Confinamientos, rastreo de contactos, certificados digitales y vacunas
Durante los últimos cuatro meses, Bill Gates ha hecho docenas de apariciones en los medios de comunicación, en las que ha pedido varias "soluciones" controvertidas para el COVID-19. Gates dice que estas propuestas deben aplicarse antes de que la sociedad pueda volver a la "normalidad". Desde pedir confinamientos prolongados, vigilancia sanitaria (también conocida como rastreo de contactos) y certificados digitales.
Los expertos en salud han cuestionado en numerosas ocasiones la ciencia que sustenta los confinamientos. Recientemente Michael Levitt, un profesor de la Universidad de Stanford que predijo la trayectoria inicial de la pandemia, declaró que creía que el confinamiento era un "enorme error" y que en realidad podría haber costado vidas. TLAV (The Last American Vagabond) también ha denunciado el rastreo de contactos y el llamamiento a un "ejército" de personas para vigilar al público, como una expansión de la vigilancia. Casualmente, esta misma semana se ha informado de que la Fundación Gates ha invertido recientemente cientos de millones de dólares en empresas tecnológicas como Google, que podrían acabar construyendo la infraestructura de rastreo de contactos.
Lo que Gates describe como "certificados digitales" suena idéntico a lo que algunos llaman "pasaportes de inmunidad", una forma de identificación digital que contendrá los datos de salud de un individuo, así como su estado de vacunación. Durante un AMA de Reddit, Gates declaró: "Con el tiempo tendremos algunos certificados digitales para mostrar quién se ha recuperado o se ha sometido a pruebas recientemente o para saber quiénes han recibido una vacuna". Lo que Gates describe (un certificado digital para demostrar quién ha sido vacunado) suena como las recientes exigencias de que los pasajeros muestren pasaportes de inmunidad antes de que se les permita volar.
Sin embargo las declaraciones y la filantropía de Gates revelan su principal objetivo en la "lucha por la salud global": la promoción de las vacunas para todo el mundo. En lugar de centrarse en el agua potable, el acceso a la vivienda o cualquier otra propuesta para ayudar a los más pobres del mundo, Gates cree que el acceso a las vacunas es lo más urgente. Mucho antes del COVID-19, la Fundación Gates ha participado en la financiación de controvertidos esfuerzos en materia de vacunas en África y la India.
Un informe de 2015 titulado Poder filantrópico y desarrollo: ¿Quién determina la agenda?, examina la influencia de la filantropía mundial y ofrece ejemplos de la influencia indebida que pueden ejercer Gates y otros. El informe esboza gran parte de lo que describimos en la primera parte de esta investigación, incluyendo cómo "a través de la colocación de personal de la Fundación en los órganos de toma de decisiones de las organizaciones internacionales y las asociaciones de salud global", la Fundación Gates influye y orienta la política de salud pública. La Fundación Gates es miembro del consejo de administración no sólo de GAVI, sino también del Fondo Mundial, la Asociación para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño, la empresa Medicines for Malaria Venture, la asociación Roll Back Malaria, la Alianza contra la Tuberculosis, la asociación Stop TB y muchas otras.
La investigación también ofrece detalles sobre las inversiones de Gates en vacunas y sus conexiones con los que las fabrican. Como se informó en la segunda parte de esta investigación, en 2010 la Fundación Bill y Melinda Gates lanzó la "Década de las Vacunas" y pidió un "Plan de Acción Global de Vacunas". También ayudaron a crear la asociación público-privada conocida como GAVI o Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización.
"La Fundación Gates aportó un compromiso inicial de 750 millones de dólares durante cinco años como capital inicial para lanzar esta asociación mundial público-privada en el año 2000 y ha seguido siendo su fuerza motriz y su mayor donante", señala el informe. "Entre 2000 y 2014, la Fundación Gates aportó el 23% (2.287,94 millones de dólares) del total de la financiación de donantes, que asciende a unos 9.900 millones de dólares".
