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lunes, 6 de febrero de 2023

(II) Dr. Russell L. Blaylock (22 April 2022) La pandemia de COVID y la vacuna de ARNm: ¿Cuál es la verdad?

 


HERRAMIENTAS DE ADOCTRINAMIENTO

Los diseñadores de esta pandemia anticiparon una reacción del público y que se harían preguntas embarazosas. Para evitarlo esos controladores instruyeron a los medios de comunicación con una serie de tácticas. Una de las más utilizadas fue y es la estafa de la "comprobación de hechos" ("fact check"). Cada vez que se enfrentaban con pruebas cuidadosamente documentadas, los "verificadores de hechos" ("fact checkers") de los medios (mass media) contraatacaban con la acusación de "desinformación" y una infundada "teoría de la conspiración", que en su léxico quedaba "desenmascarada" (debunked). Nunca se nos dijo quiénes eran los "verificadores de hechos" ni la fuente de su información que les permitía "desenmascarar" a los teóricos de la conspiración… simplemente debíamos creerles. Un reciente caso judicial estableció, bajo juramento, que los "verificadores de hechos" de Facebook utilizaban su propia opinión y no la de verdaderos expertos para desenmascarar a los "conspiracionistas" [59]. Cuando se revelan las fuentes se trata invariablemente de los corruptos CDC, la OMS o Anthony Fauci… o simplemente los propios "fact checkers". He aquí una lista de cosas que fueron etiquetadas como "mitos" y "desinformación", que más tarde se demostró que eran ciertas:

  • Los vacunados asintomáticos están propagando el virus igual que los infectados sintomáticos no vacunados.

  • Las vacunas no pueden proteger adecuadamente contra las nuevas variantes, como Delta y Omicron.

  • La inmunidad natural es muy superior a la inmunidad vacunal y es muy probable que dure toda la vida.

  • La inmunidad vacunal no sólo disminuye al cabo de varios meses, sino que todas las células inmunitarias se ven alteradas durante periodos prolongados, lo que expone a los vacunados a un alto riesgo de contraer todas las infecciones y cáncer.

  • Las vacunas COVID pueden causar una incidencia significativa de coágulos sanguíneos y otros efectos secundarios graves.

  • Los defensores de la vacuna exigirán numerosos refuerzos a medida que cada variante aparezca en escena.

  • Fauci insistirá en la vacuna covid para niños pequeños e incluso bebés.

  • Se exigirán pasaportes con la vacuna para entrar en un negocio, volar en avión y utilizar el transporte público

  • Habrá campos de internamiento para los no vacunados (como en Australia, Austria y Canadá)

  • A los no vacunados se les negará el empleo.

  • Hay acuerdos secretos entre el gobierno, las instituciones elitistas y los fabricantes de vacunas

  • Muchos hospitales estaban vacíos o con baja ocupación durante la pandemia.

  • La proteína spike de la vacuna entra en el núcleo de la célula, alterando la función de reparación del ADN celular.

  • Cientos de miles de personas han muerto a causa de las vacunas y muchas más han sufrido daños permanentes.

  • Un tratamiento precoz podría haber salvado la vida de la mayoría de los 700.000 fallecidos.
    La miocarditis inducida por vacunas (que se negó en un principio) es un problema importante y desaparece en poco tiempo.

  • Los lotes especiales mortales de estas vacunas se mezclan con el conjunto de otras vacunas Covid-19.

    Varias de estas afirmaciones de quienes se oponían a estas vacunas aparecen ahora en el sitio web de los CDC, la mayoría identificadas todavía como "mitos". Hoy en día, numerosas pruebas han confirmado que cada uno de estos supuestos "mitos" eran en realidad verdades. Muchos de esos "mitos" incluso son admitidos por el "santo de las vacunas" Anthony Fauci. Por ejemplo, se nos dijo, incluso por parte de nuestro Presidente (afectado por problemas cognitivos), que una vez que la vacuna saliera al mercado todos los vacunados podrían quitarse las mascarillas. Pero ¡caramba! poco después se nos dijo que los vacunados tienen altas concentraciones del virus en la nariz y la boca (nasofaringe) y pueden transmitir el virus a otras personas con las que entren en contacto, especialmente sus propios familiares. Hay que volver a ponerse las mascarillas; de hecho se recomienda el doble enmascaramiento. Ahora se sabe que los vacunados son los principales supercontagiadores del virus y los hospitales están llenos de vacunados enfermos y de personas que sufren graves complicaciones derivadas de la vacuna [27,42,45].
    Otra táctica de los defensores de las vacunas es demonizar a aquellos que rechazan vacunarse por diversas razones. Los medios de comunicación se refieren a estas personas con pensamiento crítico como "antivacunas", "negacionistas de las vacunas", "enemigos de las vacunas", "asesinos", "enemigos del bien común" y como los culpables de prolongar la pandemia. Me han horrorizado los virulentos ataques, a menudo despiadados, de algunas personas, que se expresan en las redes sociales, cuando un padre o un allegado relata una historia terrible de sufrimiento y muerte final, que ellos o sus seres queridos sufrieron como resultado de las vacunas. Algunos psicópatas tuitean que se alegran de que un ser querido por alguien haya muerto o que la persona lesionada era enemiga de la humanidad por referir el suceso y se le debería prohibir contarlo. Es difícil encontrar una palabra para calificar estas actitudes. Tal nivel de crueldad es aterrador y significa el colapso moral de una sociedad decente y humanitaria.
    Ya es bastante malo que el público caiga tan bajo, pero los medios de comunicación, los líderes políticos, los administradores de hospitales, las asociaciones médicas y las juntas de licencias médicas están actuando de una manera moralmente disfuncional y cruel similar.

LA LÓGICA, EL RAZONAMIENTO Y LA EVIDENCIA CIENTÍFICA HAN DESAPARECIDO EN LA ACTUALIDAD
¿La evidencia científica, los estudios cuidadosamente realizados, la experiencia clínica y la lógica médica han tenido algún efecto para detener estas vacunas ineficaces y peligrosas? Por supuesto que no. Los esfuerzos draconianos para vacunar a todos los habitantes del planeta continúan (excepto a la élite, los trabajadores de correos, los miembros del Congreso y otras personas con información privilegiada) [31,62].
En el caso de todos los demás medicamentos y vacunas convencionales anteriores, que están siendo revisados por la FDA, las muertes inexplicables de 50 o menos personas provocaron la interrupción de la distribución del producto, como ocurrió en 1976 con la vacuna de la gripe porcina. Con más de 18.000 muertes reportadas por el sistema VAERS para el período comprendido entre el 14 de diciembre de 2020 y el 31 de diciembre de 2021, así como 139.126 lesiones graves (incluyendo muertes relacionadas con las lesiones) para el mismo período, todavía no se plantea detener este programa de vacunas mortales [61]. Peor aún, no hay ninguna investigación seria por parte de ninguna agencia gubernamental para determinar por qué esas personas están muriendo y sufriendo lesiones graves y permanentes cuando son vacunadas [15,67]. Lo que sí vemos es una serie continua de encubrimientos y evasivas por parte de los fabricantes de vacunas y sus promotores.
La guerra contra fármacos y compuestos naturales eficaces, baratos y muy seguros, que han demostrado más allá de toda duda que han salvado millones de vidas en todo el mundo, no sólo ha continuado, sino que se ha intensificado [32,34,43].
A los médicos se les dice que no pueden suministrar estos compuestos, que salvan vidas, a sus pacientes y que, si lo hacen, serán expulsados del hospital, se les retirará la licencia médica o serán castigados de muchas otras formas. Un gran número de farmacias se han negado a dispensar recetas de ivermectina o hidroxicloroquina, a pesar de que millones de personas han consumido estos medicamentos de forma segura, durante más de 60 años en el caso de la hidroxicloroquina y por décadas en el caso de la ivermectina [33,36]. Esta negativa a dispensar recetas no tiene precedentes y ha sido urdida por quienes quieren impedir métodos alternativos de tratamiento, todo ello basado en proteger la vacunación universal. Varias empresas que fabrican hidroxicloroquina acordaron vaciar sus existencias del fármaco donándolas a la Reserva Estratégica Nacional, lo que hace que este fármaco sea mucho más difícil de conseguir [33]. ¿Por qué haría eso el, cuando más de 30 estudios bien realizados han demostrado que este fármaco redujo las muertes entre un 66% y un 92% en otros países, como India, Egipto, Argentina, Francia, Nigeria, España, Perú, México y otros [23]?
Los detractores de estos dos medicamentos que salvan vidas suelen estar financiados por Bill Gates y Anthony Fauci, que ganan millones con estas vacunas [48,15].
Para frenar aún más el uso de estos fármacos, la industria farmacéutica y Bill Gates/Anthony Fauci financiaron una investigación falsa para demostrar que la hidroxicloroquina era un fármaco peligroso y que podía dañar el corazón [34]. Para demostrar este caso fraudulento, los investigadores administraron a los pacientes más enfermos de COVID una dosis casi letal del fármaco, en una cantidad mucho más alta que la utilizada en cualquier paciente de COVID por el Dr. Kory, McCullough y otros médicos verdaderos y compasivos, médicos que realmente estaban tratando a pacientes de COVID [23].
Los medios de comunicación controlados, por supuesto, martillearon al público con historias del efecto mortal de la hidroxicloroquina, mostrando expresiones aterrorizada de falso pánico. Se demostró que todas esas historias sobre los peligros de la ivermectina eran falsas y algunas de ellas increíblemente absurdas [37,43].
El ataque contra la ivermectina fue aún más despiadado que contra la hidroxicloroquina. Todo esto, y mucho más, está meticulosamente descrito en el excelente libro recien publicado de Robert Kennedy Jr (The Real Anthony Fauci. Bill Gates, the Big Pharma and the Global War on Democracy and Public Health, El verdadero Anthony Fauci. Bill Gates, las grandes farmacéuticas y la guerra mundial contra la democracia y la salud pública) [32]. Si realmente se preocupa por la verdad y todo lo que ha ocurrido desde que comenzó esta atrocidad, no sólo debe leer, sino estudiar este libro detenidamente. Está totalmente referenciado y cubre todos los temas con gran detalle. Se trata de una tragedia humana de proporciones bíblicas, diseñada por algunos de los psicópatas más viles y despiadados de la historia.

Millones de personas han sido deliberadamente asesinadas y dañadas, no sólo por este virus manipulado, sino por la propia vacuna y por las medidas draconianas utilizadas por estos gobiernos para "controlar la propagación de la pandemia". No debemos ignorar las "muertes por desesperación" causadas por estas medidas inflexibles, que pueden superar los cientos de miles. Millones de personas han muerto de hambre en países del tercer mundo como consecuencia de ellas. Sólo en Estados Unidos, de las 800.000 personas que murieron, según las burocracias médicas, más de 600.000 de fallecieron como resultado de la eliminación intencionada del tratamiento precoz, negando el uso de medicamentos reutilizados, altamente eficaces y seguros, como la hidroxicloroquina y la ivermectina, y la aplicación forzada de tratamientos mortales, como el remdesivir y la aplicación de respiradores. Esto sin contar las muertes por la angustia inducida y la negligencia en la atención médica causada por el confinamiento y las medidas hospitalarias impuestas a los sistemas sanitarios.
Para agravar todo esto y debido a los mandatos de vacunación impuestos a todo el personal hospitalario, miles de enfermeras y otros trabajadores hospitalarios han dimitido o han sido despedidos [17,30,51], lo que ha provocado una escasez crítica de trabajadores sanitarios vitales y una peligrosa reducción de camas de UCI en muchos hospitales. Además, como ocurrió en el Lewis County Healthcare System, un sistema hospitalario especializado de Lowville, Nueva York, cerró su unidad de maternidad tras la dimisión de 30 trabajadores del hospital por las desastrosas órdenes estatales de vacunación. La ironía en todos estos casos de dimisiones es que los administradores aceptaron sin vacilar estas pérdidas masivas de personal, a pesar de despotricar contra la escasez de personal durante una "crisis". Esto es especialmente desconcertante cuando nos enteramos de que las vacunas no impidieron la transmisión viral y que la variante predominante actual es de una patogenicidad extremadamente baja.
LA CIENCIA REVELA CADA VEZ MÁS LOS PELIGROS DE LAS VACUNAS
Mientras que la mayoría de los investigadores, virólogos, investigadores de enfermedades infecciosas y epidemiólogos han sido intimidados para que guarden silencio, un número cada vez mayor de personas de gran integridad, con una enorme experiencia, han salido a la luz para decir la verdad, es decir, que estas vacunas son mortales.
La mayoría de las nuevas vacunas deben someterse a exhaustivas pruebas de seguridad durante años antes de ser aprobadas. Las nuevas tecnologías, como las vacunas de ARNm y ADN, requieren un mínimo de 10 años de pruebas minuciosas y un seguimiento exhaustivo. Estas nuevas supuestas vacunas fueron "probadas" en sólo 2 meses y luego los resultados de esas pruebas de seguridad fueron y siguen siendo mantenidos en secreto. El testimonio ante el senador Ron Johnson de varios de los que participaron en el estudio de 2 meses indica que prácticamente nunca se hizo un seguimiento de los participantes en el estudio previo al lanzamiento [67]. Las quejas por complicaciones fueron ignoradas y a pesar de las promesas de Pfizer de que todos los gastos médicos causados por las "vacunas" a los voluntarios serían pagados, esas personas declararon que no se pagó ninguno [66]. Algunos gastos médicos superan los 100.000 dólares.
Como ejemplo del engaño de Pfizer y de los demás fabricantes de vacunas de ARNm, está el caso de Maddie de Garay, de 12 años, que participó en el estudio de seguridad previo al lanzamiento de la vacuna de Pfizer. En la reunión del senador Johnson con las familias de los lesionados por la vacuna, su madre contó que su hija sufría convulsiones recurrentes, que ahora está confinada a una silla de ruedas, debe ser alimentada por sonda y sufre daños cerebrales permanentes. En la evaluación de seguridad de Pfizer presentada a la FDA, su único efecto secundario es un "dolor de estómago". Cada persona presentó historias horripilantes similares.
Los japoneses recurrieron a una demanda FOIA (Freedom of Information Act) para obligar a Pfizer a publicar su estudio secreto de biodistribución. La razón por la que Pfizer quería mantenerlo en secreto es que demostraba que Pfizer mintió al público y a las agencias reguladoras sobre el comportamiento de los componentes de la vacuna inyectada (incluido el nanotransportador lipídico de ARNm). Afirmaron que permanecía en el lugar de la inyección (el hombro), cuando en realidad su propio estudio descubrió que se propagaba rápidamente por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo en 48 horas.
El estudio también descubrió que estos nanotransportadores lipídicos mortales se acumulaban en concentraciones muy elevadas en varios órganos, incluidos los órganos reproductores de hombres y mujeres, el corazón, el hígado, la médula ósea y el bazo (un órgano inmunitario importante). La concentración más alta se registró en los ovarios y la médula ósea. Estos nanotransportadores lipídicos también se acumularon en el cerebro.

El Dr. Ryan Cole, un patólogo de Idaho, informó de un dramático aumento de cánceres muy agresivos entre las personas vacunadas (del que no informaron los medios de comunicación). Encontró una incidencia aterradoramente alta de cánceres altamente agresivos en individuos vacunados, especialmente melanomas altamente invasivos en jóvenes y cánceres uterinos en mujeres [26]. Otros informes de activación de cánceres previamente controlados también están apareciendo entre pacientes de cáncer vacunados [47]. Hasta ahora no se han realizado estudios para confirmar estos informes, pero es poco probable que se realicen, al menos financiados por subvenciones de los NIH.

La elevada concentración de proteínas de la espiga (spike proteins) hallada en los ovarios, en el estudio de biodistribución, podría muy bien afectar la fertilidad de las mujeres jóvenes, alterar la menstruación y exponerlas a un mayor riesgo de cáncer de ovario. La alta concentración en la médula ósea también podría poner a los vacunados en un alto riesgo de leucemia y linfoma. El riesgo de leucemia es muy preocupante ahora que se ha empezado a vacunar a niños de tan sólo 5 años. Ninguno de estos fabricantes de vacunas Covid-19 ha realizado estudios a largo plazo, especialmente en lo que se refiere al riesgo de inducción de cáncer. La inflamación crónica está íntimamente ligada a la inducción, crecimiento e invasión del cáncer y las vacunas estimulan la inflamación.
A los pacientes con cáncer se les dice que deben vacunarse con estas vacunas mortales. Esto, en mi opinión, es una locura. Estudios más recientes han demostrado que este tipo de vacuna inserta la proteína de la espiga en el núcleo de las células inmunitarias (y muy probablemente en muchos tipos de células) y una vez allí inhibe dos enzimas de reparación del ADN muy importantes, BRCA1 y 53BP1, cuyo misión es reparar los daños en el ADN celular [29]. Los daños no reparados en el ADN desempeñan un papel fundamental en la aparición del cáncer.
Existe una enfermedad hereditaria llamada xeroderma pigmentoso en la que las enzimas de reparación del ADN son defectuosas. Estos enfermos desarrollan múltiples cánceres de piel y una incidencia muy alta de cáncer en los órganos. Aquí tenemos una vacuna que hace lo mismo, pero en menor grado.
Una de las enzimas reparadoras defectuosas causadas por estas vacunas se llama BRCA1 y se asocia con una incidencia significativamente mayor de cáncer de mama en las mujeres y de próstata en los hombres.
Cabe señalar que nunca se realizaron estudios sobre varios aspectos críticos de este tipo de vacunas.

  • Nunca se han probado sus efectos a largo plazo

  • Nunca se ha comprobado si inducen autoinmunidad.

  • Nunca se ha comprobado adecuadamente su seguridad durante ninguna etapa del embarazo

  • No se han realizado estudios de seguimiento en los bebés de las mujeres vacunadas

  • No hay estudios a largo plazo sobre los hijos de las mujeres embarazadas vacunadas después de su nacimiento (especialmente cuando se produce un hito en el neurodesarrollo).

Nunca se han probado sus efectos en una larga lista de afecciones médicas:

  • Diabetes

  • Cardiopatías

  • Aterosclerosis

  • Enfermedades neurodegenerativas

  • Efectos neuropsiquiátricos

  • Inducción de trastornos del espectro autista y esquizofrenia

  • Función inmunitaria a largo plazo

  • Transmisión vertical de defectos y trastornos

  • Cáncer

  • Trastornos autoinmunes

    La experiencia previa con las vacunas antigripales demuestra claramente que los estudios de seguridad realizados por investigadores y médicos clínicos vinculados a las empresas farmacéuticas fueron esencialmente todos mal hechos o diseñados a propósito para mostrar falsamente la seguridad y encubrir los efectos secundarios y las complicaciones. Esto se demostró de forma dramática con los falsos estudios anteriormente mencionados, diseñados para indicar que la hidroxicloroquina y la ivermectina eran ineficaces y demasiado peligrosas [34,36,37]. Estos falsos estudios provocaron millones de muertes y graves desastres sanitarios en todo el mundo. Como ya se ha dicho, el 80% de todas las muertes fueron innecesarias y podrían haberse evitado con medicamentos baratos y seguros reutilizados, con un historial de seguridad muy largo entre millones de personas que, los han tomado durante décadas o incluso toda la vida [43,44].
    Es más que irónico que aquellos que dicen ser responsables de proteger nuestra salud, aprobaran un conjunto de vacunas mal probadas, que han provocado más muertes en menos de un año de uso que todas las demás vacunas combinadas administradas en los últimos 30 años. Su excusa cuando se les confrontó fue: "tuvimos que pasar por alto algunas medidas de seguridad porque se trataba de una pandemia mortal" [28,46].
    En 1986 el presidente Reagan firmó la Ley Nacional de Lesiones Causadas por Vacunas Infantiles (National Childhood Vaccine Injury Act), que otorgaba una protección general a los fabricantes de vacunas frente a los litigios por lesiones interpuestos por las familias de personas lesionadas por vacunas. El Tribunal Supremo, en un dictamen de 57 páginas, falló a favor de las empresas de vacunas, permitiendo de hecho a los fabricantes de vacunas fabricar y distribuir a la población vacunas peligrosas y a menudo ineficaces, sin temor a consecuencias legales. El tribunal insistió en un sistema de indemnización por lesiones causadas por vacunas que sólo ha pagado un número muy reducido de indemnizaciones al gran número de personas gravemente lesionadas. Se sabe que es muy difícil recibir estas indemnizaciones. Según la Administración de Recursos y Servicios Sanitarios, desde 1988 el Programa de Indemnización por Lesiones Causadas por Vacunas (VICP) ha acordado pagar 3.597 indemnizaciones a 19.098 personas lesionadas por vacunas, que solicitaron una suma total de 3.800 millones de dólares. Esto fue antes de la introducción de las vacunas Covid-19, en las que sólo las muertes superan a todas las muertes relacionadas con todas las vacunas combinadas en un periodo de treinta años.

En 2018 el presidente Trump promulgó la ley del "derecho a ensayar", que permitía el uso de fármacos experimentales y todos los tratamientos no convencionales para ser utilizados en casos de condiciones médicas extremas. Como hemos visto con la negativa de muchos hospitales e incluso la negativa general de los estados a permitir la Ivermectina, la hidroxicloroquina o cualquier otro método "oficial" no aprobado para tratar incluso casos terminales de Covid-19, estos nefastos individuos han ignorado esta ley.
Extrañamente no utilizaron esta misma lógica ni esa ley cuando se trató de la ivermectina y la hidroxicloroquina, ambas sometidas a exhaustivas pruebas de seguridad mediante más de 30 estudios clínicos de gran calidad y con informes elogiosos, tanto sobre su eficacia como sobre su seguridad y en numerosos países. Además teníamos un historial de uso de hasta 60 años por parte de millones de personas, que utilizaban esos medicamentos en todo el mundo, con un excelente historial de seguridad. Era obvio que un grupo de personas muy poderosas, en conjunción con los conglomerados farmacéuticos, no querían que la pandemia terminara y querían que las vacunas fueran la única opción de tratamiento. El libro de Kennedy expone este caso utilizando numerosas pruebas y citas [14,32].
El Dr. James Thorpe, experto en medicina materno-fetal, demuestra que estas vacunas Covid-19 administradas durante el embarazo, han provocado una incidencia de abortos espontáneos 50 veces mayor que la registrada con todas las demás vacunas combinadas [28]. Cuando examinamos su gráfico sobre malformaciones fetales, se observa una incidencia 144 veces mayor de malformaciones fetales con las vacunas Covid-19 administradas durante el embarazo, en comparación con todas las demás vacunas combinadas. Sin embargo la Academia Americana de Obstetricia y Ginecología y el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología respaldan la seguridad de estas vacunas en todas las etapas del embarazo y entre las mujeres que amamantan a sus bebés.
Cabe destacar que estos grupos de especialidades médicas han recibido importantes fondos de la empresa farmacéutica Pfizer. El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, sólo en el cuarto trimestre de 2010, recibió un total de 11.000 dólares sólo de la compañía farmacéutica Pfizer [70]. La financiación procedente de subvenciones de los NIH es mucho mayor [20]. La mejor manera de perder esas subvenciones es criticar la fuente de los fondos, sus productos o programas favoritos. A Peter Duesberg, por atreverse a cuestionar la teoría favorita de Fauci sobre el SIDA causado por el virus VIH, ya no le concedieron ninguna de las 30 solicitudes de subvención que presentó tras hacerlo público. Antes de ese episodio, como principal autoridad mundial en retrovirus, nunca le habían denegado una subvención de los NIH [39]. Así es como funciona e sistema "corrupto", a pesar de que gran parte del dinero de las subvenciones procede de nuestros impuestos.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9062939/

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