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martes, 7 de febrero de 2023

(II) Russell L. Blaylock (22 de julio de 2022) Respuestas a los comentarios sobre mi artículo: "COVID Update: ¿Cuál es la verdad?"

 


LECCIONES APRENDIDAS

Lo que uno aprende cuando participa en este tipo de batallas por la verdad es que la mayoría de tus críticos no proceden del mundo de la ciencia, sino más bien de la política, un surtido de los habituales trolls y personas que tienen un interés financiero en la promoción de estas narrativas "oficiales". También se aprende que tus enemigos no suelen ser aquellos que realmente tienen una opinión diferente, bien pensada y lógica, sobre un tema científico o técnico, sino que tienen una agenda que guardan como un secreto militar.
También aprenderá que, en la mayoría de los casos, sus enemigos no recurrirán a la lógica, los estudios científicos o el pensamiento crítico, sino que se lanzarán a ataques personales. En la mayoría de los casos estos ataques personales se basan en su ignorancia individual del tema que se debate, así como de la persona atacada.
A menudo utilizo una cita que describe sucintamente la metodología de estos individuos. "Cuando no se puede responder a los argumentos de una persona, no todo está perdido; aún se la puede insultar vilmente". El ataque ad hominem es un viejo recurso de estos individuos. Mientras gritan ¡desinformación!, prácticamente todo lo que utilizan como ejemplos de tu falta de idoneidad para tener una opinión es, de hecho, DESINFORMACIÓN.
Todos los días veo a personas con importantes credenciales, prestigio y numerosas publicaciones, demonizadas por estos miembros de nuestra sociedad que desean controlar la narrativa. Sus objetivos favoritos incluyen al Dr. Robert Malone, el Dr. Pierre Kory, el Dr. Michael Yeadon, el Dr. Paul Marik y el Dr. Peter McCullough, cinco personas tan por encima de cualquiera de sus críticos en experiencia clínica, conocimiento científico y número de publicaciones científicas que no hay duda, para una mente lógica, de quién tiene la credibilidad en la que debemos confiar. Robert Malone, el hombre que desarrolló la tecnología del ARNm, ha sido foco particular de estos ataques, ya que sabe más que nadie sobre ese sistema genético inyectable. Los principales medios de comunicación incluso tuvieron la descarada osadía de insinuar que el Dr. Malone no fue el desarrollador de la tecnología del ARNm, sino que el "verdadero" creador fue otro investigador que hizo un reclamo, 10 años después de que el Dr. Malone hubiera obtenido la patente de su invento. Esto demuestra hasta qué punto llegan estos controladores de la verdad para ocultarla.
También es revelador que cada uno de estos hombres se haya ofrecido a debatir abiertamente con los críticos de su postura. No es sorprendente que no haya aparecido nadie. ¿Por qué? Incluso el no científico Steve Kirsch se ha ofrecido a debatir con cualquiera y además ha ofrecido una recompensa en metálico. Todavía no aparecen interesados. Eso nos dice mucho. Estos críticos trabajan desde las sombras, donde están a salvo, apareciendo sólo el tiempo suficiente para lanzar insultos personales.
La razón por la que tantas personas bien informadas, que sostienen nuestros puntos de vista sobre este tema, han permanecido en silencio, es bastante obvia: sus propios medios de vida están en juego y son controlados por una pequeña cábala de esos controladores, como Anthony Fauci, revistas médicas compradas y sobornadas, varias sociedades médicas en nómina de las farmacéuticas y, por supuesto, títeres gubernamentales. El control de todas las subvenciones por parte de los Institutos Nacionales de Salud mantiene a los científicos en silencio. Es el alma de sus carreras.
La revista Surgical Neurology International ha invitado a cualquiera que no esté de acuerdo con mi artículo a que presente sus pruebas. Hasta ahora no ha habido nadie.
No recibo ningún pago por participar en este debate confuso y lleno de odio, a diferencia de las compañías farmacéuticas que están ganando decenas de miles de millones de dólares. De hecho están ganando más dinero con la venta de estas inyecciones, que las cinco compañías farmacéuticas juntas por la venta de todos sus otros productos. Que estas empresas están utilizando su enorme riqueza para influir en todas las vías de intercambio de información no es ningún secreto.

Además considérese que, por término medio, la mayoría de las revistas médicas reciben gran parte de sus beneficios de anuncios farmacéuticos. Yo no obtengo beneficios por mi opinión, a diferencia de muchas de las sociedades médicas. Muchas de esas sociedades médicas se creen dueñas de todas las opiniones médicas, a menudo, en mi opinión, en un esfuerzo por proteger sus fuentes de financiación.
Además tenemos las juntas de licencias médicas, que también sostienen que sus opiniones médicas personales no deben ser cuestionadas. Ese nunca fue el propósito para la creación de las juntas de licencias médicas e interfiere gravemente con el progreso médico y la seguridad de los pacientes a los que servimos. Los médicos que se niegan a adherirse a las normas establecidas por estas juntas y prefieren pensar por sí mismos son apartados del ejercicio de la medicina. Estas juntas se instituyeron para garantizar que todos los médicos con licencia estuvieran debidamente formados en programas de formación acreditados, que no fueran dependientes de sustancias adictivas y que no fueran culpables de ningún delito. No se instituyeron para controlar las opiniones.
Los hospitales también desempeñan su papel en este nuevo sistema médico totalitario en auge, al expulsar de sus instalaciones a los médicos que no cumplen, por la osadía de intentar atender a sus pacientes de una forma que, en la historia moderna de la medicina, siempre ha existido. Dentro del nuevo sistema de atención médica, los médicos son trabajadores de una cadena de montaje que deben seguir al pie de la letra la política de la empresa.
¿Puede alguien negar honestamente que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades utilizaron su influencia en todos los hospitales y entre los médicos cumplidores, para que siguieran su protocolo explícitamente? ¿Puede alguien negar que los hospitales recibían grandes sumas de dinero por cada paciente ingresado en la unidad de cuidados intensivos y aún más si se le colocaba un respirador artificial? [1, 16]
¿Puede alguien negar de verdad que los hospitales recibían mayores reembolsos por imponer el uso de remdesivir en sus instituciones? [5] ¿Puede negar de verdad que los médicos que rehusaban seguir estos mandatos destructivos eran apartados de sus puestos o incluso expulsados físicamente del hospital? ¿Alguno de los que critican mi artículo niega que Fauci declaró que no era necesario realizar autopsias a las personas muertas por las vacunas?[12] ¿Y que la Oficina Nacional de Estadística declara que no está obligada a proporcionar información sobre cuántas autopsias se han realizado a los fallecidos tras una "vacunación" con COVID-19? [11]
¿Puede alguno de ustedes negar realmente que es inaudito que una persona que se ha recuperado totalmente de una infección, reciba una "vacuna" para esa infección? ¿Recomendó alguna vez la ortodoxia médica una política semejante para las personas que se recuperan de la gripe o de cualquier otra infección? Recientes trabajos científicos bien realizados y argumentados advierten de los peligros de tal práctica [14].
¿Niega alguien que dos enormes buques hospitales de la Armada frente a cada una de nuestras costas estuvieran vacíos, cuando las sociedades médicas, las autoridades de salud pública y los principales medios de comunicación nos decían, a la vez, que todos los hospitales estaban abarrotados de pacientes moribundos por la COVID-19 y que el personal de estos hospitales estaba agotado y sobrecargado de trabajo? ¿Realmente pueden negar que varios hospitales de este país estaban vacíos o casi vacíos de pacientes de COVID-19? Peor aún… ¿que muchos hospitales también estaban denegando camas hospitalarias a otros pacientes no COVID-19 y que a un gran número de enfermos crónicos, incluidos pacientes con cáncer, se les estaba negando atención médica rutinaria de seguimiento, basándose en estos edictos? ¿Pueden negar que las cirugías no urgentes (electivas) estaban siendo canceladas por estos mismos controladores de la atención médica?
¿Puede alguien negar sinceramente que Pfizer ocultó el estudio de biodistribución previo al lanzamiento de la vacuna y que fue necesaria una demanda de libertad de información (Freedom of Information Act, FOIA) para hacerlo público? Este estudio de biodistribución indicaba claramente que los CDC y otros promotores de la "vacuna" COVID-19 mintieron sobre la permanencia del nanotransportador lipídico en el lugar de la inyección. ¿Alguno de los críticos o controladores de la información niega que todos estos fabricantes de "vacunas" han sido demandados colectivamente en el pasado por más de 10.000 millones de dólares por fraude y graves violaciones de las normas de seguridad en la fabricación? Todo eso está registrado.
Además ¿alguien puede negar que los CDC siguen recibiendo millones en beneficios por desarrollar y luego promocionar vacunas? Otras burocracias sanitarias gubernamentales también obtienen enormes beneficios de dicha promoción de inyectables (vacunas). El senador Rand Paul presentó recientemente pruebas, al interrogar a Anthony Fauci, de que, entre 2010 y 2016, los Institutos Nacionales de Salud recibieron 27.000 pagos de regalías de empresas farmacéuticas, repartidos entre 1.800 de sus empleados, por valor de 193 millones de dólares (https://www.youtube.com/watch?v=3ICBBK-d-C0 ). Eso compra muchísima influencia, al tiempo que silencia las opiniones contrarias con respecto a esos inyectables.

