larga data con la Inteligencia y el Departamento de Defensa de Estados Unidos, sino que todos estuvieron involucrados previamente en ese mismo ejercicio de junio de 2001 (Dark Winter). Algunos de estos mismos individuos también desempeñaron un papel en la investigación "saboteada" por el FBI sobre los posteriores ataques con ántrax y ahora se encargan de aspectos importantes de la respuesta del gobierno estadounidense a la crisis de Covid-19. Uno de esos individuos, Robert Kadlec, fue puesto recientemente a cargo de todos los esfuerzos de respuesta al Covid-19 del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), a pesar de que fue reciente y directamente responsable de las acciones que infectaron innecesariamente a los estadounidenses con Covid-19.

Otros actores importantes de Dark Winter son ahora los principales impulsores de los programas de vigilancia masiva de "biodefensa", que se se están promoviendo actualmente como una solución tecnológica a la propagación del Covid-19, a pesar de las pruebas de que tales programas en realidad empeoran los brotes pandémicos. Otros siguen teniendo estrechas conexiones con el tráfico de información privilegiada, que se produjo recientemente entre un selecto grupo de senadores estadounidenses en relación con el impacto económico del Covid-19, y están dispuestos a beneficiarse personalmente de lucrativos contratos para desarrollar no sólo uno, sino la mayoría, de los tratamientos y vacunas experimentales contra el Covid-19 que están desarrollando actualmente las empresas estadounidenses.

Esta serie de investigación, titulada "Engineering Contagion: Amerithrax, Coronavirus and the Rise of the Biotech-Industrial Complex", examinará estos inquietantes paralelismos entre los ataques con ántrax de 2001 y los actuales escándalos y "soluciones" de la crisis del Covid-19, así como las simulaciones que precedieron inquietantemente a ambos acontecimientos. Al rastrear a los actores clave de Dark Winter desde 2001 hasta el presente, también es posible rastrear la corrupción que ha acechado detrás de los esfuerzos de "biodefensa" y preparación para la pandemia de Estados Unidos, durante décadas, y que ahora está asomando su fea cabeza mientras el pánico pandémico distrae al público estadounidense y mundial de los individuos fundamentalmente indignos de confianza y francamente peligrosos que están controlando la respuesta del gobierno de Estados Unidos y de la América corporativa.

Dada su implicación en Dark Winter y, más recientemente, en Event 201 y Crimson Contagion, esta serie pretende explorar la posibilidad de que, al igual que en los ataques con ántrax de 2001, personas del gobierno con información privilegiada tuvieran conocimiento previo de la crisis del Covid-19 a una escala que, hasta ahora, no se ha informado y que esas mismas personas con información privilegiada están ahora manipulando la respuesta del gobierno y el pánico público con el fin de cosechar beneficios récord y obtener un poder sin precedentes para ellos mismos y el control sobre la vida de las personas.

Descenso al Dark Winter

A finales de junio de 2001 el ejército estadounidense se preparaba para un "Dark Winter". En la Base de la Fuerza Aérea de Andrews, en Camp Springs, Maryland, varios congresistas, un ex director de la CIA, un ex director del FBI, personas del gobierno y miembros privilegiados de la prensa se reunieron para llevar a cabo un simulacro de guerra biológica que precedería tanto a los ataques del 11 de septiembre como a los ataques con ántrax de 2001 en cuestión de meses. En concreto se simuló la introducción deliberada de viruela entre la población estadounidense por parte de un actor hostil.

El simulacro fue una iniciativa dirigida por el entonces (1998–2003) llamado Center for Civilian Biodefense Strategies (parte del Johns Hopkins Center for Health Security), en colaboración con el Center for Strategic and International Studies (CSIS, Top Defense and National Security Think Tank, https://en.wikipedia.org/wiki/Center_for_Strategic_and_International_Studies ), el Analytic Services Institute for Homeland Security (ANSER) y el Oklahoma National Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (https://www.wikiwand.com/de/Dark_Winter ). El concepto, el diseño y el guión del simulacro fueron creados por Tara O'Toole y Thomas Inglesby del Centro Johns Hopkins junto con Randy Larsen y Mark DeMier de ANSER (cf. https://www.centerforhealthsecurity.org/our-work/exercises/index.html y https://www.centerforhealthsecurity.org/our-work/exercises/2001_dark-winter/index.html ).