El informe señala que los investigadores han criticado a GAVI por seguir un "enfoque Gates" en los retos sanitarios mundiales, "centrándose en intervenciones sanitarias verticales específicas para cada enfermedad (a través de vacunas), en lugar de enfoques horizontales y holísticos (por ejemplo, el fortalecimiento de los sistemas sanitarios)." Además hay pruebas de que el apoyo de la Fundación Gates a GAVI ha animado a los fabricantes de vacunas a producir vacunas específicas, lo que ha supuesto "más de mil millones de dólares para Pfizer y GlaxoSmithKline (GSK)".
La organización no gubernamental Médicos sin Fronteras (MSF) también ha cuestionado el impacto global de la Alianza GAVI en la asequibilidad de las vacunas, afirmando que "el coste de inmunizar completamente a un niño era 68 veces más caro en 2014 que en 2001." MSF también pide que GAVI excluya a las empresas farmacéuticas de su junta directiva para reducir los conflictos de intereses.
Una de las conclusiones más importantes de la investigación es que en la Fundación Gates opera una puerta giratoria entre el personal de la Fundación y las grandes empresas farmacéuticas, como Merck y GSK. El informe ofrece varios ejemplos de esta puerta giratoria, como el de Trevor Mundel, presidente de la División de Salud Global de la Fundación Gates, que anteriormente trabajó con Novartis, Pfizer y Parke-Davis. El predecesor de Mundel, Tachi Yamada, había sido ejecutivo y miembro del consejo de administración de GSK. Kim Bush, responsable de las iniciativas de asociación con la sanidad para la Fundación Gates, trabajó anteriormente para Baxter International Healthcare Corporation. Penny Heaton, directora de desarrollo de vacunas en la Fundación Gates desde 2013, trabajó antes para Novartis Vaccines and Diagnostics y para Merck & Co.
La Fundación Gates y las vacunas de ARNm
Otra nota interesante del informe es cómo la Fundación tiene una participación de 52 millones de dólares en la empresa farmacéutica alemana CureVac. La colaboración pretende acelerar el desarrollo de vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra diversas enfermedades, como el rotavirus, el VIH y el virus respiratorio sincitial.
La vacuna de ARNm se ha discutido como un candidato potencial para la vacuna COVID-19. En concreto la empresa de biotecnología Moderna Therapeutics está liderando el camino de las terapias de ARNm y las posibles vacunas. El programa de vacunas de ARN de Moderna ha recibido 100 millones de dólares de financiación de la Fundación Gates. La controvertida vacuna de ARNm de Moderna también se desarrolló con una subvención de 25 millones de dólares de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA).
Como informó TLAV (The Last American Vagabond), Donald Trump también nombró al Dr. Moncef Slaoui (un ex ejecutivo de la Big Pharma que hasta hace poco se sentó en el consejo de Moderna) como su "zar de las vacunas" para dirigir la "Operación Warp Speed", el esfuerzo de la administración Trump para acelerar una vacuna a finales de 2020. En 2016 Slaoui fue nombrado miembro del Consejo de Administración de Moderna Therapeutics. Dimitió al ser nombrado para un puesto en la actual administración estadounidense.
La escritora de TLAV (The Last American Vagabond) Whitney Webb informó recientemente sobre el papel de Moderna en la lucha contra el COVID-19 y sus conexiones con la Fundación Gates:
"La Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI) anunció que financiaría tres programas distintos para promover el desarrollo de una vacuna contra el nuevo coronavirus responsable del actual brote.
La CEPI (que se describe a sí misma como "una asociación de organizaciones públicas, privadas, filantrópicas y civiles, que financiará y coordinará el desarrollo de vacunas contra amenazas de salud pública de alta prioridad") fue fundada en 2017 por los gobiernos de Noruega e India, junto con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates. Su enorme financiación y sus estrechas conexiones con organizaciones públicas, privadas y sin ánimo de lucro la han posicionado para poder financiar la rápida creación de vacunas y distribuirlas ampliamente.
El reciente anuncio de la CEPI reveló que financiaría a dos empresas farmacéuticas (Inovio Pharmaceuticals y Moderna Inc.) así como a la Universidad de Queensland, de Australia, que se convirtió en socio de la CEPI a principios del año pasado. En particular las dos empresas farmacéuticas elegidas tienen estrechos vínculos y/o asociaciones estratégicas con DARPA y están desarrollando vacunas que implican polémicamente material genético y/o edición de genes. La Universidad de Queensland también tiene vínculos con DARPA, pero esos vínculos no están relacionados con la investigación biotecnológica de la universidad, sino con la ingeniería y el desarrollo de misiles."
Webb continúa detallando cómo Moderna está trabajando con los NIH estadounidenses para desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus y cómo el proyecto será financiado en su totalidad por el CEPI, que a su vez fue fundado y financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.
No debería sorprender que Bill Gates apoye ahora abiertamente las vacunas de ARN. El desarrollo de estas vacunas (y el esfuerzo general de la Operación Warp Speed) está ignorando los protocolos y las medidas de seguridad para la fabricación de vacunas, que ya son poco sólidos. La Operación Warp Speed y los subsiguientes ensayos en humanos, en los que participarán 100.000 voluntarios, "comprimirán lo que suelen ser 10 años de desarrollo y pruebas de vacunas en cuestión de meses".
La prisa por hacer llegar al público una vacuna que no ha sido debidamente probada es aún más preocupante teniendo en cuenta las recientes declaraciones de Gates sobre la necesidad de vacunar a toda la población mundial. En un blog de su página web, Gate afirma: "El objetivo es elegir la o las dos mejores vacunas y vacunar a todo el mundo, lo que supone 7.000 millones de dosis si se trata de una vacuna de una sola dosis y 14.000 millones si se trata de una vacuna de dos dosis."
La presión de Gates por una vacuna obligatoria probablemente tendrá un gran impacto en las decisiones de la OMS, los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) y otras organizaciones sanitarias mundiales que financia, en las que influye o de las que es miembro del consejo de administración. La financiación por parte de Gates de un "tatuaje de puntos cuánticos" que puede almacenar los registros de vacunación ha hecho poco para acallar la disidencia y el temor a sus verdaderas motivaciones.
A pesar de la proclamación de Gates como un héroe que ha salvado millones de vidas, la idea de forzar la vacunación ha provocado una creciente oposición a las vacunas y la preocupación por su seguridad. Ya sea por el testimonio del Dr. Andrew Zimmerman sobre la seguridad de las vacunas, o simplemente por el apoyo a la libertad de elección, la gente de todo el mundo es escéptica sobre la seguridad de las vacunas y la influencia de las Grandes Farmacéuticas y no es probable que acepte una vacuna obligatoria en silencio.
La conexión Rockefeller, Lock Step y el evento 201
Al concluir nuestra investigación sobre Bill Gates y considerar sus motivos ocultos, es importante hacer un balance de la empresa que mantiene y de las filosofías que ha promovido.
El informe Poder filantrópico y desarrollo: ¿Quién marca la agenda?, también ofrece un importante panorama sobre los orígenes de la filantropía moderna y la capacidad del dinero para influir en la política mundial de salud, alimentación y agricultura. Los investigadores describen el papel de las dinastías Rockefeller y Carnegie en la creación de la filantropía estadounidense:
"Las raíces de la filantropía moderna se remontan a principios del siglo XX en Estados Unidos, cuando los magnates de los negocios John D. Rockefeller y Andrew Carnegie crearon las primeras grandes fundaciones norteamericanas, principalmente como una forma de proteger parte de sus ingresos de los impuestos, pero también como una manera de ganar prestigio e influencia en los asuntos estadounidenses y mundiales.
En 1911, Andrew Carnegie creó la Carnegie Corporation de Nueva York y la dotó con 125 millones de dólares, lo que la convirtió en el mayor fideicomiso filantrópico jamás creado hasta entonces. Un año antes Carnegie, que hizo su fortuna en la industria del acero, creó la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, que se convirtió en uno de los principales think tanks sobre política exterior de Estados Unidos".
Irónicamente la creación de la Fundación Rockefeller suena inquietantemente similar a la propia historia de Gates, que se enfrentó a acusaciones de monopolio durante su época en Microsoft y luego pasó a fundar la Fundación Bill y Melinda Gates como una forma de reescribir la historia y crear un aura de héroe en torno a sí mismo.
"La Fundación Rockefeller se creó en 1913, dos años después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminara que la Standard Oil Company de John D. Rockefeller era un monopolio ilegal y ordenara su disolución en empresas más pequeñas. La disolución de la entonces mayor petrolera del mundo convirtió a su fundador y principal accionista, John D. Rockefeller, en el hombre más rico del mundo. Con la creación de su fundación, pudo salvar gran parte de su fortuna de los impuestos sobre la renta y la herencia".
La filantropía y la evasión fiscal no son los únicos puntos en común entre Bill Gates y los Rockefeller. Según los registros genealógicos, Gates está emparentado con la familia Rockefeller a través de Nelson Rockefeller, antiguo vicepresidente de EEUU. Sin embargo las conexiones van más allá de estar asociados por parientes lejanos. Tanto la Fundación Rockefeller como la Fundación Gates parecen haber "predicho" un escenario muy parecido a la pandemia que se está desarrollando ante nuestros ojos.
El 18 de octubre de 2019, la Fundación Bill y Melinda Gates se asoció con el Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria y el Foro Económico Mundial en un ejercicio de pandemia de alto nivel conocido como Evento 201. Gates es un "contribuyente de la agenda" del FEM desde hace mucho tiempo y ha hecho donaciones a Johns Hopkins. El Evento 201 simuló cómo respondería el mundo a una pandemia de coronavirus que se extendiera por todo el planeta. La simulación imaginaba la muerte de 65 millones de personas, confinamientos masivos, cuarentenas, censura de puntos de vista alternativos bajo el pretexto de luchar contra la "desinformación", e incluso se planteaba la idea de arrestar a las personas que cuestionaran la narrativa de la pandemia.
Casualmente uno de los participantes en el Evento 201 fue el Dr. Michael Ryan, jefe del equipo de la Organización Mundial de la Salud responsable de la contención y el tratamiento internacional del COVID-19. Ryan pidió que se buscara en las viviendas para encontrar individuos potencialmente enfermos y aislarlos de sus familias.
La Fundación Rockefeller imaginó un escenario similar en 2010 como parte de su documento "Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional". Este documento incluye un escenario llamado "Lockstep", que describe una pandemia que arrasa el mundo y que da lugar a un control más autoritario por parte de los gobiernos de los países desarrollados. El documento también describe la respuesta a la pandemia de la siguiente manera:
"Durante la pandemia, los dirigentes nacionales de todo el mundo hicieron gala de su autoridad e impusieron normas y restricciones estrictas, desde el uso obligatorio de mascarillas hasta el control de la temperatura corporal a la entrada de espacios comunes como estaciones de tren y supermercados. Incluso después de que la pandemia se desvaneciera, este control y supervisión más autoritarios de los ciudadanos y sus actividades se mantuvo e incluso se intensificó".
En el escenario imaginado, la fundación Rockefeller predice que "los escáneres que utilizan tecnología avanzada de resonancia magnética funcional (fMRI, functional magnetic resonance imaging) se convierten en la norma en los aeropuertos y otros espacios públicos para detectar comportamientos anormales que puedan indicar "intención antisocial". Curiosamente la Administración de Seguridad en el Transporte ha anunciado recientemente planes para comprobar la temperatura en los aeropuertos estadounidenses. El documento continúa describiendo cómo, con el tiempo, la gente del mundo se cansa del control y comienzan los disturbios civiles:
"En 2025 la gente parecía estar cansada de tanto control de arriba abajo y de dejar que los líderes y las autoridades tomaran decisiones por ellos. Siempre que los intereses nacionales chocaban con los intereses individuales, se producía un conflicto. Las protestas esporádicas se volvieron cada vez más organizadas y coordinadas, a medida que los jóvenes descontentos y las personas que habían visto desaparecer su estatus y sus oportunidades (en su mayoría en los países en desarrollo) provocaban disturbios civiles".
Aunque podría ser conveniente descartar el Evento 201 y Lock Step como una coincidencia, sería miope ignorarlos teniendo en cuenta que las Fundaciones Gates y Rockefeller están muy involucradas en la financiación de la industria de la salud mundial. Aunque abundan las teorías sobre si la pandemia de COVID-19 fue planeada o diseñada de alguna manera, como si se tratara de imitar los planes discutidos en el Evento 201 y en Lock Step, actualmente faltan pruebas contundentes. Aun así, no debemos descartarlas por completo.
Reducción de la población mediante la eugenesia
Las dinastías Gates y Rockefeller también están unidas por su interés común en la eugenesia, la ciencia desacreditada que promovía la idea de que las personas de "buena cuna" debían ser alentadas a reproducirse, mientras que aquellas con "malos genes" debían ser desalentadas de reproducirse o esterilizadas por completo. Esta ciencia fue desarrollada por Francis Galton como estrategia para mejorar la raza humana. La idea fue muy popular en Estados Unidos antes de que los nazis adoptaran la doctrina y la llevaran al extremo.
La eugenesia también era muy popular entre la familia Rockefeller. Un informe del Instituto Hudson señala que "las primeras fundaciones estadounidenses estaban profundamente inmersas en la eugenesia, el esfuerzo por promover la reproducción de los aptos y suprimir la reproducción de los no aptos". El informe afirma que los Rockefeller y otros de los primeros filántropos estadounidenses creían en la "eugenesia filantrópica", la idea de que podían utilizar su dinero para crear fundaciones que promovieran la filosofía de la eugenesia.
La Fundación Rockefeller y su familia ayudaron a financiar a los investigadores de los Institutos Kaiser Wilhelm de Alemania que participaron en los programas de esterilización nazis, financiaron la Oficina de Registros de Eugenesia y muchos otros programas que promovían el control de la población. En 1952, después de que los experimentos eugenésicos nazis fueran ampliamente conocidos, John D. Rockefeller III ayudó a crear el Consejo de Población para promover la eugenesia sin emplear el término.
En su libro Showing Up for Life (https://www.amazon.es/Showing-Up-Life-Thoughts-Lifetime/dp/0385527020/ ) el padre de Bill Gates, William H. Gates II, escribió sobre su admiración por los Rockefeller y su filantropía:
"Una lección que aprendimos estudiando y trabajando con los Rockefeller es que para tener éxito en la persecución de objetivos audaces se necesitan socios con ideas afines con los que colaborar. Y aprendimos que tales objetivos no son premios reclamados por los de corto alcance. Los Rockefeller se quedan con los problemas difíciles durante generaciones".
Al parecer, Gates II era partidario de la filosofía eugenésica de los Rockefeller, ya que fue director de Planned Parenthood durante un tiempo. Planned Parenthood se financió en parte con una donación de 1,5 millones de dólares del Consejo de Población creado por los Rockefeller. Gates II fue precedido en Planned Parenthood por Alan Guttmacher, que simultáneamente fue director de la Sociedad Americana de Eugenesia.
Este interés por la eugenesia puede remontarse a tres generaciones, hasta el abuelo de Bill Gates, William H. Gates, ya que la Sociedad Americana de Eugenesia tuvo un miembro con el nombre de "William H. Gates" en la década de 1920. El William H. Gates que aparece en la lista de la AES figuraba como "profesor" y hay un profesor William H. Gates de la Universidad Estatal de Luisiana, pero todavía no hay pruebas de que el abuelo de Gates sea el mismo William H. Gates.
