F. William Engdahl, “El plan Rockefeller”, extraído del libro “Semillas de Destrucción. La Agenda Oculta de la Manipulación Genética” (Global Research, 2007)

 

F. William Engdahl, The Rockefeller Plan, excerpted from the book Seeds of Destruction. The Hidden Agenda of Genetic Manipulation (Global Research, 2007)

https://thirdworldtraveler.com/Engdahl_F_William/Rockefeller_Plan_SOD.html

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A principios de la década de 1970, desgarrada por la crisis, ciertas personas influyentes dentro del establishment estadounidense habían decidido claramente que era necesario un cambio drástico en la dirección de la política global estadounidense.

Las personas más influyentes fueron David y Nelson Rockefeller, así como el grupo de figuras políticas y empresariales influyentes en torno a la familia Rockefeller. El centro de poder de la familia era una organización exclusiva, creada después de la Primera Guerra Mundial: el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York.

En la década de 1960 los Rockefeller estaban en el centro del poder del establishment estadounidense. La familia y sus diversas fundaciones dominaron los centros de estudios, el mundo académico, el gobierno y las empresas privadas en la década de 1960, de una manera que ninguna otra familia en la historia de Estados Unidos había logrado hacerlo entonces. El Secretario de Estado Henry Kissinger era su protegido y había sido cuidadosamente reclutado en Harvard, a finales de los años cincuenta, para trabajar en un nuevo proyecto de la Fundación Rockefeller.

Una respuesta de los círculos internos del establishment estadounidense a la crisis de la hegemonía estadounidense de finales de los años 1960 fue la decisión de crear un nuevo centro para rapiñar el botín económico global, invitando por primera vez a Japón al "club de los hombres ricos".

En 1973, tras una reunión de unos 300 amigos influyentes y cuidadosamente seleccionados de los hermanos Rockefeller, de Europa, América del Norte y Japón, David Rockefeller amplió la influencia de sus amigos del establishment y fundó un nuevo y poderoso círculo político global, la Comisión Trilateral. El 'triángulo' incluía a América del Norte, Europa y ahora Japón.

Entre los miembros fundadores de la Comisión Trilateral de David Rockefeller en 1973 se encontraban Zbigniew Brzezinski y el gobernador de Georgia y productor de maní, James Earl "Jimmy" Carter, junto con George H.W. Bush, Paul Volcker, nombrado posteriormente por el presidente Jimmy Carter presidente de la Reserva Federal, y Alan Greenspan, entonces banquero de inversiones de Wall Street.

…Brzezinski acababa de escribir un libro en el que proponía la idea de consolidar la influencia corporativa y bancaria estadounidense en todo el mundo, a través de una serie de reuniones políticas periódicas, a puertas cerradas, entre las elites empresariales selectas de Europa, América del Norte y Japón.

Sus opiniones personales no eran exactamente las propias de la democracia y la libertad tradicionales estadounidenses. En este libro poco conocido, Between Two Ages: America's Role in the Technetronic Era, publicado en 1970, Brzezinski se refirió a las voces políticas importantes en los Estados Unidos como "la élite gobernante", afirmando sin rodeos que "la sociedad estaría dominada por una élite... [que] no dudaría en lograr sus fines políticos utilizando las últimas técnicas modernas para influir en el comportamiento público y mantener a la sociedad bajo estrecha vigilancia y control".

Brzezinski fue elegido por David Rockefeller para ser el primer Director Ejecutivo de la Comisión Trilateral.

La Comisión Trilateral, una organización de élite privada, sentó las bases de una nueva estrategia global para una red de élites internacionales interconectadas, muchas de ellas socias comerciales de los Rockefeller, cuyo peso financiero, económico y político combinado era incomparable. Su ambición era crear lo que el miembro de la Trilateral George H.W. Bush denominó más tarde un "nuevo orden mundial", construido sobre los diseños de Rockefeller e intereses de magnates afines. El grupo Trilateral sentó las bases de lo que en la década de 1990 llegó a llamarse "globalización".

Uno de los primeros documentos políticos publicados por la Comisión Trilateral de David Rockefeller fue redactado por el profesor de Harvard Samuel Huntington, la persona que redactó una controvertida tesis sobre el "Choque de civilizaciones" a mediados de los años 1990, que sentó las bases para la posterior administración Bush mediante la guerra y y el terror.

El informe Huntington de 1975 se tituló "La crisis de la democracia".

Para los asociados del establishment de Huntington y David Rockefeller en la Comisión Trilateral, la "crisis", sin embargo, fue el hecho de que cientos de miles de ciudadanos estadounidenses comunes y corrientes habían comenzado a protestar contra las políticas de su gobierno. Estados Unidos, o al menos su élite de poder, estaba amenazado. Huntington lo interpretó por un "exceso de democracia." Los "nativos" rebeldes claramente se estaban volviendo demasiado "inquietos" para los círculos de élite del establishment en torno a Huntington y David Rockefeller. Huntington continuó advirtiendo: "El funcionamiento efectivo de un sistema político democrático generalmente requiere cierto grado de apatía y falta de participación por parte de algunos individuos y grupos... el secreto y el engaño... son... atributos ineludibles del. .. gobierno." La naturaleza poco confiable de los gobiernos democráticos, sujetos a las presiones de un estado de ánimo popular impredecible, demostró a estos círculos, agrupados en torno a Huntington y la Comisión Trilateral, la conveniencia de privatizar las empresas públicas y desregular la industria. El movimiento para desregular y privatizar los servicios gubernamentales comenzó, en realidad, bajo el presidente Jimmy Carter, un candidato cuidadosamente elegido por David Rockefeller y miembro fundador de la Comisión Trilateral.

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El dominio del comercio agrícola mundial iba a ser uno de los pilares centrales de la política de Washington en la posguerra, junto con el dominio de los mercados petroleros mundiales y la ayuda militar a Estados no comunistas de todo el mundo. Según se informa, Henry Kissinger declaró a un periodista en ese momento: "Si controlas el petróleo, controlas las naciones. Si controlas los alimentos, controlas a las personas".

A principios de los años 1970, Washington, o más exactamente círculos privados muy poderosos, incluida la familia Rockefeller, estaban a punto de intentar controlar ambos, en un proceso cuyo alcance sobrecogedor fue quizás su mejor engaño.

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El 95 por ciento de todas las reservas de cereales del mundo en 1974 estaban bajo el control de seis corporaciones multinacionales de agronegocios: Cargill Grain Company, Continental Grain Company, Cook Industries Inc., Dreyfus, Bunge Company y Archer-Daniel Midland. Todas ellas eran empresas con sede en Estados Unidos.

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El vicepresidente de Asuntos Públicos de Cargill, William Pearce, estuvo en el Comité de Desarrollo Económico del presidente Nixon en 1974 y allí desarrolló la política agrícola interna de Estados Unidos. Su objetivo era eliminar el "exceso de recursos humanos" (sic) de la agricultura estadounidense, llevar a la quiebra a cientos de miles de agricultores familiares para dejar espacio a una vasta agricultura agroindustrial.

La estrategia de Pearce, adoptada por la Administración Nixon... Europa, Japón y otros países industrializados debería renunciar a su apoyo a la autosuficiencia agrícola interna y abrir el camino para que Estados Unidos se convirtiera en el granero mundial e hiciera posible el uso más "racional" de los recursos mundiales. Cualquier otra cosa era evidentemente "ineficiente".

Washington utilizaría el clásico argumento británico del "libre comercio", en marcha desde la derogación de las Leyes del Maíz en 1846, donde la potencia económica y comercial dominante se beneficia al forzar la eliminación de la protección comercial de los competidores más débiles.
La estrategia de Cargill fue dar forma a la política comercial estadounidense durante las siguientes tres décadas y desempeñar un papel decisivo en la capacidad de un puñado de gigantescas corporaciones agroquímicas estadounidenses para apoderarse del mercado mundial de semillas y pesticidas, con sus plantas transgénicas.

Para convertirse en el productor agrícola más eficiente del mundo... la agricultura familiar tradicional estadounidense debe dar paso a una gran revolución en la producción. La granja familiar se convertirá en la "granja industrial" y la agricultura se convertirá en "agroindustria"... La agricultura estadounidense tendrá que convertirse en una industria exportadora eficiente, eliminando gradualmente los programas agrícolas nacionales, diseñados para proteger los ingresos agrícolas, y pasar a una agricultura orientada al "libre mercado". Este enfoque fue ampliamente apoyado por las corporaciones de agronegocios, los grandes bancos de Nueva York y las firmas de inversión, que vieron a los agronegocios emergentes como un grupo potencial de nuevos "valores calientes" para Wall Street. La agroindustria se convirtió en la piedra angular de la política agrícola de la administración Nixon.

Los gigantes del agronegocio y del comercio internacional, como Cargill y Archer Daniels Midland (ADM), establecieron las prioridades de la política agrícola estadounidense. La idea de la autosuficiencia alimentaria de Estados Unidos fue reemplazada por un lema simple: lo que es bueno para Cargill y las empresas comercializadoras de exportación de granos era "bueno para la agricultura estadounidense"... Los países del Tercer Mundo deberían dejar de intentar ser autosuficientes en términos de trigo, arroz y otros cereales o carne de vacuno y centrarse en cambio en frutas pequeñas, azúcar o verduras. Deberían importar los cereales y otras materias primas estadounidenses más eficientes, naturalmente enviados por Cargill a precios controlados por Cargill, pagándolos con la exportación de frutas y verduras. Además también perderían la autosuficiencia alimentaria. Esto iba a proporcionar una herramienta mucho más potente contra los países en desarrollo durante las próximas tres décadas: el control de sus alimentos.

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Las granjas altamente mecanizadas, con grandes superficies, pueden producir unidades de alimentos más baratas que incluso los agricultores peor pagados del Tercer Mundo. Cuando estos alimentos baratos se venden o se entregan al Tercer Mundo, la economía agrícola local queda destruida. Si a los pobres y desempleados del Tercer Mundo se les diera acceso a la tierra, acceso a herramientas industriales y protección contra importaciones baratas, podrían plantar cultivos ricos en proteínas y calorías y volverse autosuficientes en alimentos. Recuperar sus tierras y utilizar a los desempleados no les costaría casi nada a estas sociedades, las alimentaría bien y ahorraría mucho más dinero del que pagan ahora por los llamados alimentos importados "baratos".

Economista J.W.Smith

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La Administración Nixon inició el proceso de destrucción de la producción interna de alimentos de los países en desarrollo, como el primer disparo de una guerra no declarada para crear un nuevo y vasto mercado global para las exportaciones "eficientes" de alimentos estadounidenses. Nixon también utilizó el régimen comercial de posguerra, conocido como Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (General Agreement on Tariffs and Trade, GATT) para impulsar esta nueva agenda global de exportaciones de agronegocios.

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El NSSM 200 [National Security Study Memorandum 200] redactado por Henry Kissinger se basó en un memorando clasificado enviado por Kissinger a funcionarios selectos del gabinete de la Administración Nixon, en 1974, titulado Implications of Worldwide Population Growth for U.S. Security and Overseas Interests (Implicaciones del crecimiento demográfico mundial para la seguridad y los intereses de EEUU en ultramar). Henry Kissinger sabía que si se revelaba que el gobierno de Estados Unidos estaba promoviendo activamente la reducción de la población, en los países en desarrollo ricos en materias primas, Washington sería acusado de ambiciones imperialistas, genocidio y cosas peores.

...Mientras abogaba por reducir el crecimiento de la población mundial en 500 millones de personas para el año 2000, Kissinger señaló en otra parte de su informe que el problema demográfico ya estaba causando 10 millones de muertes al año. En resumen, abogó por duplicar la tasa de mortalidad hasta al menos 20 millones, en nombre de abordar el problema de las muertes por falta de alimentos suficientes. Se haría creer al público que la nueva política, al menos lo que se haría público, era positiva. En la definición estricta de la Convención de la ONU de 1948 fue un genocidio.

Kissinger continuó sugiriendo los tipos de medidas coercitivas que ahora imaginaba la elite política estadounidense. Declaró sin rodeos que la ayuda alimentaria debería considerarse "una herramienta de poder nacional". Luego, en un duro comentario, sugirió que Estados Unidos racionaría su ayuda alimentaria para "ayudar a las personas que no pueden o no quieren controlar el crecimiento de su población". Esterilizar o morir de hambre... No era de extrañar que el documento estuviera clasificado como "Alto Secreto".

NSSM 200 fue notable en muchos aspectos. Por primera vez convirtió la despoblación en países extranjeros en desarrollo en una prioridad estratégica de seguridad nacional explícita, aunque secreta, del gobierno de los Estados Unidos. Esbozaba lo que se convertiría en una estrategia para promover el control de la fertilidad, bajo la rúbrica "planificación familiar", y vinculaba la cuestión del crecimiento demográfico con la disponibilidad de minerales estratégicos. Sin embargo uno de los aspectos más significativos del NSSM 200 fue que reflejaba una tendencia emergente consensuada por algunas de las familias más ricas de Estados Unidos, su establishment más influyente.

Kissinger era, en efecto, un trabajador contratado dentro del Gobierno, pero no contratado por un simple Presidente de los Estados Unidos. Fue contratado para actuar y negociar en nombre de la familia más poderosa dentro del establishment estadounidense de posguerra en ese momento: los Rockefeller.

…El plan secreto de Kissinger se puso en práctica de inmediato. Los trece países prioritarios para la reducción de la población iban a sufrir cambios drásticos en sus asuntos durante los siguientes treinta años. La mayoría ni siquiera se daría cuenta de lo que estaba sucediendo. Brasil fue uno de los ejemplos más claramente documentados de NSSM 200. A finales de la década de 1980, casi 14 años después de la implementación de NSSM 200, el Ministerio de Salud de Brasil comenzó a investigar informes de esterilización masiva de mujeres brasileñas.

…El gobierno brasileño se sorprendió al descubrir que aproximadamente el 44% de todas las mujeres brasileñas de entre 14 y 55 años habían sido esterilizadas permanentemente. La mayoría de las mujeres mayores habían sido esterilizadas cuando comenzó el programa, a mediados de los años 1970. El Gobierno descubrió que las esterilizaciones habían sido llevadas a cabo por una variedad de diferentes organizaciones y agencias, algunas de ellas brasileñas. Entre ellas se encontraban la Federación Internacional de Planificación de la Familia, el Fondo Pathfinder de los Estados Unidos, la Asociación para la Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria y Family Health International; todos ellos programas bajo los auspicios y la orientación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

En 1989 el gobierno brasileño, que inicialmente había sido convencido de cooperar en aras del crecimiento económico y el alivio de la pobreza, protestó ante la USAID, porque los programas de esterilización se habían vuelto "abrumadores e innecesarios". Según algunos informes, en el marco del programa hasta el 90% de todas las mujeres brasileñas de ascendencia africana habían sido esterilizadas.

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John D. Rockefeller III convirtió a Puerto Rico en un enorme laboratorio para probar sus ideas sobre el control masivo de la población, a partir de los años cincuenta. Para 1965 se estimaba que el 35% de las mujeres puertorriqueñas en edad fértil habían sido esterilizadas permanentemente, según un estudio realizado ese año por el Departamento de Salud Pública de la isla. El Consejo de Población de Rockefeller y el Departamento de Educación para la Salud y Bienestar del Gobierno de Estados Unidos, donde su hermano Nelson era subsecretario, organizaron la campaña de esterilización. Utilizaron el argumento espurio de que protegería la salud de las mujeres y estabilizaría los ingresos si hubiera menos bocas que alimentar.

Se animaba a las mujeres puertorriqueñas pobres a dar a luz en nuevos hospitales construidos en Estados Unidos, donde los médicos tenían órdenes de esterilizar a las madres que habían dado a luz a dos niños, atándoles las trompas, generalmente sin el consentimiento de las madres. En 1965 Puerto Rico era líder mundial en al menos una categoría. Tenía el porcentaje más alto de mujeres esterilizadas del mundo.

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Para la mayoría de los estadounidenses y para la mayor parte del mundo, la idea de que los principales círculos políticos del gobierno de los Estados Unidos, actuando a instancias de algunas de sus familias más ricas y de sus universidades más influyentes, promovían deliberadamente la esterilización encubierta masiva de grupos enteros de población era demasiado descabellada para aceptarla.

Pocos se dieron cuenta de que individuos con nombres como Rockefeller, Harriman, el banquero J.P. Morgan Jr., Mary Duke Biddle (The American Tobacco Company), Cleveland Dodge, John Harvey Kellogg, de los famosos cereales para el desayuno, Clarence Gamble, de Proctor & Gamble… estaban financiando silenciosamente la eugenesia como miembros de la Sociedad Americana de Eugenesia. También habían estado financiando experimentos de esterilización forzada de "personas inferiores" y diversas formas de control demográfico ya en la Primera Guerra Mundial. Sus homólogos en la Sociedad Inglesa de Eugenesia de aquella época incluían al Ministro de Hacienda británico, Winston Churchill, al economista John Maynard Keynes, Arthur Lord Balfour y Julian Huxley.

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Las políticas de población y alimentarias mencionadas del gobierno de los Estados Unidos, a principios de los años 1970, emanaron de los pasillos de la Fundación Rockefeller, de su Consejo de Población, del Fondo de los Hermanos Rockefeller y de un puñado de fundaciones privadas igualmente bien dotadas, como la Fundación Ford y la Fundación Carnegie. La verdadera historia de esas organizaciones fue cuidadosamente enterrada detrás de una fachada de filantropía. En realidad estas fundaciones exentas de impuestos sirvieron como vehículos para el avance y la dominación de poderosas familias de la élite, a expensas del bienestar de la mayoría de los ciudadanos estadounidenses y de la mayor parte de la humanidad.

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En 1913 se recomendó al fundador de Standard Oil Trust, John D. Rockefeller Sr., que ocultara su riqueza detrás de una fundación exenta de impuestos. Ese año el Congreso había aprobado el primer impuesto federal sobre la renta y la familia Rockefeller y otros estadounidenses ricos, como el magnate del acero Andrew Carnegie, estaban furiosos por lo que consideraban un robo ilegal de ganancias justamente obtenidas.

...Desde sus inicios, la Fundación Rockefeller se centró en sacrificar al rebaño o reducir sistemáticamente las poblaciones de razas "inferiores". Una de las primeras subvenciones de la Fundación Rockefeller fue para el Consejo de Investigación de Ciencias Sociales, que estudiaba técnicas de control de la natalidad (1923).

...Uno de los primeros proyectos filantrópicos emprendidos por la Fundación Rockefeller en la década de 1920 fue financiar la Sociedad Estadounidense de Eugenesia.

...En la década de 1920 Rockefeller, Carnegie y otros estadounidenses inmensamente ricos abrazaron una noción malthusiana de lo que llegó a llamarse "darwinismo social", que justificaba su acumulación de vastas fortunas con el argumento de que era una especie de prueba divina de sus rasgos de supervivencia como especies superiores, frente a los mortales menos afortunados.
Un importante proyecto relacionado de la Fundación Rockefeller en la década de 1920 fue la financiación de la Federación Estadounidense de Planificación de la Familia de Margaret Sanger, inicialmente conocida como la Liga Estadounidense de Control de la Natalidad, una asociación racista que promovía la eugenesia en forma de control demográfico y esterilización forzada, bajo el pretexto de una política racional de "planificación familiar". Sanger escribió: El control de la natalidad es, por lo tanto, la puerta de entrada para el educador eugenésico... el desequilibrio entre la tasa de natalidad de los 'no aptos' y los 'aptos' es, sin duda, la mayor amenaza actual para la civilización.

Sanger, retratada como una mujer desinteresada y caritativa, era en realidad una eugenista comprometida, una supremacista racial absoluta, que siguió siendo íntima de la familia Rockefeller hasta su muerte. Criticó a las "clases inferiores" y estaba obsesionada con "cómo limitar y desalentar la sobrefertilidad de los deficientes físicos y mentales".

... En su libro de 1922, The Pivot of Civilization, en el que, entre otras propuestas, defiende la idea de licencias de paternidad, según la cual a nadie se le permitiría tener un hijo a menos que primero obtuviera un permiso de paternidad aprobado por el gobierno, Sanger escribió: "El control de la natalidad... es realmente el mayor y más verdaderamente eugenésico programa y su adopción como parte del programa de eugenesia daría inmediatamente un poder concreto y realista a esa ciencia... como el medio más constructivo y necesario para la salud racial." Margaret Sanger fue apreciada en los círculos internacionales a causa de su celo por el control de la población. En 1933, el jefe de la Asociación de Médicos Nazis, Reichsärzteführer Dr. Gerhard Wagner, elogió a Sanger por sus estrictas políticas raciales y pedía a sus compatriotas alemanes que siguieran su modelo.

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En 1904 el Instituto Carnegie (fundado por Andrew Carnegie) había creado su principal laboratorio en Cold Spring Harbor, la Oficina de Registro de Eugenesia en Long Island, en las afueras de la ciudad de Nueva York, donde se reunían millones de fichas sobre los linajes de los estadounidenses comunes y corrientes para planificar la posible eliminación de linajes enteros considerados inferiores. El terreno para el instituto fue donado por el magnate ferroviario E. H. Harriman, un firme partidario de la eugenesia. Esto fue eugenesia al estilo de la élite estadounidense. Naturalmente si el ideal era los tipos nórdicos altos, rubios y de ojos azules, eso significaba que los asiáticos, indios, negros, hispanos y otros de piel oscura, incluidos los enfermos y retrasados, eran considerados inferiores según el objetivo de la eugenesia de llegar a ser "la mejor raza".

El objetivo del proyecto de las fichas era mapear los linajes inferiores y someterlos a segregación y esterilización de por vida para "eliminar sus linajes". Los patrocinadores querían eliminar a aquellos que consideraban "no aptos".

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Uno de los contribuyentes financieros más grandes e importantes para varios proyectos de eugenesia pronto fue la Fundación Rockefeller. Invirtió cientos de miles de dólares en diversos proyectos de eugenesia y población, desde la Sociedad Estadounidense de Eugenesia hasta el Cold Spring Harbor Laboratory y la Asociación Estadounidense de Ganaderos.

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En 1927, en Buck vs. Bell, la Corte Suprema de Estados Unidos, en una decisión del juez Oliver Wendell Holmes, dictaminó que el programa de esterilización forzada del estado de Virginia era constitucional. En su decisión escrita Holmes escribió: "Es mejor para todo el mundo si, en lugar de esperar a ejecutar a los hijos degenerados a causa de sus delitos o dejarlos morir de hambre por su imbecilidad, la sociedad puede impedir que aquellos que son manifiestamente no aptos propaguen su especie".

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El dinero de la Fundación Rockefeller jugó un papel decisivo en la financiación de la eugenesia alemana durante la década de 1920. De 1922 a 1926 la Fundación Rockefeller donó, a través de su oficina de París, la asombrosa cantidad de 410.000 dólares de la época a un total de cientos de investigadores alemanes en eugenesia. En 1926 concedió la impresionante suma de 250.000 dólares para la creación del Instituto de Psiquiatría Kaiser Wilhelm de Berlín. Eso equivalía a unos 26 millones de dólares de 2004, una suma especialmente inaudita en una Alemania devastada por la hiperinflación de Weimar y la depresión económica. Durante la década de 1920 el dinero de la Fundación Rockefeller dominó y dirigió la investigación sobre la eugenesia alemana.

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En 1952 John D. Rockefeller III estaba listo para comenzar la obra más importante de su vida. Con 1.400.000 dólares de sus propios fondos, además del dinero de la Fundación Rockefeller, fundó el Population Council en Nueva York, para promover estudios sobre los peligros de la superpoblación.

...Durante los siguientes 25 años el Consejo de Población de Rockefeller gastaría la asombrosa cantidad de 173 millones de dólares en la reducción de la población a nivel mundial, estableciéndose como, con diferencia, la organización más influyente que promuevía la agenda de la eugenesia en el mundo.

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La dominación estadounidense del mundo después de 1945 se lograría a través de una nueva organización, las Naciones Unidas, incluidas las nuevas Instituciones de Bretton Woods, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).

…Bajo la bandera del "libre comercio" y la apertura de mercados cerrados en todo el mundo, las grandes empresas estadounidenses avanzarían en su agenda, forzando la apertura de nuevos mercados sin explotar para materias primas baratas, así como nuevas salidas para vender manufacturas estadounidenses después de la guerra.

…Después de la Segunda Guerra Mundial el poder global ya no se mediría en términos de control militar sobre territorios coloniales. Los imperios británico y europeos demostraron ser sistemas demasiado costosos e ineficientes. El poder se definiría directamente en términos económicos.

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En 1941, Standard Oil de Nueva Jersey, más tarde rebautizada como Exxon, era la compañía petrolera más grande del mundo. Controlaba el 84% del mercado petrolero estadounidense. Su banco era el Chase Bank y sus principales propietarios eran del grupo Rockefeller. Después de los Rockefeller, el siguiente mayor accionista de Standard Oil fue I.G. Farben, el enorme consorcio petroquímico de Alemania.

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Durante la Segunda Guerra Mundial el trabajo de Nelson Rockefeller sentó las bases para la vasta expansión de los intereses de la familia en la década de 1950. Impuso un concepto de defensa estadounidense en América Latina, que debía vincular a la élite militar de la región a las políticas estadounidenses durante la Guerra Fría, a menudo a través de dictadores militares despiadados que se beneficiaban del respaldo de la familia Rockefeller y aseguraban un trato favorable a sus intereses comerciales.

…Entre las operaciones encubiertas de mayor alcance llevadas a cabo por Nelson y su círculo en América Latina hacia el final de la Guerra, estuvo la de asegurar para los Estados Unidos la mayoría de votos de las naciones participantes en la fundación de las Naciones Unidas y, con ello, el control de facto por parte de Estados Unidos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial en 1944-45. Puso de manifiesto cómo la nueva élite internacional estadounidense impulsó a los gobiernos y a otros a adaptarse a su agenda. La ONU iba a ser su vehículo, tal como ellos la veían, envuelta en el ropaje de la democracia mundial.

…La estrategia política de los Rockefeller fue utilizar al bloque de naciones latinoamericanas para "obtener" el voto mayoritario en la ONU. El bloque latinoamericano representó diecinueve votos, frente a nueve de Europa. Como resultado, Washington y los poderosos intereses empresariales bancarios internacionales que dieron forma a su agenda de posguerra terminaron con un control decisivo del FMI, el Banco Mundial y las Naciones Unidas. La familia Rockefeller, extremadamente generosa, incluso donó el terreno para la sede de las nuevas Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York.

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El grupo Rockefeller ejerció una tremenda influencia en el Departamento de Estado. Todos los hombres que ocuparon el cargo de Secretario de Estado en los años críticos de la Guerra Fría, desde 1952 hasta el final de la presidencia de Jimmy Carter, en 1979, habían sido anteriormente figuras destacadas de la Fundación Rockefeller.

El Secretario de Estado de Eisenhower, John Foster Dulles, un abogado de Wall Street, fue presidente de la Fundación Rockefeller antes de llegar a Washington en 1952. El Secretario de Estado de John Kennedy y más tarde de Lyndon Johnson, Dean Rusk, dejó su trabajo como Presidente de la Fundación Rockefeller para venir a Washington en 1961. El asesor de Seguridad Nacional de Nixon y sucesor de Rusk en 1974 como Secretario de Estado, Henry Kissinger, también procedía del círculo íntimo de la Fundación Rockefeller. Además el Secretario de Estado de Jimmy Carter, Cyrus Vance, llegó a Washington procedente de su cargo de presidente de la Fundación Rockefeller.

... Dulles, Rusk, Vance y Kissinger defendieron los puntos de vista de los Rockefeller sobre la importancia de la actividad del sector privado en el gobierno y entendieron cómo los Rockefeller veían la agricultura y un producto básico como el petróleo, que podían controlarse y comercializarse como escasos o abundantes, dependiendo de los objetivos de política exterior de las pocas corporaciones que controlan su comercio.

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Lo que Nelson Rockefeller y otros importantes banqueros y empresarios estadounidenses estaban creando con la agricultura, en América Latina, era la fase inicial de lo que iba a ser una revolución en la producción mundial de alimentos. En el proceso se propusieron asumir el control de las necesidades básicas diarias de la mayoría de la población mundial.