El nombre del ejercicio deriva de unas palabras de Robert Kadlec, que participó en la redacción del guion escrito para el ejercicio, en las que afirma que la falta de vacunas contra la viruela para la población estadounidense significa que "podría ser un invierno muy oscuro para América". Kadlec, veterano de la administración de George W. Bush y antiguo lobista de contratistas de inteligencia militar, lidera ahora la respuesta del HHS al Covid-19 y dirigió los ejercicios "Crimson Contagion" de la administración Trump en 2019, que simularon la extensión a EEUU de un brote pandémico, originado en China, de “crippling influenza”. La historia profesional de Kadlec, su obsesión desde hace décadas por los escenarios de ataques apocalípticos con armas biológicas y los propios ejercicios “Crimson Contagion” son el tema de la tercera parte de esta serie.

El ejercicio Dark Winter comenzó con una sesión informativa sobre el contexto geopolítico del ejercicio, que incluía información de inteligencia que sugería que China había introducido intencionadamente la fiebre aftosa en Taiwán para obtener ventajas económicas y políticas; que Al-Qaeda estaba intentando comprar patógenos biológicos que en su día fueron armas de la Unión Soviética y que Saddam Hussein había reclutado a antiguos especialistas en guerra biológica de la Unión Soviética y estaba importando materiales para producirlas. Además señala que la mayoría de los estadounidenses se había opuesto al despliegue previsto de soldados estadounidenses en Oriente Medio, al que también se oponían Irak, China y Rusia. El guion afirma que los soldados estaban siendo desplegados para contrarrestar y potencialmente enfrentar al ejército iraquí. Más tarde, a medida que se desarrolla el ejercicio, muchos de los estadounidenses que antes se mostraban escépticos sobre este despliegue de tropas pronto empiezan a pedir "venganza".

====

CONTEXTO

[Se crea el think tank "Proyecto para el Nuevo Siglo Americano": 1997... El think tank "Proyecto para el Nuevo Siglo Americano" publica el documento " Rebuilding America's Defenses": septiembre del 2000... George W. Bush toma posesión como presidente de los EEUU: 20 de enero de 2001... Los occidentales bombardean Irak: 16 de febrero de 2001 Dark Winter: 22-23 de junio de 2001 Atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York: 11 de septiembre de 2001 Ataques con ántrax de 2001 en Estados Unidos (Amerithrax): 18 de septiembre hasta el 9 de octubre de 2001… https://en.wikipedia.org/wiki/2001_anthrax_attacks Los occidentales invaden Afganistán: 7 de octubre de 2001 Los occidentales lanzan las operaciones decapitation y shock and awe (conmoción y pavor) contra Irak: 19 de marzo de 2003 Los occidentales invaden Irak: 21 de marzo de 2003]

====

En medio de este panorama, de repente salta la noticia de que la viruela, una enfermedad erradicada hace tiempo en Estados Unidos y en todo el mundo, parece haber aparecido en el estado de Oklahoma. Los participantes en Dark Winter, que representan al Consejo de Seguridad Nacional, deducen rápidamente que la viruela ha sido introducida deliberadamente y que es el resultado de un "ataque bioterrorista contra los Estados Unidos". Se supone que el ataque está "relacionado con las decisiones que podamos tomar para desplegar tropas en Oriente Medio".

A diferencia de lo que está ocurriendo actualmente con la crisis de Covid-19, en Dark Winter no hay medios de diagnóstico rápido para la viruela, no hay tratamientos disponibles y no hay capacidad de incrementar el sistema sanitario. El brote se extiende rápidamente a numerosos estados de EEUU y a todo el mundo. Los hospitales de EEUU pronto se enfrentan a "situaciones desesperadas", ya que hay "decenas de miles de personas enfermas o ansiosas por encontrar atención". Esto se ve agravado por "suministros muy inadecuados" y "centros de aislamiento insuficientes", entre otras complicaciones.