En cualquier caso, la familia Gates actual tiene la costumbre de pasar tiempo con sus compañeros eugenistas filántropos. En diciembre de 2001, William H. Gates recibió la primera "Medalla Andrew Carnegie de la Filantropía" por su labor benéfica. Gates padre recibió su premio junto a Walter H. y Leonore Annenberg en nombre de la Fundación Annenberg, Brooke Astor, Irene Diamond, David y Laurance S. Rockefeller en nombre de la familia Rockefeller, George Soros y Ted Turner. Aunque Bill Gates no aparece en la foto, la Corporación Carnegie menciona que el mayor de los Gates representaba a la "familia Gates".
Más recientemente, en 2010 Bill Gates fue visto con otros multimillonarios en un evento que fue descrito por los medios corporativos como "Se llaman el Club del Bien y quieren salvar el mundo". The Guardian informó:
"Este es el Club del Bien, el nombre dado a la pequeña élite mundial de filántropos multimillonarios que recientemente celebró su primera y muy secreta reunión en el corazón de la ciudad de Nueva York.
Los nombres de algunos de los miembros son figuras conocidas: Bill Gates, George Soros, Warren Buffett, Oprah Winfrey, Michael Bloomberg, David Rockefeller y Ted Turner. Pero también hay otros, como los gigantes empresariales Eli y Edythe Broad, igualmente ricos pero menos conocidos. En total sus miembros tienen un patrimonio de 125.000 millones de dólares".
The Guardian también señala que Rockefeller, Gates y Buffet organizaron la reunión. El Wall Street Journal informó de que la reunión se centró en frenar el crecimiento de la población, un eufemismo para referirse a la eugenesia. La aparición de Ted Turner tanto en la reunión de 2001 como en la de 2010 no debería ser una sorpresa, ya que también ha sido un firme defensor del control de la población.
Hay que tener en cuenta que, a pesar de los desmentidos de Bill Gates, también fue socio del depredador sexual Jeffrey Epstein. La escritora de TLAV (The Last American Vagabond), Whitney Webb, documentó previamente la relación y los intentos de ocultarla. Casualmente, Epstein también fue descrito como partidario de la eugenesia.
¿Dará la cara el verdadero Bill Gates?
Ahora que hemos llegado al final de esta investigación sobre la vida, las finanzas y la historia de Bill Gates, debemos detenernos a reflexionar sobre sus motivaciones. ¿Es Bill Gates el adorable filántropo multimillonario que podría salvar al mundo del COVID-19? ¿Es el financiador de peligrosos ensayos de vacunas? ¿Está motivado por el deseo de ayudar a la humanidad o está motivado por una filosofía desacreditada o por la ciencia de la raza y la eugenesia?
Si hemos de juzgar a un individuo por las compañías que mantiene, por los proyectos que financia y por las palabras que dice, entonces debería estar claro que la familia Gates tiene un historial de promoción y apoyo a la eugenesia. Armados con este conocimiento podemos echar una nueva mirada a la filantropía de Bill Gates y llegar a entender que podría tener motivos muy diferentes a sus declaraciones públicas.
El hecho es que Bill Gates se mueve en círculos de élite donde la promoción de la eugenesia, el control de la población, la esterilización y otras tácticas de ingeniería social son la norma. Este hombre está siendo apuntalado frente al mundo como el héroe que necesitamos desesperadamente para liberarnos de las garras de la pandemia del COVID-19. Si sus maniobras de relaciones públicas y su filantropía consiguen convencer a la gente de que es el salvador que han estado buscando, es probable que nos enfrentemos a un futuro de vigilancia de los contactos, certificados digitales para viajar, vacunaciones forzadas, seguimiento y restricciones de todos los movimientos y cuarentenas forzadas.
Lo único que se interpone entre Gates y su agenda son los corazones y las mentes libres del mundo. Nos queda poco tiempo. Debemos organizarnos, compartir esta información vital y #ExposeBillGates.
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