LECCIONES APRENDIDAS
Lo que uno
aprende cuando participa en este tipo de batallas por la verdad es
que la mayoría de tus críticos no proceden del mundo de la ciencia,
sino más bien de la política, un surtido de los habituales trolls y
personas que tienen un interés financiero en la promoción de estas
narrativas "oficiales". También se aprende que tus
enemigos no suelen ser aquellos que realmente tienen una opinión
diferente, bien pensada y lógica, sobre un tema científico o
técnico, sino que tienen una agenda que guardan como un secreto
militar.
También aprenderá que, en la mayoría de los
casos, sus enemigos no recurrirán a la lógica, los estudios
científicos o el pensamiento crítico, sino que se lanzarán a
ataques personales. En la mayoría de los casos estos ataques
personales se basan en su ignorancia individual del tema que se
debate, así como de la persona atacada.
A menudo utilizo
una cita que describe sucintamente la metodología de estos
individuos. "Cuando no se puede responder a los argumentos de
una persona, no todo está perdido; aún se la
puede insultar vilmente". El ataque ad hominem es un viejo
recurso de estos individuos. Mientras gritan ¡desinformación!,
prácticamente todo lo que utilizan como ejemplos de tu falta de
idoneidad para tener una opinión es, de hecho,
DESINFORMACIÓN.
Todos los días veo a personas con
importantes credenciales, prestigio y numerosas publicaciones,
demonizadas por estos miembros de nuestra sociedad que desean
controlar la narrativa. Sus objetivos favoritos incluyen al Dr.
Robert Malone, el Dr. Pierre Kory, el Dr. Michael
Yeadon, el Dr. Paul Marik y el Dr. Peter McCullough,
cinco personas tan por encima de cualquiera de sus críticos en
experiencia clínica, conocimiento científico y número de
publicaciones científicas que no hay duda, para una mente lógica,
de quién tiene la credibilidad en la que debemos confiar. Robert
Malone, el hombre que desarrolló la tecnología del ARNm, ha
sido foco particular de estos ataques, ya que sabe más que nadie
sobre ese sistema genético inyectable. Los principales medios de
comunicación incluso tuvieron la descarada osadía de insinuar que
el Dr. Malone no fue el desarrollador de la tecnología del ARNm,
sino que el "verdadero" creador fue otro investigador que
hizo un reclamo, 10 años después de que el Dr. Malone hubiera
obtenido la patente de su invento. Esto demuestra hasta qué punto
llegan estos controladores de la verdad para ocultarla.
También
es revelador que cada uno de estos hombres se haya ofrecido a debatir
abiertamente con los críticos de su postura. No es sorprendente que
no haya aparecido nadie. ¿Por qué?
Incluso el no científico Steve Kirsch se ha ofrecido a
debatir con cualquiera y además ha ofrecido una recompensa en
metálico. Todavía no aparecen interesados. Eso nos dice mucho.
Estos críticos trabajan desde las sombras, donde están a salvo,
apareciendo sólo el tiempo suficiente para lanzar insultos
personales.
La razón por la que tantas personas bien
informadas, que sostienen nuestros puntos de vista sobre este tema,
han permanecido en silencio, es bastante obvia: sus propios medios de
vida están en juego y son controlados por una pequeña cábala de
esos controladores, como Anthony Fauci, revistas médicas compradas y
sobornadas, varias sociedades médicas en nómina de las
farmacéuticas y, por supuesto, títeres gubernamentales. El control
de todas las subvenciones por parte de los Institutos Nacionales de
Salud mantiene a los científicos en silencio. Es el alma de sus
carreras.
La revista Surgical Neurology
International ha invitado a cualquiera que no esté de
acuerdo con mi artículo a que presente sus pruebas. Hasta ahora no
ha habido nadie.
No recibo ningún pago por participar en
este debate confuso y lleno de odio, a diferencia de las compañías
farmacéuticas que están ganando decenas de miles
de millones de dólares. De hecho están ganando más dinero con la
venta de estas inyecciones, que las cinco compañías farmacéuticas
juntas por la venta de todos sus otros productos. Que estas empresas
están utilizando su enorme riqueza para influir en todas las vías
de intercambio de información no es ningún secreto.
Además considérese
que, por término medio, la mayoría de las revistas
médicas reciben gran parte de sus beneficios de
anuncios farmacéuticos. Yo no obtengo beneficios por mi opinión, a
diferencia de muchas de las sociedades médicas. Muchas de esas
sociedades médicas se creen dueñas de todas las opiniones médicas,
a menudo, en mi opinión, en un esfuerzo por proteger sus fuentes de
financiación.
Además tenemos las juntas
de licencias médicas, que también sostienen que
sus opiniones médicas personales no deben ser cuestionadas. Ese
nunca fue el propósito para la creación de las juntas de licencias
médicas e interfiere gravemente con el progreso médico y la
seguridad de los pacientes a los que servimos. Los médicos que se
niegan a adherirse a las normas establecidas por estas juntas y
prefieren pensar por sí mismos son apartados del ejercicio de la
medicina. Estas juntas se instituyeron para garantizar que todos los
médicos con licencia estuvieran debidamente formados en programas de
formación acreditados, que no fueran dependientes de sustancias
adictivas y que no fueran culpables de ningún delito. No se
instituyeron para controlar las opiniones.
Los hospitales
también desempeñan su papel en este nuevo
sistema médico totalitario en auge, al expulsar de
sus instalaciones a los médicos que no cumplen, por la osadía de
intentar atender a sus pacientes de una forma que, en la historia
moderna de la medicina, siempre ha existido. Dentro del nuevo sistema
de atención médica, los médicos son trabajadores de una cadena de
montaje que deben seguir al pie de la letra la política de la
empresa.
¿Puede alguien negar
honestamente que los Centros para
el Control y Prevención de Enfermedades
utilizaron su influencia en
todos los hospitales y entre los médicos cumplidores, para que
siguieran su protocolo explícitamente? ¿Puede
alguien negar que los hospitales recibían grandes sumas de dinero
por cada paciente ingresado en la unidad de cuidados intensivos y aún
más si se le colocaba un respirador artificial? [1,
16]
¿Puede alguien negar de
verdad que los hospitales recibían mayores reembolsos por imponer el
uso de remdesivir en sus instituciones? [5] ¿Puede
negar de verdad que los médicos que rehusaban
seguir estos mandatos destructivos eran apartados de sus puestos o
incluso expulsados físicamente del hospital? ¿Alguno
de los que critican mi artículo niega que Fauci declaró que no era
necesario realizar autopsias a las personas muertas por las
vacunas?[12] ¿Y que la Oficina
Nacional de Estadística declara que no está obligada a proporcionar
información sobre cuántas autopsias se han realizado a los
fallecidos tras una "vacunación" con COVID-19?
[11]
¿Puede alguno de ustedes
negar realmente que es inaudito que una persona que se ha recuperado
totalmente de una infección, reciba una "vacuna" para esa
infección? ¿Recomendó alguna
vez la ortodoxia médica una política semejante para las personas
que se recuperan de la gripe o de cualquier otra infección?
Recientes trabajos científicos bien realizados y argumentados
advierten de los peligros de tal práctica [14].
¿Niega
alguien que dos enormes buques hospitales de la Armada frente a cada
una de nuestras costas estuvieran vacíos, cuando las sociedades
médicas, las autoridades
de salud pública y los
principales medios de
comunicación nos
decían, a
la vez, que todos los hospitales
estaban abarrotados de pacientes moribundos por la COVID-19 y que el
personal de estos hospitales estaba agotado y sobrecargado de
trabajo? ¿Realmente pueden negar
que varios hospitales de este país estaban vacíos o casi vacíos de
pacientes de COVID-19? Peor aún… ¿que
muchos hospitales también estaban denegando camas hospitalarias a
otros pacientes no COVID-19 y que a un gran número de enfermos
crónicos, incluidos pacientes con cáncer, se les estaba negando
atención médica rutinaria de seguimiento, basándose en estos
edictos? ¿Pueden negar que las
cirugías no urgentes (electivas) estaban siendo canceladas por estos
mismos controladores de la atención médica?
¿Puede
alguien negar sinceramente que Pfizer ocultó el estudio de
biodistribución previo al lanzamiento de la vacuna y que fue
necesaria una demanda de libertad de información (Freedom
of Information Act, FOIA) para
hacerlo público? Este estudio de biodistribución
indicaba claramente que los CDC y otros promotores de la "vacuna"
COVID-19 mintieron sobre la permanencia del nanotransportador
lipídico en el lugar de la inyección. ¿Alguno
de los críticos o controladores de la información niega que todos
estos fabricantes de "vacunas" han sido demandados
colectivamente en el pasado por más de 10.000 millones de dólares
por fraude y graves violaciones de las normas de seguridad en la
fabricación? Todo eso está registrado.
Además
¿alguien puede negar que los
CDC siguen
recibiendo millones en beneficios por desarrollar y luego promocionar
vacunas? Otras burocracias sanitarias gubernamentales
también obtienen enormes beneficios de dicha promoción de
inyectables (vacunas). El senador Rand Paul presentó
recientemente pruebas, al interrogar a Anthony Fauci,
de que, entre 2010 y 2016, los Institutos Nacionales de Salud
recibieron 27.000 pagos de regalías de empresas farmacéuticas,
repartidos entre 1.800 de sus empleados, por valor de 193 millones de
dólares (https://www.youtube.com/watch?v=3ICBBK-d-C0
). Eso compra muchísima influencia, al tiempo que silencia las
opiniones contrarias con respecto a esos inyectables.
Algunas de las otras
preguntas críticas que deben plantearse son las siguientes: sabiendo
que la trombosis y la embolia son complicaciones importantes de estas
inyecciones genéticas, ¿por qué, incluso
en esta fecha tan tardía, los CDC, los departamentos de salud
pública o las sociedades médicas nunca han siquiera recomendado,
que todas las personas inyectadas con la "vacuna", se
sometan a la prueba del dímero D para detectar la presencia de
trombos (principalmente microtrombos)? Con la evidencia
convincente de que con estas inyecciones vemos un progresivo desgaste
de las células inmunes innatas de la persona ¿por
qué no se incluye esta información en el consentimiento informado
cuando una persona va a recibir su inyección? Por
supuesto, tenemos poco o
ningún consentimiento informado
con cualquiera de estas inyecciones. Sólo se nos dice que
son "seguras" y "eficaces", cuando hay pruebas
contundentes de lo contrario. ¿Por qué no
se dice a los médicos que hagan estudios del número de células
inmunitarias innatas en sus pacientes vacunados a los 4-6 meses
después de la inyección, especialmente en aquellos que sufren
infecciones recurrentes por COVID y otras infecciones, como neumonía
bacteriana?
Conozco personalmente el caso de un
anciano que recibió las dos inyecciones iniciales de la COVID-19.
Poco después sufrió una recurrencia de la infección. Poco después,
sufrió neumonía bacteriana recurrente 4 veces, en un corto periodo
de tiempo. Sus médicos estaban desconcertados. Les sugerí que se
hicieran los estudios de inmunidad innata, que demostraron una grave
deficiencia en el número de linfocitos. Una vez corregidos estos
bajos niveles de linfocitos, no volvió a experimentar
infecciones.
Además ¿por qué
seguimos tratando esto como si continuara la pandemia, cuando ya no
cumple, en modo alguno, tales criterios? El virus
original, el SARS-CoV-2, a todos los efectos ya no existe y no hay
absolutamente ninguna prueba creíble de que las vacunas protejan
contra la variante ómicron. Los niveles de anticuerpos no son una
medida adecuada de inmunidad. Si las vacunas protegen ¿por
qué un número tan elevado de pacientes vacunados contraen la
variante ómicron? Además ¿se
nos dice ahora que los vacunados deben llevar mascarilla porque
siguen transmitiendo el virus? ¿No
era ese el objetivo de la vacuna?
Si nos
remontamos más atrás ¿por qué los CDC
ordenaron a los laboratorios de EEUU que fijaran sus ciclos de
reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en 42 ciclos, cuando el
desarrollador de la prueba declaró enfáticamente que todo lo que
superara los 30 ciclos tenía una tasa de falsos positivos de más
del 90%? Además ¿por qué se
ordenó a los médicos que pusieran un diagnóstico de COVID-19 en
los certificados de defunción como causa principal de la muerte,
sólo porque la persona diera positivo durante el mes anterior al
fallecimiento e incluso cuando el médico no hizo ninguna prueba?
¿Por qué los casos de muerte violenta,
incluyendo asesinatos, accidentes de coche y suicidios, se firmaban,
en los certificados de defunción, como muertes por COVID-19 por
orden de cargos políticos en muchos Estados? Hay que
tener en cuenta que todas estas pruebas de PCR, la principal prueba
que se estaba realizando, se llevaron a cabo con un número de ciclos
que aseguraba que la gran mayoría serían falsos positivos.
¿Por
qué los medios de comunicación, las burocracias médicas y las
sociedades médicas han ignorado las muertes por desesperación y la
devastación psicosocial que el confinamiento y otras restricciones
han tenido, especialmente entre los miembros más jóvenes de nuestra
sociedad? ¿Por qué se ignora
toda esta devastación de nuestra economía, nuestra estructura
social, nuestro bienestar psicológico y nuestro futuro, como si
todos estos acontecimientos no hubieran ocurrido? Todo por
un virus, el SARSCoV-2, que para más del 95% de la población no era
más mortal que una infección gripal de leve a moderada. La variante
ómicron no es más virulenta que un virus del resfriado común para
la gran mayoría de la población. Los individuos frágiles con
múltiples enfermedades comórbidas, especialmente en el final de la
vida, corren un gran riesgo, pero esto también es cierto para
múltiples microorganismos poco virulentos.
Una de las
manipulaciones más evidentes la percibí muy pronto: ¿dónde
estaban todas las hospitalizaciones y muertes por gripe?
Era como si la gripe hubiera desaparecido en 2020. Se nos ha dicho
sin cesar que cada año más de 400.000 personas son ingresadas en
hospitales con un diagnóstico de gripe y una media de 38.000 mueren
(otra manipulación de la verdad por parte de los CDC) cada año
infectados de gripe. ¿Dónde han ido a
parar estas personas? Cuando por fin se formuló la
pregunta, la respuesta desafió al sentido común y a toda la
ciencia. Se nos dijo que la gripe había desaparecido porque mucha
gente llevaba mascarillas. Esta estratagema funcionó con aquellos
que no eran conscientes de que se habían realizado muchos estudios,
en temporadas de gripe anteriores, en los que se utilizaban
mascarillas increíblemente estrictas, incluso durante el sueño[6-8].
Estos estudios no
demostraron efectos significativos del uso de mascarillas en la
incidencia, propagación u hospitalización de la gripe. Todo
era mentira: los casos de gripe se diagnosticaban como casos de
COVID-19. ¿Cómo lo sé? Porque el
propio CDC admitió que la prueba PCR, la única que se realizaba en
aquel momento, no podía distinguir entre el virus de la gripe y el
de la COVID-19.
También sabemos que la prueba PCR no puede
distinguir entre un virus vivo y uno muerto y no puede distinguir
entre el coronavirus del resfriado común y el coronavirus
SARS-Co-V-2. Toda esta
información vital fue ocultada
al público por las
autoridades médicas,
las sociedades médicas
y los medios de
comunicación.
Otra pregunta vital que
debemos hacernos es la siguiente: ¿la élite
política que hace los edictos opresivos cree realmente lo que le
está diciendo al público? Cuando la gobernadora de
Michigan, Gretchen Whitmer, fue descubierta asistiendo
a una fiesta con ●numerosos
invitados, ●sin
mascarilla,
●todos
sentados alrededor de una gran mesa,
●hombro
con hombro, ●riendo
a carcajadas, ●hablando
en voz alta (todas las cosas que nos dijeron eran
de alto riesgo para la propagación del virus), debería haber sido
una llamada de atención de que estos diseñadores de las medidas
draconianas de confinamiento, de ninguna manera creían que las
mascarillas eran necesarias y ciertamente no que no lo eran el
"distanciamiento social" o "encerrarse en un sitio"
[2]. Estaban en esencia riéndose del público por creer tales
tonterías. El gobernador Newsom fue descubierto haciendo lo mismo
con sus amigos de la élite política, mientras que toda California
estaba siendo obligada a un confinamiento inflexible en sus hogares
[10].
Como si esto no fuera suficientemente malo, incluso
después de que fueron presentados así al público. estos
gobernadores continuaron sus edictos draconianos, que resultaron en
la ●destrucción
de numerosas empresas,
●daño
psicológico a los niños,
así
como ●a
los adultos,
un ●aumento
en las tasas de suicidio
y de ●consumo
de drogas adictivas y
●privando
a los niños de su
educación. Se ●cerraron
muchas iglesias, se
●redujo
drásticamente la asistencia a funerales
y se ●arruinaron
bodas. Los seres queridos
internados en residencias de ancianos y en muchos hospitales
●murieron
en soledad, completamente
separados de sus familiares y amigos. Ninguna de estas
normas destructivas parecía aplicarse a la élite
compinchada.
Luego tenemos el tema de las autopsias, como
se discute en mi documento. ¿Por qué se
hicieron tan pocas autopsias y por qué las autoridades médicas
esperaron tanto tiempo para iniciarlas? Su excusa era que
los patólogos tenían miedo de contraer la infección del fallecido.
Numerosos patólogos de todos los países publicaron artículos
denunciando esa tontería. ¿Qué temían
encontrar los controladores de la verdad? Desde el punto
de vista de Fauci y de los fabricantes farmacéuticos de estas
inyecciones mortales es bastante obvio por qué no querrían que se
hicieran autopsias. Las autopsias mostrarían, como finalmente
hicieron, que muchos de los muertos no murieron de la infección en
sí, sino más bien de sus enfermedades comórbidas y de su extrema
edad. ¿Alguno de los críticos tiene otra
explicación o simplemente niega la realidad de lo que ocurrió?
La negación de la realidad parece ser una táctica común de los
manipuladores de la verdad.
¿Cómo
puede alguien explicar la declaración de Fauci de que no era
necesario hacer autopsias a los que morían por complicaciones
causadas por las vacunas? Las autopsias serían, sin duda,
una parte crítica del seguimiento posterior a la inyección, de
tales muertes. Ciertamente, querríamos saber por qué murieron esas
personas y qué daños patológicos estaban provocando esas
inyecciones en otros órganos y tejidos. La información más
importante que querríamos conocer es qué efectos tienen los
nanotransportadores lipídicos y las proteínas espiga productoras de
ARNm en los órganos y, especialmente, cuál es el grado de daño y
el destino de las proteínas de espiga producidas masivamente por la
"vacuna". Y ¿qué efectos tienen
estas proteínas en los tejidos y órganos, especialmente en el
cerebro? Ahora tenemos algunas pruebas de que en un número
limitado de autopsias, realizadas en fallecidos vacunados, realizadas
por el Dr. Sucharit Bhakdi y el patólogo alemán Dr. Arne Burkhardt,
parece existir una inflamación extendida por todos los vasos
sanguíneos, el corazón, los riñones, el hígado y muchos otros
órganos de los autopsiados. También sabemos ahora que las proteínas
espiga de las vacunas se producen en cantidades mucho mayores que en
cualquier infección natural de COVID-19 y esto continúa durante al
menos 2 meses después de la inyección (por el momento en que se
terminó el estudio) [ 14 ].
Todos deberíamos
estar preocupados por las interminables mentiras sobre las
consecuencias de la miocarditis/pericarditis inducida por la "vacuna"
en varones jóvenes. Un estudio reciente demostró que, aunque el
niño parece recuperarse de la miocarditis, los escáneres especiales
demostraron daños permanentes en el músculo cardíaco [13]. Varios
cardiólogos han afirmado que estos jóvenes podrían correr el
riesgo de sufrir más problemas cardíacos en el futuro, lo que está
respaldado por la ciencia real y la experiencia clínica. Se
necesitan estudios a largo plazo para evaluar realmente los efectos
de estos casos de daño cardíaco inducido por la vacuna [9]. Existe
una posibilidad real, según algunos cardiólogos, de que dicho daño
pueda incluir años más tarde insuficiencia cardíaca progresiva,
arritmias y una reducción impuesta de la actividad física.
¿Por
qué mentían los obstetras al decir a las mujeres embarazadas que la
vacuna era segura para ellas durante el embarazo, cuando los propios
fabricantes afirmaban en sus folletos que no se había realizado
ningún estudio sobre la seguridad para la madre o el niño cuando se
lanzaron las "vacunas"? Al menos un supuesto
estudio de seguridad realizado, después de que muchas mujeres
embarazadas ya hubieran sido inyectadas, demostró estar altamente
manipulado para mostrar seguridad [15].
¿Alguno
de ustedes, críticos, niega que la FDA pidió a los tribunales
ocultar los datos de los estudios de "seguridad",
realizados antes de la aprobación de la autorización de uso de
emergencia, primero durante 55 años y luego durante 75 años?
[4] ¿Puede alguno de ustedes, defensores de
esta "vacuna", proporcionar una defensa racional de tal
petición, que no sea ocultar lo que ahora está siendo encontrado
por un gran número de abogados que examinan esos documentos
recientemente publicados: fraude extenso en los estudios de seguridad
previos a la publicación?
[3, 17] ¿Por qué no ha habido estudios a
largo plazo o incluso planes para hacer estudios a largo plazo en los
millones de personas que ya han sido inyectadas? ¿Por
qué no hay planes para hacer estudios a largo plazo en todos los
bebés nacidos de madres inyectadas? Y ¿por
qué Fauci y compañía presionan para vacunar a bebés de 6 meses y
niños pequeños, cuando su riesgo de muerte por la
variante actual del virus es tan pequeño estadísticamente que es
casi cero? El senador Rand Paul no pudo, a pesar de
todos sus esfuerzos, obligar a Fauci a admitir el peligro extremo de
esta política mortífera, a pesar de la abrumadora evidencia.
Hay
tantas preguntas sin respuesta que uno podría escribir un largo
artículo sólo enumerando las preguntas. Los críticos de mi
artículo COVID Update no sólo no quieren estas
respuestas, sino que quieren que todos esos datos embarazosos se
oculten para siempre.
Concluyo con otra gran cita. Esta de
Mark Twain. "Es más fácil engañar a
alguien que convencerle de que ha sido engañado".
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