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domingo, 5 de junio de 2022

(II) Iain Davis (3 de junio 2022) ¡Guerra en Ucrania! ¿Para qué sirve? - Transformación - Parte 6

 


Tras la invasión rusa de Ucrania, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Comisión Europea (CE) idearon planes para reducir rápidamente las importaciones de gas natural ruso de la UE. El suministro de gas por gasoducto ruso a la Unión Europea ascendía a unos 155.000 millones de metros cúbicos (bcm) en 2021, incluidos 14 bcm de gas natural licuado (GNL). Sustituir este volumen por completo en un año sería imposible. Sin embargo la AIE y la CE estiman que se puede lograr una reducción de entre uno y dos tercios para finales de 2022 si se reduce la demanda de gas y se encuentran suministros de gas alternativos. Este amplio margen es indicativo de lo difícil que será este esfuerzo.

Incluso si la UE pudiera "reducir la demanda", adquirir más GNL, principalmente de EEUU, y aumentar los flujos de gasoductos alternativos, carece tanto de la terminal como de la capacidad de almacenamiento para importarlo en cantidades suficientes y almacenarlo. Mientras Europa realiza la enorme inversión en infraestructuras que necesita, Rusia podría simplemente cortar el suministro y devolverla a la edad de piedra en cuestión de semanas.

Así que tenemos que preguntarnos por qué Moscú permitiría a la UE "eliminar" sus negocios con Rusia. El Kremlin podría cortar el suministro de inmediato y obligar a la UE a entablar una renegociación a muy alta presión, mientras tiene todas las cartas. Rusia necesita su mercado europeo de exportación de energía, pero como veremos ya había hecho progresos significativos para mitigar cualquier pérdida mucho antes de lanzar su operación militar.

En otras palabras, la UE sólo puede hacer esta transición con el apoyo de Rusia. ¿Por qué demonios Rusia le está ayudando?

No sólo está permitiendo que la UE avance hacia un nuevo sistema energético continental, con la intención de dejar a Rusia fuera de su mercado, sino que Rusia está sufriendo supuestamente sanciones paralizantes por su bondadosa conducta. Definitivamente, algo falla.

Toda la cuestión de las sanciones y de hecho el propio conflicto, se vuelve aún más insondable cuando consideramos cómo las potencias occidentales pretenden beneficiarse de ello. De nuevo nada de esto sería posible sin la complicidad rusa.

Igualmente, gracias a la generosa oferta de moneda de reserva de Occidente, al entrar en guerra en Ucrania, las ambiciones monetarias de Rusia han recibido un enorme impulso. Esto ha tenido un coste significativo a corto plazo, pero la recompensa monetaria, económica y financiera para Rusia podría ser asombrosa. Parece haber mucho más en la acción militar de Rusia de lo que admiten públicamente ambas partes.

Un régimen ucraniano atrapado

En virtud del mencionado decreto de marzo de 2021 (Decreto nº 117/2021), el gobierno de Kiev, dirigido por el Partido SN del presidente Zelenskyy, estaba decidido a restaurar "la integridad territorial" de Ucrania. Esto puso fin a cualquier posibilidad creíble de que el gobierno ucraniano tuviera alguna intención de proseguir con los acuerdos de Minsk o negociaciones similares. La amenaza para la DPR y la LPR era evidente.

La probabilidad de que Ucrania utilizara la fuerza militar para hacer valer su reivindicación aumentó notablemente en abril de 2021. Los diplomáticos rusos, incluido Vladimir Putin, habían instado a los funcionarios ucranianos a mantener conversaciones directas con los líderes elegidos de la DPR y la LPR. Mientras hablaba de obtener el apoyo de los Estados Unidos para un acuerdo de paz negociado, el presidente Zelenskyy declaró:

Hay una amenaza persistente, por supuesto, porque estamos en guerra, especialmente en la zona del Donbass [...] No tengo ninguna intención de hablar con terroristas y es simplemente imposible para mí en mi posición.

Una de las razones por las que era "simplemente imposible" que Zelenskyy reconociera el mandato democrático de los Consejos Populares de Donetsk y Luhansk se hizo evidente durante su visita a Zolote en 2019. Tuvo que ser muy cuidadoso para apaciguar a los nazis. No solo tenían un firme control de la seguridad nacional ucraniana, sino que suponían una importante amenaza para el gobierno de Kiev, así como para Zelenskyy y otros funcionarios del gobierno personalmente.

Este punto fue explicado por Dmytro Yarosh apenas una semana después de la victoria electoral de Zelenskyy en mayo de 2019. En declaraciones al medio de comunicación online Obozrevatel, sobre la posible aplicación del acuerdo de Minsk a través del formato de Normandía, Yarosh dijo

Zelenskyy dijo en su discurso de investidura que estaba dispuesto a perder audiencia, popularidad, posición… No, perdería la vida. Se colgará de algún árbol en Khreshchatyk [una calle de Kiev], si traiciona a Ucrania y a las personas que murieron en la Revolución y la Guerra".

