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Los
siete personajes
El éxito de la
Conspiración de la Reserva Federal planteará muchas preguntas en
las mentes de los lectores que no estén familiarizados con la
historia de Estados Unidos y el capital financiero. ¿Cómo pudo la
alianza Kuhn, Loeb & Co
- Morgan, por poderosa que
fuera, creer que sería capaz, en primer lugar, de idear un plan que
pondría todo el dinero y el crédito del pueblo de los Estados
Unidos en sus manos y, en segundo lugar, de convertir tal plan en
ley?
La capacidad
de idear y ejecutar el "Plan de Reserva
Nacional", como se denominó el resultado inmediato
de la expedición a la isla Jekyll, estaba fácilmente
dentro de los poderes de la alianza Kuhn, Loeb-Morgan, según lo que
leemos en McClure's Magazine, agosto de 1911: "Los
siete hombres", de John Moody:
"Siete
hombres en Wall Street controlan ahora una gran parte de la industria
y los recursos fundamentales de los Estados Unidos. Tres de los siete
hombres, J.P. Morgan, James J. Hill y George
F. Baker, director del First
National Bank of New York, pertenecen al llamado
grupo Morgan; cuatro de ellos, John D.
Rockefeller y William Rockefeller, James Stillman,
director del National City Bank,
y Jacob H. Schiff, de la firma de banca Kuhn,
Loeb & Co, pertenecen al grupo llamado
Standard Oil - City
Bank... esta
coalición financiera extiende su control sobre los Estados Unidos...
El proceso no sólo es económicamente lógico; ahora es
prácticamente automático."
Así vemos
que el complot de 1910, para tomar el control del dinero y el crédito
del pueblo de Estados Unidos, fue planeado por hombres que ya
controlaban la mayoría de los recursos del país. A John Moody
le pareció "prácticamente automático" que debían
continuar con sus operaciones.
Lo que John Moody no sabía o no
les dijo a sus lectores, era que los hombres más poderosos de
Estados Unidos eran ellos mismos
responsables ante otra potencia, una potencia extranjera y
una potencia que había estado buscando firmemente extender su
control sobre la joven república de los Estados Unidos desde sus
inicios. Este poder era el poder financiero de Inglaterra, centrado
en la sucursal londinense de la Casa
Rothschild. El hecho es que en 1910 Estados Unidos
estaba a todos los efectos prácticos, gobernado desde Inglaterra y
así sigue siendo es hoy (1983).
Los diez mayores holdings
bancarios de Estados Unidos están firmemente en manos de
determinadas casas bancarias, todas las cuales tienen sucursales en
Londres. Se trata de J.P. Morgan Company,
Brown Brothers Harriman,
Warburg, Kuhn
Loeb y J. Henry Schroder.
Todos ellos mantienen estrechas relaciones con la Casa de Rothschild,
principalmente a través del control de los Rothschild sobre los
mercados monetarios internacionales, mediante su manipulación del
precio del oro. Cada día el precio mundial del oro se fija en la
oficina de Londres de N.M. Rothschild and
Company.
Aunque estas empresas son
aparentemente empresas estadounidenses, que simplemente mantienen
sucursales en Londres, el hecho es que estas casas bancarias en
realidad reciben su dirección desde Londres. Su historia es
fascinante y desconocida por el público estadounidense, ya que se
originó en el tráfico internacional de oro, esclavos, diamantes y
otros contrabando. No existen consideraciones morales en ninguna
decisión comercial tomada por estas empresas. Están interesados
únicamente en el dinero y el poder.
Historia del
establishment bancario estadounidense
Los turistas
de hoy miran boquiabiertos las magníficas mansiones de los muy ricos
en Newport, Rhode Island, sin darse cuenta de que estas "cabañas"
no sólo son un monumento a los deseos baroniales de nuestros
millonarios victorianos, sino que su construcción en Newport
representó una conmemoración nostálgica de las grandes fortunas
americanas, que tuvieron sus inicios en Newport cuando era la capital
del comercio de esclavos.
La trata de esclavos
tuvo, durante siglos, su sede en Venecia, hasta que en el siglo XVII
Gran Bretaña, la nueva dueña de los mares, utilizó su control de
los océanos para hacerse con un monopolio. A medida que los
británicos fueron ocupando las colonias de américa del norte, sus
colonos ferozmente independientes, la mayoría de los cuales
rechazaba la esclavitud, descubrió para su sorpresa que se enviaban
esclavos a nuestros puertos en grandes cantidades.
Durante
muchos años Newport fue la capital de este desagradable comercio.
William Ellery, el recaudador del puerto de Newport, dijo en
1791:
"…un etíope podría cambiar de piel tan
pronto como un comerciante de Newport pudiera ser inducido a cambiar
un comercio tan lucrativo... por las lentas ganancias de cualquier
fábrica".
John Quincy Adams comentó en su Diario,
página 459, "La antigua prosperidad de Newport se debió
principalmente a su importante comercio de esclavos
africanos".
La preeminencia de J.P.
Morgan y de la firma Brown
Brothers en las finanzas estadounidenses puede datarse
en el desarrollo de Baltimore como capital de la trata de esclavos en
el siglo XIX. Ambas firmas se originaron en Baltimore, abrieron
sucursales en Londres, quedaron bajo los auspicios de la Casa de
Rothschild y regresaron a los Estados Unidos para abrir sucursales en
Nueva York y convertirse en la potencia dominante, no sólo en las
finanzas, sino también en el gobierno.
En los últimos
años, puestos clave, como el de Secretario de Defensa, han sido
ocupados por Robert Lovett, socio de Brown
Brothers Harriman & Co., y Thomas S. Gates,
socio de Drexel and Company,
una filial de J.P. Morgan.
El actual vicepresidente [1981], George H.W. Bush, es hijo de
Prescott Bush, socio de Brown Brothers Harriman, durante
muchos años senador de Connecticut y organizador financiero de
Columbia Broadcasting System,
de la que también fue director durante muchos años.
George
Peabody y compañía
Para entender por qué estas
empresas operan como lo hacen, es necesario dar una breve historia de
sus orígenes. Pocos estadounidenses saben que J.P.
Morgan Company comenzó como George
Peabody and Company. George Peabody
(1795-1869), nacido en South Danvers, Massachusetts, comenzó su
actividad comercial en Georgetown, en 1814, como Peabody,
Riggs and Company, comercializando productos secos al
por mayor y operando el mercado de esclavos
de Georgetown. En 1815, para estar más cerca de su fuente
de suministro, se trasladaron a Baltimore, donde operaron como
Peabody and Riggs de 1815
a 1835. Peabody se vio cada vez más involucrado en negocios
originados en Londres y, en 1835, fundó la firma de George
Peabody and Company en Londres.
Penetró
con facilidad en los negocios de Londres a través de otra empresa de
Baltimore establecida en Liverpool, los Brown
Brothers. Alexander Brown llegó a Baltimore en 1801 y
estableció lo que ahora se conoce como la casa bancaria más antigua
de los Estados Unidos, que todavía opera como Brown
Brothers Harriman de Nueva York, Brown,
Shipley & Co. de Inglaterra y Alex
Brown and Son de Baltimore. El poder entre bastidores
ejercido por esta empresa queda de manifiesto por el hecho de que Sir
Montagu Norman, Gobernador del Banco de Inglaterra durante muchos
años, fue socio de Brown, Shipley &
Co. Considerado el banquero más influyente del mundo,
Sir Montagu Norman fue el organizador de "conversaciones
informales" entre jefes de bancos centrales en 1927, que
condujeron directamente al Gran Crash
del Mercado de Valores de 1929.
Poco después de
llegar a Londres, George Peabody se sorprendió al ser convocado a
una audiencia con el hosco barón Nathan Mayer Rothschild. Sin
pelos en la lengua Rothschild le reveló a Peabody que a gran parte
de la aristocracia londinense le desagradaba abiertamente Rothschild
y rechazaba sus invitaciones. Propuso a Peabody, un hombre de medios
modestos, que se estableciera como espléndido anfitrión cuyas
fiestas pronto serían la comidilla de Londres. Rothschild, por
supuesto, pagaría todas las facturas. Peabody aceptó la oferta y
pronto se hizo conocido como el anfitrión más popular de Londres.
Su cena anual del 4 de julio, para celebrar la independencia de
Estados Unidos, se hizo muy popular entre la aristocracia inglesa y
muchos aristócratas, mientras bebían el vino de Peabody bromeaban
sobre las groserías y malos modales de Rothschild, sin darse cuenta
de que cada gota que bebían había sido pagada por el mismo
Rothschild..
No es de extrañar que el anfitrión más
popular de Londres se convirtiera también en un hombre de negocios
de gran éxito, sobre todo con el apoyo de la Casa Rothschild entre
bastidores. Peabody operaba a menudo con un capital de 500.000 libras
esterlinas en mano y llegó a ser muy astuto en sus compras y ventas
a ambos lados del Atlántico. Su agente en Estados Unidos era la
empresa de Boston Beebe, Morgan and
Company, dirigida por Junius S. Morgan, padre
de John Pierpont Morgan. Peabody, que nunca se casó, no tenía
a nadie que le sucediera y quedó muy favorablemente impresionado por
el alto y apuesto Junius Morgan. Convenció a Morgan para que se
uniera a él en Londres, como socio de George
Peabody and Company en 1854.
En 1860 John
Pierpont Morgan había sido contratado como aprendiz por la firma
Duncan, Sherman & Company
en Nueva York. No estaba muy atento a los negocios y, en 1864, el
padre de Morgan se indignó cuando Duncan Sherman se negó a
convertir a su hijo en socio. Rápidamente extendió un acuerdo
mediante el cual uno de los principales empleados de Duncan,
Sherman & Company, Charles H. Dabney, fue
persuadido para unirse a John Pierpont Morgan en una nueva empresa,
Dabney, Morgan and Company.
Bankers Magazine, de diciembre de 1864, señaló que
Peabody había retirado su cuenta de Duncan,
Sherman & Company y que se esperaba que otras
empresas lo hicieran. La cuenta de Peabody, por supuesto, fue a parar
a Dabney, Morgan and Company.
El
pánico bancario de 1837
John Pierpont Morgan
nació en 1837, durante el primer pánico monetario en Estados
Unidos. Significativamente había sido causado por la Casa de
Rothschild, con quien Morgan se asociaría más tarde.
En
1836 el presidente Andrew Jackson, enfurecido por las tácticas
de los banqueros, que intentaban persuadirlo para que renovara los
estatutos del Segundo Banco de los
Estados Unidos, dijo:
"Sois
un nido
de víboras. Tengo la intención de expulsaros y, por el Dios Eterno,
os expulsaré. Si la gente comprendiera la absoluta injusticia de
nuestro sistema monetario y bancario, habría una revolución antes
de que amaneciera".
Aunque Nicholas
Biddle era presidente del Banco de
los Estados Unidos, era bien sabido que el barón
James de Rothschild,
de París, era el principal inversor en este banco central.
Aunque Jackson había vetado la renovación de los estatutos del
Banco de los Estados Unidos, probablemente no sabía que unos meses
antes, en 1835, la Casa Rothschild había cimentado una relación con
el Gobierno de los Estados Unidos al sustituir a la firma Barings
como agente financiero del Departamento de Estado, el 1 de enero de
1835.
Henry Clews, el famoso banquero, en su libro
"Veintiocho años en Wall Street" afirma que
el pánico de 1837 fue provocado porque los estatutos del Segundo
Banco de los Estados Unidos habían caducado en 1836. No sólo el
presidente Jackson retiró rápidamente los fondos gubernamentales
del Segundo Banco de los Estados Unidos, sino que depositó estos
fondos, diez millones de dólares, en
bancos estatales. El resultado inmediato,
nos dice Clews, es que el país comenzó a disfrutar de una gran
prosperidad. Este repentino flujo de efectivo provocó una
expansión inmediata de la economía nacional y el
gobierno pagó toda la deuda nacional, dejando un
superávit de 50 millones de dólares en el Tesoro.
Los financieros
europeos tenían la respuesta a esta situación. Clews afirma además:
"El pánico de 1837 fue agravado por el Banco de Inglaterra
cuando en un día se deshizo de todo el papel relacionado con los
Estados Unidos".
El Banco de Inglaterra, por
supuesto, era sinónimo del barón Nathan Mayer Rothschild.
¿Por qué el Banco de Inglaterra "se deshizo" en un día
de todo el papel relacionado con los Estados Unidos, es decir, se
negó a aceptar o descontar valores, bonos u otros títulos
financieros con sede en los Estados Unidos? El propósito de esta
acción era crear un pánico financiero inmediato en los Estados
Unidos, provocar
una contracción total del crédito, detener
nuevas emisiones de acciones y bonos y arruinar
a quienes buscaban convertir valores estadounidenses en efectivo. En
este ambiente de pánico financiero vino al mundo John Pierpont
Morgan. Su abuelo, Joseph Morgan, era un granjero acomodado
que poseía 106 acres en Hartford, Connecticut. Más tarde abrió el
City Hotel y la Exchange Coffee Shop
y, en 1819, fue uno de los fundadores de Aetna
Insurance Company.
George Peabody
descubrió que había elegido bien al seleccionar a Junius S.
Morgan como su sucesor. Morgan acordó continuar la relación
secreta con N.M. Rothschild Company
y pronto amplió las actividades de la empresa enviando grandes
cantidades de hierro para ferrocarril a los Estados Unidos. Fue el
hierro Peabody el que sirvió de base para gran parte de las vías
del ferrocarril estadounidenses entre 1860 y 1890. En 1864, contento
con retirarse y dejar su empresa en manos de Morgan, Peabody permitió
que se cambiara el nombre a Junius S.
Morgan Company. La firma Morgan, entonces y desde
entonces, siempre ha estado dirigida desde Londres. John Pierpont
Morgan pasó gran parte de su tiempo en su magnífica mansión de
Londres, Prince's Gate.
El pánico
bancario de 1857
Uno de los momentos culminantes
del exitoso negocio
Rothschild-Peabody-Morgan fue el Pánico de 1857.
Habían pasado veinte años desde el Pánico de 1837: sus lecciones
habían sido olvidadas por hordas de inversionistas ansiosos por
invertir las ganancias de una América en desarrollo. Había llegado
el momento de desplumarlos de nuevo. El mercado de valores funciona
como una ola que llega a la playa. Arrastra consigo a muchas
criaturas minúsculas que obtienen todo su sustento vital del oxígeno
y el agua de la ola. Navegan por la cresta de la "Marea de la
Prosperidad". De repente, la ola, después de haber alcanzado la
marca más alta del agua en la playa, retrocede, dejando a todas las
criaturas boqueando en la arena. Es posible que llegue otra ola a
tiempo para salvarlos, pero con toda probabilidad no llegará hasta
ellos y algunas de las criaturas marinas están condenadas. De la
misma manera, las olas de prosperidad, alimentadas por el dinero
recién creado, a través de una contracción artificial del crédito,
retroceden dejando a aquellos que había mantenido en alto boqueando
y muriendo sin esperanza de salvación.
"Corsair,
the Life of J.P. Morgan" nos cuenta que el pánico de
1857 fue causado por el colapso del mercado de cereales y por la
repentina quiebra de Ohio Life Insurance
and Trust Company, con una pérdida de cinco millones
de dólares. Con este colapso cayeron otras novecientas empresas
estadounidenses. Significativamente, una no sólo sobrevivió sino
que prosperó tras el accidente. En "Corsair", nos
enteramos de que el Banco de Inglaterra prestó a George
Peabody and Company cinco millones de libras durante
el pánico de 1857. Winkler, en "Morgan el Magnífico",
dice que el Banco de Inglaterra adelantó a Peabody un millón de
libras, un enorme suma entonces y el equivalente a cien millones de
dólares hoy, para salvar la empresa. Sin embargo ninguna otra
empresa recibió tanta beneficencia durante este pánico. El motivo
lo revela Matthew Josephson, en "The Robber
Barons". Dice en la página 60:
"Por sus
cualidades de conservadurismo y pureza, fue famosa George
Peabody and Company, la vieja cepa a partir de la cual
creció la Casa Morgan. En
el pánico de 1857, cuando los inversores en dificultades de Estados
Unidos lanzaron al mercado valores depreciados, Peabody y Morgan
padre, al estar en posesión de efectivo, habían comprado libremente
los bonos que poseían valor real y luego los revendieron con un gran
beneficio cuando se recuperó la cordura.
Así se puede
reconstruir la historia a partir de varias biografías de Morgan. Una
vez creado el pánico, una empresa entró en el mercado con un millón
de libras en efectivo, compró valores de inversores en dificultades
a precios de pánico y luego los revendió con enormes ganancias. Esa
empresa era la empresa Morgan y detrás de ella estaban las hábiles
maniobras del barón Nathan Mayer Rothschild. La asociación
permaneció en secreto para las mentes financieras más conocedoras
de Londres y Nueva York, aunque Morgan aparecía ocasionalmente como
agente financiero en una operación de Rothschild.
A
medida que la firma Morgan crecía rápidamente a finales del siglo
XIX, hasta dominar las finanzas de la nación, muchos observadores
quedaron perplejos de que los Rothschild parecieran tan poco
interesados en obtener ganancias invirtiendo en la economía en
rápido avance de los Estados Unidos. John Moody señala, en "The
Masters of Capital", página 27, "Los Rothschild
estaban contentos de seguir siendo un aliado cercano de Morgan... en
lo que respecta al espacio estadounidense". El secretismo era el
valor más rentable.
La razón por
la que los Rothschild europeos prefirieron operar de forma anónima
en los Estados Unidos, detrás de la fachada
de J.P. Morgan and Company, la explica George Wheeler,
en "Pierpont Morgan and Friends, the Anatomy of a Myth",
página 17:
"Pero se estaban dando pasos incluso
entonces para sacarlos de los espacios financieros confortables y no
fueron dados por propio Pierpont Morgan. La primera mención de su
nombre que llamó la atención del público se originó en la rama
londinense de la Casa de Rothschild, en relación con los servicios
de Belmont."
Wheeler continúa
explicando que en Europa y Estados Unidos se había desarrollado un
importante movimiento contra los Rothschild, centrado en las
actividades bancarias de la familia. Aunque tenían un agente
registrado en los Estados Unidos, August Schoenberg, que había
cambiado su nombre por el de August Belmont cuando llegó a
los Estados Unidos como representante de los Rothschild, en 1837, les
resultaba sumamente ventajoso tener un representante americano que no
fuera reconocido como agente de los Rothschild
JP
Morgan y compañía
Aunque la casa londinense de
Junius S. Morgan and Company
siguió siendo la rama dominante de las empresas Morgan, con la
muerte del mayor de los Morgan en 1890, en un accidente de carruaje
en la Riviera, John Pierpont Morgan se convirtió en el director de
la empresa. Después de operar como representante estadounidense de
la firma londinense, entre 1864 y 1871, bajo el nombre de Dabney
Morgan Company, Morgan contrató a un nuevo socio en
1871, Anthony Drexel, de Filadelfia, y operó como Drexel
Morgan and Company hasta 1895. Drexel murió ese año
y Morgan cambió el nombre de la sucursal estadounidense a J.P.
Morgan and Company.
LaRouche nos
dice que el 5 de febrero de 1891 Cecil Rhodes, su banquero,
Lord Nathaniel Rothschild, el cuñado de los Rothschild, Lord
Rosebery, y Lord Curzón. Afirma que en Estados Unidos la
Mesa Redonda estuvo representada por el grupo Morgan.
LaRouche nos dice
que el 5 de febrero de 1891, una asociación secreta conocida como el
Grupo de la Mesa Redonda
fue formada en Londres por Cecil Rhodes, su banquero, Lord
Nathaniel Rothschild, el pariente político de Rothschild, Lord
Rosebery, y Lord Curzon. Afirma
que en Estados Unidos la Mesa Redonda estaba representada por el
grupo Morgan.
El Dr. Carroll Quigley se refiere a este grupo como "The British-American Secret Society" en su libro "Tragedy and Hope", afirmando que "la columna vertebral de esta organización creció con el desarrollo de la cooperación financiera ya existente, que iba desde el Morgan Bank de Nueva York hasta un grupo de financieros internacionales de Londres, dirigidos por Lazard Brothers (en 1901).
William Guy Carr, en
"Pawns In The Game", afirma que "En 1899, J.P. Morgan
y Drexel fueron a Inglaterra para asistir a la Convención
Internacional de Banqueros. Cuando regresaron, J.P. Morgan había
sido nombrado representante principal de los intereses de los
Rothschild en los Estados Unidos. Como resultado de la Conferencia de
Londres, J.P. Morgan and Company de Nueva York, Drexel and Company de
Filadelfia, Grenfell and Company de Londres y Morgan Harjes Cie de
París, M.M. Warburg Company de Alemania y América y la Casa de
Rothschild fueron todos afiliados." [41]
Aparentemente
inconsciente de la conexión de Peabody con los Rothschild y del
hecho de que los Morgan siempre habían estado afiliados a la Casa de
Rothschild, Carr supuso que había descubierto esta relación a
partir de 1899, cuando en realidad se remontaba a 1835.
[41b]
Después de la Primera Guerra Mundial, la Mesa
Redonda pasó a ser conocida como el Consejo de Relaciones Exteriores
(CFR) en los Estados Unidos y el Real Instituto de Asuntos
Internacionales (RIIA) en Londres. Entre sus miembros se elegían los
principales funcionarios gubernamentales de Inglaterra y Estados
Unidos. En la década de 1960, cuando la atención se centraba cada
vez más en las actividades gubernamentales subrepticias del Consejo
de Relaciones Exteriores, grupos subsidiarios, conocidos como la
Comisión Trilateral y el Bilderberg, que representaban intereses
financieros idénticos, comenzaron a operar, y los funcionarios más
importantes, como Robert Roosa, siendo miembros de los tres
grupos.
[Para una historia más detallada de estos grupos,
consulte Advertencia final, capítulos 5, 8 y 9
--ed.]
Financiamiento de la Guerra Civil de Estados
Unidos
George F. Peabody, en Historia
de las grandes fortunas americanas, señala que el padre de
J.P. Morgan, Junius S. Morgan, se había convertido en socio de
George Peabody en el negocio bancario.
"Cuando
estalló la Guerra Civil, George
Peabody and Company fue nombrado
representante financiero del gobierno de los Estados Unidos en
Inglaterra... con este nombramiento su riqueza comenzó
repentinamente a crecer; mientras hasta
entonces habían amasado riquezas por etapas no exageradamente
rápidas, ahora se acumularon muchos millones en muy
pocos años."
Según los escritores de la época,
los métodos de George Peabody and Company
no sólo eran irrazonables sino que constituían una doble traición,
ya que, mientras prestaban ayuda interna al enemigo, George Peabody &
Company eran los potentados del Gobierno de los Estados Unidos y
estaban siendo bien pagados para promover sus intereses ("La
República de Springfield",
1866).
"Porque todos los que conocen
algo sobre el tema saben muy bien que Peabody y sus socios no nos
ayudaron en nuestra lucha por la existencia nacional. Participaron al
máximo en la hostilidad inglesa habitual
hacia nuestra causa y nuestro éxito y hablaron y actuaron
para el Sur más que para nuestra nación. Ningún individuo
contribuyó tanto a inundar nuestros mercados monetarios y debilitar
la confianza financiera en nuestra nación como George
Peabody & Company y ninguno ganó más dinero con la operación.
Todo el dinero que el Sr. Peabody está regalando tan generosamente
entre nuestras instituciones escolares se ganó con las
especulaciones de su empresa a espensas de
nuestras desgracias".
Además John
Elson, en
"Lightning Over The Treasury Building: An
Expose Of Our Banking And Currency Monstrosity, America's Most
Reprehensible And Un-American Racket", cita
al New York
Times de 31 de octubre de 1866, donde se escribía, en
"Reconstruction Carpetbaggers Money Fund"
(Los aventureros del Fondo Monetario de Reconstrucción), que
"El Banco de Inglaterra, con sus bancos subsidiarios in America
(bajo el dominio de J.P. Morgan), el Banco de Francia y el Reichsbank
de Alemania componían un sistema bancario entrelazado y cooperativo,
cuyo principal objetivo era la explotación del pueblo".
El
control de los Rothschild
en Gran Bretaña y Europa
[Nota del editor: el
relato especulativo y ficticio de William Guy Carr sobre la
'reunión secreta' en la tienda de Mayer Amschel Bauer,
en Frankfurt, en 1773, ha sido eliminado]
La familia
Rothschild ha desempeñado un papel crucial en las finanzas
internacionales durante dos siglos, como escribe Frederick Morton
en The Rothschilds: "Durante los últimos ciento
cincuenta años la historia de la Casa Rothschild ha sido, en
sorprendente medida, la historia detrás de escena de Europa
Oriental." Debido a su éxito al otorgar préstamos, no a
individuos sino a naciones, obtuvieron enormes ganancias, aunque,
como escribe Morton "Alguien dijo una vez que la riqueza de
Rothschild consiste en la quiebra de las naciones".
E.C.
Knuth escribe, en "The Empire of the City",
"El hecho de que la Casa de Rothschild hizo su fortuna
en las grandes crisis y las grandes guerras de la historia, los
mismos períodos en que otros perdieron su dinero, está fuera de
toda duda".
La Gran Enciclopedia Soviética
afirma: "El ejemplo más claro de un vínculo personal a
escala de Europa occidental es la familia Rothschild. Las ramas de
Londres y París de los Rothschild están unidas no sólo por
vínculos familiares, sino también por conexiones
personales en empresas controladas conjuntamente."
La
enciclopedia describió además a estas empresas como monopolios
internacionales.
El patriarca de la familia, Mayer
Amschel Rothschild, fundó en 1743 un pequeño negocio como
comerciante de monedas en Frankfurt. Aunque antes era conocido como
Bauer, anunciaba su profesión poniendo un cartel que representaba un
águila sobre un escudo rojo, una adaptación del escudo de armas de
la ciudad de Frankfurt, al que añadió cinco flechas doradas que
salían de las garras del ave y simbolizaban a sus cinco hijos.
Debido a este signo, tomó el nombre de "Rothschild" o
"Escudo Rojo".
Cuando el elector de Hesse ganó
una fortuna alquilando mercenarios de Hesse a los británicos para
sofocar la rebelión en las colonias americanas, a Rothschild se le
confió este dinero para invertirlo. Obtuvo excelentes ganancias
tanto para él como para el elector y atrajo a otros inversores. En
1785 se mudó a una casa más grande (148 Judengasse), una casa de
cinco plantas conocida como "El Escudo Verde", que
compartía con la familia Schiff.
Los cinco hijos
establecieron sucursales en las principales ciudades de Europa,
siendo las más exitosas James en París y Nathan Mayer
en Londres. Ignatius Balla, en "The Romance of the
Rothschilds", nos cuenta cómo los Rothschild de Londres
ganaron su fortuna. Fue a Waterloo, donde el destino de Europa estaba
en juego, y vio que Napoleón estaba perdiendo la batalla y regresó
corriendo a Bruselas. En Ostende intentó alquilar un barco con
destino a Inglaterra, pero debido a una fuerte tormenta nadie estaba
dispuesto a zarpar. Rothschild ofreció 500 francos, luego 700 y
finalmente 1.000 francos por un barco. Un marino dijo: "Te
aceptaré por 2.000 francos, así al menos mi viuda tendrá algo si
nos ahogamos". A pesar de la tormenta cruzaron el Canal.
A
la mañana siguiente, Rothschild estaba en su puesto habitual en la
Bolsa de Londres. Todos notaron lo pálido y exhausto que parecía.
De repente empezó a vender, deshaciéndose de grandes cantidades de
valores. El pánico se apoderó inmediatamente de la Bolsa.
"Rothschild está vendiendo; sabe que hemos perdido la
batalla de Waterloo". Rothschild y todos sus agentes
conocidos continuaron lanzando valores al mercado. Balla dice: "Nada
podía detener el desastre. Al mismo tiempo, compraba silenciosamente
todos los valores por medio de agentes secretos que nadie conocía.
En un solo día ganó casi un millón de libras esterlinas, dando
origen al dicho: 'Los aliados vencieron en
la batalla de Waterloo, pero en realidad fue Rothschild quien se
benefició'". [46b]
En "Las
ganacias de la guerra", Richard
Lewinsohn dice: "Las ganancias que los Rothschild obtuvieron
de las guerras napoleónicas financiaron sus posteriores
especulaciones bursátiles. Bajo Metternich, Austria, después
de muchas vacilaciones, finalmente acordó aceptar la dirección
financiera de la Casa de Rothschild".
Después del
éxito de su hazaña en Waterloo, Nathan
Mayer Rothschild obtuvo el control del Banco de Inglaterra
a través de su casi monopolio de los "Consols"
[https://en.wikipedia.org/wiki/Consol_(bond)
] y otros
valores.
En Europa se habían creado varios bancos
"centrales" o bancos que tenían el poder de emitir
moneda, incluido el Banco de Suecia, fundado en 1656, que comenzó a
emitir billetes en 1661. El primero de ellos fue el Banco de
Amsterdam, que financió la toma del poder en Inglaterra por Oliver
Cromwell, en 1649, aparentemente debido a conflictos religiosos.
Cromwell murió en 1657 y el trono de Inglaterra fue restablecido
cuando Carlos II fue coronado en 1660. Murió en 1685.
En 1689, el
mismo grupo de banqueros recuperó el poder en Inglaterra al colocar
en el trono a Guillermo de Orange. Guillermo pagó a sus
patrocinadores ordenando al Tesoro británico que tomara prestadas
1.250.000 libras de estos banqueros. También les emitió una Carta
Real para el Banco de Inglaterra, que les permitió consolidar la
deuda nacional (que acababa de crearse mediante este préstamo) y
asegurar los pagos de intereses y principal
mediante impuestos directos al pueblo. La
Carta prohibía a los orfebres privados almacenar oro y emitir
recibos, lo que daba a los accionistas del Banco de Inglaterra un
monopolio monetario.
También se pidió a los orfebres que almacenaran su oro en las
bóvedas del Banco de Inglaterra. No sólo se les había quitado por
decreto del gobierno su privilegio de emitir medios de circulación,
sino que ahora sus fortunas habían sido entregadas a quienes los
habían suplantado.
En
sus "Cantos",
Ezra Pound se refiere a los privilegios únicos que William
Paterson
anunció en su prospecto sobre
la Constitución
del Banco de Inglaterra:
"El
banco obtiene
beneficios del interés de todo el dinero que crea
de la nada".
La
"nada" a la que se hace referencia es, por supuesto, la
operación contable del banco, que "crea" dinero
escribiendo una anotación de que ha "prestado" mil
dólares, dinero que no existía hasta que el banco anota la
entrada.
En 1698 el Tesoro británico debía 16 millones
de libras esterlinas al Banco de Inglaterra. En 1815, debido
principalmente a la combinación de intereses, la deuda había
aumentado a 885 millones de libras esterlinas. Parte de este aumento
se debió a las guerras que habían tenido lugar durante ese período,
incluidas las guerras napoleónicas y las guerras que Inglaterra
había librado para conservar sus colonias americanas. El propio
William Paterson (1658-1719) se benefició poco de "los dineros
que el banco creaba de la nada", ya que, tras un desacuerdo
político, se retiró del Banco de Inglaterra un año después de su
fundación. Otro William Paterson posterior se convirtió en uno de
los redactores de la Constitución de los Estados Unidos, mientras
que el nombre perdura, como el pernicioso banco central
mismo.
Paterson se había visto incapaz de trabajar con
los accionistas del Banco de Inglaterra. Muchos de ellos
permanecieron anónimos, pero una descripción temprana del Banco de
Inglaterra indicó que era "Una sociedad de unas 1.330
personas, incluidos el rey y la reina de
Inglaterra, que tenían 10.000 libras en acciones, el
duque de Leeds, el duque de Devonshire, el conde de Pembroke y el
conde de Bradford".
Debido al éxito de sus
especulaciones, el barón Nathan Mayer de Rothschild, como ahora se
hacía llamar, reinó como el poder financiero supremo en Londres.
Exclamó con arrogancia, durante una fiesta en su mansión: "No
me importa qué títere se coloque en el trono de Inglaterra para
gobernar el Imperio en el que el sol nunca se pone. El hombre que
controla la oferta monetaria de Gran Bretaña controla el Imperio
Británico y yo controlo la oferta monetaria británica."
Su hermano James en
París también había logrado dominar las finanzas francesas. En
"Baron Edmond de Rothschild", escribe David
Druck, "la riqueza de James Rothschild había alcanzado
la marca de los 600 millones. Sólo un hombre en Francia poseía más.
Ese era el rey, cuya riqueza era de 800 millones. La riqueza agregada
de todos los los banqueros en Francia era 150 millones
menos que la de James Rothschild, lo que naturalmente
le dio poderes incalculables, incluso hasta el punto de derrocar
gobiernos cuando quisiera. Es bien sabido, por ejemplo, que derrocó
al Gabinete del Primer Ministro Thiers."
La
expansión de Alemania bajo Bismarck estuvo acompañada de su
dependencia de Samuel Bleichroder, banquero de la corte del
emperador prusiano, conocido como agente de
los Rothschild desde 1828. El posterior Canciller de
Alemania, Dr. von Bethmann Hollweg, era hijo de Bismarck. de
Moritz Bethmann de Frankfurt, que se había casado con los
Rothschild. El emperador Guillermo I también dependió en gran
medida de Bischoffsheim, Goldschmidt y Sir Ernest Cassel de
Frankfurt, quien emigró a Inglaterra y se convirtió en banquero
personal del Príncipe de Gales, más tarde Eduardo VII. La hija de
Cassel se casó con Lord Mountbatten, lo que le dio a la familia una
relación directa con la actual Corona británica.
La expansión de
Alemania bajo Bismarck estuvo acompañada de su dependencia de
Samuel Bleichroder, banquero de la corte del emperador
prusiano, conocido como agente de los
Rothschild desde 1828. El posterior Canciller de Alemania,
Dr. von Bethmann Hollweg, era hijo de Moritz Bethmann,
de Frankfurt, que se había casado con una Rothschild. El emperador
Guillermo I también contaba con Bischoffsheim,
Goldschmidt & Cie
(https://en.wikipedia.org/wiki/Bischoffsheim_family
) y Sir Ernest Cassel, de Francfort, que emigró a
Inglaterra y se convirtió en banquero personal del príncipe de
Gales, más tarde Eduardo VII. La hija de Cassel se casó con
Lord Mountbatten, lo que dio a la familia una relación
directa con la actual Corona británica.
Josephson afirma
que Philip Mountbatten estaba relacionado, a través de los
Cassel, con los Meyer Rothschild
de Frankfurt. Por tanto, la Casa Real inglesa de Windsor tiene una
relación familiar directa con los Rothschild. En 1901, cuando el
hijo de la reina Victoria, Eduardo, se convirtió en rey
Eduardo VII, restableció los vínculos con los
Rothschild.
Paul Emden, en "Detrás del
trono", dice: "La preparación de Eduardo para
su oficio era bastante diferente a la de su madre, por lo que
'gobernaba' menos que ella. Afortunadamente retuvo a su alrededor a
hombres que habían estado con él en la época de la construcción
del Ferrocarril de Bagdad... se sumaron al equipo de asesores Leopold
y
Alfred de Rothschild, varios miembros de la familia
Sassoon
(https://en.wikipedia.org/wiki/Sassoon_family
) y, sobre todo, su asesor financiero privado Sir
Ernest Cassel."
La enorme fortuna que
Ernest Cassel hizo en un tiempo relativamente corto le dio un inmenso
poder del que nunca abusó. Fusionó la firma Vickers
Sons con la Naval
Construction Company y la Maxim-Nordenfeldt
Guns and Ammunition Company, fusión de la que surgió
la firma mundial Vickers Sons and
Maxim.
