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lunes, 11 de abril de 2022

Parte 4 (I) Iain Davis (6 de abril de 2022) ¡Guerra en Ucrania! ¿Para qué sirve? Propaganda

 


La "operación militar especial" de Rusia en Ucrania se nos ha presentado en Occidente, como no provocada e injustificada. No se nos ha hablado de las legítimas preocupaciones de seguridad de Rusia frente al expansionismo de la OTAN. Tampoco se ha informado honestamente sobre el importante problema nazi de Ucrania, e incluso algunos propagandistas occidentales han promovido el nazismo en Ucrania.

El gobierno ruso afirma que su reconocimiento y defensa de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk (RPD y RPL) nacen de la "compasión" por el pueblo que lleva ocho años asediado. Sin embargo Rusia también necesita a las nuevas repúblicas como estados satélites, proporcionando un punto de apoyo para su propia seguridad nacional, mientras se opone al avance de la OTAN.

Hay que tener en cuenta que las acciones militares de Rusia, al tratar de expulsar a los nazis de sus bastiones en Mariupol, Kharkiv y otros lugares, ha llevado a la casi destrucción de muchas ciudades y pueblos en el este de Ucrania. Hasta el 19 de marzo, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUR, UNHCR, United Nations High Commissioner for Refugees) estimaba en 847 el número de civiles muertos en tres semanas, principalmente a causa de los bombardeos.

El ACNUR señaló que las "cifras reales son considerablemente más altas", pero no pudieron ser verificadas. Informes creíbles de testigos oculares y pruebas de vídeo indican que los nazis en Mariupol y otras zonas asediadas habían impedido la salida de civiles a través de los corredores humanitarios abiertos por Rusia. Hay muchos informes de atrocidades de los nazis (Regimiento Azov), incluido el asesinato de civiles que huían.

La OTAN ha cortejado a Ucrania como futuro miembro de la alianza durante décadas, dando pasos firmes para admitir a Ucrania en su club. Esto nunca ha sido aceptable para Rusia, cuyas preocupaciones en materia de seguridad nacional han sido sistemáticamente ignoradas. Sólo unos días antes del ataque ruso, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, pronunció un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich en el que amenazaba a Rusia, no sólo con una Ucrania armada nuclearmente, sino con una potencia nuclear de la OTAN en la frontera suroeste de Rusia.

Ucrania es un punto crítico para el comercio de gas natural de Rusia con la Unión Europea. El objetivo de los gasoductos Nord Stream, construidos en colaboración con Alemania, era sortear ese problema. El proyecto planteaba la posibilidad de una mayor independencia de la UE con respecto a Estados Unidos y, con el compromiso de la UE de crear una unión defensiva, presentaba una posible amenaza al dominio estadounidense de la OTAN.

En consecuencia EEUU ejerció una presión implacable sobre la UE, incluida la imposición de sanciones a las empresas alemanas, para detener el gasoducto Nord Stream 2. En respuesta al reconocimiento oficial de la RPD y la RPL por parte de Rusia, el canciller alemán Olaf Sholtz anunció inmediatamente que Alemania no certificaría el Nord Stream 2 para su uso operativo. Rusia comenzó su operación militar en Ucrania tres días después.

Lea las partes 1 a 3 de esta serie para una exploración de las pruebas que informan este análisis. Esto nos proporciona lo que podríamos llamar la explicación "oficial-no oficial" de la agresión de Rusia. Se trata de una valoración basada en el concepto establecido y aceptado de las relaciones internacionales.

Sin embargo, cualquier investigación de este tipo es necesariamente incompleta. Ni siquiera describe las fuerzas globalistas que están desgarrando a Ucrania e impulsando a Rusia a actuar. Las exploraremos en las partes 5 y 6.

Antes de hacerlo, es importante apreciar hasta qué punto nosotros, como supuestas sociedades democráticas, nos hemos alejado de los ideales democráticos. Esto puede entenderse si consideramos la propaganda y la censura extremas que nuestros gobiernos están utilizando, coartando nuestra capacidad de discernir la realidad.

El entorno de la propaganda

Hay pocas posibilidades de que los temas que ya hemos discutido reciban una cobertura justa en los principales medios de comunicación occidentales (MSM) y ninguna de que cubran lo que vamos a considerar. La propaganda de Occidente, en un conflicto que evoluciona rápidamente, ha sido a veces absurda.

Inmediatamente después del lanzamiento de la operación militar rusa, los medios de comunicación occidentales informaron de la increíble valentía de los guardias fronterizos ucranianos que defendían la Isla de la Serpiente en el Mar Negro. Afirmaron que 13 murieron en su valiente defensa contra un "bombardeo aéreo y marítimo" ruso. El presidente ucraniano Zelenskyy dijo que concedería a los guardias medallas póstumas por su valentía. Pronto se supo que era una invención. Ninguno de ellos murió y Rusia tomó la isla sin dañar a nadie.