El comentario de Yarosh no era una amenaza vana. Los nazis ya habían demostrado durante "la Revolución", durante su posterior ocupación de Kiev y con las masacres de Odessa y Mariupol (y a lo largo de la Guerra del Donbass) su disposición a cometer atrocidades contra cualquiera. Como señaló el líder del C14 [https://en.wikipedia.org/wiki/S14_(Ukrainian_group) ], Yevhen Karas, disfrutan matando.

Cuando Serhiy Sternenko, uno de los líderes de la masacre de Odessa, fue condenado a siete años por el secuestro y la falsa detención del político de Odessa Serhiy Shcherbych, los nazis protestaron enfrentándose a la policía de Kiev y destrozando las oficinas del presidente. Los tribunales ucranianos liberaron a Sternenko poco después.

Yarosh dijo que en lo que respecta a los nazis, los acuerdos de Minsk y el formato de Normandía eran simplemente una oportunidad "para ganar tiempo, armar al ejército, obtener los mejores estándares mundiales en el sistema de seguridad y defensa nacional". Los Estados miembros de la OTAN parecían estar de acuerdo. Habían aprovechado la oportunidad para armar, entrenar y equipar a los nazis al máximo.

Cuando el canciller alemán Olaf Sholtz, supuestamente sugirió a Zelenskyy que Rusia y Estados Unidos estaban dispuestos a considerar un acuerdo para evitar la posible operación militar rusa (si Zelenskyy accedía a trabajar para poner fin a los movimientos de Ucrania para entrar en la OTAN), Zelenskyy no estaba realmente en condiciones de aceptar. No si valoraba su vida.

En noviembre de 2021, un par de años después de que Yarosh amenazara con colgar al entonces nuevo presidente de Ucrania de un árbol en el centro de la capital del país, Zelenskyy nombró a Yarosh como su asesor en la Jefatura del Estado Mayor. Celebrando el papel de los nazis en la defensa nacional ucraniana, el Jefe del Estado Mayor, el coronel general Viktor Muzhenko, llegó a un acuerdo formal con Yarosh para coordinar las actividades del "Pravy Sector" (Sector Derecho) con las Fuerzas Armadas ucranianas.

Venerando su voluntad de lucha y anunciando el fortalecimiento de los lazos entre las fuerzas armadas ucranianas y los "batallones de voluntarios" (incluidos los nazis), el general Muzhenko expuso cómo él y Yarosh preveían la relación en el futuro:

Comprendemos las necesidades de cambio y aumento de la eficacia en todos los niveles del ejército. [...] Estamos desarrollando las reformas y las aplicaremos. Hemos reunido a todos los patriotas y defensores de Ucrania bajo un único liderazgo. [...] Tenemos un objetivo y una Ucrania unida. El Ejército se hace más fuerte cada semana.

Ese "liderazgo único" del ejército ucraniano era una estructura de mando colaborativa encabezada por el coronel general Muzhenko en asociación con el líder nazi que amenazó con matar al presidente, Dmytro Yarosh. Si no fuera por el inquebrantable apoyo de la OTAN, Yarosh nunca habría tenido el suficiente capital político para hacerse con el mando conjunto de las fuerzas terrestres ucranianas.

Para contextualizar el enfoque ucraniano de la seguridad nacional, podemos considerar el nombramiento, en diciembre de 2020, de Oliksiy Arestovych como asesor de la Oficina del Presidente. El antiguo actor es oficial de inteligencia, especialista en guerra psicológica y formó parte de la delegación ucraniana en Minsk.

En declaraciones al Washington Post en marzo de 2022, sobre la táctica ucraniana de situar sus activos militares en barrios civiles, Arestovych se refirió a la política de "Defensa Total" aprobada por la Rada Suprema. Se trata de un compromiso político para crear esfuerzos de resistencia a largo plazo contra un "ejército de ocupación". Supone la victoria rusa en el campo de batalla y la posterior ocupación.

Convertida en ley ucraniana en junio de 2021, su objetivo principal es permitir que el gobierno ucraniano siga operando por medios encubiertos. Ante todo protege la "línea de sucesión" del propio régimen. Esto se conoce como el programa de continuidad del gobierno y obliga a la población ocupada a morir en defensa de un gobierno que, para mantenerse a salvo, puede estar en el exilio en el extranjero.

Es un plan a largo plazo para una guerra de guerrillas prolongada. El objetivo de la Defensa Total es involucrar a toda la población ucraniana y a todos los sectores de su economía e instituciones en una lucha a vida o muerte para mantener la supuesta soberanía de una jerarquía política derrotada.

Arestovych sugirió que la Defensa Total significaba que las fuerzas ucranianas no necesitaban preocuparse por los molestos principios humanitarios, como los que se recogen en las Convenciones de Ginebra, y que la guerra con Rusia no era "una competición de ejércitos europeos según las reglas establecidas".