En un nivel completamente diferente
al de Cassel estaban empresarios como los Rothschild. La empresa se
regía según principios democráticos y todos los socios debían ser
miembros de la familia. Con gran hospitalidad y estilo principesco
llevaban la vida de grandes señores y era natural que Eduardo VII
los encontrara agradables.
Gracias a sus relaciones
familiares internacionales y a conexiones comerciales aún más
amplias, conocían el mundo entero, estaban bien informados sobre
todo el planeta y tenían conocimientos fiables de asuntos que no
aparecían en la superficie. Esta combinación de finanzas y política
había sido una marca registrada de los Rothschild desde el
principio. La Casa Rothschild siempre supo más de lo que se podía
encontrar en los periódicos e incluso más de lo que se podía leer
en los informes que llegaban al Ministerio de Asuntos Exteriores. En
otros países también las relaciones de los Rothschild se extendían
detrás del trono. No fue hasta que aparecieron numerosas
publicaciones diplomáticas, en los años posteriores a la guerra,
que un público más amplio se enteró de cuán fuertemente la mano
de Alfred de Rothschild movió la política de Europa Central,
durante los veinte años anteriores a la Primera Guerra Mundial".
En
"Inside Europe", John Gunther escribió
en 1936 que cualquier primer ministro francés, a finales de 1935,
era una criatura de la oligarquía financiera y que esta oligarquía
financiera estaba dominada por doce regentes, de los cuales seis eran
banqueros y estaban encabezados por el barón Edmond de
Rothschild.
Control de los mass
media
Con el control del dinero vino el control de los
medios de comunicación. Kent Cooper, director de Associated
Press, escribe en su autobiografía "Barriers
Down": "Los banqueros internacionales de
la Casa Rothschild adquirieron intereses en las tres principales
agencias europeas". Así los Rothschild adquirieron el
control de la agencia internacional de noticias Reuters,
con sede en Londres, Havas
de Francia y Wolf en
Alemania, que controlaban la difusión de todas las noticias en
Europa. El férreo control de la "Conexión Londres"
sobre los medios quedó expuesto en un libro reciente de Ben J.
Bagdikian, "The Media Monopoly", descrito
como "Un informe sorprendente sobre las 50 corporaciones que
controlan lo que Estados Unidos ve, oye y lee". Bagdikian,
que editó la revista más influyente del país, el Saturday
Evening Post, hasta que el monopolio la cerró
repentinamente, revela las direcciones entrelazadas entre las
cincuenta corporaciones que controlan las noticias, pero no logra
rastrearlas hasta las cinco empresas bancarias de Londres que las
dominan.
Menciona que CBS
se entrelaza con el Washington Post,
Allied Chemical, Wells
Fargo Bank y otros, pero no le dice al lector que
Brown Brothers Harriman
controla CBS o que la familia de Eugene Isaac Meyer (Lazard
Frères & Co.) controla Allied
Chemical y el Washington Post y que Kuhn
Loeb Co. controla el banco Wells
Fargo. Muestra al New York Times
entrelazado con Morgan Guaranty Trust,
American Express, First
Boston Corporation y otros, pero no muestra cómo se
entrelazan los bancos. No menciona el Sistema
de la Reserva Federal en todo su libro. En ñel la
Referva Federal brilla por su ausencia.
Bagdikian
documenta que el monopolio de los medios de comunicación está
cerrando constantemente más periódicos y revistas. Washington D.C.,
con un periódico, The Post, es única entre las
capitales del mundo. Londres tiene once diarios, París catorce, Roma
dieciocho, Tokio diecisiete y Moscú nueve. Cita un artículo de la
World Press Encyclopaedia de 1982, según el cual
Estados Unidos se encuentra a la cola de las naciones
industrializadas en el número de periódicos diarios vendidos por
cada 1.000 habitantes. Suecia encabeza la lista con 572 y Estados
Unidos está al final con 287.
Existe una desconfianza
universal hacia los medios por parte de los estadounidenses, debido a
su notorio monopolio y parcialidad. Es el programa
de "The London Connection".
Hace alarde de un racismo maníaco y tiene como lema la máxima de su
suma sacerdotisa, Susan Sontag, de que "la
raza blanca es el cáncer de la historia"
(https://lithub.com/fascinating-sontag-gerald-howard-considers-the-life-of-an-intellectual-superstar/
). Todo el mundo debería estar en contra del cáncer… El
monopolio de los medios trata con sus oponentes de dos maneras: ya
sea un ataque frontal difamatorio, que la persona promedio no puede
permitirse litigar, o una cortina de hierro de silencio, el
tratamiento estándar para cualquier trabajo que exponga sus
actividades clandestinas.
Aunque el plan Rothschild no
coincide ni se ajusta a ningún movimiento político o económico,
desde que fue enunciado en 1773, se pueden discernir partes vitales
del mismo en todas las revoluciones políticas desde esa fecha.
LaRouche señala que los grupos de la Mesa Redonda
patrocinaron el socialismo fabiano en Inglaterra, mientras
respaldaban al régimen nazi a través de un miembro de la Mesa
Redonda en Alemania, el Dr. Hjalmar Schacht, y que utilizaron
al gobierno nazi durante la Segunda Guerra Mundial a través del
miembro de la Mesa Redonda almirante Canaris, mientras que
Allen Dulles dirigió una operación de inteligencia
colaborativa en Suiza para los Aliados.
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