Los medios de comunicación informaron de que las fuerzas rusas atacaron deliberadamente una mezquita en Mariupol, donde se decía que se refugiaban mujeres y niños civiles. Los medios de comunicación turcos revelaron más tarde que la mezquita no había sido atacada para nada.

La BBC fue uno de los muchos medios de comunicación occidentales que informaron de un supuesto ataque aéreo ruso contra un hospital de maternidad en Mariupol. Este aparente atentado, dirigido deliberadamente contra mujeres embarazadas y sus bebés, llevó a la BBC a informar de los comentarios del teniente de alcalde que dijo:

No entendemos cómo es posible en la vida moderna bombardear un hospital infantil. La gente no puede creer que sea cierto.

De hecho no, porque hay pruebas considerables que sugieren que no lo es. Cuando se produjo el supuesto ataque aéreo, los propios funcionarios estatales rusos se dedicaron a una desinformación torpe, alegando que todo fue un montaje con "actores de crisis". También señalaron que el hospital había sido ocupado por las fuerzas ucranianas, lo que presumiblemente lo convertía en un objetivo militar y socavaba su propia propaganda. Un relato posterior de la más famosa testigo ocular, Mariana Vishegirskaya, a quien Associated Press (AP) publicitó como el rostro del supuesto crimen de guerra ruso, pinta un cuadro muy diferente. Ciertamente hubo explosiones, pero no hay pruebas de un ataque aéreo, ya que nadie oyó ni vio ningún avión. El hospital había sido ocupado por el regimiento Azov tres días antes. De manera reveladora, Mariana declaró que los nazis de Azov no permitían que la gente saliera de la ciudad a través de los corredores humanitarios acordados por Rusia.

Se han difundido informes occidentales sobre la destrucción de Mariupol y otras ciudades por parte de las fuerzas rusas. Sin embargo el testimonio de testigos civiles de Mariupol señala que las fuerzas ucranianas también bombardearon Mariupol, causando gran parte de la destrucción. Los civiles de Mariupol informaron de que las fuerzas ucranianas colocaron sus defensas en zonas civiles, ocuparon sus casas y otros lugares municipales, como guarderías, hospitales y edificios de oficinas e incluso volaron edificios con tanques. Incluso los medios de comunicación occidentales reconocieron que los militares ucranianos (incluidos los nazis) estaban utilizando efectivamente a la población civil como escudos humanos, al situar sus fuerzas en zonas civiles. El Washington Post señaló:

Cada vez más, los ucranianos se enfrentan a una verdad incómoda: […] Prácticamente todos los barrios de la mayoría de las ciudades se han militarizado, algunos más que otros, lo que los convierte en objetivos potenciales para las fuerzas rusas que intentan acabar con las defensas ucranianas.

Los análisis de los observadores militares franceses mostraron claramente que Rusia se había asegurado un importante control militar en el este y el noreste de Ucrania. El 29 de marzo de 2022, durante las conversaciones de paz en curso entre las autoridades rusas y ucranianas en Turquía, Rusia anunció que retiraría sus fuerzas de los alrededores de Kiev como señal de "buena fe". Pocos días después surgieron pruebas de vídeo en la ciudad de Bucha, situada al oeste de Kiev, que parecían mostrar las consecuencias de un crimen de guerra ruso. Las horribles imágenes mostraban una aparente carnicería en las calles de Bucha sembradas de cadáveres. El gobierno ucraniano culpó de esta carnicería a las fuerzas rusas en retirada. Los medios de comunicación occidentales informaron inmediatamente de todo lo que se les dijo, acusando a Rusia de la masacre de Bucha. Había algunas anomalías sospechosas en las imágenes que requerían una explicación. Un porcentaje inusualmente alto de los cuerpos estaban boca abajo, lo que descartaba su identificación y había una inexplicable falta de sangre u otros signos de lesiones evidentes en los cadáveres. La mayoría de los cadáveres aparecían con las manos atadas a la espalda y muchos llevaban los brazaletes blancos que Rusia entregaba a los civiles para distinguirlos de los combatientes. En uno de los cuatro vídeos principales, incuestionablemente aceptado como prueba de la atrocidad rusa, un supuesto cadáver parece ponerse en pie, observado en el espejo retrovisor de uno de los vehículos de filmación. Es posible que esto se deba a la distorsión del espejo. Sin embargo estas inexplicables incoherencias no fueron la principal razón para dudar del relato de los medios de comunicación occidentales. El alcalde de Bucha concedió una entrevista en vídeo, que se emitió el 1 de abril, en la que aparecía feliz alabando a las fuerzas ucranianas por la liberación de la ciudad. Señaló que las fuerzas rusas habían desalojado Bucha antes del 31 de marzo. El día 31 ya no quedaban tropas rusas en Bucha. Dijo el alcalde:

El 31 de marzo pasará a la historia de nuestra localidad, de toda la comunidad territorial, como un día de liberación de los orcos rusos […] una gran victoria en la región de Kyiv.

Al informar de su declaración, los medios de comunicación locales afirmaron que las fuerzas rusas habían dejado minas sin explotar en una fábrica local. Ni el alcalde ni las noticias locales dijeron nada sobre una masacre. Dos días después Reuters informó del mismo alcalde, Anatoly Fidoruk, esta vez alegando que Rusia había participado en la matanza de civiles. Algo que o bien desconocía o bien se olvidó de mencionar dos días antes. Este extraordinario olvido por parte de toda la población de Bucha, que no publicó nada en las redes sociales ni siquiera insinuando la supuesta matanza masiva durante la ocupación rusa, pone en duda la historia presentada por los medios de comunicación occidentales. El canal de Telegram "Bucha-Live" no mencionó la masacre hasta que la historia se difundió internacionalmente. Inicialmente se informó en Occidente de que había 400 cadáveres esparcidos por las calles y los sótanos de Bucha. Sabemos que las fuerzas rusas completaron su retirada el 30 de marzo. Sin embargo, los informes occidentales sobre la matanza no aparecieron hasta cuatro días después. Tras la acordada salida rusa, el 31 de marzo se informó en Ucrania de que las primeras fuerzas ucranianas que entraron en Bucha fueron las fuerzas especiales ucranianas (los “safaris”). En el vídeo se observaba un cadáver, pero no se filmaron lugares de ejecución ni pruebas de asesinatos en masa.

Sólo sirvió para socavar las negociaciones de paz. Como veremos en la Parte 5, prolongar el conflicto va en interés de la alianza de la OTAN, liderada por Estados Unidos, no de Rusia.

Esto no descarta la posibilidad de que las tropas rusas fueran responsables, pero sin duda es necesario seguir investigando. Esta parecía ser la postura del gobierno ruso que, tras negar enérgicamente las acusaciones de Bucha, solicitó una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) para discutir el asunto. Por alguna razón el gobierno del Reino Unido bloqueó la petición de Rusia.

Inicialmente parecía que la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos estaba menos dispuesta a discutir las pruebas. Sin embargo, actuando como nación presidenta del Consejo de Seguridad, la embajadora del Reino Unido en la ONU, Barbara Woodward, anunció entonces que el Reino Unido convocaría una sesión para discutir sobre Bucha el día 5. Woodward volvió a cambiar la historia. Esta vez 800 personas habían sido asesinadas. Antes de examinar las pruebas y basándose únicamente en los vídeos proporcionados por las autoridades ucranianas, Woodward afirmó que las imágenes eran pruebas de crímenes de guerra. Esto no se había establecido de ninguna manera. Nadie sabía de qué se trataba. Woodward implicó claramente a Rusia y predeterminó el resultado de las discusiones, por lo que no tenía realmente ningún sentido mantenerlas. Eso ilustra el problema que hemos discutido anteriormente. Las instituciones, los mecanismos y las sentencias que se combinan para formar el llamado derecho internacional no tienen ningún valor. No hay justicia en ningún lugar dentro de un sistema que sólo se rige por la realpolitik. No es más que otra arma que se utiliza en la lucha por el poder mundial. El derecho internacional, tal como está, no es ningún derecho.

La teoría de la conspiración del laboratorio biológico estadounidense

Inicialmente los medios de comunicación occidentales negaron furiosamente los informes rusos sobre los laboratorios biológicos controlados por Estados Unidos y las instalaciones de investigación de guerra química descubiertas en Ucrania. Dijeron que esto formaba parte de un elaborado complot de Rusia para organizar un ataque biológico de "falsa bandera", del que Putin culparía al gobierno de Kiev.

La presencia de los laboratorios fue entonces admitida ostensiblemente por la subsecretaria de Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, en una audiencia del comité del Senado. El tratado firmado en 2005 entre el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD) y el Ministerio de Sanidad ucraniano, que establece los laboratorios, es un documento público. Estos son, o eran, laboratorios financiados por Estados Unidos que realizaban experimentos secretos. El tratado de 2005 decreta:

La información marcada o designada por el Departamento de Defensa de EEUU como "sensible" no debe ser divulgada por el Gobierno de Ucrania.