Arestovych es un admirador de las organizaciones terroristas extremistas islámicas y está particularmente impresionado por el Estado Islámico (también llamado ISIS o ISIL). En la televisión ucraniana, que bajo la dirección de su íntimo amigo Volodymyr Zelenskyy se ha convertido en una operación de propaganda única y cohesionada, ha elogiado en varias ocasiones el uso del terror por parte del ISIS. Por ejemplo:

Los comandantes del ISIL están considerados como algunos de los comandantes más sabios y exitosos que hay actualmente. Todo está pensado al detalle, incluso el grado de crueldad. La crueldad como espectáculo es inhumana, pero es de un nivel muy alto, una estrategia sabia, teniendo en cuenta los intereses particulares.

Y:

Están actuando muy correctamente; incluso tengo un cuaderno en el que analizo con mucho detalle al ISIL, las mejores prácticas de gestión de sus negocios, su forma de gobernar. El mundo necesita esos métodos, aunque esto signifique terrorismo, niveles medievales de crueldad, quemar gente viva, dispararles o cortarles la cabeza, etc. Este es absolutamente el camino del futuro.

Combatientes del Estado Islámico, Al Qaeda y otros "antiguos" terroristas islamistas luchan junto a los nazis en Ucrania desde al menos 2014. El batallón Sheikh Mansur, dirigido por Muslim Cheberloevsky y el batallón Dzhokhar Dudayev, aparentemente comandado por Adam Osmayev, son los más conocidos. El Sector Derecho, bajo el mando de Yarosh, se encargó de supervisar y coordinar las operaciones conjuntas con los islamistas durante toda la guerra del Donbass.

Cuando Zelenskyy anunció que 16.000 combatientes extranjeros iban a formar una legión extranjera ucraniana, se reconoció ampliamente que muchos de ellos eran extremistas islamistas. Los veteranos de combate de Chechenia, Ingushetia, Daghestan y Osetia del Sur ocuparon las líneas del frente ucraniano junto a los regimientos Azov, Dnepr y Aydar, al ser rebautizados como guardias nacionales ucranianos.

El engaño de la defensa total

Al parecer las ideas de Arestovych se han hecho populares entre las fuerzas ucranianas y ciertamente entre los "batallones de voluntarios". Se han filmado a sí mismos torturando y asesinando a tropas rusas capturadas, a judíos ucranianos y a otras personas en muchas ocasiones. La condena por parte de las potencias occidentales ha sido notable únicamente por su ausencia.

Para los ucranianos de habla rusa, los ucranianos de etnia rusa, los polacos, los tártaros, los armenios, los romaníes y los ucranianos judíos, especialmente los que viven en las oblasts del este y del sur, la militarización de los nazis por parte de la OTAN y del régimen de Kiev representaba una amenaza existencial. La idea de que la Defensa Total pretende proteger a todos los ucranianos contra la "ocupación" extranjera es un engaño. Es una política que permite a algunos ucranianos seguir haciendo la guerra contra otros ucranianos.

En 2014, durante una emisión televisada a nivel nacional en Hromadske TV, el presunto periodista Bogdan Butkevich abogó abiertamente por matar a millones de ucranianos porque no suscribían el programa de los ultranacionalistas:

El Donbass, en general, no es simplemente una región en una condición muy deprimida, sino que tiene un montón de problemas, el mayor de los cuales es que está severamente superpoblado con gente que no le sirve a nadie. [...] Si tomamos por ejemplo sólo la provincia de Donetsk, hay aproximadamente 4 millones de habitantes, de los cuales al menos 1,5 millones son superfluos. [...] No necesitamos "entender" el Donbass, necesitamos entender los intereses nacionales ucranianos. El Donbass debe ser explotado como un recurso, que lo es. [...] Lo más importante que hay que hacer, es que hay una cierta categoría de personas que deben ser exterminadas.

Cuando comenzó la guerra del Donbass, los líderes militares y políticos nazis, como Dmytro Yarosh, Andriy Biletsky, Oleh Lyachenko y Vadym Troyan, se propusieron ese exterminio. Los funcionarios rusos evaluaron correctamente la operación militar de Ucrania y la correspondiente probabilidad de una nueva ampliación de la OTAN, como algo más que una amenaza para los intereses estratégicos rusos y su seguridad nacional. También era una terrible amenaza para las vidas de los habitantes de Crimea, Odessa, la RPD y la RPL.

En junio de 2021 el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, destacó que una solución diplomática sólo sería posible si Estados Unidos (el principal Estado de la OTAN) respaldaba la iniciativa. De lo contrario parecía haber pocas esperanzas de una resolución pacífica de la guerra de Donbass, que dura ya ocho años.

Sin embargo la respuesta de julio de 2021 del Departamento de Estado de EEUU y del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania no dejó lugar a dudas sobre la trayectoria de su política. Aunque la administración estadounidense habló de apoyar el formato de Normandía, dejó claro que Estados Unidos no facilitaría las negociaciones en ningún sentido práctico.