Dado que este ejercicio ocurrió en junio de 2001, es notable la fuerte insinuación de que el Irak dirigido por Saddam Hussein y Al Qaeda son los principales sospechosos. De hecho, en un momento de uno de los reportajes ficticios utilizados en el ejercicio, el reportero afirma que "Irak podría haber proporcionado la tecnología de los atentados a grupos terroristas con base en Afganistán." Estas afirmaciones de que el gobierno de Irak estaba vinculado a Al Qaeda en Afganistán volverían a surgir meses después, tras los atentados del 11 de septiembre y serían repetidas por varios participantes en Dark Winter, como el ex director de la CIA James Woolsey, que más tarde declararía bajo juramento que Saddam Hussein estaba implicado en el 11-S. Por supuesto, más tarde se demostraría que las conexiones de Irak con Al Qaeda y los atentados del 11-S eran inexistentes así como el hecho de que Irak no poseía armas biológicas ni otras "armas de destrucción masiva".

Cabe destacar que esta inserción en uno de los clips de noticias de Dark Winter no fue la única parte del ejercicio que trató de vincular a Saddam Hussein y a Irak con las armas biológicas. Por ejemplo, durante el ejercicio las imágenes por satélite mostraron que una "presunta instalación de investigación biológica" en Irak parecía estar ampliando una "zona de exclusión" para limitar la actividad civil cerca de la instalación, así como una "posible zona de cuarentena" en la misma área que esta instalación. Anteriormente Irak era uno de los tres países, junto con Irán y Corea del Norte, de los que se "rumoreaba repetidamente" que habían obtenido ilícitamente cultivos de viruela soviéticos de científicos desertores y se afirmaba que Irak había ofrecido empleo a un importante científico especializado en viruela, que había trabajado en el programa soviético de armas biológicas.

Luego, al final del ejercicio, aparece un "destacado desertor iraquí" que afirma que Irak había organizado el ataque con armas biológicas "a través de intermediarios", lo que se considera "altamente creíble" aunque "no hay pruebas forenses que apoyen esta afirmación". Irak niega oficialmente la acusación, pero promete atacar a Estados Unidos de "forma muy dañosa" si éste "toma medidas contra Irak". Por tanto no es de extrañar que, como se demostrará más adelante en este informe, los principales participantes en Dark Winter promovieran en gran medida la narrativa de que Irak fue el culpable de los ataques con ántrax de 2001. Otros participantes, como Robert Kadlec, se involucrarían en la investigación "saboteada" por el FBI una vez que éste empezó a centrarse en una fuente nacional, en lugar de internacional.

Además, como parte del Dark Winter, se enviaron cartas anónimas a los principales medios de comunicación, como el New York Times y otros, en las que se amenazaba con nuevos ataques contra Estados Unidos, incluidos ataques con ántrax, si Estados Unidos no retiraba sus tropas de Oriente Medio. En esta simulación, las cartas contenían "una huella genética de la cepa de viruela que coincide con la huella de la cepa causante de la actual epidemia". Durante los ataques con ántrax que se producirían pocos meses después del Dark Winter, Judith Miller (que participó en Dark Winter) y otros reporteros estadounidenses recibirían cartas amenazantes con un polvo blanco que se presume que es ántrax. En el caso de Miller, el polvo resultó ser inofensivo.

Otros aspectos de Dark Winter parecen más notables ahora que nunca, sobre todo a la luz de los recientes simulacros de pandemia que llevaron a cabo el Johns Hopkins Center for Health Security (Evento 201) y la administración Trump (Crimson Contagion) en 2019, así como las opciones actuales del gobierno federal para responder al Covid-19.

Por ejemplo, Dark Winter advierte de la "peligrosa desinformación" que se propaga en línea vendiendo curas "no verificadas" y haciendo afirmaciones igualmente "no verificadas", todo lo cual se considera una amenaza para la seguridad pública. Esta preocupación por la desinformación y el control narrativo en línea ha surgido recientemente en relación con la actual crisis de Covid-19. Sin embargo cabe destacar que el simulacro "Evento 201" realizado el pasado mes de octubre, en el que se simuló una pandemia mundial causada por un nuevo coronavirus, también hizo gran hincapié en la preocupación por este tipo de desinformación y sugirió un aumento de la censura en las redes sociales y "cierres limitados de Internet" para combatir el problema. Ese simulacro fue coorganizado por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria, que actualmente dirige el coautor de Dark Winter, Thomas Inglesby.

Dark Winter discute además la supresión y eliminación de las libertades civiles, como la posibilidad de que el Presidente invoque "La Ley de Insurrección", que permitiría a los militares actuar como fuerzas de seguridad a petición del gobernador de un Estado, así como la posibilidad del "gobierno marcial". El guion de Dark Winter también discute cómo las opciones para el gobierno marcial "incluyen, pero no se limitan a, la prohibición de la libre reunión, la prohibición de viajar a nivel nacional, la cuarentena de ciertas áreas, la suspensión de la orden de hábeas corpus [es decir, la detención sin el debido proceso], y/o juicios militares en el caso de que el sistema judicial se vuelve disfuncional."

El ejercicio incluye posteriormente "alegaciones creíbles" de que las personas consideradas "sospechosas de viruela" por las autoridades fueron arrestadas o detenidas ilegalmente y que estos arrestos se dirigieron en gran medida a personas de bajos ingresos o minorías étnicas. En cuanto a los acontecimientos actuales, cabe señalar que el fiscal general de EEUU, William Barr, y el Departamento de Justicia que dirige han solicitado recientemente nuevos "poderes de emergencia" supuestamente relacionados con el actual brote de Covid-19. Dicha solicitud se refiere específicamente a la capacidad de detener indefinidamente a los estadounidenses sin derecho a un juicio libre.

Tejiendo una narrativa

Después de examinar Dark Winter es importante examinar los acontecimientos que el ejercicio aparentemente predijo, es decir, los ataques con ántrax de 2001. Esto es especialmente importante por dos razones: en primer lugar porque la fuente del ántrax fue posteriormente rastreada hasta una fuente doméstica, supuestamente el laboratorio del USAMRIID en Fort Detrick y en segundo lugar el modo de ataque y la narrativa inicial de esos ataques estaban directamente sacados del libro de jugadas del Dark Winter. Además los actores clave en la respuesta del gobierno a los ataques con ántrax, incluyendo aquellos con aparente conocimiento previo de los ataques, así como aquellos que buscaron (falsamente) vincular esos ataques con Saddam Hussein y Al Qaeda, también participaron en Dark Winter.

Semanas antes de que se descubriera el primer caso de ántrax, la noche del 11 de septiembre de 2001, se dijo al personal del entonces vicepresidente Dick Cheney que empezara a tomar inyecciones del antibiótico Cipro para prevenir la infección por ántrax. Además, al menos a un miembro de la prensa, el periodista Richard Cohen (entonces en el Washington Post) también se le dijo que tomara Cipro poco después del 11 de septiembre tras recibir un consejo "de forma indirecta de un alto funcionario del gobierno". ¿Quién exactamente en la administración Bush y en el Beltway comenzó a tomar Cipro semanas antes de los ataques con ántrax y durante cuánto tiempo? Desgraciadamente la respuesta a esta pregunta sigue sin respuesta. Sin embargo desde entonces se ha revelado que la persona que les había dicho a estos funcionarios que tomaran Cipro era nada menos que el participante de Dark Winter Jerome Hauer, quien había servido previamente durante casi 8 años en el Comando de Investigación y Desarrollo Médico del Ejército de los Estados Unidos (USAMRDC), que supervisa el laboratorio del USAMRIID en Fort Detrick.

Hauer, el 11 de septiembre de 2001, era el director general de Kroll Inc., una empresa privada de inteligencia y seguridad conocida informalmente como la "CIA de Wall Street", empresa a la que la inteligencia francesa había acusado de actuar como fachada de la verdadera CIA. En el momento de los atentados, Kroll Inc. era responsable de la seguridad del complejo del World Trade Center, pero Hauer, convenientemente, no estaba presente en su oficina del World Trade Center el día de los atentados, sino que apareció en las noticias por cable. En la segunda parte de esta serie se tratará con más detalle la serie de "conveniencias" que ha seguido Hauer a lo largo de su carrera, especialmente en el transcurso de 2001, y las enormes cantidades de dinero que puede obtener con la actual epidemia de Covid-19.

