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martes, 12 de abril de 2022

Parte 4 (II) Iain Davis (6 de abril de 2022) ¡Guerra en Ucrania! ¿Para qué sirve? Propaganda

 


Estados Unidos se ha negado a participar en cualquier mecanismo de verificación de la Biological Weapons Convention (BWC) dirigido por la ONU. Por ejemplo el gobierno estadounidense bloqueó los intentos de establecer uno en 2001. Estados Unidos ha seguido retrasando la creación de un organismo de investigación independiente de la ONU durante más de 20 años. En lugar de permitir que los inspectores internacionales descarten la existencia del presunto programa de armas biológicas de Estados Unidos, este país ha establecido su propio proceso de verificación y ha comprobado que cumple plenamente:

Existen procesos y controles dentro del Poder Ejecutivo de Estados Unidos [...] que operan para garantizar que los planes y programas bajo el ámbito de esos departamentos y agencias siguen siendo coherentes con las obligaciones internacionales de Estados Unidos. [...] Todas las actividades de Estados Unidos durante el periodo del informe fueron coherentes con las obligaciones establecidas en la Convención sobre Armas Biológicas (CAB). [...] Las acusaciones rusas son infundadas.

Aunque esta declaración pública es más que suficiente para convencer a los "periodistas" de The Guardian, quizá sea comprensible que la comunidad internacional, fuera de la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos, siga teniendo sus dudas. El comportamiento del gobierno estadounidense es, como mínimo, sospechoso.

En una divertida ironía, The Guardian afirmó que la agencia de noticias rusa, Tass, era "un portavoz del Kremlin". Es cierto, Tass es a menudo un portavoz del Kremlin, al igual que The Guardian es a menudo un portavoz de la Casa Blanca, Bruselas y Downing Street.

La propaganda de los medios de comunicación occidentales difundida por medios como la CNN, la CBC, la BBC, el Times y The Guardian es tan densa como la difundida por Pravda o la Agencia de Noticias Xinhua. La principal ventaja de la que gozaban los medios de comunicación occidentales frente a sus homólogos orientales, en materia de propaganda, era que las poblaciones occidentales habían sido "educadas" para creer que contaban con medios de comunicación libres y pluralistas. Sin embargo, esa ventaja está disminuyendo rápidamente.

El intento francamente extraño de los líderes occidentales y de sus propagandistas de los medios de comunicación, de convertir la probable denuncia de Rusia, de los laboratorios biológicos estadounidenses, en un supuesto complot ruso para justificar un ataque de falsa bandera, fue resumida por el Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson. En declaraciones a Sky News el 10 de marzo dijo:

"Las cosas que se oyen sobre las armas químicas salen directamente de su manual [de Rusia]".

La afirmación de Johnson siguió a una declaración anterior del Ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, quien dijo que estaba viendo "elementos del manual de propaganda ruso"; Jens Stoltenberg, el Secretario General de la OTAN, también precedió al comentario de Johnson diciendo que él también podía "prever el manual de propaganda de Rusia"; Josep Borrel, el Alto Representante de la UE (de hecho, el Ministro de Defensa de la UE), se adelantó igualmente a Johnson al señalar que los acontecimientos en Ucrania formaban parte del "manual de propaganda del Kremlin". Estos comentarios, notablemente similares, indican una narrativa coordinada y guionizada. Podría ser una coincidencia, pero hay otras razones por las que podríamos sospechar que los políticos occidentales están trabajando según un guion escrito previamente.

El Mecanismo de Respuesta Rápida y la Iniciativa de Noticias Confiables

La retórica sobre la operación militar de Rusia en Ucrania, que emplea la clase dirigente occidental, es un producto del Mecanismo de Respuesta Rápida (RRM, Rapid Response Mechanism) del G7 (incluida la UE). Está diseñado para garantizar que los "actores" estatales y no estatales designados se enfrenten a una respuesta rápida y unificada. El propósito del RRM se esbozó en el Comunicado de la Cumbre del G7 en Charlevoix de 2018:

"Nos comprometemos a tomar medidas concertadas para responder a los actores extranjeros que tratan de socavar nuestras sociedades democráticas [...] Reconocemos que tales amenazas, en particular las que provienen de actores estatales, no son solo amenazas para las naciones del G7, sino para la paz y la seguridad internacionales y el orden internacional basado en normas."

Al anunciar el RRM, el Gobierno británico añadió

La actividad de los estados hostiles se enfrentará a una respuesta rápida y unificada del G7. [La medida también permitirá que los Estados hostiles sean señalados públicamente por su comportamiento atroz, con una atribución internacional coordinada de los ataques cibernéticos y de otro tipo.