Ambos países tenían la única intención de "restaurar la integridad territorial" de Ucrania. Siguieron apoyando sin reservas el programa nazi y al régimen de Zelenskyy que estaba claramente captado por él:

Estados Unidos y Alemania son firmes en su apoyo a la soberanía, la integridad territorial, la independencia y el camino europeo elegido por Ucrania. [...] Estados Unidos y Alemania están unidos en su determinación de hacer que Rusia rinda cuentas por su agresión y sus actividades malignas, imponiendo costes mediante sanciones y otras herramientas.

Hasta este momento Rusia no se había implicado "oficialmente" en la guerra del Donbass. La DPR y la LPR podían proyectar su propia fuerza militar, gracias en gran parte a las deserciones del ejército ucraniano.

En 2015 funcionarios del Ministerio del Interior ucraniano admitieron que unos 16.000 soldados ucranianos habían desertado a las Milicias Populares de Donbass (MP), llevándose sus armas y equipos. Dada la naturaleza de tales "estimaciones", es probable que la cifra fuera considerablemente mayor.

Estas tropas se sumaban a las que habían formado inicialmente las MP en noviembre de 2014 bajo la gobernación de Pavel Gubarev en Donetsk. Estimó que el tamaño original de la fuerza combinada era de entre 10.000 y 20.000 efectivos. Teniendo en cuenta la sobreestimación habitual, es probable que haya estado más cerca de los 10.000 que de los 20.000.

Las deserciones han continuado, incluyendo a algunos oficiales militares de alto nivel. Por ejemplo el general de división Aleksandr Kolomiyets, antiguo viceministro de Defensa ucraniano, desertó en 2015. El ejército ucraniano admitió más deserciones militares en 2017. Estas deserciones incluyeron tropas de brigadas mecanizadas, que también se llevaron su material militar.

En 2017 el entonces primer ministro ucraniano Volodymyr Groysman dijo que las PMs estaban compuestas por unos 40.000 soldados. Sobre la base de admisiones y estimaciones anteriores, esta parece haber sido una cifra plausible. Añadió que también había otros 4.000 soldados rusos. Esta afirmación es algo dudosa, pero todo depende de cómo se definan las tropas rusas.

Antes del inicio de la "operación militar especial" rusa, la Misión Especial de Observación (SMM) de la OSCE había alegado insistentemente la participación de tropas rusas en la guerra del Donbass. Sin embargo estas afirmaciones se basaban en la "información recibida" y no en la observación directa. Como resultado la OSCE añadió que "no podía sacar conclusiones" de esa información.

En 2018 la revista Foreign Policy (FP) publicó una entrevista con Alexander Hug, el jefe adjunto de la SMM de la OSCE. Cuando se le preguntó qué pruebas tenía la OSCE de la participación directa de Rusia en el Donbass, Hug respondió:

Si la pregunta es qué hemos visto sobre el terreno, no tendríamos pruebas directas. Pero hemos visto convoyes saliendo y entrando en Ucrania por caminos de tierra en mitad de la noche, en zonas donde no hay cruces oficiales. [...] Hemos visto tipos específicos de armas que hemos descrito en detalle, incluyendo equipos de guerra electrónica. Hemos hablado con prisioneros tomados por las fuerzas ucranianas que dicen ser miembros de las fuerzas armadas rusas que luchan por turnos en Ucrania. Hemos visto a hombres con la insignia de la Federación Rusa, pero esta chaqueta se puede comprar en cualquier parte. También hemos visto las insignias de Alemania, España y otras, pero también de los rusos.

La Misión Especial de Observación de la OSCE, encargada de supervisar la guerra del Donbass desde su inicio en 2014, no tenía pruebas de ningún despliegue de tropas rusas en Ucrania antes del 24 de febrero de 2022. Habían escuchado afirmaciones, visto alguna actividad sospechosa y recibido alegaciones, pero no pudieron corroborarlas. Más tarde Foreign Policy decidió que no le gustaba lo que Hug tenía que decir, así que añadió una "aclaración":

Aclaración, 25 de octubre de 2018: En una versión anterior Hug afirmó que la OSCE no había visto pruebas directas de la participación rusa en el este de Ucrania. Hemos eliminado esta observación, ya que no transmitía la opinión prevista. Continúa citando hechos y observaciones que sus observadores han registrado.

Los "hechos y observaciones" eran las afirmaciones, sospechas y alegaciones a las que se refería Hug. No cambió su declaración, sino que el Foreign Policy optó por reinterpretarla y darle la vuelta para adaptarla a sus objetivos propagandísticos.

Esto no quiere decir que Rusia no tenga fuerzas en el Donbass. Simplemente no tenían fuerzas "oficiales" comprometidas en el conflicto. Algo más que discutiremos en su momento.

Una guerra construida con mentiras

Ben Wallace, el Secretario de Defensa del Reino Unido, pronunció un discurso el 9 de mayo de 2022 en el Museo Nacional del Ejército del Reino Unido sobre el tema de la invasión rusa de Ucrania. Dijo:

Durante mi estancia en Moscú en febrero, acepté el honor de depositar una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido, bajo los vastos muros rojos del propio Kremlin, en memoria de los rusos que perdieron la vida luchando contra los nazis invasores. [Con su invasión de Ucrania, Putin, su círculo íntimo y sus generales están reflejando el fascismo y la tiranía de hace 77 años. [...] Están mostrando el mismo desprecio por la vida humana, la soberanía nacional y el sistema internacional basado en normas. [...] Su invasión no provocada, ilegal, sin sentido y autodestructiva de Ucrania; sus ataques contra civiles inocentes y sus hogares. Sus atrocidades generalizadas, incluido el ataque deliberado a mujeres y niños; todo ello corrompe la memoria de los sacrificios del pasado y la otrora orgullosa reputación mundial de Rusia.

Esta es la retórica mojigata de Occidente. Es la hipocresía del Mecanismo de Respuesta Rápida y la desinformación difundida por los propagandistas de los principales medios de comunicación occidentales, totalmente complacientes, dirigidos por la falsa "Iniciativa de Noticias Confiables" (Trusted News Initiative https://wikispooks.com/wiki/Trusted_News_Initiative ). El propósito es convencer a un público occidental desprevenido para que crea en la causa ucraniana y apoye la guerra y confíe en lo que le dice su gobierno.

No hay nada que indique un compromiso con los ideales democráticos en los estados-nación desarrollados y ciertamente no en Ucrania. Tras el golpe de Euromaidán en febrero de 2018, la Rada Suprema aprobó su paquete de leyes de la llamada "descomunización". Le siguió un programa de opresión brutal, purgas políticas, censura de los medios de comunicación y asesinatos sancionados por el Estado. El servicio secreto ucraniano (SBU) colaboró con los nazis para secuestrar, torturar y asesinar a los opositores políticos del régimen.

En 2016 el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR [UNHCR: United Nations High Commissioner for Refugees] emitió un informe en el que afirmaba:

Desde abril de 2014 hasta el 30 de abril de 2021, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, OACDH [OHCHR, Office of the High Commissioner for Human Rights] documentó la detención de 767 personas (655 hombres y 112 mujeres), de las cuales el 68,8 por ciento (528, incluidos 456 hombres y 72 mujeres) fueron sometidas a tortura. [...] La tortura y los malos tratos se utilizaron para obtener confesiones o información o para obligar a los detenidos a cooperar, así como con fines punitivos, para humillar e intimidar y para extorsionar dinero y bienes. Los métodos de tortura y malos tratos incluían palizas, asfixia seca y húmeda, electrocución, violencia sexual contra hombres y mujeres, tortura posicional, privación de agua, comida, sueño o aseo, aislamiento, simulacros de ejecución, uso prolongado de esposas, encapuchamiento y amenazas de muerte o de nuevas torturas o violencia sexual, o daños a los miembros de la familia.

En el informe, la OACDH señaló que la RPD y la RPL habían dispensado precisamente el mismo trato inhumano:

El ACNUDH, Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos [Office of the High Commissioner for Human Rights, OHCHR] documentó la detención relacionada con el conflicto de 532 personas (447 hombres y 85 mujeres) desde 2014 hasta el 30 de abril de 2021, 281 de las cuales (249 hombres y 32 mujeres) fueron sometidas a tortura. [...] El 82,2 por ciento de los casos documentados de detención arbitraria en el territorio controlado por la "República Popular de Donetsk" y el 85,7 por ciento en el territorio controlado por la "República Popular de Luhansk" implicaron tortura y/o malos tratos.

Ucrania es un maldito desastre. Nadie de los implicados en el conflicto está en condiciones de hacer alarde de su conducta. Las pretensiones de superioridad moral de ambos bandos son vacías. Ucrania se ha convertido en el escenario en el que se desarrolla la dura realidad de la realpolitik mundial.

Si bien es cierto que el ardiente deseo de los nazis de exterminar a sus objetivos "untermenschen" es especialmente vil, ningún bando está libre de reproches. Toda la región se ha convertido en un lamentable lodazal de represión y barbarie.

La democracia es algo más que el sufragio universal. Votar no significa nada si el Estado se niega a aceptar la opción política "equivocada". La democracia promete garantizar la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de elección política, religiosa e ideológica. Ninguno de esos principios se defiende en Ucrania.

En una entrevista de 2017, el locuaz Yevhen Karas habló de la excelente relación de los nazis del C14 con el SBU, diciendo: "No solo nos informan a nosotros, sino también a Azov, al Sector Derecho, etc." Las presidencias de Turchynov, Poroshenko y Zelenskyy han supervisado la dictadura en curso.

Por ejemplo, Zelenskyy emitió una orden en marzo de 2022 por la que prohibía 11 partidos políticos ucranianos legítimos, mientras que dejaba intactos a los partidos nazis, como el Cuerpo Nacional de Biletsky (National Corps, Natsionalnyi korpus). Su régimen ha seguido el ejemplo de Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y Rusia, censurando los medios de comunicación que no aprueba y construyendo su propio aparato de propaganda como Mecanismo de Respuesta Rápida (https://wiki2.org/en/G7_Rapid_Response_Mechanism Rapid Response Mechanism).

Antes de la acción militar de Rusia, Zelenskyy cerró las oficinas y confiscó los bienes de los medios de comunicación que su gobierno quería silenciar. La embajada de Estados Unidos en Kiev se congratuló del despotismo, alegando que era esencial "para contrarrestar la influencia maligna de Rusia, de acuerdo con la legislación ucraniana, en defensa de su soberanía e integridad territorial".

Con la Orden 152/2022, el régimen de la SN (Servant of the People, Sluha Narodu, Servidor del Pueblo) de Zelenskyy añadió:

Una política de información unificada es una cuestión prioritaria de seguridad nacional, que se logra mediante la unificación de todos los canales de televisión, cuyo contenido programático consiste principalmente en información y/o programas de información-análisis, desde de una sola plataforma de comunicación estratégica (maratón de información durante las veinticuatro horas).

Explotando este omnipresente "Ministerio de la Verdad" ucraniano, Zelenskyy tuvo entonces la posibilidad de lanzar amenazas escalofriantes sin ser cuestionado:

Las actividades de los políticos destinadas a dividir o colaborar no tendrán éxito, sino que recibirán una dura respuesta.

El alcalde de Kreminna, Vlodymyr Struk, fue torturado y asesinado a tiros tras instar a la negociación con Rusia; el alcalde de Gostomel, Yuri Prylipko, fue asesinado tras negociar corredores humanitarios con las fuerzas rusas; Gennady Matsegora, alcalde de Kupyansk, en el noreste de Ucrania, hizo un llamamiento desesperado en vídeo al régimen de Kiev para que liberara a su hija de la detención del SBU; un delegado ucraniano del Grupo de Contacto Trilateral de Minsk, Denys Kireev, fue asesinado a tiros a plena luz del día por el SBU en las calles de Kiev.

No importa dónde o cuándo se produzcan estos asesinatos, represión y censura, independientemente de quién los ordene o de la justificación que aleguen; mientras persistan no hay base posible para ninguna pretensión democrática. Si la misma opresión deja a los que abogan por la violencia libres para difundir su vitriolo asesino y asesinar a quienes quieran, entonces el Estado se ha convertido en una dictadura en toda regla. Estas órdenes son decretos políticos de tiranos, no de demócratas.

Propaganda repugnante

Este es el Estado ucraniano que la clase política occidental venera como un faro brillante de la democracia. Ucrania es, y ha sido durante mucho tiempo, una nación con profundos problemas. Su pueblo se merece algo mejor.

El electorado ucraniano puso al régimen de Zelenskyy en el poder porque prometió desescalar la guerra del Donbass y ofrecer reformas económicas y sociales tras lo que la mayoría de los ucranianos habían llegado a percibir como la oligarquía corrupta de extrema derecha de Petro Poroshenko.

No esperaban vivir bajo una kakistocracia (https://es.wikipedia.org/wiki/Kakistocracia ) violenta y sin embargo eso es lo que su proceso electoral "democrático" les proporcionó. Los resultados no difieren mucho del resultado del proceso electoral "democrático" que existe en casi todo el mundo.

Los electores nunca obtienen lo que votan. Nadie en el Reino Unido votó para que los responsables políticos colaboraran en la creación de nuevas formas de gobernanza mundial o para que explotaran la guerra como parte de sus esfuerzos por transformar la economía mundial. Sin embargo, una vez elegidos e investidos de un falso poder soberano, los políticos aplican la política que mejor se adapte a la agenda global. Nunca lo mencionan cuando hacen campaña para un escaño. Y una vez en el cargo lo niegan.

En el discurso anual de 2022, en Mansion House (https://es.wikipedia.org/wiki/Mansion_House_(Londres) , el Ministro de Asuntos Exteriores tradicionalmente expone los objetivos de la política exterior del Reino Unido para el año siguiente. Liz Truss dijo:

Frente a la espantosa barbarie [rusa] y a los crímenes de guerra, que esperábamos que hubieran pasado a la historia, el mundo libre se ha unido detrás de Ucrania en su valiente lucha por la libertad y la autodeterminación. [...] Debemos estar preparados para el largo camino. Tenemos que redoblar nuestro apoyo a Ucrania. [...] Debemos reiniciar, refundir y remodelar nuestro enfoque. Mi visión es la de un mundo en el que las naciones libres son asertivas y estén en ascenso. Donde la libertad y la democracia se fortalecen a través de una red de asociaciones económicas y de seguridad. Seamos sinceros. La arquitectura que se diseñó para garantizar la paz y la prosperidad ha fracasado en Ucrania [...] han permitido la agresión en lugar de contenerla. [...] Nos enfrentamos a un operador canalla desesperado [Putin] sin interés en las normas internacionales. [Putin] tomó el dinero del petróleo y el gas y lo utilizó para consolidar el poder y ganar influencia en el extranjero. La guerra en Ucrania es nuestra guerra, es la guerra de todos, porque la victoria de Ucrania es un imperativo estratégico para todos nosotros. Armas pesadas, tanques, aviones... buscar en nuestros inventarios, aumentar la producción. Tenemos que hacer todo esto. [...] Nuestra prosperidad y seguridad deben basarse en una red de asociaciones sólidas. Esto es lo que he descrito como la Red de la Libertad. [...] El G7 debe actuar como una OTAN económica, defendiendo colectivamente nuestra prosperidad. [...] Queremos ver una red de asociaciones que se extienda por todo el mundo.

Al igual que la pandemia inmediatamente anterior, las potencias occidentales no ven esta guerra como un problema, sino como una oportunidad para construir una red mundial de asociaciones. Están preparadas para un largo recorrido y prevén una larga guerra de desgaste. La ven como una forma de estímulo económico que les permite aumentar la producción de armamento pesado y tecnología para exportar a las zonas de guerra, dondequiera que las vayan creando.

El conflicto de Ucrania es una guerra para la transformación de la arquitectura internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial, que será reiniciada, refundida y remodelada. Proporciona la supuesta justificación para que los Estados del G7 se conviertan en una OTAN económica.

Las exportaciones rusas de energía ya no podrán fluir hacia Occidente. Este cierre obligará a una transformación total del sector energético occidental, que tendrá que ser resistente y sostenible para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible [1] de la ONU.

El coste de esta guerra será inicialmente para los ucranianos. Los que sobrevivan se enfrentarán a niveles de deuda nacional sin precedentes y tendrán que trabajar para pagar.

Occidente, especialmente el complejo industrial militar, está más que dispuesto a convertirse en una economía de guerra. Financiarán y bombearán armas sin cesar en el conflicto y lucharán contra los rusos hasta la última gota de sangre ucraniana, si lo consideran necesario.

El impacto monetario y económico global de la guerra, como resultado de las sanciones supuestamente inevitables, requerirá la transformación completa del Sistema Monetario y Financiero Internacional (SMI). El fin del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial es un objetivo clave, no una consecuencia imprevista.

En resumen, para quienes desean extender y consolidar su soberanía supranacional sobre el planeta, el conflicto de Ucrania es absolutamente perfecto. La "operación militar especial" de Rusia era necesaria para hacer avanzar su agenda.

Podríamos preguntarnos si Rusia se ha visto obligada a permitir el plan de transformación de Occidente. Lo que se puede decir es que la operación militar de Rusia y la posterior respuesta a las sanciones impuestas están cumpliendo todos los objetivos de Occidente.

Esta transformación de todo, para culpar a Rusia y China, se basa en la aceptación por parte de la opinión pública occidental de un conjunto de mentiras absurdas. La primera de ellas es que la respuesta militar de Rusia no fue provocada y fue un acto de agresión desnuda.

Como veremos esta guerra ha sido meticulosamente planificada durante décadas. Es un paso clave hacia el establecimiento de una gobernanza global. Un objetivo que se ha perseguido sin descanso durante generaciones. Independientemente de cómo se desarrolle la guerra, sus ramificaciones ya son globales.

Su propósito es impulsar una transformación tecnocrática que comenzó con la pseudopandemia. El cambio fomentará el establecimiento de un estado global de bioseguridad. El sistema mundial, fundado sobre pretensiones ilegítimas de soberanía, que suprime la autonomía individual y los derechos y libertades, está destinado a promover los intereses de una "clase parásita" global.

Hasta ahora, las "entidades soberanas" de Rusia han abrazado con entusiasmo este modelo. No había ningún aspecto del plan globalista en el que la jerarquía rusa, sus instituciones y adláteres no estuvieran implicados. Pero con la guerra de Ucrania ese antiguo acuerdo parece haberse derrumbado en la desunión y el conflicto.

La única pregunta es ¿por qué?

A lo largo de su historia Rusia ha sido moldeada por la misma lucha de poder globalista que existe en y entre todas las naciones desarrolladas. Y la evidencia sugiere que los líderes rusos son muy conscientes de este hecho. ¿Fue el antiguo conformismo de Rusia una mera treta para mantener a sus enemigos cerca?

¿Pretende la oligarquía rusa oponerse a la amenaza de apoderarse de los recursos y la población del mundo? ¿Ofrecen una auténtica alternativa al modelo de gobierno global de Occidente? ¿Son incautos útiles, explotados por sus homólogos occidentales? ¿O es que el Kremlin se está situando en el centro de su propia red de alianzas en un intento de hacerse con el control de la propia gobernanza mundial?