Luego, el 12 de septiembre, Donald Kagan, del grupo de expertos neoconservadores del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (PNAC), cuyos miembros ocuparon puestos clave en la administración Bush, hizo un comentario extraño (para la época, al menos) sobre los ataques del 11 de septiembre y el ántrax. Hablando en la radio de Washington DC, Kagan (después de sugerir que Estados Unidos debería invadir Afganistán, Irak y Palestina en represalia por el 11 de septiembre) se pregunta "¿Qué habría pasado si hubieran tenido ántrax en ese avión?" Ese mismo día James Woolsey, él mismo miembro del PNAC y también participante en el Dark Winter, afirmó que Irak era el culpable del 11 de septiembre durante una entrevista en las noticias por cable.

Una semana más tarde otro miembro del PNAC y asesor de la Casa Blanca de Bush (Richard Perle) dijo a la CNN que el próximo ataque terrorista probablemente implique "armas químicas o biológicas". Poco después Jerome Hauer reaparece afirmando que el gobierno tiene ahora un "nuevo motivo de la urgencia" con respecto a las amenazas bioterroristas y afirma que "Osama Bin Laden quiere adquirir estos agentes [biológicos] y sabemos que tiene vínculos con Saddam y que Saddam Hussein los tiene." Por supuesto, Saddam Hussein no poseía realmente estas armas biológicas, aunque sí las tenía en el ejercicio ficticio Dark Winter, en el que Hauer había participado activamente. Apenas unos días después de que Hauer hiciera estas atrevidas afirmaciones, ABC News informó de que los supuestos secuestradores del 11-S podrían haber tenido la intención de modificar los fumigadores para dispersar el ántrax.

Todo esto ocurrió varios días antes de que la primera víctima del ántrax, el fotoperiodista Bob Stevens, comenzara a mostrar síntomas y más de una semana antes de que los médicos comenzaran a sospechar que su situación había sido causada por envenenamiento con ántrax.

El 2 de octubre, cuando la salud de Stevens comenzó a deteriorarse rápidamente, se publicó un nuevo libro coescrito por la periodista Judith Miller del New York Times. Titulado "Gérmenes: Biological Weapons and America's Secret War" (Gérmenes: armas biológicas y la guerra secreta de Estados Unidos), el libro afirmaba que Estados Unidos se enfrentaba a una amenaza bioterrorista sin precedentes por parte de grupos terroristas como Al Qaeda. Además, afirmaba que dichos grupos podrían haberse aliado con países como Irak y Rusia. Miller, que había participado en Dark Winter meses antes, había realizado numerosas entrevistas con altos funcionarios de la Casa Blanca para el libro, en particular con el jefe de personal de Dick Cheney, I. Lewis "Scooter" Libby.

Libby, aunque no había asistido personalmente al Dark Winter, quedó muy impactado por el ejercicio cuando se enteró de él, hasta el punto de que había organizado personalmente que Cheney viera el vídeo del ejercicio Dark Winter completo el 20 de septiembre de 2001. Cheney llevó el contenido de Dark Winter al Consejo de Seguridad Nacional al día siguiente. Más tarde se informaría en la revista New York de que, "unos días después del 11-S", los principales autores de Dark Winter (Randall Larsen, Tara O'Toole y Thomas Inglesby) se reunirían personalmente con Cheney y miembros del personal de seguridad nacional de la administración para hablar del ejercicio.

Larsen, que trabajó estrechamente con Robert Kadlec a lo largo de la década de 1990, supuestamente introdujo en la reunión un tubo de ensayo de Bacillus globigii “weaponized” (convertido en arma), "casi genéticamente idéntico al ántrax" según ese informe. No está claro cuándo tuvo lugar esta reunión en relación con el momento en que Cheney había visto el vídeo del ejercicio Dark Winter.