El propósito del RRM es defender el actual orden internacional basado en reglas (IRBO, international rules-based order) liderado por Estados Unidos. No tiene nada que ver con la protección de la democracia. Al contrario, el RRM trabaja para socavar los principios democráticos.

El RRM es un acuerdo para responder a los acontecimientos globales con una narrativa fija, diseñada para promover los intereses del orden mundial unipolar del G7. A través del RRM los gobiernos occidentales atribuyen la culpa a actores estatales o no estatales y, cuando no hay pruebas suficientes para apoyar sus proclamaciones, trabajan con sus "socios" de los medios de comunicación para producir la propaganda y la desinformación necesarias.

Los medios de comunicación comerciales son propiedad de un pequeño puñado de empresas mundiales. Por ejemplo, un informe de 2021 de la Coalición para la Reforma de los Medios de Comunicación (Media Reform Coalition) descubrió que sólo tres empresas (News UK, Daily Mail Group y Reach) poseían y controlaban el 90% de los periódicos nacionales del Reino Unido y el 80% del mercado de noticias en línea. Del mismo modo, el panorama mediático estadounidense está controlado por sólo cinco empresas de comunicación. A menudo los emisores de noticias locales y estatales, en todo Estados Unidos, ofrecen un guión único, palabra por palabra.

En 2019 la cadena estatal del Reino Unido, la BBC, lanzó la Iniciativa de Noticias de Confianza (TNI, Trusted News Initiative). Esto representó una nueva consolidación de los medios de comunicación occidentales. La BBC se unió a AP, AFP, CBC/Radio-Canada, Unión Europea de Radiodifusión (UER), Financial Times, First Draft, Google/YouTube, The Hindu, The Nation Media Group, Meta (Facebook), Microsoft, Reuters, Twitter y The Washington Post para formar la TNI.

El TNI exige que los lectores y las audiencias confíen en sus miembros. Dicen que son "una asociación mundial única" y que su función es "hacer frente a la dañina difusión de la desinformación". El TNI ha pretendido esencialmente ser el árbitro de toda la verdad. Si viviera hoy George Orwell casi seguro que los habría llamado el "Ministerio de la Verdad".

El TNI es una asociación entre los medios de comunicación occidentales y los gigantes de las redes sociales, cuyo objetivo es eliminar la libertad de expresión y silenciar la disidencia. Así lo afirman:

La asociación se centra en los momentos de peligro potencial. [...] Los socios se alertan mutuamente sobre la desinformación de alto riesgo para que el contenido pueda ser revisado rápidamente por las plataformas, mientras que los editores se aseguran de no compartir involuntariamente falsedades peligrosas.

En julio de 2020 el Comité Selecto de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes del gobierno británico señaló:

Los recursos desarrollados por los organismos públicos de radiodifusión, como la Trusted News Initiative, muestran un enorme potencial como marco en el que el sector público y el privado pueden unirse para garantizar la provisión de noticias verificadas y de calidad. [...] El Gobierno y el regulador de los daños en línea deberían utilizar la TNI para "unir" los enfoques de la alfabetización mediática del público y beneficiarse del aprendizaje compartido en relación con la información falsa y engañosa (misinformation and disinformation). Debería hacerlo de una manera que respete la independencia del Gobierno.

El TNI no es independiente del gobierno. Todos sus miembros principales son organizaciones asociadas al gobierno.

El TNI: ni fiable ni independiente

La BBC está financiada por el gobierno del Reino Unido y recibe más dinero, para su organización benéfica internacional BBC Media Action, directamente de los gobiernos del Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Canadá, Noruega y la UE, así como de la Fundación Bill y Melinda Gates. Google, otro de los miembros principales del TNI, fue una empresa de nueva creación financiada por la compañía de capital riesgo de la CIA In-Q-tel y es un socio de pre-contratación del gobierno del Reino Unido. Otra empresa, Microsoft, anuncia con orgullo que es un "socio de los gobiernos" y que les ayuda a proteger la democracia.

Reuters tiene un largo historial de colaboración directa con las instituciones del Estado. Por ejemplo, durante los años 60 y 70 el gobierno del Reino Unido le pagó para que difundiera propaganda antisoviética. El Washington Post es propiedad de Jeff Bezos (Nash Holdings LLC) y su empresa de servicios de computación en la nube AWS (Amazon Web Services) trabaja con gobiernos de todo el mundo.

El RRM niega el más esencial de todos los principios democráticos, a saber, el cuestionamiento de la autoridad gubernamental. En el RRM no hay lugar para las convenciones democráticas fundamentales de la libertad de expresión. Es un proyecto antidemocrático y un compromiso, por parte de los gobiernos del G7 y de la UE, para destruir la democracia e instaurar un régimen totalitario.

El totalitarismo puede definirse como:

Un sistema político en el que los que están en el poder tienen un control total y no permiten a la gente la libertad de oponerse a ellos.

El RRM y el TNI son totalitarios. Combinado con la legislación de censura, la existencia de este nexo demuestra que el establishment político del G7 persigue políticas de intolerancia y despotismo. Se opone a la responsabilidad democrática.

Las TNI están proporcionando la "provisión de noticias verificadas y de calidad" que apoya las declaraciones del Mecanismo de Respuesta Rápida. Cuando Rusia declaró que la "desnazificación" era uno de los objetivos de su operación militar, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, calificó la afirmación de Rusia de "mentira grotesca"; el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo, en relación con lo mismo, que "es mentira" y Emmanuel Macron, el presidente de Francia, de nuevo en referencia a las afirmaciones rusas de desnazificación, dijo que "es mentira."

La narrativa del RRM estaba fijada. Las preocupaciones declaradas por Rusia eran totalmente infundadas y nada más que una excusa para una agresión desnuda y no provocada. Por lo tanto el papel del TNI era impulsar esta desinformación. Para ello fue necesario blanquear a los nazis y restar importancia a su control de la seguridad nacional de Ucrania.

Entre los muchos ejemplos de que el TNI hace precisamente esto, el Financial Times (FT) publicó Don't Confuse Patriotism With Naziasm: Ukraine's Azov Forces Face Scrutiny. El FT afirmaba que el regimiento Azov era un grupo "diverso" que se había vuelto "convencional". Haciendo revisionismo del Holocausto, el FT añadía que Stepan Bandera era una "figura nacionalista" que sólo había sido "acusada" de colaborar con los nazis.

La BBC desplegó el infundado argumento de que la influencia nazi era imposible sin el éxito electoral. Subrayaron que la elección de un presidente judío era la "prueba" de que los nazis ucranianos no tenían poder. A continuación la BBC sacó a relucir a algunos "expertos" que estaban dispuestos a afirmar que los nazis eran una minoría intrascendente dentro del ejército ucraniano y que su ideología había sido "diluida" por los nuevos reclutas.

El miembro fundador del TNI, The Guardian, publicó "¿Hay alguna justificación para la guerra de Putin? También explotaron la falta de éxito electoral de los nazis, en un país que votó a un presidente judío, para negar que tuvieran algún poder real. The Guardian añadió un comentario que sugería que los nazis sufrían un problema de reputación y que la OUM y la UPA eran simplemente "nacionalistas" que llegaron a ser "vistos como alineados con los nazis".

Para "proteger la democracia", otros miembros fundadores del TNI parecen felices de promover a los nazis. Meta (antes Facebook) prohibió al regimiento Azov en su plataforma en 2019, porque son nazis que incitan públicamente a crímenes atroces (como el genocidio) en las redes sociales. Sin embargo Meta ha cambiado su política para permitir a sus usuarios mostrar su apoyo a los nazis. Al parecer Meta aprueba los llamamientos a la violencia contra los rusos, incluida la defensa del asesinato de funcionarios rusos y la promoción del asesinato de soldados rusos.

Mientras que Google, otro de los fundadores del TNI, ha censurado a destacados científicos y médicos por cuestionar las políticas del “trancazo chino”, los nazis son bienvenidos a albergar sus canales de propaganda en YouTube. Los Regimientos Azov, que asesinan a ciudadanos ucranianos y los utilizan como escudos humanos, pueden publicar todos los vídeos que quieran.

Esto no quiere decir que el contenido legal, que no incita directamente al crimen, deba ser censurado. Simplemente ilustra que los miembros fundadores del TNI son hipócritas que no tienen brújula moral. El TNI es un cartel de propaganda y vigilancia, cuya función es vender la "verdad" del Mecanismo de Respuesta Rápida a las poblaciones occidentales. No merece la "confianza" de nadie.