Estos objetivos superficialmente contradictorios no tienen por qué ser mutuamente excluyentes. Es decir, el aparente rechazo de Rusia a la agenda de gobernanza global de Occidente no excluye necesariamente sus propias ambiciones.

El conflicto de Ucrania es una guerra por poderes para la soberanía supranacional y, en última instancia, para el control global. La pregunta es: ¿cuáles son los motivos de los protagonistas y cómo conciben el futuro de la humanidad?

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ADENDA

[1] miércoles, 16 de marzo de 2022

Los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible ( Sustainable Development Goals) de la Agenda de Desarrollo sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas

https://content3.cdnprado.net/imagenes/Documentos/imgsem/d3/d3d8/d3d82b0b-9bf2-4082-ab04-66ed53196ccc/6ae08086-cafc-4cfe-b8d8-c3849c4136db.jpg

Más allá de los objetivos inmediatos (reagrupar y hacer olvidar), los objetivos explícitos de la guerra a medio plazo fueron aprobados el 25 de septiembre de 2015 por los tres señores de la guerra y se expresaron en la correspondiente neolengua, adecuada a tales objetivos. La guerra sirve directamente a todos estos diecisiete objetivos… a tal punto que es inevitable pensar que los aparentes contendientes (que todos adoptaron dichos objetivos), están conscientemente trabajando para alcanzarlos. Son estos:

Objetivo 1: empobrecer hasta el límite a casi toda la población del planeta y traspasar sus bienes a la corporatocracia (no poseerás nada y será feliz https://www.youtube.com/watch?v=ZzdCTyMWQBs&t=1s )

Objetivo 2: Provocar hambrunas, difundir la inseguridad alimentaria y la malnutrición crónica supervisando, racionando y seleccionando la alimentación de las masas (los deltas y epsilones de Huxley, los proles de Orwell, las masas de votantes teleadictos en realidad y casi todos los aún no sometidos por la agitación y propaganda y el adoctrinamiento), ocupando la corporatocracia todas las tierras fértiles, todo ello orientado a la despoblación y el control demográficos.

Objetivo 3: Difundir enfermedades de diseño y garantizar el libre acceso a los cuerpos de todos lo integrantes de las masas, todo ello orientado igualmente a la despoblación y el control demográficos.

Objetivo 4: Garantizar el control ideológico de todos, durante toda la vida, pero muy especialmente de los niños y jóvenes, a través de los aparatos de adoctrinamiento (llamados escuelas y universidades), más que nada para controlar su orientación sexual y todo ello orientado a la despoblación y el control demográficos.

Objetivo 5: Lograr la desaparición de la heterosexualidad [cf. Imre Loefler, On evolution and homosexuality, BMJ (British Medical Journal) 2007] mediante los aparatos de adoctrinamiento y los medios de agitación y propaganda.

Objetivo 6: Garantizar el monopolio del agua y su gestión por parte de la corporatocracia cleptómana.

Objetivo 7: Crear las condiciones de la pobreza energética generalizada.

Objetivo 8: Detener el crecimiento económico, enviar al desempleo al ochenta por ciento y sumir a la mayoría de los demás en trabajos precarios y empobrecedores… Cf.

Objetivo 9: Des-industrializar y establecer infraestructuras para el exclusivo servicio de los corporatócratas y sus servidores.

Objetivo 10: Incrementar la desigualdad más allá de los límites alcanzados con la fase calamidémica de la guerra. Cf.

Objetivo 11: Construir panópticos distópicos (dizque ciudades inteligentes) en los que encerrar y vigilar a los deltas y epsilones (o proles).

Objetivo 12: Garantizar la penuria generalizada con vistas a la despoblación del mundo.

Objetivo 13: Persuadir a las masas de que se están tomando medidas urgentes para controlar la actividad solar, los movimientos de la Tierra en el espacio y las dinámicas de los océanos y de la atmósfera.

Objetivo 14: Traspasar la propiedad de los océanos, los mares y los recursos marinos a la corporatocracia cletómana.

Objetivo 15: Traspasar la propiedad de los ecosistemas terrestres, los bosques, las tierras, las especies biológicas y los procesos naturales (radiación solar, fenómenos meteorológicos, fotosíntesis, etc. etc. etc.) a la corporatocracia cletómana.

Objetivo 16: Demoler cualquier vestigio de Estado de Derecho y de división de poderes y promover el estado de guerra inacabable (a imagen de la Guerra contra las Drogas, la Guerra contra el Terrorismo, etc. etc. etc. con las que han ensayado) para mejor dominar a la multitud.

Objetivo 17: Fortalecer los medios de ejecución de estos objetivos: aparatos de adoctrinamiento y de agitación y propaganda, ejércitos, policías, monaguillos franquiciados y mercenarios en general.


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