El mismo día en que se publicó "Gérmenes", de Miller, el 2 de octubre, tuvo lugar otro suceso extraño. Un antiguo científico del laboratorio del USAMRIID en Fort Detrick, el Dr. Ayaad Assaad, recibió una llamada del FBI después de que alguien, que conocía íntimamente el historial de trabajo y la carrera de Assaad con gran detalle (y que también afirmaba haber trabajado anteriormente con Assaad), le acusara anónimamente de ser un "potencial terrorista biológico" con un odio muy arraigado hacia el gobierno de Estados Unidos. En el momento en que el FBI recibió la carta, ni el público ni el FBI tenían conocimiento de ningún caso de ántrax. Assaad, que entonces trabajaba para la Agencia de Protección Medioambiental, dijo al FBI que creía que estaba siendo incriminado por antiguos compañeros de trabajo. El FBI lo consideró creíble y no volvió a contactar con Assaad en relación con el caso.

Más tarde, el Hartford Courant reveló que Assaad había sido objeto de un intenso acoso por parte de un grupo de compañeros de trabajo en el laboratorio del USAMRIID, a principios de la década de 1990. Uno de esos compañeros que había acosado a Assaad abandonaría el laboratorio descontento a raíz de la polémica sobre las acusaciones de acoso de Assaad. Más tarde volvería al laboratorio para llevar a cabo investigaciones no autorizadas y nocturnas sobre el ántrax y estaría vinculado a varios especímenes desaparecidos de ántrax y otros patógenos: el teniente coronel Philip Zack.

Zack, en 2001, trabajaba para la empresa de biotecnología estadounidense Gilead Sciences. Aunque empezó a trabajar para Gilead en 1999, fue "elegido a dedo" en 2001 para dirigir la creación de "un nuevo Departamento de Gestión de Proyectos junto con una reestructuración completa de I+D [Investigación y Desarrollo]". Donald Rumsfeld, otro miembro del PNAC, se convirtió en el presidente de Gilead Sciences en 1997 y fue presidente de esa empresa hasta que se convirtió en Secretario de Defensa de George W. Bush a principios de 2001.

Rumsfeld anunciaría más tarde, el 10 de septiembre de 2001, que habían "desaparecido" 2,3 billones (trillions estadounidenses) de dólares del presupuesto del Pentágono. La oficina de contabilidad del Pentágono, cuyo personal intentaba localizar esos billones desaparecidos, sería destruida el 11 de septiembre de 2001. Aunque los funcionarios del gobierno calificaron más tarde de "inimaginable" e "impensable" el impacto de aviones contra el Pentágono tras los atentados, menos de un año antes del 11 de septiembre se había realizado un simulacro de impacto de aviones contra el Pentágono.

Terror Redux

El 4 de octubre de 2001, el diagnóstico de envenenamiento por ántrax de Bob Stevens se dio a conocer al FBI y al CDC y luego se informó al público a través de una conferencia de prensa. El segundo caso de ántrax se declaró poco después y fue un compañero de trabajo de Stevens que había trabajado para el periódico de Florida The Sun.

Un día después los funcionarios de la Casa Blanca empezaron a presionar al entonces director del FBI, Robert Mueller, para que afirmara que los ataques con ántrax estaban vinculados a Al Qaeda, a pesar de que no había pruebas para establecer ese vínculo. "Realmente querían culpar a alguien de Oriente Medio", diría más tarde un alto funcionario del FBI comentando las reuniones al New York Daily News.

En las semanas siguientes se enviaron cartas sospechosas, que contenían un fino polvo blanco, a conocidos periodistas estadounidenses, como Tom Brokaw, de la NBC, y Judith Miller, de The New York Times, aunque el polvo de la carta dirigida a Miller resultó ser inofensivo. En particular, Miller y otros periodistas del New York Times escribieron un total de 27 artículos específicamente sobre el ántrax y su posible uso como arma biológica entre el 12 de septiembre de 2001 y el día antes de que Stevens fuera diagnosticado con envenenamiento por ántrax.

También recibieron cartas con ántrax los senadores Tom Daschle, Russ Feingold y Patrick Leahy, todos los cuales estaban (en aquel momento) oponiéndose a que la Ley Patriótica (USA PATRIOT Act) se aprobara rápidamente en el Senado y se resistían a los intentos de la administración de hacer aprobar la legislación sin apenas debate. Varias de las cartas incluían la fecha "9-11-01" y las frases "Muerte a América, Muerte a Israel, Alá es grande" en letras de molde bien impresas.

https://www.thelastamericanvagabond.com/all-roads-lead-dark-winter/

No hay comentarios: