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viernes, 9 de junio de 2023

Santiago Armesilla y Jordi Llatzer. La universidad del Gobierno Woke Global

 


Santiago Armesilla: Los departamentos de las universidades son campos de batalla política, son campos de batalla ideológica y tanto los partidos políticos que tienen presencia parlamentaria como que no la tienen tratan de controlar esos departamentos universitarios, porque eso significa control de las universidades y eso implica control sobre las ideas que los estudiantes (o la mayoría de los estudiantes, aquellos que no tienen convicciones) pueden llegar a tener. Esto ocurre en todas las disciplinas sin excepción, pero de manera yo creo que más acusada en ciencias sociales y humanidades. Además a eso hay que añadir otra cosa. Un pequeño pequeño añadido antes de la segunda parte de la contestación. Evidentemente, cuando la universidad se convierte en un campo de batalla político, la lucha por meter profesores en departamentos, la lucha por el control a través de decanos de facultad, la lucha por el control de una universidad entera, a través de un rectorado, implican una movilización de recursos intra y extrauniversitarios enorme, enorme… Por tanto el control ideológico y político de las universidades es fundamental para desarrollar determinadas agendas, delimitados planes y programas. Si a eso le unes la segunda parte de la contestación, que el sistema de contratación universitaria está estructurado internacionalmente desde Estados Unidos, para que determinadas ideas lleguen a dominar las universidades, pues ahí tienes una explicación que es ya de dialéctica de Estados e incluso de imperios. ¿Qué quiero decir con esto? En el año 2000… y además esto también va a servir para mí, para explicar porque yo, hoy por hoy, no estoy trabajando en una universidad… Porque no es porque no me quieran contratar, es que yo no quiero trabajar hoy por hoy en ninguna universidad. Pero podría porque estoy acreditado por la ANECA. ¿Qué es la ANECA? En el año 2000 José María Aznar instituyó la ANECA, que básicamente es una agencia de calificación de la labor investigadora y educativa universitaria. ANECA significa Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. Al principio en España se intentó establecer, a partir del año 2000, un sistema propio de evaluación de la calidad y cantidad (al final la cantidad ha pesado más que la calidad) investigadora de los docentes universitarios o de los que tienen beca para poder ser docente universitario, o sea, una beca FPU (Formación de Profesorado Universitario) o FPI (Formación de Personal Investigador), que son parecidas pero tienen sus diferencias ¿Qué pasó con el tiempo? Pues que para poder competir las universidades españolas que no están muy, muy, muy bien en el ranking como tales… Algunas facultades sí, pero las universidades españolas no… Para poder competir a escala internacional con la absoluta hegemonía de las universidades anglosajonas, porque las diez primeras del Ranking de Shanghai son anglosajonas y ese ranking, aunque se llama de Shanghai, está elaborado por los anglosajones… como te decía, para poder competir España con esas universidades, la ANECA adoptó un sistema de acreditación basado en evaluaciones de bases de datos e índices de impacto de revistas académicas anglosajonas. Bueno… uno es anglosajón, que es el famoso JCR (Journal Citation Reports), que lo desarrolla una transnacional con sede en Canadá, Thomson Reuters, que te sonará porque Thompson era unos fabricantes de electrodomésticos y Reuters una agencia de noticias… y por otro lado está la base de datos o el índice de impacto Scopus. Scopus pertenece a una transnacional farmacéutica y editorial neerlandesa llamada Elsevier. Scopus tiene mucha importancia a escala de la Unión Europea y JCR, de Thomson Reuters, a escala mundial. ¿Qué es lo que pasa? Que la inmensa mayoría de revistas que aparecen en los índices de impacto de Thomson Reuters y Elsevier, sobre todo en ciencias sociales y humanidades, son revistas elaboradas por departamentos universitarios, universidades y centros de investigación anglosajones en general y estadounidenses en particular, donde son demócratas, militantes del Partido Demócrata, los que controlan esas instituciones. Entonces ¿qué es lo que ocurre? Que si una persona a nivel internacional (y particularmente en España) quiere acreditarse por la ANECA y cada disciplina universitaria tiene su baremo sobre la cantidad de artículos que tienes que publicar para poder acreditarte y luego, encima, las revistas tienen cuartiles, con lo cual tienen niveles… si quieres acreditarte y por tanto trabajar en una universidad española debes publicar en revistas que sigan la ideología hegemónica del Partido Demócrata en las universidades estadounidenses.


Jordi Llatzer: Perdona que te pare aquí, porque me parece verdaderamente brutal lo que estás contando, porque en el fondo, al final, eso es un cuello de botella que implica que el conjunto de las universidades del mundo, en tanto en cuanto quieran ser relevantes en los baremos de calidad internacional y en los índices, tienen que asumir la ideología de universidades americanas que están preñadas de la ideología del Partido Demócrata, con lo cual, sea por convicción o sea por una simple filtrado de que esto son lentejas y tengo que tener la beca y hay que pagar la hipoteca, que mi novia quiere casarse… al final vas a tener que pasar por el aro y ser uno más.


Santiago Armesilla: Siempre te puedes encontrar en esas listas de revistas alguna excepción. Siempre, pero hay que buscar mucho. Por regla general es así. Lo has explicado muy bien. Es una cosa muy prosaica. La cuestión es ¿quieres comer, quieres que te acrediten, quieres trabajar en un departamento de universidad? Pasa por el aro, haz artículos de esta temática, publícalos… que además muchas revistas te piden dinero para publicar… hay algunos que te piden incluso más de mil euros para publicar. Claro, a no ser que seas un laboratorio o un departamento universitario con una investigación subvencionada, es muy difícil que publiques y que puedas pagar… Aparte que normalmente, en ciencias sociales y humanidades, para poder darte una subvención si haces una investigación sobre género o sobre cambio climático o género y cambio climático mezclado, es más fácil que te paguen. Si haces investigaciones de otro tipo es muy complicado. Yo me enteré de todo esto (lo cuento públicamente) a partir del año 2017, que fue la primera vez que intenté acreditarme. No lo conseguí y tuvo que pasar hasta el año 2022, cuando conseguí publicar un artículo JCR en una revista canadiense y logré acreditarme. En una revista canadiense anglosajona, con una temática muy determinada, eso sí. Yo enormemente contento porque lograba acreditarme por fin. Y a partir del verano pasado, del verano de 2022, yo ya formalmente, legalmente, tengo la capacidad profesional de poder ser contratado por una universidad… Luego hay que buscar plaza en algún departamento. En algunos departamentos tienes que pagar para poder pujar a un puesto, pero normalmente, si no eres protegido de algún departamento es muy difícil que te den una plaza, a no ser que seas un crack. Yo tengo muy buen currículum. Está mal que lo diga, pero es así. Pero realmente, en un momento dado me he dicho: yo de momento con YouTube me está yendo muy bien a nivel profesional y personal; también Considero que YouTube es mi aula y los estudiantes que quieren saber lo que digo llegan a los vídeos y me escuchan…


Jordi Llatzer: Y probablemente con mucho más impacto.


Santiago Armesilla: Bueno, sí, porque de hecho alguno me ha dicho, no sé en qué sentido, que ha aprendido más con un vídeo mío que en cinco años de carrera. Bueno, yo no sé si es bueno que lo digan públicamente, pero lo que está claro es que los departamentos universitarios funcionan de esta manera y eso además es perjudicial incluso para los propios profesores que ya tienen un puesto de trabajo ahí, porque para poder mantenerse en el candelero profesional tienen que convertirse en fabricantes estajanovistas de artículos académicos, donde básicamente eso es lo que les ocupa el mayor tiempo de su vida, más que la docencia, la preparación de clases e incluso para ir a congresos. Hay gente que yo sé que no va a congresos y que solo hace artículos, que es lo que cuenta. Hasta tal punto esto ha degenerado tanto el mundo académico universitario… Que mira, para empezar, Jordi, hacer un libro, un ensayo, un tratado, un libro extenso… puedes tener impacto editorial y social e incluso histórico, pero a nivel académico no te sirve para nada. La puntuación que te dan es bajísima y las tesis doctorales, en algunas modalidades, ya se han convertido en una colección de artículos indexados, publicados en estos índices de impacto que te he dicho, antes que en un tratado o en un ensayo de investigación amplio, de largo recorrido y de gran extensión. Es decir, que el formato laboral de la investigación académica formal está totalmente pervertido y degenerado a nivel ideológico y a nivel del propio mecanismo de producción de investigaciones…


Jordi Llatzer: Perdona que te para aquí de nuevo, porque lo que estás describiendo es un sistema que acaba conectando con algo que tiene hasta su artículo de Wikipedia. Lo podéis consultar. Es la crisis de la reproducibilidad y repetibilidad (https://es.wikipedia.org/wiki/Reproducibilidad_y_repetibilidad ) o crisis de replicación (https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_replicación ), en el sentido de que el 70% dependiendo de la disciplina pueda haber entre el cuarenta y el 80% de investigaciones que no son replicables de un departamento o un profesor que hacen un y luego aparece en la prensa el comportamiento de los chicos que buscan pareja luego lo intenta replicar a alguien y no y no sale y no sale porque en el fondo tal como estás explicando es un sistema de hacer chorizos como si se tratara de alguien que está en una fábrica casi fordista que está poniendo piezas para hacer un Ford T en los años 20


Santiago Armesilla: ¿Tú has leído has leído o tus seguidores han leído el libro Imposturas intelectuales (https://es.wikipedia.org/wiki/Imposturas_intelectuales ), de Alan Sokal y Jean Bricmont? Ya en su día denunciaron cómo se producía el conocimiento a las universidades


Jordi Llatzer: James Lindsay, Peter Boghossian y Helen Pluckrose lo mismo (https://es.wikipedia.org/wiki/Asunto_de_los_estudios_del_agravio )


Santiago Armesilla: sí había otra investigación, no recuerdo cuál, que por ejemplo logró publicar en revistas indexadas de sociología posmoderna y de tipo feminista, artículos donde simplemente cambiaban el término raza aria por varón y publicaban textos del Mein Kampf (http://ficus.pntic.mec.es/jals0026/documentos/textos/meinKampf.pdf ) como si fuesen un artículo feminista. Pasaron el filtro y fueron publicados. Y además luego hay que tener en cuenta otra cosa, que es que esas revistas no las lee prácticamente nadie. Una persona publica un artículo en una revista de alto índice de impacto en JCR, que leen tres personas, es decir, los revisores y poco más… y lo único que le importa al evaluador no es el impacto real de tu investigación científica, sino el peso editorial de la revista en que está publicada. Igual es lo que te he dicho de que hay revistas que te piden dinero por publicar. Esto es un gran negocio, que además de beneficiar políticamente a los que he dicho ya, al Partido Demócrata, las universidades anglosajonas, etcétera, beneficia a editoriales de revistas y editoriales de libros, que con esto tienen una colocación potente en el mercado y, al mismo tiempo, les permite tener (entre comillas) material para publicar sin gastarse mucho dinero. Es un desastre. Es un desastre porque pervierte completa y absolutamente lo que debería ser una investigación académica seria, pero claro…


Jordi Llatzer: Perdona porque aquí voy a tirar a tablero y voy a conectar con el siguiente punto, pero es que es así. Esto lo lo hablamos ya hace unas semanas con Javier Recuenco, ex presidente de MENSA (https://www.mensa.org/ )… y él decía que en las universidades hay temas que no se pueden tocar, especialmente en Estados Unidos. Esto es así porque como lo toques eso puede ser tu muerte académica, tu muerte, puede acabar con tu carrera o incluso, como pases ciertas líneas, puede ser tu muerte civil, hasta el punto de que van a intentar destruirte como profesional. Hay temas, como toda la política relacionada con la Transexualidad… tocarlo es meterte en un campo de minas, es ser un TEDAX (https://es.wikipedia.org/wiki/TEDAX )… te la tienes que jugar, te puedes jugar tu carrera hablando de eso, con lo cual entiendo que pueda haber muchos investigadores de ciencias políticas, sociólogos… todo tipo, de incluso biólogos, psicólogos que no se van a querer meter en ello.


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