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jueves, 20 de julio de 2023

Ron Unz y Mike Whitney (The Unz Review, Mike Whitney entrevista a Ron Unz, Pregunta 4: Franklin D. Roosevelt, 17 de julio de 2023) IV

 


Ron Unz y Mike Whitney (The Unz Review, 17 de julio de 2023) Hitler, Churchill, el Holocausto y la guerra en Ucrania. Pregunta 4

Mike Whitney - ¿Por qué Franklin D. Roosevelt estaba tan ansioso por arrastrar a los Estados Unidos a una guerra si no había una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos? Me parece que la decisión de FDR puede haber sido moldeada no por principios, sino por la expectativa de que si los centros industriales de Europa quedaban en ruinas, EEUU emergería inevitablemente como la única superpotencia mundial. Eso, por supuesto, resultó ser exactamente lo que sucedió. Pero tenga en cuenta que la Batalla de Stalingrado (el "punto de inflexión") terminó en febrero de 1943, mientras que el Día D tuvo lugar en junio de 1944. Lo que eso significa es que Estados Unidos no entró verdaderamente en el conflicto europeo durante un total de 16 meses, cuando ya era seguro que Alemania perdería la guerra. En otras palabras, la invasión estadounidense fue básicamente una operación de limpieza destinada a asegurar la hegemonía estadounidense sobre Europa occidental, mientras evitaba que la Unión Soviética extendiera el comunismo por todo el continente. ¿No estás de acuerdo con mi análisis? ¿Qué nos puede decir sobre Franklin D. Roosevelt y su motivación para entrar en la guerra? ¿Fue completamente decisión suya o hubo otros factores involucrados?

Ron Unz - Es posible que Franklin D. Roosevelt imaginara que una guerra europea conduciría a la destrucción de la Europa industrializada como competidora y al establecimiento de la hegemonía global estadounidense. Pero creo que su motivación para la participación estadounidense en una guerra fue en realidad mucho más simple que eso.

Estados Unidos se había visto especialmente afectado por la Gran Depresión y, aunque FDR había llegado a la Casa Blanca sobre la base de su promesa de acabar con ella, después de cinco años en el cargo, sus políticas habían fracasado en gran medida.

La economía estadounidense también había sido débil en 1914, pero una vez que estalló la Primera Guerra Mundial las enormes necesidades de los países aliados impulsaron nuestra producción industrial a nuevas alturas, lo que resultó en la prosperidad estadounidense. De manera similar, muchos libros de historia convencionales admiten que fue solo el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 lo que finalmente sacó a la economía estadounidense de la Gran Depresión, pero nunca consideran la posibilidad de que Franklin D. Roosevelt haya provocado deliberadamente la guerra con ese propósito. Sin embargo, como escribí en 2018, parece haber una fuerte evidencia contemporánea en ese sentido.

Durante la década de 1930 John T. Flynn fue uno de los periodistas progresistas más influyentes de Estados Unidos y, aunque había comenzado como un importante partidario de Roosevelt y su New Deal, gradualmente se convirtió en un crítico implacable y concluyó que los diversos esquemas gubernamentales de Franklin D. Roosevelt no habían logrado sacar del marasmo a la economía estadounidense. Luego, en 1937, un nuevo colapso económico hizo que el desempleo volviera a los mismos niveles que cuando el presidente asumió el cargo por primera vez, lo que confirmó a Flynn en su duro veredicto. Y como escribí el año pasado https://www.unz.com/runz/american-pravda-our-great-purge-of-the-1940s/ .

De hecho Flynn alega que a fines de 1937 FDR se había volcado hacia una política exterior agresiva, destinada a involucrar al país en una gran guerra exterior, principalmente porque creía que esta era la única salida de su desesperada situcación política y económica, una estratagema no desconocido entre los líderes de las naciones a lo largo de la historia. En su columna de New Republic del 5 de enero de 1938, alertó a sus incrédulos lectores sobre la perspectiva inminente de una gran acumulación de fuerzas navlaes y una guerra inminente, después de que un alto asesor de Roosevelt se jactara en privado delante de él de gran ataque de "keynesianismo militar". Una gran guerra solucionaría los aparentemente insuperables problemas económicos de EEUU. En ese momento la guerra con Japón, posiblemente por los intereses latinoamericanos, parecía el objetivo previsible, pero el desarrollo de los acontecimientos en Europa pronto convenció a Franklin D. Roosevelt de que fomentar una guerra general contra Alemania era el mejor curso de acción. Las memorias y otros documentos históricos obtenidos por investigadores posteriores parecen respaldar generalmente las acusaciones de Flynn, al indicar que Roosevelt ordenó a sus diplomáticos que ejercieran una enorme presión sobre los gobiernos británico y polaco para evitar cualquier acuerdo negociado con Alemania, lo que condujo al estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939.
El último punto es importante, ya que las opiniones confidenciales los más cercanos a los eventos históricos importantes deben tener un peso probatorio considerable. En un artículo reciente, John Wear reunió las numerosas evaluaciones contemporáneas que implicaban a Franklin D. Roosevelt como una figura fundamental en la orquestación de la guerra mundial por su constante presión sobre el liderazgo político británico, una política que incluso admitió en privado podría significar su juicio político si se revelaba. Entre otros testimonios tenemos las declaraciones de los embajadores de Polonia y Gran Bretaña en Washington y del embajador de Estados Unidos en Londres, quienes también transmitieron la opinión coincidente del propio primer ministro Chamberlain. De hecho la captura y publicación alemana de documentos diplomáticos polacos secretos en 1939 ya había revelado gran parte de esta información y William Henry Chamberlin confirmó su autenticidad en su libro de 1950. Pero dado que los principales medios de comunicación nunca informaron nada de este asunto, estos hechos siguen siendo poco conocidos incluso hoy.

Entonces, de acuerdo con el relato de enero de 1938 de Flynn, Franklin D. Roosevelt y sus asesores habían previsto originalmente una posible guerra con Japón como la clave para la reactivación económica de Estados Unidos, pero luego cambiaron su enfoque a una guerra europea contra Alemania. El punto del giro puede haber sido los disturbios generalizados de la Kristallnacht contra los judíos alemanes, en noviembre de 1938, luego del asesinato de un diplomático alemán por un activista judío. Estos ataques indignaron a las muy influyentes comunidades judías de Estados Unidos y Europa, destruyendo por completo cualquier consecuencia positiva del Acuerdo de Munich un par de meses antes y crearon una intensa hostilidad internacional contra la Alemania de Hitler, que previamente había logrado relaciones razonablemente amistosas con su pequeña población judía mientras establecía una importante asociación económica con el movimiento sionista en ascenso.

Irónicamente, según la reconstrucción muy detallada de Irving, Hitler no tuvo nada que ver con los disturbios antijudíos y trató urgentemente de reprimirlos una vez que comenzaron. En cambio, los ataques parecen haber sido orquestados por Joseph Goebbels, su poderoso ministro de Propaganda, quien recientemente había caído en desgracia debido a su relación amorosa de alto perfil con una actriz checa, lo que provocó las amargas quejas de su esposa, una amiga cercana de hitler. Aparentemente Goebbels esperaba poder usar los disturbios antijudíos para restaurar su influencia en la jerarquía nazi, pero por el contrario tuvieron consecuencias desastrosas, lo que plantea la notable posibilidad de que las consecuencias políticas de una relación extramatrimonial hayan jugado un papel crucial en el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

https://www.unz.com/runz/hitler-churchill-the-holocaust-and-the-war-in-ukraine/

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