Estos laboratorios estaban gestionados por la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA) del Departamento de Defensa. Obviamente, una asociación entre una agencia de defensa estadounidense y una agencia de salud pública ucraniana parece, a primera vista, un acuerdo inusual. El propio material de formación de la DTRA afirma que son "una agencia de apoyo al combate". Añaden que su función incluye

Desarrollar, probar y poner en el campo de batalla tecnologías ofensivas y defensivas

Otros documentos han sacado a la luz años de experimentos de guerra biológica y química dirigidos por Estados Unidos en soldados ucranianos. Sin embargo se supone que debemos creer que los documentos estadounidenses y ucranianos, las declaraciones que confirman la presencia de los laboratorios, su financiación, su naturaleza clandestina y los objetivos de la dirección del Pentágono que los supervisa, es de alguna manera una prueba de la "desinformación" rusa.

Tal vez sea así, pero la Navaja de Occam sugeriría una conclusión diferente: los rusos han sacado a la luz laboratorios biológicos ucranianos financiados por Estados Unidos que se dedican a la investigación secreta de armas biológicas. Si esta afirmación de Rusia es cierta, entonces Estados Unidos y Ucrania han infringido el llamado derecho internacional. No es que importe.

Como ya hemos discutido los nazis controlan la infraestructura de seguridad nacional ucraniana y, como discutiremos, la alianza de la OTAN liderada por EEUU tiene una historia de trabajo con los nazis para ejecutar ataques terroristas de falsa bandera en Europa. Si ocurre lo impensable y hay un ataque con armas biológicas o químicas en Ucrania, que luego se atribuya automáticamente a Rusia, todos nosotros deberíamos insistir en una investigación exhaustiva antes de creer cualquier cosa que nos digan al respecto.

En un ejemplo bastante típico de la respuesta de los medios de comunicación occidentales a estas pruebas, el diario británico The Guardian publicó Cómo el mito de los "laboratorios ucranianos de armas biológicas" pasó de la gente de QAnon a Fox News. Alegando que las afirmaciones eran desinformación rusa, o parte de las teorías de conspiración de la "extrema derecha", The Guardian opinó:

La máquina de propaganda rusa está tan comprometida con la desinformación [...] La teoría de la conspiración comenzó en una aparente oscuridad. [...] Esta teoría no era más que un reciclado de una acusación que Moscú ha hecho durante años. [...] Esta desinformación sentó las bases para la teoría de la conspiración vinculada a QAnon sobre los laboratorios biológicos ucranianos.

Puede ser el caso de que las pruebas que corroboran la presencia de programas de armas ilegales financiados por los Estados Unidos en Ucrania (y en otros lugares) sean sólo el producto de la desinformación rusa o la llamada "teoría de la conspiración." Sin embargo la única manera de averiguarlo es examinar esas pruebas e investigarlas más a fondo.

The Guardian decidió no informar de ninguno de los hechos que acabamos de comentar. En lugar de ello, lo desestimó todo como un "esfuerzo propagandístico" ruso. En un intento de tratar todos los documentos, disponibles libremente en el dominio público, The Guardian añadió

El núcleo de la historia es cierto: el Departamento de Defensa financia investigaciones y laboratorios biológicos en Ucrania. [...] Washington insiste en que no financia la investigación de armas biológicas en ningún lugar.

Eso fue suficiente para que The Guardian concluyera su investigación y afirmara que toda la historia era una tontería rusa. Tristemente, este es el estándar de periodismo que personifica la "prensa libre" occidental. Limitarse a repetir un desmentido del Pentágono no es periodismo y tampoco lo es no informar honestamente de los hechos a sus lectores, mientras los cubren con una serie de acusaciones e insinuaciones sin fundamento.

Ciertamente a China no le convenció el argumento de The Guardian. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, parece haber adoptado un enfoque más reflexivo:

Pedimos a las partes implicadas que garanticen la seguridad de esos laboratorios. Estados Unidos, en particular, como la parte que mejor conoce los laboratorios, debería revelar información específica lo antes posible, incluyendo qué virus están almacenados y qué investigación se ha llevado a cabo. [...] Estados Unidos tiene bajo su control 336 laboratorios biológicos en 30 países. [...] ¿Cuál es la verdadera intención de EEUU? [...] Estados Unidos ha seguido poniendo trabas, e incluso desestimando las dudas de la comunidad internacional por considerar que se trata de una desinformación. Además, EEUU ha estado obstruyendo en solitario el establecimiento de un mecanismo de verificación de la Convención sobre Armas Biológicas (CAB) y rechazando la verificación de sus instalaciones biológicas [...] Esto ha provocado una mayor preocupación en la comunidad internacional. Una vez más, instamos a EEUU a que dé cuenta de sus actividades militares biológicas en su país y en el extranjero y se someta a la verificación multilateral.

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