Primero. Ayer el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigió al Congreso de los Diputados de España con un apoyo unánime de los presentes.
Segundo. El Congreso estaba abarrotado, no sólo por sus miembros, que muy rara vez acuden en tal número, sino también por los embajadores de las naciones de la Unión Europea y de la OTAN.
Tercero. Zelenski repitió su habitual discurso propagandístico, afirmando que Putin no sólo quiere destruir Ucrania, sino su democracia abierta de convivencia y de paz.
Cuarto. Como es habitual en sus intervenciones ante otros parlamentos, Zelenski buscó un supuesto paralelo histórico a la actual situación por la que atraviesa Ucrania y, en este caso, lo encontró en el bombardeo de Gernika. Así afirmó que estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937 en Gernika.
Quinto. Zelenski señaló que Rusia venía agrediendo a Ucrania desde el año 2014 y subrayó que ahora se está produciendo una agresión a gran escala que ya dura 41 días.
Sexto. Zelenski insistió en que Rusia quería destruir al pueblo de Ucrania y que, además, deseaba dominar toda Europa, por lo que exigió sanciones más duras.
Séptimo. De manera bien reveladora de la seguridad con que actuaba Zelenski ante el Congreso y el Gobierno de España, se permitió atacar a aquellas empresas españolas que aún seguían comerciando con Rusia.
Octavo. De esa manera Zelenski mencionó expresamente a Porcelanosa, Maxam y Sercobe.
Noveno. Zelenski agradeció a España su solidaridad, pero pidió todavía hacer mucho más.
Décimo. El discurso de Zelenski fue seguido por un nutrido aplauso de los diputados, puesto en pie, al paso que incluyó desde a la izquierda a los *** de Bildu, a los golpistas catalanes, a los comunistas y a Podemos, pasando por el Partido Socialista, Ciudadanos y el Partido Popular, para incluir también a Vox.
Undécimo. El presidente Pedro Sánchez quiso aprovechar la intervención de Zelenski y, tras impedir que cualquier otro político de la cámara pudiera tomar la palabra, pronunció un discurso en el que afirmó que España seguiría aplicando las sanciones más duras contra el régimen de Putin.
Décimo segundo. Pedro Sánchez aceptó la versión de lo sucedido en Mariupol proporcionada por la propaganda ucraniana, a pesar de los desmentidos de corresponsales occidentales en la zona.
Décimo tercero. Pedro Sánchez confirmó que políticamente nuestro país apoyará esas sanciones, la ayuda humanitaria y también continuará enviando equipamiento militar.
Décimo cuarto. Pedro Sánchez manifestó también su compromiso de apoyar a Ucrania a entrar en la Unión Europea, señalando que la esperanza de Ucrania está en Europa, pero también la de Europa está depositada en Ucrania… y
Décimo quinto. Privados de su oportunidad de lucimiento, los políticos de otros partidos intentaron también beneficiarse del episodio. Así Inés Arrimadas, de Ciudadanos, en un aparte después del acto, exigió el envío de más armas a Ucrania.
El episodio vivido ayer en el Congreso de los Diputados, con ocasión del discurso del presidente ucraniano Zelenski, dejó de manifiesto una vez más hasta qué punto el régimen español es un cadáver y hasta qué punto España, a marchas forzadas, está dejando de ser una nación libre, independiente y soberana.
Para cualquier persona medianamente informada
Resulta obvio que Zelenski es un sujeto enormemente ***, que ya antes de llegar a la presidencia figuraba en los papeles de Panamá.
Resulta obvio que Zelenski ocultó a Donald Trump documentación que inculpaba en graves delitos a Hunter Biden y posiblemente al mismo Joe Biden.
Resulta obvio que Zelenski ha cerrado tres televisiones en Ucrania antes de la guerra, simplemente porque no se le sometían.
Resulta obvio que Zelenski tiene, desde hace un año, detenido al principal jefe de la oposición en el parlamento.
Resulta obvio que Zelenski ha ilegalizado a partidos políticos.
Resulta obvio que Zelenski ha impulsado la primera ley racista europea desde las leyes nazis de los años 1930.
Resulta obvio que Zelenski ha permitido, contra la legalidad internacional, que se levanten laboratorios de armas bioquímicas en territorio ucraniano, laboratorios por cierto en cuya construcción colaboró el hijo de Joe Biden.
Resulta obvio que Zelenski ha condecorado y nombrado para cargos importantes a conocidos nazis ucranianos.
Resulta obvio que Zelenski está utilizando unidades militares nazis, que perpetran gravísimos crímenes de guerra contra soldados rusos y contra población civil ucraniana.
Resulta obvio que Zelenski no es más que una marioneta de la agenda globalista de Soros y de la OTAN, que en el año 2014 dio un golpe de estado en Ucrania para instalar en el poder a los nacionalistas ucranianos.
Resulta obvio que Zelenski ha manifestado abiertamente su voluntad de arrastrar al mundo a una tercera guerra mundial para conseguir sus objetivos… y
Resulta obvio que Zelenski se puede permitir la asquerosa chulería de atacar empresas españolas en público, algo que no se habría atrevido a hacer en ningún otro país, con el aplauso de los políticos españoles y la reacción amedrentada de esas mismas empresas, que saben que no recibirán la menor protección de ningún partido español.
A pesar de todo lo anterior, y quizá porque el Congreso de los Diputados en España es también una marioneta de poderes extranjeros, ayer unos escaños, que rara vez reúnen a una parte importante de sus ocupantes para abordar temas de relevancia, se llenaron hasta la bandera para escuchar a Zelenski y aclamarlo calurosamente. Sin duda ayer quedaron despejadas muchas incógnitas. El Partido Socialista, que en su día se resistió a entrar en la OTAN y que luego aceptó la permanencia bajo condiciones, ahora no es sino una marioneta de esta organización y un fiel lacayo de George Soros, que dicta sus instrucciones a personajes como Pedro Sánchez o Josep Borrell. El Partido Popular, que en su día alentó la idea de que España recuperara una relevancia internacional perdida en el siglo XVII, también se ha rendido a la agenda globalista y sueña solo con formar parte de un gobierno de concentración nacional, que insufle aire en un sistema muerto. Ciudadanos, que muchos concibieron como una alternativa a los dos partidos mayoritarios, es únicamente un muerto cuyos próceres sólo están buscando donde acomodarse el día de mañana, desde un Garicano, que *** de manera continua y sistemática a George Soros, a una Inés Arrimadas que pretende que se entreguen a Ucrania más armas, precisamente las armas que utiliza para perpetrar espantosos crímenes de guerra. Podemos, que algunos concibieron como la gran esperanza regeneradora de la política española, no es a día de hoy sino una terminal más de la agenda globalista, aunque eso sí, dejando de manifiesto que en contra de lo que afirma cierto tipo de burda propaganda, Putin no es comunista. No hay más que ver cómo aplaudieron con entusiasmo a Zelenski el Partido Comunista de España, integrado en Izquierda Unida, que hace décadas era llamado “El Partido”, porque constituía la única fuerza de oposición real a Franco; también se ha rendido a la agenda globalista; al igual que su homónimo cubano ha abrazado públicamente la agenda y no dudó en aplaudir a rabiar a Zelenski. Los terroristas de Bildu-Eta y los golpistas catalanes también aplaudieron a Zelenski, confiados seguramente en que un día Cataluña y Vascongadas se podrán separar de España de la misma manera que Ucrania lo hizo de Rusia y que para ello recibirán respaldo internacional. Finalmente Vox, que algunos han contemplado como una posibilidad de corregir males propios del sistema y que hubiera podido adoptar una posición digna, decente y patriota en este conflicto, a semejanza de la mantenida por el presidente húngaro Viktor Orbán, prefirió sumarse a la tónica general, quizá pensando que si renuncia a defender la soberanía, la libertad y la independencia de España, llegará antes al poder. Que ayer aplaudiera a un delincuente como Zelenski, que atacaba en público a empresas españolas, deja más que de manifiesto que poco, realmente muy poco, se puede esperar de la dirección de Vox, por muy nobles que puedan resultar sus militantes. Se trata de un espectáculo patético, que no corrige el que algunos hayan protestado por la mención al bombardeo de Gernika, en un discurso que aplaudieron en pie y donde, por cierto, se trató de una manera intolerable a empresas españolas. Ayer unos partidos, que son incapaces de ponerse de acuerdo para acabar con la crisis económica, con el aumento del desempleo, con la proletarización creciente de las clases medias, con la destrucción de las pequeñas y medianas empresas, con una educación deplorable, con una sanidad tercermundista, con una inseguridad cotidiana… Ayer todos ellos se pusieron de acuerdo para inclinarse servilmente ante los dictados de la agenda globalista y de la OTAN, instancias cuyo poder de decisión no sólo es que no está en territorio español, sino que ni siquiera se encuentra en territorio europeo.
Al igual que sucedió en el caso de la ponzoña y los picoteos, las decisiones las toman otros y todos estos partidos se limitan a obedecer lacayunamente […] se han subido a la nave que conduce a España a ser un simple protectorado de fuerzas foráneas. La nación española dejará de ser libre, independiente y soberana y […] se intentará castigar con la mayor severidad a aquellos patriotas que se atrevan a denunciarlo. Todos y cada uno, desde la izquierda hasta la derecha […] esos poderes foráneos, que pretenden convertir a España en un protectorado o aceptar un destino de esclavos, en una nación que ya no es ni libre ni soberana ni independiente. […] ese pueblo está solo y no puede confiar lo más mínimo en las castas privilegiadas…
https://www.youtube.com/watch?v=6wrNhxAj6hc&t=968s
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