Algunas de las otras preguntas críticas que deben plantearse son las siguientes: sabiendo que la trombosis y la embolia son complicaciones importantes de estas inyecciones genéticas, ¿por qué, incluso en esta fecha tan tardía, los CDC, los departamentos de salud pública o las sociedades médicas nunca han siquiera recomendado, que todas las personas inyectadas con la "vacuna", se sometan a la prueba del dímero D para detectar la presencia de trombos (principalmente microtrombos)? Con la evidencia convincente de que con estas inyecciones vemos un progresivo desgaste de las células inmunes innatas de la persona ¿por qué no se incluye esta información en el consentimiento informado cuando una persona va a recibir su inyección? Por supuesto, tenemos poco o ningún consentimiento informado con cualquiera de estas inyecciones. Sólo se nos dice que son "seguras" y "eficaces", cuando hay pruebas contundentes de lo contrario. ¿Por qué no se dice a los médicos que hagan estudios del número de células inmunitarias innatas en sus pacientes vacunados a los 4-6 meses después de la inyección, especialmente en aquellos que sufren infecciones recurrentes por COVID y otras infecciones, como neumonía bacteriana?
Conozco personalmente el caso de un anciano que recibió las dos inyecciones iniciales de la COVID-19. Poco después sufrió una recurrencia de la infección. Poco después, sufrió neumonía bacteriana recurrente 4 veces, en un corto periodo de tiempo. Sus médicos estaban desconcertados. Les sugerí que se hicieran los estudios de inmunidad innata, que demostraron una grave deficiencia en el número de linfocitos. Una vez corregidos estos bajos niveles de linfocitos, no volvió a experimentar infecciones.
Además ¿por qué seguimos tratando esto como si continuara la pandemia, cuando ya no cumple, en modo alguno, tales criterios? El virus original, el SARS-CoV-2, a todos los efectos ya no existe y no hay absolutamente ninguna prueba creíble de que las vacunas protejan contra la variante ómicron. Los niveles de anticuerpos no son una medida adecuada de inmunidad. Si las vacunas protegen ¿por qué un número tan elevado de pacientes vacunados contraen la variante ómicron? Además ¿se nos dice ahora que los vacunados deben llevar mascarilla porque siguen transmitiendo el virus? ¿No era ese el objetivo de la vacuna?
Si nos remontamos más atrás ¿por qué los CDC ordenaron a los laboratorios de EEUU que fijaran sus ciclos de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en 42 ciclos, cuando el desarrollador de la prueba declaró enfáticamente que todo lo que superara los 30 ciclos tenía una tasa de falsos positivos de más del 90%? Además ¿por qué se ordenó a los médicos que pusieran un diagnóstico de COVID-19 en los certificados de defunción como causa principal de la muerte, sólo porque la persona diera positivo durante el mes anterior al fallecimiento e incluso cuando el médico no hizo ninguna prueba? ¿Por qué los casos de muerte violenta, incluyendo asesinatos, accidentes de coche y suicidios, se firmaban, en los certificados de defunción, como muertes por COVID-19 por orden de cargos políticos en muchos Estados? Hay que tener en cuenta que todas estas pruebas de PCR, la principal prueba que se estaba realizando, se llevaron a cabo con un número de ciclos que aseguraba que la gran mayoría serían falsos positivos.
¿Por qué los medios de comunicación, las burocracias médicas y las sociedades médicas han ignorado las muertes por desesperación y la devastación psicosocial que el confinamiento y otras restricciones han tenido, especialmente entre los miembros más jóvenes de nuestra sociedad? ¿Por qué se ignora toda esta devastación de nuestra economía, nuestra estructura social, nuestro bienestar psicológico y nuestro futuro, como si todos estos acontecimientos no hubieran ocurrido? Todo por un virus, el SARSCoV-2, que para más del 95% de la población no era más mortal que una infección gripal de leve a moderada. La variante ómicron no es más virulenta que un virus del resfriado común para la gran mayoría de la población. Los individuos frágiles con múltiples enfermedades comórbidas, especialmente en el final de la vida, corren un gran riesgo, pero esto también es cierto para múltiples microorganismos poco virulentos.
Una de las manipulaciones más evidentes la percibí muy pronto: ¿dónde estaban todas las hospitalizaciones y muertes por gripe? Era como si la gripe hubiera desaparecido en 2020. Se nos ha dicho sin cesar que cada año más de 400.000 personas son ingresadas en hospitales con un diagnóstico de gripe y una media de 38.000 mueren (otra manipulación de la verdad por parte de los CDC) cada año infectados de gripe. ¿Dónde han ido a parar estas personas? Cuando por fin se formuló la pregunta, la respuesta desafió al sentido común y a toda la ciencia. Se nos dijo que la gripe había desaparecido porque mucha gente llevaba mascarillas. Esta estratagema funcionó con aquellos que no eran conscientes de que se habían realizado muchos estudios, en temporadas de gripe anteriores, en los que se utilizaban mascarillas increíblemente estrictas, incluso durante el sueño[6-8].

Estos estudios no demostraron efectos significativos del uso de mascarillas en la incidencia, propagación u hospitalización de la gripe. Todo era mentira: los casos de gripe se diagnosticaban como casos de COVID-19. ¿Cómo lo sé? Porque el propio CDC admitió que la prueba PCR, la única que se realizaba en aquel momento, no podía distinguir entre el virus de la gripe y el de la COVID-19. También sabemos que la prueba PCR no puede distinguir entre un virus vivo y uno muerto y no puede distinguir entre el coronavirus del resfriado común y el coronavirus SARS-Co-V-2. Toda esta información vital fue ocultada al público por las autoridades médicas, las sociedades médicas y los medios de comunicación.
Otra pregunta vital que debemos hacernos es la siguiente: ¿la élite política que hace los edictos opresivos cree realmente lo que le está diciendo al público? Cuando la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, fue descubierta asistiendo a una fiesta con numerosos invitados, sin mascarilla, todos sentados alrededor de una gran mesa, hombro con hombro, riendo a carcajadas, hablando en voz alta (todas las cosas que nos dijeron eran de alto riesgo para la propagación del virus), debería haber sido una llamada de atención de que estos diseñadores de las medidas draconianas de confinamiento, de ninguna manera creían que las mascarillas eran necesarias y ciertamente no que no lo eran el "distanciamiento social" o "encerrarse en un sitio" [2]. Estaban en esencia riéndose del público por creer tales tonterías. El gobernador Newsom fue descubierto haciendo lo mismo con sus amigos de la élite política, mientras que toda California estaba siendo obligada a un confinamiento inflexible en sus hogares [10].
Como si esto no fuera suficientemente malo, incluso después de que fueron presentados así al público. estos gobernadores continuaron sus edictos draconianos, que resultaron en la destrucción de numerosas empresas, daño psicológico a los niños, así como a los adultos, un aumento en las tasas de suicidio y de consumo de drogas adictivas y privando a los niños de su educación. Se cerraron muchas iglesias, se redujo drásticamente la asistencia a funerales y se arruinaron bodas. Los seres queridos internados en residencias de ancianos y en muchos hospitales murieron en soledad, completamente separados de sus familiares y amigos. Ninguna de estas normas destructivas parecía aplicarse a la élite compinchada.
Luego tenemos el tema de las autopsias, como se discute en mi documento. ¿Por qué se hicieron tan pocas autopsias y por qué las autoridades médicas esperaron tanto tiempo para iniciarlas? Su excusa era que los patólogos tenían miedo de contraer la infección del fallecido. Numerosos patólogos de todos los países publicaron artículos denunciando esa tontería. ¿Qué temían encontrar los controladores de la verdad? Desde el punto de vista de Fauci y de los fabricantes farmacéuticos de estas inyecciones mortales es bastante obvio por qué no querrían que se hicieran autopsias. Las autopsias mostrarían, como finalmente hicieron, que muchos de los muertos no murieron de la infección en sí, sino más bien de sus enfermedades comórbidas y de su extrema edad. ¿Alguno de los críticos tiene otra explicación o simplemente niega la realidad de lo que ocurrió? La negación de la realidad parece ser una táctica común de los manipuladores de la verdad.
¿Cómo puede alguien explicar la declaración de Fauci de que no era necesario hacer autopsias a los que morían por complicaciones causadas por las vacunas? Las autopsias serían, sin duda, una parte crítica del seguimiento posterior a la inyección, de tales muertes. Ciertamente, querríamos saber por qué murieron esas personas y qué daños patológicos estaban provocando esas inyecciones en otros órganos y tejidos. La información más importante que querríamos conocer es qué efectos tienen los nanotransportadores lipídicos y las proteínas espiga productoras de ARNm en los órganos y, especialmente, cuál es el grado de daño y el destino de las proteínas de espiga producidas masivamente por la "vacuna". Y ¿qué efectos tienen estas proteínas en los tejidos y órganos, especialmente en el cerebro? Ahora tenemos algunas pruebas de que en un número limitado de autopsias, realizadas en fallecidos vacunados, realizadas por el Dr. Sucharit Bhakdi y el patólogo alemán Dr. Arne Burkhardt, parece existir una inflamación extendida por todos los vasos sanguíneos, el corazón, los riñones, el hígado y muchos otros órganos de los autopsiados. También sabemos ahora que las proteínas espiga de las vacunas se producen en cantidades mucho mayores que en cualquier infección natural de COVID-19 y esto continúa durante al menos 2 meses después de la inyección (por el momento en que se terminó el estudio) [ 14 ].

Todos deberíamos estar preocupados por las interminables mentiras sobre las consecuencias de la miocarditis/pericarditis inducida por la "vacuna" en varones jóvenes. Un estudio reciente demostró que, aunque el niño parece recuperarse de la miocarditis, los escáneres especiales demostraron daños permanentes en el músculo cardíaco [13]. Varios cardiólogos han afirmado que estos jóvenes podrían correr el riesgo de sufrir más problemas cardíacos en el futuro, lo que está respaldado por la ciencia real y la experiencia clínica. Se necesitan estudios a largo plazo para evaluar realmente los efectos de estos casos de daño cardíaco inducido por la vacuna [9]. Existe una posibilidad real, según algunos cardiólogos, de que dicho daño pueda incluir años más tarde insuficiencia cardíaca progresiva, arritmias y una reducción impuesta de la actividad física.
¿Por qué mentían los obstetras al decir a las mujeres embarazadas que la vacuna era segura para ellas durante el embarazo, cuando los propios fabricantes afirmaban en sus folletos que no se había realizado ningún estudio sobre la seguridad para la madre o el niño cuando se lanzaron las "vacunas"? Al menos un supuesto estudio de seguridad realizado, después de que muchas mujeres embarazadas ya hubieran sido inyectadas, demostró estar altamente manipulado para mostrar seguridad [15].
¿Alguno de ustedes, críticos, niega que la FDA pidió a los tribunales ocultar los datos de los estudios de "seguridad", realizados antes de la aprobación de la autorización de uso de emergencia, primero durante 55 años y luego durante 75 años? [4] ¿Puede alguno de ustedes, defensores de esta "vacuna", proporcionar una defensa racional de tal petición, que no sea ocultar lo que ahora está siendo encontrado por un gran número de abogados que examinan esos documentos recientemente publicados: fraude extenso en los estudios de seguridad previos a la publicación? [3, 17] ¿Por qué no ha habido estudios a largo plazo o incluso planes para hacer estudios a largo plazo en los millones de personas que ya han sido inyectadas? ¿Por qué no hay planes para hacer estudios a largo plazo en todos los bebés nacidos de madres inyectadas? Y ¿por qué Fauci y compañía presionan para vacunar a bebés de 6 meses y niños pequeños, cuando su riesgo de muerte por la variante actual del virus es tan pequeño estadísticamente que es casi cero? El senador Rand Paul no pudo, a pesar de todos sus esfuerzos, obligar a Fauci a admitir el peligro extremo de esta política mortífera, a pesar de la abrumadora evidencia.
Hay tantas preguntas sin respuesta que uno podría escribir un largo artículo sólo enumerando las preguntas. Los críticos de mi artículo COVID Update no sólo no quieren estas respuestas, sino que quieren que todos esos datos embarazosos se oculten para siempre.
Concluyo con otra gran cita. Esta de Mark Twain. "Es más fácil engañar a alguien que convencerle de que ha sido engañado".

https://surgicalneurologyint.com/surgicalint-articles/responses-to-comments-on-my-paper-covid-update-what-is-the-truth/

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