Censura desenfrenada y fin de la democracia representativa

La democracia es la mejor forma de gobierno jamás concebida. Por desgracia no es un sistema de gobierno con el que ninguno de nosotros esté familiarizado. La palabra "democracia" (demokratia) deriva de "demos" (pueblo) y "kratos" (poder). Traducida literalmente como "poder del pueblo", la democracia significa el gobierno mediante un juicio con jurado. En cambio tenemos otra cosa llamada "democracia representativa", que no es democracia en absoluto. La democracia representativa es un supuesto "sistema democrático" en el que el Estado permite al pueblo elegir a sus líderes políticos una vez cada 4 o 5 años. En el período intermedio, este pequeño grupo de "personas especiales" ejerce el poder ejecutivo y gobierna sobre todos los demás. Esto se llama oligarquía y es la antítesis de la democracia. Sin embargo como la gran mayoría llama a este sistema oligárquico "democracia", así es como nos referiremos a él aquí. A los occidentales se les ha dicho que crean en lo que llaman democracia y, por consiguiente, se han apegado a la idea. La oligarquía occidental mantiene supuestamente algunos principios fundacionales que son, en sí mismos, valiosos y dignos de protección. A menudo se les denomina ideales democráticos. Los ideales democráticos han sido modelados durante miles de años por líderes políticos y filósofos. El sociólogo británico T. H. Marshall, en su ensayo de 1949 Ciudadanía y clase social (https://www.academia.edu/9688405/1_Ciudadanía_y_Clase_Social_T_H_Marshall_y_Tom_Bottomore ), describió los ideales democráticos como un sistema funcional de derechos civiles, políticos y sociales.

Los derechos civiles incluyen el derecho a la libertad individual, que se ejerce a través de la libertad de expresión, de pensamiento y de fe, etc.; los derechos políticos permiten a todos la oportunidad de participar en el poder político y ejercerlo, desde presentarse a las elecciones hasta el sufragio universal y los derechos sociales ofrecen a todos los ciudadanos una seguridad económica básica (bienestar) y oportunidades (asistencia sanitaria, empleo y educación).

Erosionar cualquiera de estos derechos es socavar la democracia representativa (nominalmente democracia). Tanto la hegemonía occidental como la alianza euroasiática entre Rusia y China, de la que hablaremos con cierta profundidad, reivindican modelos de democracia. Ninguna de las dos practica la democracia de forma reconocible. Ambas tienen estructuras políticas oligárquicas y gobiernan por la fuerza. Ninguna de los dos está comprometida con los ideales democráticos.

Rusia es una especie de democracia representativa, pero ciertamente no es una democracia. En 2019 la Duma estatal rusa aprobó sus primeras leyes de "falta de respeto" y "fake-news". Esta legislación significa que los rusos podrían enfrentarse a una gran multa o hasta 15 días de prisión por mostrar una "flagrante falta de respeto" al Estado ruso o a sus líderes. Las leyes de "fake-news" facultan al Roskomnadzor (Servicio Federal de Supervisión de las Comunicaciones, las Tecnologías de la Información y los Medios de Comunicación) para actuar como el "Ministerio de la Verdad" de Rusia. Estas leyes de censura antidemocrática, sistemas de control de la información y supresión de los derechos inalienables de los rusos a la libertad de expresión han progresado. La ley de 2020, que ilegaliza de hecho la disidencia pública contra las draconianas medidas rusas del “”trancazo chino” (https://www.themoscowtimes.com/2020/04/23/russia-bans-discussions-of-fake-coronavirus-news-a70083 ) y, más recientemente, la ley de 2022 que silencia la oposición a las acciones militares de Rusia en Ucrania (https://archive.ph/RNt9e ) son ejemplos típicos.

La oposición del gobierno ruso a la libertad de expresión y de pensamiento incluye el bloqueo de empresas de medios sociales y la expulsión de periodistas extranjeros. Sus duras penas, de hasta 15 años de prisión, para los periodistas incómodos han hecho imposible que muchos nuevos medios de comunicación extranjeros puedan operar en Rusia. En uno de los ejemplos más asombrosos de hipocresía de los últimos años, el New York Times escribió que Rusia había llevado la censura a "nuevos extremos". Tal vez el desprecio del gobierno ruso por los ideales democráticos pueda considerarse "extremo", pero no lo es más que el mismo desprecio exhibido por los gobiernos occidentales.

A través de los totalitarios RRM y TNI, Occidente opera una operación de propaganda sin parangón en la historia de la humanidad. Mientras que la Unión Soviética, la China comunista, Corea del Norte y otras tiranías han mantenido campañas de propaganda abrumadoras, nada se compara con la escala del RRM/TNI. Es transcontinental, cubre los medios de comunicación impresos, audiovisuales y en línea y está dirigida por empresas privadas, que trabajan en colaboración con el gobierno y ejercen su control a través de la Asociación Global Público-Privada (G3P, GPPP, Global public–private partnership, https://ppp.worldbank.org/public-private-partnership/library/global-guide-public-private-partnerships ).

La censura en Occidente es igual de severa, si no más, que la vivida en Rusia. En 2021, el Departamento de Estado de Estados Unidos cerró varios medios de comunicación de Oriente Medio con sede en ese país. En respuesta a este ataque a la 1ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos por parte del gobierno, la llamada prensa libre estadounidense ni siquiera mencionó las implicaciones constitucionales.

En 2017, para poder continuar con sus operaciones de difusión y publicación en línea en los Estados Unidos, sirviendo a una comunidad rusa de alrededor de 3 millones de ciudadanos estadounidenses, el medio de comunicación ruso RT fue obligado a registrarse bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA). En marzo de 2022, los proveedores de cable estadounidenses y canadienses prohibieron efectivamente los medios de comunicación rusos en sus respectivos países.

La censura en Europa, tanto en la UE como especialmente en el Reino Unido, es aún más opresiva. La UE ha prohibido directamente varios medios de comunicación rusos. También están avanzando en sus planes para censurar Internet. La Ley de Servicios Digitales (DSA) hará que la UE trabaje con sus "socios" de las redes sociales para eliminar cualquier cosa que los burócratas de Bruselas identifiquen como "desinformación".

El país más antidemocrático entre las antiguas democracias liberales occidentales es el Reino Unido. Ha ido más lejos que ningún otro para crear una dictadura. Habiendo aprobado ya una legislación que le otorga una autoridad ilimitada para cometer cualquier delito, el gobierno británico está impulsando leyes para acabar con el derecho de protesta, está eliminando la defensa de "los intereses" de los denunciantes y los periodistas de investigación y está planeando una nueva Carta de Derechos que consagrará la autoridad del Estado por encima de todo, incluidos los derechos inalienables de los ciudadanos. Al igual que la UE, el Reino Unido ha prohibido los medios de comunicación rusos. Para justificar esta decisión, la directora ejecutiva de Ofcom (organismo regulador de la radiodifusión en el Reino Unido), Dame Melanie Dawes, dijo: La libertad de expresión es algo que protegemos ferozmente en este país [...] Hemos constatado hoy que RT no es apta para tener una licencia en el Reino Unido. En consecuencia, hemos revocado la licencia de emisión de RT en el Reino Unido. Los tópicos vacíos de nobleza no tienen sentido. Esto se hace aún más evidente cuando consideramos el plan del gobierno del Reino Unido para cerrar completamente la libertad de expresión en línea.

Ofcom ha sido designado regulador de Internet en el Reino Unido en virtud de la inminente Ley de Seguridad en Línea. Se trata nada menos que de un plan gubernamental para controlar nuestra capacidad de comunicarnos y compartir libremente información e ideas en línea. El equívoco del Estado británico sobre la protección de la libertad de expresión es una maldita mentira. La clase política occidental no tiene ninguna intención de defender los ideales democráticos. La libertad de expresión y la libertad en la que supuestamente se basa la democracia representativa no significan nada para la clase dirigente. Ya no es conveniente y ahora simplemente la dejan de lado.

La democracia representativa es en sí misma una farsa, pero al menos había una vaga promesa de mantener los ideales democráticos. Nosotros en Occidente podemos ahora dejar de lado cualquier noción persistente e infantil de que vivimos en sociedades democráticas. El gobierno ucraniano no sólo ha prohibido todos los medios de comunicación rusos, sino que también ha ilegalizado los partidos políticos. Ucrania tampoco es una democracia. La absurda sugerencia, propagada por personas como Ursula Von der Leyen, de que Occidente está defendiendo la democracia de la autocracia, es pura desinformación. La democracia no existe en ningún Estado-nación. Estamos asistiendo a una lucha por la supremacía entre bloques de poder global en Ucrania. La estructura política que cada uno de ellos espera gobernar es un sistema único y cohesionado de gobierno global. No importa quién gane, su implementación está asegurada a menos que actuemos a escala de la población para detenerla. Ucrania es el actual punto focal de esta lucha. La Tercera Guerra Mundial comenzó en 2001 y 2030 es el primer hito de tránsito en el camino hacia la plena gobernanza global.

Occidente está explotando el conflicto para acelerar deliberadamente la destrucción planificada de su propia economía, un proceso que comenzó en serio con la respuesta política a la pseudocalamidemia. Oriente está tratando de establecerse como conductor del Nuevo Orden Mundial. A las fuerzas globalistas que supervisan esta lucha les importa poco el resultado. Lo que importa es que la guerra se lleve a cabo, porque es el propio conflicto el que proporcionará el gobierno global que desean. Es esta confrontación global la que exploraremos en la Parte 5.

https://nevermore.media/2022/04/09/ukraine-war-what-is-it-good-for-propaganda-part-4/

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