Vistas de página en el último mes

miércoles, 8 de junio de 2022

(II) Derrick Broze (28 de mayo de 2020) La red de dinero oscuro e influencia de Bill Gates - Parte 2: La operación COVID-19

 


https://www.thelastamericanvagabond.com/bill-Gates-web-dark-money-influence-part-2-covid-19-operation/

Este artículo continúa nuestra investigación sobre Bill Gates y la Fundación Bill y Melinda Gates. En la segunda parte nos centraremos en el papel que la Fundación ha desempeñado en la respuesta al COVID-19, así como en la influencia que la organización tiene en las instituciones sanitarias mundiales.

Antes de sumergirnos en la actual crisis del COVID-19, es necesario conocer un poco más los antecedentes de Gates. En el último artículo hablamos de la historia de las inversiones de la Fundación Gates. Lo que es importante señalar es que al utilizar la Fundación como organización de fachada, Gates puede donar e influir en hospitales, universidades, medios de comunicación, gobiernos y organizaciones sanitarias. La Fundación tiene claramente la capacidad de moldear las decisiones tomadas por algunas de las instituciones que financia, incluso cuando estas decisiones van en contra de los deseos de la gente que dicen estar ayudando.

Por ejemplo, en 2017 Independent Science News publicó un informe que detallaba cómo la Fundación Bill y Melinda Gates pagó, a la empresa de relaciones públicas Emerging Ag (https://emergingag.com/events ) 1,6 millones de dólares con el fin de "reclutar una coalición encubierta de académicos, para manipular el proceso de toma de decisiones de la ONU sobre la gene drive" o "genética dirigida" (https://en.wikipedia.org/wiki/Gene_drivehttps://es.wikipedia.org/wiki/Genética_dirigida ). Los correos electrónicos publicados mediante una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA, Freedom of Information Act) revelan que el esfuerzo de reclutamiento de los Gates formaba parte de un plan para "contraatacar a los defensores de la moratoria de la genética dirigida." La genética dirigida es una controvertida tecnología de ingeniería genética, que propaga un conjunto particular de genes a través de una población, hipotéticamente con la finalidad de eliminar los mosquitos de la malaria, plagas agrícolas, especies invasoras, etc.

En el Convenio de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica de 2016, 179 organizaciones internacionales pidieron una moratoria de la ONU sobre la genética dirigida. Los opositores a esta tecnología también hicieron circular un escrito: "Un llamamiento a la conservación con conciencia: no hay espacio para la genética dirigida en la conservación", firmada por 30 líderes ecologistas que pedían "detener todas las propuestas de uso de tecnologías de genética dirigida, pero especialmente en la conservación". La Fundación Gates ha invertido mucho en la tecnología de genética dirigida y no se alegró de encontrar una reacción diferente y unificada contra su inversión. La Fundación contrató a Emerging Ag [que tiene su propia red de conexiones con la Big Pharma y la Big Ag (grandes empresas propietarias de la mayoría de las explotaciones agrícolas, el suministro de semillas, plantas, alimentos, maquinaria y tierras de un país -si no del mundo)] para acallar a los opositores a la genética dirigida. Emerging Ag tuvo éxito y la moratoria fue eliminada.

Casualmente en 2016 la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó un informe sobre la genética dirigida, que fue cofinanciado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa [DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency)] y la Fundación Bill y Melinda Gates. DARPA también ha invertido en la investigación de genética dirigida. Como señaló The Guardian tras la publicación del informe de la NAS (Academia Nacional de Ciencias):

"La misma agencia de investigación de defensa de los Estados Unidos (DARPA) que pagó el estudio de la NAS, ha dado a conocer que está apostando por la investigación de genética dirigida y el desarrollo de organismos sintéticos "robustos". Hay buenas razones para estar preocupados".

Por otra parte Jim Thomas, del Grupo ETC (https://etcgroup.org/ ), que vigila el impacto de las tecnologías emergentes y las estrategias corporativas sobre la biodiversidad, la agricultura y los derechos humanos, dijo a la ISN (Independent Science News, https://www.independentsciencenews.org/ ) que cree que la genética dirigida es una potencial arma biológica que podrían tener un impacto "desastroso" sobre la vida humana y la seguridad alimentaria. "El hecho de que el desarrollo de la genética dirigida esté siendo financiada y estructurada principalmente por el ejército estadounidense plantea cuestiones alarmantes sobre todo este campo", declaró.

Independent Science News también señaló:

"Tampoco es la primera vez que la Fundación Gates utiliza a los académicos para influir en la opinión pública y privada sobre las tecnologías de ingeniería genética, como demuestra su financiación de la Cornell Alliance for Science".

Los correos electrónicos privados obtenidos por Independent Science News se suman a la montaña de pruebas que detallan cómo Gates es capaz de presionar a las organizaciones para que promuevan sus intereses y los de su fundación.

Teniendo en cuenta estos alarmantes informes sobre la influencia de Gates en la política de salud pública, es importante tomarse un momento para examinar la respuesta actual al COVID-19. Cuando nos fijamos en los actores e instituciones implicados ¿encontramos la influencia y el dinero de Gates? Si es así ¿qué significa eso para la salud pública? ¿La enorme influencia y las finanzas de Gates le permitirán dirigir personalmente el curso del futuro posterior al COVID-19?

Empecemos por el Dr. Anthony S. Fauci, Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y es el líder designado para la lucha contra el COVID-19. Desgraciadamente, cuando se trata de Fauci y del NIAID encontramos claramente la influencia de Bill Gates. En 2010 el NIAID y la Fundación Bill y Melinda Gates anunciaron su "Colaboración para la Década de Vacunas" (https://www.gavi.org/our-alliance/global-health-development/decade-vaccine-collaboration#: ), en la que se pedía la coordinación de toda la "comunidad internacional para las vacunas" y la creación de un "Plan de acción mundial para las vacunas". El Dr. Fauci fue nombrado miembro del Consejo de Liderazgo de la colaboración. Asimismo Bill Gates lleva varios años colaborando con los NIH.

A finales de abril (de 2020) se conoció la noticia de que el NIAID de Fauci donó un total de 7,4 millones de dólares para la investigación de los coronavirus de murciélagos. Las inversiones añadieron combustible a la teoría de que el SARS-CoV-2 podría ser un virus producto de bioingeniería, que fue liberado deliberada o accidentalmente desde el Instituto de Virología de Wuhan (China). La noticia de la financiación plantea una pregunta obvia: ¿el dinero de Gates influyó o financió la investigación del NIAID sobre el coronavirus? El tiempo lo dirá.

Otro actor importante que tiene conexiones con Gates es la doctora Deborah Birx, una médica y diplomática estadounidense que ejerció como coordinadora mundial del SIDA, por los Estados Unidos, para los presidentes Barack Obama y Donald Trump desde 2014. Actualmente es la Coordinadora de la Respuesta al Coronavirus para el Grupo de Trabajo de la Casa Blanca de la Administración Trump. Birx también forma parte de la Junta Directiva de The Global Fund, organización a la que la Fundación Bill y Melinda Gates prometió 750 millones de dólares en 2012. En el Fondo Global también figura como miembro de la junta Kieran Daly, director adjunto de Política Global y Promoción de la Fundación Gates.

"La Fundación Bill y Melinda Gates es un socio clave del Fondo Mundial, aportando contribuciones en efectivo, participando activamente en su junta directiva y comités y apoyando los esfuerzos de promoción, comunicación y recaudación de fondos del Fondo Mundial", afirma dicho Fondo.

La Universidad Johns Hopkins ha sido un miembro igualmente importante de la respuesta mundial al COVID-19. Los cálculos de la universidad sobre las tasas de infección y mortalidad a nivel mundial se citan habitualmente en los medios de comunicación. Sin embargo una vez más nos encontramos con que la Fundación Bill y Melinda Gates ha estado invirtiendo en la Johns Hopkins durante dos décadas.

Por último recientemente se informó de que la organización conocida como Wellcome Trust se ha asociado con la Fundación Bill y Melinda Gates y MasterCard para "catalizar el trabajo inicial" del Therapeutics Accelerator COVID-19 (Acelerador Terapéutico). Se supone que el Acelerador acelerará y evaluará "fármacos y productos biológicos nuevos y reutilizados para tratar a los pacientes con COVID-19 a corto plazo". Lo que no se mencionó es que la Fundación Gates ha sido un "fideicomisario" del Wellcome Trust durante varios años. Curiosamente en 2017 Mark Henderson, Director de Comunicaciones de Wellcome Trust, participó en un panel llamado "Deep Dive: Preventing Pandemics" (https://www.aspenideas.org/sessions/deep-dive-preventing-pandemics ). El Dr. Anthony Fauci también participó en el panel de discusión.

Se podría considerar que la participación de Fauci y de Wellcome Trust en un panel sobre pandemias es perfectamente razonable; al fin y al cabo se trata de profesionales centrados en la salud mundial. Sin embargo ignorar que las huellas de Bill Gates están en toda la industria de la salud mundial sería un error.

Basándonos en el historial de la Fundación Gates, de contratar empresas de relaciones públicas para acallar a los detractores o de utilizar su dinero para influir en las instituciones, se podría suponer que la fundación no estaría en la parte alta de la lista de posibles líderes para una crisis de salud pública. Lamentablemente en mayo de 2020 Bill Gates y su Fundación siguen siendo promocionados como héroes en la lucha contra el COVID-19.

¿Quién dirige la OMS?

Desde que apareció el COVID-19, tanto Bill Gates como la Organización Mundial de la Salud han estado en el centro de la escena, ya que el mundo mira hacia ellos en busca de respuestas. A estas alturas es de dominio público que la Fundación Bill y Melinda Gates es el principal donante no estatal de la OMS. Estados Unidos ha sido el principal donante estatal, pero eso puede cambiar bajo la administración Trump. Gates fue también la primera persona no ligada a un Estado que pronunció el discurso de apertura en la asamblea general de la OMS.

Según un informe de Politico, la opinión (y el dinero) de Bill Gates tiene tanta influencia en la OMS, que los funcionarios la llaman en privado "el catarro de Bill" (the Bill Chill). Dieciséis funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato dijeron a Politico que Gates tiene una influencia desmesurada en la política de la OMS y que pocos se atreven a desafiarlo. "Se le trata como a un jefe de Estado, no sólo en la OMS, sino también en el G20", declaró un representante de una ONG con sede en Ginebra.

Las acusaciones sobre la influencia de Gates fueron secundadas por Foreign Affairs cuando informó de que "pocas iniciativas políticas o normas establecidas por la Organización Mundial de la Salud se anuncian antes de que hayan sido examinadas de forma no oficial por el personal de la Fundación Gates".

El actual director general de la OMS es Tedros Adhanom, antiguo ministro de Sanidad de Etiopía. Durante su mandato como Ministro de Sanidad de Etiopía, Tedros colaboró con la Fundación Clinton y la Fundación Bill y Melinda Gates para trabajar en las vacunas, entre otras medidas sanitarias. Politico informó que antes de que Tedros fuera seleccionado para el cargo de la OMS en 2017, Gates fue acusado de apoyar a Tedros y de utilizar su influencia para ayudarlo a ganar la nominación.

Aunque la mayoría de los delegados de los países miembros expresaron su creencia de que Gates tiene buenas intenciones, algunos temían que el dinero de la Fundación Gates provenga de "grandes empresas" y pueda "servir como caballo de Troya para que los intereses corporativos socaven el papel de la OMS en el establecimiento de normas y la configuración de las políticas sanitarias."

Lo más importante es que las cuotas pagadas por los países miembros de la OMS representan menos de una cuarta parte del presupuesto bienal de 4.500 millones de dólares, lo que deja a Gates y otras fundaciones para llenar el vacío. Estas donaciones se destinan a proyectos específicos y la OMS no puede decidir cómo utilizarlas. En el caso de la Fundación Bill y Melinda Gates esos fondos suelen destinarse a programas de vacunación.

Sea cual sea la forma de enfocar las soluciones que se presentan como respuesta a la pandemia del COVID-19, se encontrarán las huellas de Bill Gates. En repetidas ocasiones ha utilizado su dinero e influencia para beneficiarse y ganar poder de forma constante sin haber sido nunca elegido para un cargo político.

En la tercera parte de esta investigación examinaremos las estrategias que Bill Gates ha reclamado en respuesta al COVID-19. También veremos cómo Bill Gates y la familia Rockefeller han predicho una situación como la que estamos presenciando actualmente. Por último mostraremos cómo esta crisis presenta la oportunidad perfecta para que Gates y sus cohortes obtengan beneficios masivos y se posicionen a la cabeza de un Estado tecnocrático emergente.



No hay comentarios: